domingo, febrero 16, 2020

Bernie Sanders, Senador y aspirante a la nominación demócrata para la presidencia de EE.UU. es un izquierdista radical que elogiaba la Cuba de Fidel Castro y a la URSS según documentos e imágenes de vídeo que no ha reconocido hasta ahora a Juan Guaidó






Bernie Sanders en 1985: “Fidel Castro educó a los niños, les dio salud, transformó la sociedad” 


Una pregunta a Bernie:  En los campos de concentración nazi  no hubo levantamiento contra los guardianes ¿ Podemos afirmar que los prisioneros apoyaban a los  nazi que les daban   ¨comida¨ y los ¨educaban¨ mediante el trabajo que, según un  letrero en uno de esos campos,  los haría libres?
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Bernie Sanders, un izquierdista radical que elogiaba la Cuba de Fidel Castro y la URSS

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Documentos e imágenes de vídeo recogen la defensa del castrismo y la Unión Soviética por parte del senador y aspirante a la nominación demócrata para la presidencia de EE.UU.
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Imagen de un vídeo difundido en Twitter en el que supuestamente Sanders defiende en 1986 en la Universidad de Vermont el régimen castrista - Twitter / @ReaganBattalion

Por Manuel Trillo
13/02/2020

Que Bernie Sanders se defina como « socialista» puede despistar a algunos en Europa. Con ese calificativo, el senador por Vermont y triunfador por la mínima de las primarias de New Hampshire en la carrera electoral por la candidatura demócrata a la Casa Blanca podría pasar por un socialdemócrata tradicional que abogase por una mayor justicia redistributiva. Algunos de sus planteamientos, como la implantación en Estados Unidos de una suerte de sanidad pública universal o la subida de impuestos a los más pudientes abonaría esa idea.

Sin embargo, en EE.UU. un socialista se asimila más bien a regímenes como los que imperan hoy día en Cuba o Venezuela. Y repasando el historial de Sanders se ajusta al término como un guante.

Documentos y vídeos difundidos en los últimos años dan testimonio de la afinidad del veterano político con la Unión Soviética, la Cuba de Fidel Castro y la Nicaragua de Daniel Ortega, países que visitó en los años 80 en completa oposición a la política de Ronald Reagan en aquellos años.


Bernie Sanders, ahora con 78 años de edad, visitó esos tres países durante la década previa a la caída del Muro de Berlín en 1989 y en los tres casos mostró sus claras simpatías por ellos. De hecho trató de hacer de Burlington, la ciudad de Vermont de la que fue alcalde, una especie de «refugio para el activismo de izquierdas en el ocaso de la Guerra Fría» y desde sus primeros días en el cargo trató de «ejercer su propia política exterior» no solo en contra de la línea de Reagan, sino «yendo más allá que muchos demócratas al apoyar a líderes socialistas», según apuntaba un reportaje publicado el pasado mayo por «The New York Times».

Precisamente de la etapa en Burlington es una declaración pública en la que Sanders elogiaba aún en 1989 la «revolución cubana», al tiempo que rechazaba las críticas al régimen como «propaganda de la derecha», según documentos recogidos por el « Washington Examiner». «Para mejor o peor, la revolución cubana es una revolución muy profunda e intensa. Mucho más profunda de lo que yo había conocido», indicaba. «Más interesante que la sanidad pública gratuita, la educación gratuita y la vivivenda gratuita que proporciona es que están de hecho creando un sistema de valores muy diferente al que conocemos».

En esa línea, un vídeo difundido el pasado año en Twitter por «Reagan Battalion», una cuenta anónima de carácter conservador, aparecía supuestamente Sanders en 2016 en la Universidad de Vermont ensalzando el régimen castrista. «Recuerdo, por una razón u otra, estar muy emocionado cuando Fidel Castro hizo la revolución en Cuba. Yo era un niño.... y me pareció justo y apropiado que la gente pobre se levantara contra gente rica y espantosa», aseguraba.



Así mismo, recordaba que una vez casi «vomitó» al ver cómo John F. Kennedy instaba a su adversario Richard Nixon a ser más duro con Cuba. «Por primera vez en mi vida adulta lo que estaba viendo era a los demócratas y los republicanos... y claramente no había mucha diferencia entre ellos», comentaba en el citado vídeo.

Por otra parte, en 1988 loaba las infraestructuras que había encontrado durante un viaje a la URSS. «Hay algunas cosas que [la Unión Soviética hace] mejor que nosotros y que eran, de hecho, muy impresionantes. El sistema de metro en Moscú cuestan 5 kopecs —o 7 céntimos—. Más rápido, limpio, atractivo y eficiente que cualquiera en Estados Unidos —y barato—», señalaba en un comunicado oficial, al tiempo que ensalzaba los «programas para los jóvenes y los trabajadores» que observó durante su periplo ruso.

En cuanto a Nicaragua, que visitó en 1985, se quejó de que los medios estadounidenses no «reflejaran correctamente los objetivos y logros» de la administración de Ortega, que en la actualidad está también en el poder. «Después de muchos años de dominación económica y política, Nicaragua está decidida a no seguir siendo una república bananera, y es libre de tomar sis propias decisiones», declaró.

No reconoció a Juan Guaidó

Su postura sobre la Venezuela chavista también ha sido objeto de polémica en los últimos años. Aunque ha calificado a Nicolás Maduro como «dictador» y «tirano», Sanders se ha negado a reconocer a Juan Guaidó como presidente legítimo del país caribeño. A su juicio, «Estados Unidos tiene que trabajar con la comunidad internacional para asegurarse de que haya una elección libre y justa en Venezuela», según dijo el pasado año a la cadena norteamericana en español Univisión.

En la anterior carrera por la candidatura demócrata a la presidencia, en 2016, su rival Hillary Clinton explotó precisamente esa proximidad a los régimenes dictatoriales comunistas para subrayar el radicalismo de Sanders. «Si los valores son que tú oprimes al pueblo, haces desaparecer gente, la encarcelas o incluso matas personas por expresar sus opiniones, por ejercer su libertad de expresión, esto no es la clase de revolución de los valores que yo querría ver jamás en ningún sitio», le espetó Clinton durante un debate televisivo en Miami. Bernie Sanders no logró entonces la nominación. Cuatro años después, vuelve a intentarlo.
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

El  precandidato demócrata Bernie Sanders  mostró nuevamente su IGNORANCIA SUPINA sobre la Revolución Cubana y los Castro  cuando habló en uno de los debates de la invasión a Bahia de Cochinos, Cuba,   por la Brigada  de Asalto 2506 el 17 de abril de 1961 compuesta en el 99.9% por jóvenes patriotas cubanos. La incipiente dictadura Castrista  antes del desembarco de dicha Brigada  de Asalto ya habia invadido  a varios paises latinoamericanos independientemente de que en ellos   hubieran  dictaduras o gobiernos constitucionalmente elegidos por  el pueblo de esos paises.

