sábado, noviembre 28, 2020

Zoé Valdés: La libertad de Cuba pasa por la fe y los valores

 
Tomado https://zoepost.com/

La libertad de Cuba pasa por la fe y los valores

Por Zoé Valdés.

27/11/2020

 hace algunos años un nuevo movimiento ciudadano se venido gestando en la isla, es como una oleada que todavía no pasa de ser espuma de orilla y que pudiera ser la cabeza de playa que desmorone al régimen.

Se trata de los creyentes, hombres y mujeres de fe católica, y cristianos, que impulsados primero por el Movimiento Cristiano Liberación y por su líder asesinado Oswaldo Payá han ido hallando desde el año 2012 consuelo y esperanzas en los templos y descubriendo verdades en las palabras provenientes de los altares, púlpitos y templos desde donde los sacerdotes y monjas les hablan, y desde las páginas donde les escriben con un lenguaje decoroso y cercano.

Homilías y artículos atinados porque surgen del espíritu y al espíritu se dirigen con un propósito de eternidad alejado de la inmediatez que tanto confunde y apabulla.

Ese movimiento ha sido acallado en diversas ocasiones por otros menos importantes aunque más visibles, que a la tiranía les viene y conviene como anillo al dedo. Estos promueven el conflicto, la ignorancia, la bajeza y un libertinaje que no tardan en imponer confundiéndolo con la libertad, además de que levantan una barrera distanciando el problema cubano del mundo no exento de graves problemas.

El pueblo cubano desde 1959 y en múltiples momentos claves de su historia ha debido negar de manera obligada a Cristo y renunciar a su fe; pese a que varios patriotas cubanos murieron ejecutados vilmente en los paredones de fusilamiento gritando: “¡Viva Cristo Rey!”, el pueblo no pudo oírlos, el pueblo no lo supo apreciar. Defraudar su cultura religiosa constituyó para ese pueblo una de las primeras imposiciones y el primer paso hacia el abismo y la traición.

La resistencia cristiana tuvo a uno de sus máximos exponentes en la figura del padre Miguel Ángel Loredo, cautivo y represaliado por los hermanos Castro, además de ser un gran poeta. Conocí al Padre Miguel Ángel Loredo, fui su amiga y su discípula. Es conocido que reagrupó en su entorno a jóvenes rebeldes que no encontraban un lugar en el que confiar sus anhelos y hallaron gracias a él un refugio distinto en la iglesia.

Fui confesada por el Padre Ángel Gaztelu, en su iglesia del Espíritu Santo, además de haber sido su catequista durante cuatro años, otro gran poeta importantísimo de la Generación Orígenes liderada por José Lezama Lima. Conservo un poema inédito de Padre Gaztelu, y varios libros dedicados del Padre Loredo. La amistad de ambos me enriqueció, la formación que adquirí con ellos me entregó valores a los que nunca renunciaría, pese a que en ocasiones he tomado caminos muy controversiales y diferentes.

Cuando me rencontré con el Padre Loredo aquí en París, en la casa de Margarita y Jorge Camacho, sentía pavor porque debido a mi literatura y el rumbo que habían tomado mis ideas, me hiciera algún rechazo. Sin embargo, ocurrió lo contrario, el religioso se acercó a mi sonriente y me dio un abrazo reconfortante; después soltó:

-¡No sabes cómo disfruto tus libros! ¡Los devoro! Me río mucho con ellos; y lloro, también lloro.

Nunca agradeceré lo suficiente esas palabras de Loredo, a quien la última vez que lo vi fue en Nueva York, cerca de su parroquia franciscana en Manhattan.

En ese espíritu de una cierta idea de la libertad, la que la palabra indica literalmente, y de amor profundo y desinteresado, es que ha ido creciendo ese movimiento del que les hablo: un movimiento constituido por cubanos hartos del bochinche y el papelazo. Cubanos cultivados, y bien educados, que se reconocen en las leyes de Dios y las de los hombres, y las buscan y las respetan.

Sus referentes son sacerdotes y monjas también jóvenes, formados en la historia de la creación y en la fe, pero también en la cultura universal dentro de la que Cuba debe de ser reinsertada.

Es necesario que seamos conscientes que otra Cuba existe dentro de la posibilidad infinita Martiana, que otra Cuba vibra en sus propias manos guiada por la verdad y la justicia.

Libertad para Yandier García Labrada, del Movimiento Cristiano Liberación, desaparecido en una cárcel cubana desde el 6 de octubre del 2020. Su familia desconoce su paradero. Libertad para todos los presos políticos cubanos.

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1 Comments:

At 7:04 p. m., Blogger Jorge Rodriguez said...

Es reconfortante ver como existen tantos sacerdotes que no tienen miedo a decir la verdad,y sin embargo,tenemos un Papa,que casi casi es comunista,que decepcion!!!

 

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