miércoles, noviembre 09, 2011

Yoani Sánchez: El apartheid persiste

Nota del Bloguista

Un ejemplo más de que el turismo internacional no traerá cambios que llevarán hacia la libertación de Cuba. Los turistas de otros países, en su inmensa gran mayoría, van a lo suyo como sucede en los demás países: disfrutar de la estancia en el país y no involucrarse en problemas ¨ajenos¨. Lo más triste es que de haber en ese yate cubanos que residen en el Exterior mezclados entre esos turistas de otros países, hubieran reaccionado de igual manera ... ¿ O será que Yoani no nos quiso dar las 16 onzas de la libra ?

¿ Qué dirán aquellos que abogan por la liberación de los viajes de turistas norteamericanos a Cuba argumentando que ellos ayudarán a llevar libertad y democracia a nuestra Patria?
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Tomado de http://www.penultimosdias.com




El apartheid persiste


Por Yoani Sánchez
La Habana
noviembre 9, 2011

Reinaldo afirmaba que sí, insistía e insistía. Yo, sin embargo, soy de la generación que de antemano piensa que casi todo está prohibido, que me van a regañar a cada paso e impedir cualquier cosa que se me ocurra. Así que, por esta vez, la discusión matrimonial fue intensa. Él aseguraba que podríamos abordar aquel barco para mirar la bahía de Cienfuegos desde el vaivén de sus olas; a mí la vocecita interior me gritaba que tanto disfrute no podía estar al alcance de los nacionales. Por un par de horas, creí que el optimista de mi marido, al estilo de un Cándido tropical, se saldría con la suya. Fuimos hasta la oficina de la marina cercana al hotel Jagua y allí un funcionario nos vendió un par de tickets para el ansiado paseo. Nunca ocultamos nuestro atropellado acento habanero, ni siquiera intentamos hacernos pasar por extranjeros, pero nadie nos pidió una identificación. Sentíamos que ya un par de asientos a bordo del yate “Flipper” tenían nuestros nombres y el murmullo del escepticismo se iba apagando dentro de mi cabeza.

Llegamos al muelle con media hora de antelación. Los turistas de piel enrojecida comenzaron a subir a la embarcación. Rei y yo alcanzamos una esquina espectacular desde donde sacaríamos fotos de esa bahía tan grande como un mar. El sueño duró apenas cinco minutos. Cuando el capitán nos escuchó hablar preguntó si éramos cubanos. Un rato después, nos informaban que debíamos bajar a tierra “el paseo en barco está prohibido para los nacionales en todas las marinas del país”. Rabia, ira, vergüenza de portar este pasaporte azul que nos hace culpables –por anticipado- ante la ley de nuestra propia nación. Sensación de estafa al comparar el discurso oficial de supuesta apertura con esta realidad de exclusión y estigma. Tuvimos ganas de hacer un escándalo y aferrarnos a la baranda para obligarlos a sacarnos por la fuerza, pero ¿hubiera servido de algo? Mi marido desempolvó su francés y le contó al grupo de europeos lo que estaba ocurriendo. Se miraron extrañados, cuchichearon entre ellos. Ninguno desembarcó –-en solidaridad con los excluidos- de aquel tour por las costas de nuestra Isla; a ninguno le resultó intolerable disfrutar de algo que a los nativos nos está vedado.

El “Flipper” zarpó, la estela del apartheid fue visible durante unos segundos y después se volvió a camuflar entre las oscuras aguas de la bahía. El rostro del músico Benny Moré —en una pancarta cercana— parecía haber cambiado su risa por una mueca. A un lado de su barbilla estaba escrito el famoso estribillo “Cienfuegos es la ciudad que más me gusta a mí…”. Salimos de aquel lugar. Reinaldo derrotado en su ilusión y yo triste de que mi recelo triunfara. Caminamos por la carretera de Punta Gorda mientras le dábamos forma a una idea: “si el Benny hubiera vivido en los tiempos que corren, también lo habrían bajado -–como a un perro sarnoso- de ese yate”.

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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS

Nausea ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Yoani Sánchez: El apartheid persiste":

Mejor no hablar mucho de cubanos "exiliados" que van de turistas a Cuba como si fueran a Puerto Rico o a las Bahamas, pues ya llueve sobre lo empapado.
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Fidel pro democracy ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Yoani Sánchez: El apartheid persiste":

conozco casos de canadienses intersediendo por abusos en Arabia Saudita y indonesia, en treinta años que vivo en Canada, nunca he oido en un caso de galantia o valor, una conocida mia le quitaron la camara y la empujaron y nadie de su grupo de turistas intervino, el miedo que impone el facismo cubano, no se limita a los nacionales. Nunca he oido turistas marchando con las damas de blanco, con la exepcion de un par de chekos y algunos italianos. Hago eco de las palabras de Martin L. King "en el final lo que resonara en nuestros oidos, no seran las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos" (In the End, we will remember not the words of our enemies, but the silence of our friends)

Read more: http://www.brainyquote.com/quotes/authors/m/martin_luther_king_jr_3.html#ixzz1dXV11t9k

2 Comments:

At 4:39 p. m., Anonymous Nausea said...

Mejor no hablar mucho de cubanos "exiliados" que van de turistas a Cuba como si fueran a Puerto Rico o a las Bahamas, pues ya llueve sobre lo empapado.

 
At 1:08 a. m., Blogger Fidel pro democracy said...

conozco casos de canadienses intersediendo por abusos en Arabia Saudita y indonesia, en treinta años que vivo en Canada, nunca he oido en un caso de galantia o valor, una conocida mia le quitaron la camara y la empujaron y nadie de su grupo de turistas intervino, el miedo que impone el facismo cubano, no se limita a los nacionales. Nunca he oido turistas marchando con las damas de blanco, con la exepcion de un par de chekos y algunos italianos. Hago eco de las palabras de Martin L. King "en el final lo que resonara en nuestros oidos, no seran las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos" (In the End, we will remember not the words of our enemies, but the silence of our friends)

Read more: http://www.brainyquote.com/quotes/authors/m/martin_luther_king_jr_3.html#ixzz1dXV11t9k

 

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