Observen que las invasiones a Panamá, Haití, República Dominicana de 1959 (expuestas en el anterior post de Las Guerras Secretas de Fidel Castro) y algunas de las invasiones Castristas a Nicaragua fueron anteriores al desembarco de la Brigada Expedicionaria 2506 por Bahía de Cochinos que organizó y entrenó la CIA.

(Bernie Sanders)

 Ya en diciembre de 1961  la dictadura Castrista   habia extendido sus intervenciones militares  al continente africano, no en contra de los EE.UU. sino en contra de Francia.  Juan F. Benemelis, un ex diplomatico Castrista vinculado, como muchos diplomaticos cubanos,  a la Inteligencia Castrista, escribe en su libro Las guerras secretas de Fidel Castro:
" En diciembre de 1961, en una operación silenciosa, el buque (mercante) cubano Bahía de Nipe, descarga en Casablanca pertrechos militares norteamericanos, especialmente carabinas M-1 y personal médico. Los heridos argelinos serían recogidos y luego transferidos a Cuba. Se inició una intensa participación militar que provocó la reacción del alarmado Estado Mayor francés. Como apunta en su crónica el Premio Nóbel Gabriel García Márquez3. "En Argelia, aún antes de que la Revolución Cubana proclamara su carácter socialista, ya Cuba había prestado una ayuda considera­ble a los combatientes del FLN en su guerra contra el colonialis­mo francés. Tanto que el gobierno del general DeGaulle prohibi­ó, en represalia, los vuelos de Cubana de Aviación por los cielos de Francia"

Benemelis es cribe mas adelante:

Al estallar 
(octubre de 1963) el conflicto argelo‑marroquí, Castro siente que tendrá un papel protagónico en Argel; ofrece apoyo y solicita permiso para despachar una fuerza voluntaria simbólica. Entre otras razones, quiere borrar la irritación de Ben Bella por los pronunciamientos favorables del gobierno cubano en ocasión del reciente fallecimiento del presidente israelí Ben Zvi. En el mes de agosto, Castro envía una delegación militar a Ben Bella, encabezada por el Che Guevara, acompañado de Víctor Dreke, Harry Villegas (Pombo) y Raúl Suárez Gayol, para que coordinen la ayuda que se debe prestar.
Se envían tropas cubanas a Argelia bajo la asesoría del mayor general soviético Ciutah. El contingente es transportado en los barcos mercantes Aracelio Iglesias, Sierra Maestra y Playa Girón, y llegan al puerto de Orán el 21 de octubre. A estos buques siguen otros embarques de hombres y armamentos, por vía aérea, usando aviones turbohélices Britannia que siguen la ruta Habana‑Praga‑Argel
.

Sobre el " mayor general soviético Ciutah"  es importante saber los siguiente:

("Angelito" , Fidel Castro y Raul Castro)


Los primeros especialistas extranjeros en Inteligencia y Contrainteligencia  que asesoraron a los incipientes órganos de la Seguridad del Estado  después del triunfo de la Revolución fueron los checoslovacos, hispanosoviéticos y ex combatientes  de la Guerra Civil española. Uno de ellos fue Angel Martínez Riosola,   ¨Angelito¨, cuyo verdadero  nombre  era  Francisco  Ciutat de Miguel  quien llegó a Cuba el 4 de  marzo de 1960;  su avión procedía de Venezuela pero antes había recorrido varios países europeos como Checoslovaquia y Bélgica. Era graduado de la prestigiosa Academia  Voroshilov, de la Unión Soviética,  donde también ejerció como profesor. En el 40 aniversario de la invasión de Bahía de Cochinos, recuerdo, aunque ha pasado mucho tiempo,  a Fidel Castro decir en la televisión que  si la invasión hubiera sido por Trinidad,  no tenía ninguna probabilidad de éxito, pues ¨Angelito¨ había hecho fortalecer dicha zona con fuerte artillería y tropas. Se  afirma que participó en combatir a los alzados antiCastristas de la Sierra del Escambray y hasta que fue herido; quizás este ¨asesor¨haya formado parte del grupo operativo especial  ¨Molino¨. Posteriormente ofreció  asesoramiento militar en Vietnam y en Argelia . En Vietnam fue un importante apoyo del General Võ Nguyên Giáp.

Las tempranas  relaciones políticas, militares,  de Inteligencia y Contrainteligencia con la Unión Soviética y otros países en el marco de la mal llamada Guerra Fría, las invasiones Castristas que partieron tempranamente de Cuba (desde marzo-abril de 1959, a Panamá, Nicaragua, Santo Domingo, Haití, etc.) y otras acciones subversivas  no escapaban a los órganos de Inteligencia de los EE.UU., los cuales tenían informado al Presidente Dwight D. Eisenhower, el cual el 17 de marzo de 1960 aprobó  el documento titulado “Un programa de acción encubierta contra el régimen de Castro”,con el objetivo de derrocar a la amenaza que se establecía a 90 millas de las costas de EE.UU. pese a que su gobierno de manera extraordinariamente rápida había reconocido  la llegada al poder del nuevo régimen en Cuba.

Ese pequeno país que es Cuba  continuo  con sus injerencias en otros paises financiando, entrenando, transportando, avituallando con  armamentos y explosivos y proporcionando recursos de Inteligencia  a subversivos terroristas de todos los continentes, aunque la injerencia en Angola  en 1975-1990 es la mas conocida.

En el discurso pronunciado por  el tirano Fidel Castro Ruz el 7 de diciembre de 1989 (tomado de http://www.elhabanero.cubaweb.cu)este expresó:

No podemos olvidar ni por un instante que nuestros camaradas de armas fueron los heroicos combatientes de las Fuerzas Armadas Angolanas. Ellos ofrendaron la vida de decenas de miles de los mejores hijos de ese extraordinario pueblo. La unidad y la cooperación más estrecha entre ellos y nosotros hicieron posible la victoria.
También tuvimos el honor de combatir junto a los valerosos hijos de Namibia, a los patriotas de Guinea Bissau y a los insuperables soldados etíopes. Años antes, en los días difíciles de Argelia, recién conquistada la independencia, nuestros combatientes internacionalistas estuvieron a su lado, como estuvieron también más tarde junto a Siria, otro hermano país árabe víctima de la agresión exterior, que solicitó nuestra cooperación.
No hubo causa justa del Africa que no contara con el apoyo de nuestro pueblo. Che Guevara, acompañado de un grupo numeroso de revolucionarios cubanos, combatió contra mercenarios blancos al este del actual Zaire, y hoy, en la República Saharauí, médicos y maestros prestan sus generosos y desinteresados servicios a ese pueblo en combate por su libertad
."

