martes, agosto 15, 2006

RAMIRO VALDÉS MENENDEZ, EL NEMESIS DE RAUL CASTRO

RAMIRO VALDÉS MENENDEZ, EL NEMESIS DE RAUL CASTRO




Por Eugenio Yáñez
Colaboración
Miami
Florida
E.U.
La Nueva Cuba
Agosto 15, 2006


El "Comandante de la Revolución", Ramiro Valdés Menéndez hoy no tiene un perfil demasiado alto, ni se menciona demasiado en la farándula de los dirigentes del castrismo… lo cual encanta muchísimo. Miembro del Comité Central (son 150 miembros en total), Director de un Grupo Empresarial (hay cientos y cientos) y miembro del Consejo de Estado, igual que otros veintidós mortales, no parece estar entre los hombres más poderosos de Cuba de acuerdo a sus cargos y funciones.

Pero que nadie se llame a engaño: "Ramirito" es el único cubano que sin tener autoridad o mando sobre la Dirección de Seguridad Personal del Ministerio del Interior, es capaz de mover de su lugar al impenetrable guardián de la escolta de Fidel Castro que, atravesado en una escalera, impedía el acceso a la tribuna de El Cotorro donde Fidel Castro se había desmayado en el 2001, agarrándole el brazo y echándolo a un lado para abrirse paso, sin que el miembro de la custodia hiciera ni el menor asomo de resistencia. Tras Ramirito pasaron, porque venían con él, los únicos dos cubanos que junto a Ramiro Valdés Menéndez ostentan el grado de "Comandante de la Revolución": Juan Almeida Bosque y Guillermo García Frías.

Estos tres recibieron hace muchos años ese grado, especialmente creado, para ellos solamente, por Fidel Castro, y se hizo de público conocimiento que solamente estaban subordinados al "Comandante en Jefe", Fidel Castro. Aunque no fue necesario decir el resto, todos comprendieron que eso significaba que no debían subordinación militar ni siquiera a Raúl Castro, General de Ejército y Ministro de las Fuerzas Armadas, el grado inmediatamente inferior al de Comandante en Jefe.

Ramiro Valdés tiene fama de tipo "duro", aunque quienes le conocieron en su juventud, antes del Moncada, aseguran que era afable. Su vida privada es bien privada, aunque se sabe que se ha divorciado tres veces y tuvo cinco hijos, cuatro varones y una hembra. Uno de esos varones vino a vivir a Estados Unidos. Y el imaginario seguroso cuenta que en los primeros años revolucionarios le encantaba correr motos de la policía junto a José Abrantes, y muchas veces sentarse en su oficina a ver los "muñequitos americanos" en la televisión, cándido entretenimiento que no le impedía ser "duro" cuando consideraba que hacía falta serlo, que era casi siempre.

Nació en Junio 20 de 1932, en Artemisa, entonces Provincia de Pinar del Río, llamada "La Villa Roja" en la Guerra de Independencia, en una familia humilde, cuando Cuba conocía la crisis económica mundial. En sus primeros años, sin muchas oportunidades para estudiar, fue obrero tabacalero, zapatero, carpintero, y hasta dueño de una vidriera de "apuntaciones" de "la bolita". Afiliado al Partido Ortodoxo, no había cumplido los veintiún años cuando conoció a Fidel Castro, que entonces reclutaba futuros asaltantes del Cuartel Moncada. A partir de ese instante, su vida cambió para siempre, cuando se vinculó a la de Fidel Castro y la revolución cubana... Fue nombrado por Fidel Castro, muy posiblemente a propuesta de Che Guevara, Jefe de la Dirección de Investigaciones del Ejército Rebelde (DIER), el G-2 cubano de acuerdo al esquema de organización militar norteamericana que todavía funcionaba entonces en las fuerzas rebeldes en Cuba.

