viernes, junio 16, 2006

DIFAMAR ES UN DELITO, PERMITIRLO UNA COBARDÍA.

Tomado de Cuba Democracia y Vida.org


Estimada Ileana:

¿Tu sabes por qué el racista Ingram y los demás anticubanos de la Junta Escolar, la ACLU y otros descendientes de burdelaria se pasan la vida tirándonos piedras a nosotros?. Muy sencillo. Porque no tienen que pagar ningún precio por su conducta; no mordemos. ¿Por qué no se lo hacen a los judios y a los propios "afros", teniendo mucha más razón para hacerlo?; porque muerden. Los judios usan su poder para hacerle perder el puesto al que se atreva, los "afros" se tiran a la calle y dan candela.

¿ Y nosotros?. Nada, más allá del figurado y el alarde de ciertos individuos con acceso a los medios.

Ese "afro" infame que nos odia a los cubanos, Crew, lo trajo Maidique, Paul Cejas y otros traidores que no han tenido que pagar por lo que hicieron. A Maidique, incluso luego del escándalo de los espias, le aumentaron el sueldo por encima del medio millón.

Tenemos en teoría el poder y la mayoría en todos los rincones del condado. Pero Crew no es cubano, ni el administrador del condado, ni el jefe de la policía del condado y de Miami. ¿Y los líderes del exilio y de la comunidad cubano-americana?. Bien , gracias.

¿ Cómo no nos van a tirar piedras diariamente cuando el hacerlo no les perjudica en nada; los beneficia?

Ya vimos algunos "líderes" cubanos tirados de barriga detrás de un farsante como Cancela, responsable de una megaquiebra corporativa, cuando aspiraba a convertirse en el alcalde de los intereses especiales en este condado.

Saludos,

Ibarra.
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DIFAMAR ES UN DELITO, PERMITIRLO UNA COBARDÍA.



Por: Iliana Curra.
15-06-2006

Ahora que llegamos al final de una batalla donde se votó porque el libro de las mentiras “Vamos a Cuba” fuera sacado de las bibliotecas escolares, veo que no todo está terminado. La ACLU o Unión Americana de Libertades Civiles anuncia que formulará una demanda contra el sistema escolar por estimar que esa retirada del libro se comprende como un acto de censura.

Y es que tienen ese derecho, gracias a que viven en un sistema democrático que les proporciona poder hacerlo. Aunque no creo que se pueda censurar la mentira. Algo sobra por ahí. Nadie está censurando. Nadie está limitando las libertades que nos da esta gran nación. Nadie viola la constitución, pues mentir e imponer esa mentira a niños pequeños en edad escolar, sí que es algo denigrante que la ACLU debiera reconocer. Pero siempre van contrario a la corriente, sobre todo cuando se trata del tema cubano.

Pero lo que esos señores liberales, libres y extremadamente idealistas no criticaron, fue la posición difamadora y racista del afroamericano Robert Ingram, quien dijo votar a favor de que el libro fuera sacado de las bibliotecas escolares por sentirse amenazado. “Muchos no pueden salir de aquí sin votar porque pueden irse a casa y encontrar una bomba. No puedo votar a conciencia sin sentirme amenazado”, dijo Mr. Ingram, quien también opinó que, pese a todo, votó por retirar “Vamos a Cuba”, porque sus hijos “están en riesgo”, para congraciarse, posiblemente, con la tiranía castrista que dice lo mismo. Pero que eso lo diga Castro y su pandilla es parte de su agenda para invertir los conceptos. Que lo diga un miembro de la Junta Escolar, es algo demasiado serio como para pasarlo por alto.

“No creo que se pueda combatir a Castro y su régimen opresivo siendo como Castro y su opresión. En este país vivimos en libertad y ahora nos piden opresión; no se puede estar a favor de la libertad y la opresión al mismo tiempo”, dice álguien que no sabe ni lo que sucede aquí en Miami, mucho menos en Cuba.

Se olvida Mr. Ingram que la última vez que Miami ardió literalmente fue cuando sus hermanos afroamericanos le dieron candela a Liberty City. No los cubanos que siempre hemos sido respetuosos de la ley. Si esto hubiera sido a la inversa y hubiera sido un cubano el que hubiera hablado así de los afroamericanos, estarían culpándonos de racistas. Pero lo dijo un racista del otro lado que, además, difama y ofende a una comunidad que ha hecho mucho por esta ciudad.

Creo que Mr. Robert Ingram debería reconsiderar sus palabras y pedir disculpas a los cubanos a los cuales ha ofendido descomunalmente. Es una total falta de respeto que no podemos admitir. Es hora de que gentes como él, racistas e insidiosos, aprendan a vivir en democracia y con otras etnias. Que conozca mejor la realidad de los cubanos que vivimos aquí porque la patria está secuestrada por una bandida de facinerosos que coinciden con él en ese mismo criterio. Una coincidencia muy rara, por cierto.

Y la ACLU, en vez de ir siempre contraria a la realidad, que se fije en estas difamaciones y actitudes racistas que lo único que logran es el malestar de una comunidad decente y trabajadora.

Parece que cuando Mr. Ingram dijo todas estas estupideces, la ACLU se tapó sus oidos para no escuchar. Estaba enfrascada en su misión de ir en contra de los cubanos basándose en la primera enmienda, que por cierto, no permite la censura, pero tampoco admite la mentira.