En otro discurso  el tirano Fidel Castro expresó  que en toda America Latina menos en Mexico había estado  la presencia cubana.

Después de la caída del campo socialista de Europa del Este, la tiranía Castrista junto al corrupto Luis Ignacio Lula da Silva y otros organizó el Foro de Sao Paulo, el cual ha minado y destruido la democracia en no pocos paises de America Latina. Hay personas que aseguran que actualmente en Siria hay oficiales y  tanquistas cubanos ayudando al tirano Ashad junto a las tropas rusas de Vladimir Putin, quien le condonó a la tirania Castrista de Cuba el 90% de la deuda que tenia Cuba con la extinta Unión de Republicas Socialistas Sovieticas o URSS.  

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EL CASO PANAMÁ

Por Juan F. Benemelis

Panamá es un caso especial,el partido comunista de Panamá, estaba subordinado al de Cuba durante la época anterior a Castro.por lo que este país fué una prioridad para Castro a la hora de intervenir en otros países latinoamericanos fuera de Cuba,e implementar un régimen al estilo cubano . El 16 de abril de 1959, el diario La Estrella de Panamá publicó alarmado que se avecinaba una invasión de Panamá por extranjeros mercenarios y con el condominio de algunos panameños que se encontraban en Cuba. La primera agresión del castrismo se lanzaba contra este Istmo anclado en pleno corazón continental.

Se entrenaron 200 hombres en Pinar del Río ,a cargo del jefe guerrillero Dermidio Escalona. La expedición armada, integrada por unos 82 cubanos, dos panameños y un norteamericano, estaba dirigida por el cubano César Vega, un viejo compañero universitario de Castro y expedicionario de cayo Confite, que llamaba la atención con sus pómulos salientes y su mirada de poseso. A bordo de la motonave cubana Mayarí, partió el grupo desde el surgidero de Batabanó, al sur de La Habana, hacia Panamá el 19 de abril, y desembarcó en un lugar conocido como Playa Colorada, para secundar un alzamiento armado que se había originado en el cerro Tute. El día 22, la guardia panameña hizo prisioneros a dos integrantes del contingente, un estudiante panameño de apellido Picans y un cubano de nombre Gilberto Betancourt, que había sido capitán de las células de acción y sabotaje del Movimiento 26 de Julio en La Habana, y que posteriormente fue fusilado en Cuba por oponerse al gobierno de Castro.

Ante el fracaso de la expedición, el gobierno de Castro se vió obligado a cooperar con la Organización de Estados Americanos al remitir a dos miembros del departamento de inteligencia del ejército, el capitán Armando Torres y el teniente Fernando Ruiz, para que instasen la rendición de los expedicionarios ante la comisión de la OEA en la zona del Canal.

La invasión fue un fracaso desde el primer instante, al naufragar las barcazas en las marismas y riscos de Nombre de Dios, donde hubo la única baja de la acción, un cubano que se enamoró y caso con una bella panameña del lugar; los invasores, por otra parte, escogieron una zona demasiado desolada para la guerra de guerrillas, y al final tuvieron que ser rescatados por buques de la marina de los Estados Unidos.

El primero de mayo, Vega capitulaba ante una comisión de la OEA. Esta intrusión para derribar al gobierno del presidente Ernesto de la Guardia, fue el fruto de una compleja intriga latinoamericana, donde se complotaron varios personajes, entre ellos el pro castrista Rubén Miró, el doctor Roberto Arias, y un gigoló panameño casado con la bailarina británica Margot Fonteyn.

A la sazón, Castro se hallaba en un viaje a los Estados Unidos y Canadá, y este fracaso se transformó en un punto de fricción para el cubano en la prensa y los círculos políticos de muchos países. Castro se reunió con Raúl en Tejas, para que éste le notificase los pormenores del fiasco panameño; sería la primera y última vez que ambos hermanos se hallarían simultáneamente fuera del país.

TRUJILLO "CHAPITAS"

Castro siempre había tenido en la mirilla al dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo:La sombra del dictador dominicano,se encontraba muy presente en Cuba: El fué uno de los financistas del movimiento 26 de Julio,proporcionando dinero y armas al grupo que se encontraba en Méjico,interesado al igual que éstos en derrocar a Batista. Además Castro en 1948,había formado parte de una fracasada expedición(expedición de Cayo Confite)para derrocar al dictador.

Durante las primeras semanas del triunfo revolucionario ,se había iniciado el entrenamiento en las montañas cubanas a un grupo de dominicanos que en su mayoría fueron reclutados en los Estados Unidos, mientras la emisora oficial habanera, Radio Rebelde, desencadenó un barraje de trasmisiones hacia Haití y Santo Domingo llamando a la rebelión.

El 14 de junio de 1959 todo estaba consumado; varios yates artillados, un guardacostas y tres fragatas, conjuntamente con tres C-46, un B-26 y un P-51, del ejército cubano, secundaron desde la provincia oriental el lanzamiento de la “operación domeñar”, que comprendía un desembarco combinado de 200 cubanos y dominicanos en las playas de Constanza y Puerto Plata bajo el mando de los oficiales de Castro: comandante Delio Gómez Ochoa y capitán Enrique Jiménez Moya. Este último, compañero de Castro en la malograda correría de cayo Confite.

Castro envió a Caracas, a quien en aquel entonces era su ministro de defensa, Augusto Martínez Sánchez, para recabar el apoyo a esta invasión del presidente venezolano Rómulo Betancourt, enemigo histórico de Trujillo; pero el mandatario venezolano no aprobó públicamente la invasión. Los servicios secretos de Trujillo no tuvieron que realizar un gran esfuerzo para conocer los planes de Castro, y Trujillo esperaba con todo su ejército movilizado. Los invasores, abrumados por calamidades naturales, fueron rodeados y aniquilados y el comandante Gómez Ochoa fue capturado en los arrabales costeros.

