BALSEROS INSISTEN EN QUE NO HUBO CONTRABANDO
Balseros insisten en que no hubo contrabando
Rui Ferreira
El Nuevo Herald
Dos días después de que una mujer murió durante una aparente operación de contrabando humano desde Cuba, otras versiones del incidente se hicieron sentir arrojando algunas dudas sobre lo que realmente sucedió en el Estrecho de la Florida.
Según la esposa de uno de los tres hombres presentados ayer por la tarde ante una magistrada de instrucción bajo cargos de homicidio por la muerte de la mujer y de conspirar para contrabandear indocumentados a Estados Unidos, el grupo de 31 cubanos fue encontrado a la deriva en una balsa.
'El me llamó [el domingo] y me dijo: `Estaba ayudando a unos cubanos que se estaban ahogando y ahora me acusan de contrabando'. Realmente no sé por qué lo acusan de eso'', declaró ayer Yelal Soto, la esposa de Heinrich Castillo-Díaz, el aparente dueño de la lancha.
Soto añadió que su marido suele ir de pesquería frecuentemente en la lancha y que el viernes había salido con ese propósito, pero sólo supo de él cuando reconoció la embarcación en las imágenes de televisión el sábado.
<--- WILFREDO LEE / AP REBECA CREOS, hermana de uno de los emigrantes detenidos, reclama su liberación en una conferencia de prensa. El sábado por la mañana, el Servicio Guardacosta interceptó la lancha con los cubanos unas 30 millas náuticas al sureste de Cayo Hueso. Según las autoridades, la embarcación se desplazaba hacia el norte, como apartándose de Cuba, con las luces de navegación apagadas. Tan pronto la tripulación guardacosta encendió las luces azules y les ordenó detenerse, la embarcación de los cubanos ''comenzó a acelerar y rápidamente saltó de las 25 a las 45 millas por hora''. La persecución terminó 45 minutos después, unas 3 millas al sur de Boca Chica, tras dos disparos de los guardacostas que inutilizaron el motor de la embarcación. En el incidente murió una mujer y hubo cuatro heridos, entre ellos una embarazada de cinco meses, identificada como Juliet Escandón Hernández, quien fue llevada a un hospital de Cayo Hueso y liberada después, con carácter provisional, por las autoridades de inmigración. Además de Castillo Díaz, las autoridades arrestaron a Rolando González-Delgado y a Yamil González-Rodríguez Ayer, en una conferencia de prensa promovida por el Movimiento Democracia con familiares de los cubanos indocumentados, Escandón Hernández aseguró que el grupo fue encontrado a la deriva en una balsa por los hombres de la embarcación. Según ella, cuando comenzó la persecución, los hombres querían detener la embarcación, pero el grupo les pidió que siguieran rumbo a tierra. ''Cuando ellos estaban detrás de nosotros, el hombre del barco nos dijo que había que parar porque los guardacostas estaban gritando que nos iban a matar. Pero nosotros les dijimos que no pararan, que siguieran, porque la libertad estaba derechito allí, frente a nosotros'', afirmó Escandón Hernández. El domingo, la oficina del forense del condado Monroe, informó de que la mujer que falleció aparentemente durante la persecución, identificada como Anei Machado González, de 24 años, sufrió fuertes golpeaduras en la cabeza, al parecer provocadas por el movimiento y la vibración de la lancha contra el agua, y no por los disparos de los guardacostas. Ayer por la tarde, cuando eran introducidos en el edificio del tribunal de Cayo Hueso, los tres hombres alcanzaron a gritar hacia las cámaras: ``Nos dispararon. A nosotros nos dispararon''. Si bien los demás indocumentados fueron llevados a un escampavías de los guardacostas, la jueza de instrucción Lurana Show ordenó ayer que hasta que los tres hombres no tengan un abogado defensor los cubanos no pueden ser devueltos a la isla. En la conferencia de prensa del Movimiento Democracia, donde el activista y líder de la organización, Ramón Saúl Sánchez, abogó por el fin de la política de ''pies secos-pies mojados'', el cuñado de la mujer fallecida dijo que su hermano lo llamó desde el barco a través de un celular. ''Algo salió mal. Mi hermano me llamó diciendo que Anei había muerto, que tenía roto el brazo y me pidió que lo ayudara'', indicó Arnedi Uralde, citando a su hermano Agustín. Uralde confirmó que su hermano le dijo en esa llamada que la embarcación comenzó a correr cuando se aproximó la lancha de los guardacostas ``solamente porque querían venir a Estados Unidos''. El incidente ha provocado reacciones en las dos orillas del Estrecho de la Florida. El presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, Elizardo Sánchez Santa Cruz, expresó desde La Habana que la forma como los guardacostas detuvieron la embarcación no tiene justificación y semejante a los métodos usados por los guardafronteras cubanos. ''Mas allá de los detalles, es injustificable que se dispare a una embarcación civil desarmada. Recuérdese que en abril los guardafronteras aquí dispararon sobre una embarcación semejante y mataron a dos personas'', acotó. En su opinión, el contrabando humano es un delito ''gravísimo'' pero disparar contra los motores ``puede provocar una explosión''. ''Nuestra percepción es que la violencia de la intercepción dio origen a la tragedia. Es interesante que los dos gobiernos han usado procedimientos semejantes en situaciones semejantes'', añadió el opositor cubano. En Miami, Sánchez, cuya huelga de hambre hace tres meses en protesta por la política de ''pies secos-pies mojados'' provocó una reunión de activistas del exilio con miembros de la administración Bush, recordó que la Casa Blanca todavía no ha contestado a los pedidos de reformar esa política. Y una de las peticiones en ese sentido, apuntó Sánchez, ``es precisamente que cuando los Guardacostas deben poner en vigor ese decreto, no pueden ni debe usar contra civiles las mismas medidas empleadas contra delincuentes''. El pasado año fiscal, los guardacostas interceptaron a 2,950 indocumentados cubanos, y hasta el fines de junio la cifra rondaba ya los 1,500.
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