Trujillo ordenó que no se hicieran prisioneros entre los apresados en Constanza y Maimón; su ejército privado entró en el cerco, armado con machetes, y con ferocidad persiguió a los invasores en medio de mangles y charcas, cortándoles las manos a los prisioneros cubanos y dominicanos, que morían desangrados. El saldo de esta matanza de crueldad sin par sería de 217 muertos, ningún herido y 7 prisioneros; entre los cadáveres se hallaban los jefes cubanos Jiménez Moya y Horacio Rodríguez.

El exiguo apoyo que tuvo en el consternado continente esta invasión dominicana, impidió que Castro lanzará un segundo contingente que esperaba sus órdenes en el poblado oriental de Baracoa. El delegado dominicano ante la OEA, embajador Virgilio Díaz Ordóñez, solicitó a esta organización que pusiera en práctica el procedimiento de consulta previsto en el Tratado de Río de Janeiro, pero el consejo no accedió por encontrarse República Dominicana bajo una dictadura rechazada en el continente. En su lugar, convocó a una reunión de consulta de cancilleres en Santiago de Chile.

OPERACIÓN "TONTON MACOUTES"

El 14 de agosto de 1959, un mes después de la fracasada intentona en la República Dominicana,se iniciaba un nuevo ciclo,la "Operación Haití", el 8 de enero de 1959. El delegado de Castro en Haití durante la insurrección, Antonio Rodríguez Echazabal,vinculado a la oposición duvalierista, sostuvo una larga entrevista con Castro donde se estableció el pacto para lanzar una revolución en las montañas occidentales de la isla La Española.

Se conformaron los cuadros militares,y se inició una campaña de reclutamiento en las colonias haitianas de Nueva York,Méjico,Caracas,Barbados y las Bahamas.El cuartel militar se ubicó en el poblado de Jamaica (a pocos kilómetros de la Habana),y la oficina de alistamiento ,funcionaba a pocos metros del centro de ésta última ciudad.

Por ese lugar pasaron más de 500 voluntarios; la organización Triple-A, dirigida por Aureliano Sánchez Arango, que igualmente luchó con sus guerrillas contra Batista, ofreció las embarcaciones necesarias. La emisora cubana, Radio Progreso, comenzó a trasmitir una programación en francés, dirigida a los conspiradores dentro de Haití. Los cubanos aumentaron la parada y el esbozo original incluyó una escala para nuevamente invadir República Dominicana.

Pese a las filtraciones de información y a las denuncias de Francois Duvalier,ni Trujillo,ni Washington,ni los servicios secretos franceses ,tomaron en cuenta esta amenaza. Un contingente de cubanos secundado por varios haitianos, acaudillados por los oficiales del ejército de Castro, comandante Henry Fuentes y el capitán Ringal Guerrero, desembarcó en Les Irois, el 14 de agosto, para derrocar a Duvalier. Fuentes. El primer grupo estaba formado por 18 cubanos, 10 haitianos y 2 venezolanos, el cual debía sumarse a una columna del ejército haitiano, que supuestamente se amotinaría. Tres días después, el canciller haitiano, Louis Maré, acusaba de agresión a Cuba ante una estupefacta conferencia de cancilleres del continente reunida en Chile, que se desayunaba con la noticia asombrosa de la invasión cubana a Haití.

La reacción militar haitiana, encabezada por el general Mercerón fue de íntegro apoyo a Duvalier, quien concentró toda su soldadesca en las montañas de Caracausse y el día 20 de agosto estalló el conflicto que concluyó desfavorablemente para las armas cubanas. Muy pocos de los invasores lograron escapar a esta breve y monstruosa matanza. Los periodistas eran llevados al teatro de los acontecimientos donde apreciaban aterrados la hilera de cadáveres.

El gobierno haitiano denunció la intromisión cubana en la reunión de consulta de cancilleres, en Santiago de Chile, convocada tras la protesta dominicana en junio, reiterada en la comisión interamericana de paz, ante la cual se definió la acción dirigida desde La Habana como un caso típico de intervención, violatorio de la convención sobre deberes y derechos de los estados en caso de luchas civiles, suscrita en la capital de Cuba en 1928.

La subcomisión del organismo regional visitó Haití y entrevistó a cinco prisioneros cubanos supervivientes de la referida expedición, entre ellos, Manuel Rodríguez, Santiago Torres, Antonio Panseca, Osmani Escalante6. Haití rompió relaciones con Cuba, y el líder rebelde haitiano, Louis Dejoie,que fué uno de los que encabezó la intentona, escapó de La Habana hacia Miami, donde fue arrestado.
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EL INTENTO NICARAGÜENSE

Por Juan F. Benemelis

La vida política y económica nicaragüense ha estado polarizada por dos facciones tradicionales que a su vez han comparecido con el sandinismo: los liberales anti-clericales de León, y los conservadores tradicionalistas de Granada. Asimismo, han sido dominados por focos dinámicos de familias patriarcales del país, entre las que resaltan los apellidos Debayle, Lacayo, Sacasa, Agüero, Baltodano, Cardenal, Carrión, Chamorro, Cuadra, entre otros. La lucha de los grupos que integraron el Frente Sandinista contra el dictador Anastasio Somoza reflejó, en última instancia, la rebeldía de varias de estas familias contra el dominio generacional de la vieja oligarquía socioeconómica.

( Carlos Fonseca Amador, ligado a la KGB; nota del bloguista )

Carlos Fonseca Amador, quien será el principal líder sandinista hasta su muerte en 1976, había entrado en relación con los cubanos desde muy temprano, a través de Raúl Castro, durante el sexto festival mundial de la juventud celebrado en Moscú en 1952. En ese mismo año, dos antes de tomar el poder, un Castro guarecido en México sostenía vínculos con los coroneles nicaragüenses Manuel Gómez Flores, Carlos Pasos, Francisco Frixione y Enrique Lacayo, exilados a su vez. Castro y los nicaragüenses sellarían un pacto donde prometían ayudarse mutuamente en caso de que alguno ascendiera primero al poder. En los meses iniciales del triunfo de la rebelión cubana, dos conjuntos nicaragüenses fueron atendidos en La Habana. Por un lado, el conglomerado de los juramentados con Castro en Méjico, compuesto por elementos anticomunistas entre los que despuntaba Pedro Joaquín Chamorro, y que era atendido directamente por el jefe guerrillero cubano Camilo Cienfuegos. El otro círculo, encabezado por Fonseca Amador y de clara inclinación izquierdista, se hallaba bajo la sombra protectora del Che Guevara.

El régimen de Castro adquirió las armas, clandestinamente, en los Estados Unidos. La intrusión fue lanzada por partes, durante los días 31 de mayo y 1 de junio de 1959, empleando aviones cubanos y el yate Nola. El 28 de mayo de 1959 un transporte de las fuerzas armadas cubanas condujo hacia Centroamérica un importante alijo de armas que fue recibido por el comunista Marcial Eguiluz para las presuntas guerrillas nicaragüenses. En esa oportunidad, Joaquín Chamorro viajó a La Habana para solicitar el sostén de Castro a las incursiones de Olama y Mollejones en mayo-junio de 1959; pero tanto Fidel como el Che Guevara decidieron conceder un amparo menor a este proyecto y fomentar los planes del marxista Fonseca Amador.

En una temprana maniobra planificada en Cuba, Chester Lacayo y otros cabecillas de los que realizaron con Castro el pacto de Méjico fueron detenidos por órdenes del Che Guevara y enviados a la cárcel, a la vez que se anulaba la invasión del comandante César Roca que había logrado reunir 35 hombres. Apoyado por el Che Guevara, Castro había decidido que una invasión de Nicaragua sería efectuada por elementos de izquierda.

El 1 de junio el comando de nicaragüenses zarpaba del sur de La Habana bajo el liderazgo de Joaquín Chamorro consumaba la correría hacia el departamento de Chontales. Tras su captura, Joaquín Chamorro admitiría que se había entrevistado con Castro y el Che para gestionarse la asistencia bélica. En junio, Castro envió un transporte de su fuerza aérea a Punta Llorona, una playa de Costa Rica, con 13,500 libras de armas y municiones a bordo. Los pasajeros del avión eran seis exilados nicaragüenses, un costarricense naturalizado y un grupo de cubanos. El plan era irrumpir en Nicaragua y auxiliar al levantamiento ya en marcha contra el régimen de los Somoza.

La unidad armada que estaba comandada por Fonseca Amador, se introdujo en territorio nicaragüense bajo el nombre de columna Rigoberto López Pérez. En este intento de invasión figuraba también Rafael Somarriba, un teniente de la Guardia Nacional nicaragüense, que se había encargado del entrenamiento en Cuba. Los 75 asaltantes, divididos en 4 columnas, se encaminaron hacia Chontales y Matagalpa.

Los encuentros bélicos se suceden en Matagalpa, Chontales y Blue Fields. Esta operación se malograría en pocos meses ante la sorprendente apatía de la población local. Ya para agosto, la Guardia Nacional del dictador Somoza había dado cuenta de tales cuadrillas. Entre los caídos se encontraban varios soldados cubanos. El refuerzo, que esperaba en Cuba, no se pudo embarcar; asimismo, un grupo cubano que viajaba en el navío Nuevitas fue detenido en el puerto mejicano de Yucatán.

La aventura de Castro en Centroamérica, fue denunciada al consejo de la OEA por Nicaragua. Después, el gobierno nicaragüense indicaría que, de las tres goletas que habían zarpado de Cuba, una navegaba a Cozumel, Méjico, y las otras dos derivaban a Puerto Cortés, Honduras. Otro intento serio de irrupción originado en Cuba tuvo lugar en 1960; esta vez utilizándose el territorio hondureño. Es allí donde Fonseca Amador, Tomás Borge, un puñado de instructores cubanos y 55 reclutas, entre ellos Silvio Mayorga y Humberto Ortega, crearon el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). En la formación de los sandinistas participaron el coronel Santos López, de la guardia de Somoza y ex compañero de Augusto César Sandino. Quintín Pino Machado, el entonces embajador cubano en Managua y hombre de confianza de Fidel y de Raúl Castro, ayudó a la constitución del FSLN y seleccionó personalmente a sus dirigentes.

El 23 de junio, una compañía del ejército de Honduras cercó y destruyó las fuerzas de Fonseca Amador en El Chaparral, capturando documentación que incriminaba directamente a Cuba en la expedición. Fonseca Amador resultó gravemente herido; él y Borge se refugiaron en La Habana donde trabaron relación directa con el Che Guevara y con Castro. A la sazón, Fonseca Amador también contaba con la asesoría del marxista mexicano Víctor Tirado López.

Posterior al triunfo sandinista, y desde su cargo de Ministro del Interior, Borge revela la temprana conexión con Cuba: "De Costa Rica yo fui a Cuba. Participé en el Congreso de Juventudes Latinoamericanas. Eso fue cuando conocí al Che Guevara. Me llevaron a su oficina. Le expliqué con gran entusiasmo que le traía saludos de la juventud de Nicaragua. (El) estuvo de acuerdo con darnos la asistencia económica que le había pedido; eso fue en 1961"

El Salvador resultaba un país con tensos problemas agrarios debido a su densidad demográfica y a la concentración de la propiedad rural en una reducida oligarquía. Todos los detonantes para el estallido de la situación social se recogían en El Salvador, incluso con más agudeza que en Nicaragua. Una élite militar-terrateniente señoreaba el país, manteniendo la polarización social y la pobreza urbana. La diplomacia e inteligencia habanera siempre consideró a El Salvador como un sitio de alta vulnerabilidad.

En diciembre de 1960, el gobierno salvadoreño se hizo de documentación confidencial de La Habana donde se incriminaba al diplomático cubano Roberto Lasalle por financiar actividades subversivas en el país. Se demostró que los cubanos habían entregado $600 000 al salvadoreño Roberto Carias para desencadenar acciones violentas en territorio nacional. El gobierno expulsó a Lasalle, junto a René Rayneri, Armando Velázquez y José M. Valdés, los otros representantes cubanos implicados en tal designio.

El informe detallaba las orientaciones de Raúl Castro sobre la necesidad de proveer instrucción bélica a naturales salvadoreños, el uso de dicho país centroamericano como un puente para los sediciosos nicaragüenses, y el atizar los problemas fronterizos con Guatemala. Uno de los borradores mencionados detallaba cómo los servicios cubanos buscaban afanosamente toda la información posible sobre las familias más poderosas del país.

El 17 de julio de 1961, el director de la Guardia Civil de Costa Rica, coronel Sidney Ross, da la noticia del descubrimiento de un complot de Castro para fomentar actos subversivos en Costa Rica, Nicaragua y Panamá que propiciarán el derrocamiento de los respectivos gobiernos de esos tres países. El coronel Ross hizo pública la existencia de pistas de aterrizaje clandestinas al norte del país que Cuba había estado aprovechando para despacharle armas a los insurgentes nicaragüenses10. Costa Rica decidió suspender las relaciones con Cuba, pero algunas semanas después

"El 12 de noviembre, apenas el gobierno (de Costa Rica) acabó de anunciar la violación del espacio aéreo por aparatos cubanos que volaron sobre la zona de operaciones para llevarles armas y provisiones a los insurrectos nicaragüenses, cuando San José se estremeció con la noticia de que el comandante de la Guardia Civil, Alfonso Monge, y tres de sus subordinados, había sido muertos durante un encuentro con un grupo de expedicionarios que se disponía a invadir Nicaragua”.

Con más detalles a la vista, el ministro de gobernación costarricense, Joaquín Vargas, expidió una nota esa misma noche dando cuenta de un número indeterminado de bajas por ambas partes y de la captura de seis rebeldes. Subrayó que en las guerrillas había varios cubanos. Apenas una semana después, el rotativo Últimas Noticias enteraba que el gobierno de Costa Rica estaba al tanto de las intenciones para derrocar al presidente Mario Echandi para cuya consumación el régimen de Castro había suministrado un cargamento de pertrechos por la zona bananera. En 1962, Fonseca Amador y el coronel Santos López, establecieron con subsidio cubano un campamento en Honduras, en el rió Putaca, con miras a preparar otra invasión de Nicaragua.

No sería hasta mediados de 1963 que el preliminar foco guerrillero sandinista lograría aposentarse en la faja del Río Coco, cuando Santos López, Borge y Modesto Duarte encabezan un contingente de 60 hombres adiestrados por La Habana, que entre junio y octubre se posesiona del poblado de Raití. El intento careció de éxito. La columna de Santos López experimentó un descalabro en el entronque de los ríos Coco y Bocay; Borge sería batido en Sang-Sang con numerosas bajas, por lo cual necesitará refugiarse en Matagalpa para recuperarse. El "foco guerrillero" también fracasó en su intento de procurarse el abrigo de los indios Miskito y de la población local. Ya para octubre, los restos de esta columna se habían desbandado hacia Honduras, donde la mayoría fue hecha prisionera.
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Es verdad que Fidel Castro, Raul Castro y complices  transformaron a la sociedad cubana, pero llevandola   a lo peor de su historia colonial  (incluyendo la trata y la esclavitud)  y republicana.

 Los costos para estudiar medicina en Cuba en la década de los años 50 de pasado siglo XX en la prestigiosa Universidad de La Habana era de $45 + $ 5 = $ 50 dólares ANUALES  y que se podían hacer  en tres pagos. No obstante, más del 25% de la matrícula de la Universidad de La Habana era ¨matrícula gratis¨, la cual se otorgaba mediante una carta explicando las razones por las cuales no podían pagar la matrícula; el peso cubano y el dolar tenian el mismo valor. Un artículo muy ilustrativo del lugar privilegiado que tenía la salud  en Cuba en esa década y su desarrollo histórico  es de la autoria del Dr. Antonio Guedes y se titula  La Sanidad Silenciada:
 
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También pueden leer mi artículo Una primera aproximación a la república: 1902-1958.del cual les dejo estos  fragmentos:
En 1958 la tasa bruta de mortalidad de la población era del 6,4 por cada mil habitantes (Zuaznábar, 1) pese a la situación política y de confrontación armada que existía en el país; en 1953 había sido de 6,3 por cada mil habitantes. Esa tasa ubicaba a Cuba entre los países de menor tasa de América Latina y con índices que solamente alcanzaron muchas de sus repúblicas hermanas iberoamericanas veinte años después (Anuario Estadístico de 1988,629 ). La esperanza de vida al nacer era de 58.8 años y la mortalidad infantil en menores de un año era de 32,5 por cada mil nacidos vivos, la cual desde principios de siglo seguía una tendencia decreciente (Zuaznábar, 1) pese al existente rechazo social al recurso del aborto, rechazo que existía hasta en casos en que se presentaran malformaciones fetales en el embarazo, y la no invención todavía en el mundo de algunas pruebas de análisis de laboratorio clínico o algunos instrumentos de la electromedicina(como es, por ejemplo, el equipo de ultrasonido) los cuales permiten detectar tempranamente problemas serios en el embarazo. La esperanza de vida de 58.8 años era superior en esa época a la de muchos países de América Latina y el Caribe, y mayor que las que alcanzaron veinte años después todos los países de África, salvo Argelia y Túnez (Anuario Estadístico 1988, 627). La cifra de mortalidad infantil cubana de 32,5 correspondiente a 1958 era todavía en la primera mitad de los años ochenta mejor que la de muchos países de Latinoamérica en esos años: Paraguay (45,0), Ecuador (69,5), Brasil (70,6), Méjico (53), Colombia (50), Bolivia (124,4), Honduras (82), Perú (98,6), Argentina (35,3), El Salvador (35,1) y Guyana (36,2) (Anuario Estadístico de 1988, 629). América Latina en su conjunto presentó aún en el año 2001 la cifra de 32 (Granma, 5). Cuba en estos dos últimos parámetros tenía índices pertenecientes al Primer Mundo de esos años según los datos de la UNICEF que aparecen en la Tabla de la página 16 del Material de Estudio Nro. 3 del Ministerio de Educación; los valores de Cuba en 1958 en estos dos parámetros con respecto de los Países en Desarrollo y Países menos Desarrollados fueron similares o mejores que los que ellos presentaron en 1992: En China y Vietnam la mortalidad infantil en 1996 era respectivamente de 34 y 40 por mil nacidos vivos (Robaina, 35).

La población cubana en 1958 era de aproximadamente 6 763 736 habitantes y había en el país 6 286 médicos ( sin incluir estomatólogos ) y un total de 32 501 camas y de ellas 28 536 de asistencia médica (Anuario Estadístico de 1988, 564 y 569). Del total de camas de servicio hospitalario 10 643 pertenecían al servicio estatal, servicio en el cual laboraban 1 125 médicos (Zuaznábar, 5). El 51% de las camas de los hospitales estaban situadas en la capital del país (Abreu, 40). Los números de habitantes por cama (237) y de habitantes por médico (1076) en 1958 eran mejores que los de la mayoría de los países latinoamericanos en esa época y más aún, que los que tuvieron esos países aproximadamente 20 años después como se puede comprobar observando la página 675 del Anuario Estadístico de 1988. Observando las cifras de aproximadamente el año 1980 diré, que solamente Puerto Rico (789), Argentina (521), Uruguay (533) y Venezuela (888) tuvieron mejores índices de habitantes por médico que el que tuvo Cuba en 1958; el resto lo tuvieron peor. Al comparar las cifras de aproximadamente el año 1980 con relación al número de habitantes por camas diré que solamente Argentina (176 ), Puerto Rico (229) y Guyana (215) tuvieron mejores índices que el que tuvo Cuba en 1958; el resto de los países latinoamericanos todavía en el año 1980 presentaron índices peores que el que presentó Cuba en 1958. En la Cuba de 1958 el número de camas de asistencia médica por cada 100 000 habitantes era de 422, En América Latina en su conjunto y en estos momentos es solamente de 220 camas (Granma, 5).

La prevalencia de la Lepra en 1958 era de 0,7 por cada mil habitantes (Informe Anual 1976, Anexo p. 46). Las tasas de morbilidad por cada 100 000 habitantes de muchas enfermedades en la Cuba de finales de los años cincuenta eran también mejores que las de muchos países latinoamericanos: Tuberculosis (18,2); Difteria (2,4); Escarlatina (0,1). No se habían presentado casos de Fiebre Amarilla, Tifoidea y Peste Bubónica; al comenzar la República, la Tifoidea, por ejemplo, había presentado una morbilidad de 5,1 por mil habitantes. Las cifras de morbilidad de Viruela, Tifus, Tosferina, Sarampión, Sífilis y Hidrofobia eran de las mejores en América Latina. Las siguientes tasas de muerte por 100 000 habitantes en el año 1958, salvo que se especifique otro año, apoyan lo anterior: Fiebre Tifoidea (0,4); Tétanos (3,0); Tuberculosis en 1959 (16,6); Poliomielitis aguda (0,1); Sarampión (0,4); Meningitis no meningococcica (2,1); Paludismo (0,4); Difteria en 1959 (0,9); suicidio o lesiones autoinfligidas (13,9); accidentes de vehiculo de motor y otros accidentes de transporte (7,2); defunciones maternas (125,3) y defunciones maternas por aborto (9,3). Las dos últimas tasas son por cada 100 000 nacidos vivos. (Informe Anual de 1976, Anexos 36-43). La tasa de mortalidad materna de Cuba en 1958 de 125,3 era mejor que las que aún aparecen en el año 1992 para Países en Desarrollo (350) y Países menos Desarrollados (590) en la Tabla mencionada del Material de Estudio del MINED..

Por otra parte, la salud pública y la educación y otras actividades  en  la Cuba del periodo Castrista se paga también por el elevado precio que desde hace décadas  el Estado Castrista le hizo a productos como las bebidas alcoholicas,  los cigarrillos, los tabacos, etc. Para que se tenga una idea de cuanto se recauda diré que hace años en Cuba  el PRECIO DE PRODUCCIÓN   de una  simple botella de cerveza (12 onzas fluidas)  era 12 centavos del peso ordinario cubano y la botella de ron (750 ml)  era de 20 centavos  del peso ordinario cubano.

Published on Jul 27, 2015
Documental hecho por el Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo que recoge testimonios de profesionales de la salud cubanos, que residen en la isla y en el extranjero.

Documental: Mito y realidad de la medicina en Cuba - IMHCT  

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Segunda nota del bloguista  de Baracutey Cubano

Sobre la educacion en Cuba

Para ¨ayudar ¨a olvidar, el régimen cubano le cambió el nombre a las escuelas e instituciones, poniéndoles a muchas, nombres de los caidos en la lucha contra el régimen de Fulgencio Batista o de aquellos que murieron defendiendo al nuevo régimen impuesto.

Esas escuelas cívico militares de las que se habla en el artículo fueron creadas por Fulgencio Batista en la década de los años 30s del pasado siglo XX. La actual Escuela Interarmas Antonio Maceo era el Instituto Cívico Militar. Muchos maestros normalistas no deseaban ir al campo a dar clases y por otra parte, muchos campesinos no querían que sus hijos fueran a la escuela después de cierta edad o tamaño para que lo ayudara en las labores del campo. Por ello fue que se crearon dichas escuelas y a los maestros se les dió el grado militar de sargentos para que el campesino, dado el respeto o miedo que se le tenía a la Guardia Rural, enviara a sus hijos menores a la escuela. Ese movimiento desbordaba ampliamente la esfera educacional. Hablar de eso en Cuba es un tabú, aún para valerosos periodistas independientes, ya que quizás sientan el temor de que se les llame ¨batistianos ¨como es costumbre en el chantaje Castrista.

Para conocer algo sobre  la educacion en  la Republica de Cuba antes del Castrato   añado este fragmento de mi ensayo Una primera aproximacion a la Republica:1902-1958 escrito y publicado en Cuba en 2002:
Educación

"En los tiempos de la dominación española, la instrucción pública era uno de los ramos peor atendidos. En los últimos años de la colonia existían aproximadamente 500 escuelas; la mayoría privadas.

Durante la ocupación norteamericana se implementaron notables medidas y acciones relativas a la enseñanza. El teniente Alexis E. Frye y M. Hanna, como Superitendente General el primero y como Comisionado de Escuelas el segundo, por la parte norteamericana, y Enrique José Varona y otros ilustres ciudadanos, por la parte cubana, contribuyeron de manera relevante en la reorganización y desarrollo de la educación primaria en el país. Estas personalidades extrajeron lo mejor de la tradición educacional cubana y de los novedosos métodos educacionales norteamericano y los aplicaron exitosamente en la enseñanza de la Isla. La prestigiosa Universidad de Harvard desempeñó en este período una destacada colaboración. Las Escuelas de Verano y los cursos emergentes, mediante exámenes anuales, contribuyeron a la formación y al aumento de la eficiencia de los maestros; esta formación acelerada se hizo imprescindible por la gran falta de maestros y la creación masiva de aulas por parte del mando militar norteamericano, pues solamente por la orden militar No 368 de 1900 se crearon 3 000 aulas; este movimiento de creación masiva de aulas solamente es comparable con el movimiento de creación de las Escuelas Cívico Militares en el campo, el cual fue llevado a cabo más de tres décadas después por Fulgencio Batista, y posteriormente con el gigantesco movimiento llevado a cabo por la Revolución que triunfó el 1ro. de enero de 1959. Las primeras Escuelas Normales para Maestros se fundaron en 1915.

En el año 1900, según el Censo de Población de ese año, la población de Cuba era de 1 572 797 habitantes. El 64% de la población no sabía leer, y sabía leer pero no escribir el 2%. El 57% de la población mayor de 10 años era analfabeta (DEHA tomo XXVI, 748).

Según el Censo de la República de Cuba de 1919, Cuba tenía 2 889 004 habitantes. El número de analfabetos era de 784 659, o sea, el 21,1%, siendo Cuba, de todas las naciones de Latinoamérica, la que menos proporción de analfabetos presentaba (Estos últimos años Tomo I, 409).

En 1923 existían 3 316 escuelas, con un total de 6 023 aulas y una matrícula de 272 892 alumnos ("201 940 blancos y 70 952 de color") y 5 970 maestros de enseñanza común diurna. En el país funcionaban 87 zonas de enseñanza ambulante, con 83 maestros que atendían a 186 núcleos de escolares. En ese año solamente 527 escuelas eran privadas con 1 309 aulas, a cargo de 1784 maestros (Estos últimos años Tomo I, 409).

Un efecto indirecto de la calidad de la educación recibida, entre otros factores, es que pese a la tendencia al bandolerismo que se mencionó en el Balance Globalizador del siglo XIX, ya al finalizar la segunda década, en las cárceles cubanas había solamente 4 487 presos; lo que daba una muy baja proporción de 1,6 por cada 1 000 habitantes (Estos últimos años Tomo I, 410).

La inmigración masiva hasta mediados de los años treinta ( el crecimiento demográfico de Cuba por décadas entre 1902 y 1919 fue de una magnitud extraordinaria: 39%, según plantea Pichardo en su página 468), y muy en particular los miles de braceros antillanos, influyó en la tasa de analfabetismo de los habitantes del país. El 24.8% de 1 193 058 de inmigrantes que llegaron a Cuba entre 1902 y 1934 eran procedentes de Jamaica, Haití y Puerto Rico (Ibarra, 452); la inmensa mayoría eran braceros. No obstante lo anterior, en la década de los cincuenta, el nivel de analfabetismo se encontraba entre el 18% y el 23% (según diferentes autores), siendo uno de los más bajos de América. Existía la enseñanza pública (gratuita) a cargo del Estado para todos los actuales niveles y tipo de enseñanza pero con otros nombres: Primaria, Superior, Bachillerato, Comercio, Técnica Industrial, Universidad, etc.; en algunas de ellas, la selección se hacía por escalafón mediante exámenes de ingreso dado el número limitado de plazas.

Según el testimonio de algunos familiares y amigos, la matrícula en la Universidad de la Habana en la década del veinte costaba aproximadamente 30 pesos y en la década de los cincuenta, 50 pesos; pero si se presentaba una carta, solicitando que no se le cobrara esa entrada inicial por poseer bajos ingresos, se le exoneraba del pago de la matrícula. Para resolver el costoso problema de los libros para estudiar, se crearon las bibliotecas escolares y universitarias. Al terminar la década de los cincuenta, existían 3 universidades públicas y varias privadas, aunque de estas últimas, la única con verdadera importancia era la de Santo Tomás de Villanueva, en Miramar. El número de profesores y alumnos universitarios eran respectivamente de 801 y 22 500 (Anuario Azucarero 1958, 11). Al comenzar la República, los alumnos universitarios eran poco más de 300.


En 1958 la educación privada se desarrollaba notablemente y contaba con una matrícula de aproximadamente 90 000 alumnos (Abreu, 42). La enseñanza privada le aliviaba al Estado cubano los gastos concernientes a Educación, pues le ahorraba los gastos de educación de aquellas personas que tenían la solvencia económica para ello y deseaban pagarla; además, la educación privada garantizaba, en cierta medida, el tipo de educación que deseaban los padres para sus hijos acorde a sus valores e intereses personales. En algunas ocasiones parte del cobro de la matrícula servía para brindarles matrícula gratis a niños y adolescentes pobres en escuelas anexas a esas instituciones; un ejemplo de lo anterior ocurría en el antiguo Colegio de Belén, hoy Instituto Técnico Militar (ITM) . El Estado cubano antes de 1959 no era dueño de los medios de producción y de los servicios; básicamente su presupuesto se obtenía de la recaudación de aduanas y de una limitada recaudación de impuestos por diferentes rubros.

En el año 1956-1957 se gastaron 75,8 millones en Educación y Cultura, los cuales representaban el 22,3% de los gastos del presupuesto del Estado cubano (Zuaznábar, 107); porciento que comparado con los que dedicaron a ese rubro el resto de los países latinoamericanos en los años 1975, 1980 y 1984, solamente fue superado por Costa Rica en 1975, Bolivia en 1980 y 1984, Colombia en 1984, Ecuador en 1975 y 1980 y Venezuela en 1984 (Anuario Estadístico de Cuba, 672). La enseñanza pública en la anterior República no estaba politizada en cuanto a sus contenidos, objetivos y exigencias.

La corrupción administrativa gubernamental provocaba que una parte de esos recursos fueran malversados por algunos funcionarios. El escándalo producido por la apropiación de los recursos financieros destinados al Desayuno Escolar en la década de los cincuenta, es un ejemplo inequívoco de la existencia de esa corrupción.

En 1958 había en el país 21 Institutos de Segunda Enseñanza, 6 Escuelas Normales para maestros, 9 Escuelas Profesionales de Comercio, 11 Escuelas del Hogar, 1 Escuela Nacional de Bellas Artes, 3 Escuelas de Artes Plásticas, 3 Escuelas de Artes y Oficios, 3 Escuelas Técnicas Industriales, 108 Escuelas Primarias Superiores, 40 Misiones Educativas, 1 824 Escuelas Primarias Elementales Urbanas, 4 114 Escuelas Primarias Elementales Rurales, 9 898 Aulas Escuelas Elementales Urbanas y 4 669 Rurales, 1 597 Kindergartens (o preescolar) y 736 Centros de Enseñanza Privada, 6 Escuelas de Agricultura, 350 Clubs de Enseñanza Agrícola, 1 Instituto Cívico Militar y Centro Superior Tecnológico. Todo el sistema educacional de Cuba estaba integrado por unos 20 000 profesores y 500 000 alumnos aproximadamente. (Anuario Azucarero de Cuba 1958, 11).
La hoy llamada Educación Especial estaba en un grado de desarrollo muy incipiente y muy limitada; estaba generalmente a cargo de instituciones de caridad y religiosas
."


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1 Comments:

At 5:19 p. m., Anonymous Realpolitik said...

Yo no culpo al tipo. Ha logrado vivir bien del cuento toda una vida, a pesar de tratarse de un cuento falso y maligno, lo cual no es secreto alguno. O sea, el no tiene la culpa de que haya suficiente gente dispuesta a seguirle la corriente, y en este país, eso sencillamente no tiene excusa. Por muy despreciable que sea este viejo iracundo y perverso, peores son sus seguidores, incluyendo a los votantes que lo pusieron en el Congreso de los EEUU, lo cual es un escarnio.

 

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