A partir de ese momento, junto a Raúl Castro, Che y Manuel Piñeiro, "Barbarroja", Ramiro comienza a dirigir la represión de quienes se oponían a la penetración comunista en las esferas del gobierno. Sostuvo contactos secretos con altos oficiales de la KGB y estableció convenios de intercambio de información operativa. Desde sus inicios en el DIER, Valdés fue responsable de organizar la seguridad personal de Fidel Castro, incluyendo la selección y entrenamiento de los hombres de su escolta, la planificación de los itinerarios y los lugares de descanso, tanto en La Habana como en provincias. Junto a los después Generales José Abrantes y Enio Leyva, creó la Dirección de Seguridad Personal, encargada de la protección de Castro y los altos dirigentes del régimen. Ramiro Valdés dirigió, desde la tristemente célebre jefatura del G-2 en la esquina de Quinta Avenida y Calle Catorce, en Miramar, la cruenta lucha de los años iniciales contra la resistencia clandestina anticastrista, el reforzamiento de los vínculos operativos con la KGB y los servicios secretos de Europa del Este, el desarrollo de técnicas secretas de trabajo operativo que resultaron decisivas en la infiltración y aniquilamiento de la resistencia urbana anticastrista, y el inicio de las actividades de los servicios de inteligencia cubanos en el exterior, la muy conocida DGI.

Sin pretender acusar de nada con la próxima frase, Ramiro Valdés era el Ministro del Interior cubano el 22 de noviembre de 1963, cuando fue asesinado el Presidente John F. Kennedy. No está demostrado, pero si un día se vinculara con evidencias a Fidel Castro con esta operación llevada a cabo por Lee Harvey Oswald, el nombre de Ramiro Valdés tiene que aparecer de seguro. Nombrado Ministro del Interior al crearse el organismo en Junio de 1961, privilegió el ingreso de militantes del Partido Comunista, llamado todavía PSP, aunque mantuvo a sus camaradas de armas en la Sierra en posiciones clave... Cuando, tras la detención y el proceso contra el Comandante Rolando Cubelas en 1967 se desató una campaña contra la vida disipada de muchos dirigentes, acusados de "dulce vida" por la película homónima de Federico Fellini, Ramiro dirigió la cacería de brujas, e incluyó en ella a protegidos de Raúl Castro, muchos de ellos Comandantes históricos de la lucha guerrillera.

Esto provocó la segunda fricción seria con Raúl Castro, sumada al "mar de fondo" que se venía acumulando desde muchos años antes, cuando Raúl Castro recibió, como Segundo Secretario partidista, la jefatura de la Comisión de Defensa y Seguridad del Estado y fue sistemáticamente torpedeado por Ramiro Valdés, que se negaba a darle completa entrada a los laberintos ocultos de la Seguridad del Estado, como ya se llamaba entonces.


<---- Abelardo Colomé Ibarra, ¨Furry¨, y Fidel Castro





La primera gran disputa venía de los inicios, cuando Ramiro insistió en absorber la Policía Nacional, que estaba en manos de los "raulistas". Hasta que en 1985, de nuevo tras los choques con Raúl Castro y Furry por el control de las actividades operativas, se le complicaron las cosas. José Abrantes fue designado Ministro del Interior y Ramiro Valdés, "civil" otra vez, fue encargado por Fidel Castro de la organización de la esfera electrónica.

En el III Congreso del Partido, ese mismo año, no fue reelecto miembro del Buró Político, aunque se mantuvo en el Comité Central... Y dicen las malas lenguas, en voz baja, que muchas de los regalitos electrónicos que deja Ramiro Valdés en las oficinas o residencias de la nomenklatura, o que distribuye a través de las asignaciones oficiales de entrega a los organismos y empresas de acuerdo a los planes establecidos, vienen "cargados" desde los mismos orígenes, es decir, que como quiera que sea, Big Brother Ramirito sigue vigilando y conociendo muchas cosas...

Políticamente, Ramiro Valdés es un fidelista, desde 1953, y nada más que eso. Para él, la invencible Revolución de Octubre era la Lubianka. Los demás que rodean a Castro también son fidelistas. Pero Ramiro no es ningún raulista, ni pretende serlo. En vida de Fidel Castro nunca chocaría abiertamente ni utilizaría la violencia en un choque, pero ahora que La Parca se acerca inexorablemente al puerto del Comandante en Jefe, las cosas podrían cambiar en un instante...

Ramiro ha sido leal a Fidel Castro, y lo será hasta su muerte, pero en el mismo velorio ya no se sentiría obligado a lealtad hacia más nadie. No parece ser alguien que quiera para sí el poder absoluto y omnímodo, modelo Fidel Castro, sino más bien que prefiere el poder de las sombras. Aunque pudiera ser la máxima figura pública en un proceso transicional, con mucho más arrastre y poder que Alarcón, Lage o Pérez Roque, parece más probable que aceptaría que otro cualquiera aparezca como máximo gobernante, mientras él, desde "su" Ministerio del Interior, en la Plaza de la Revolución, cuida de que todo marche como debe ser.

En su continuo "expediente operativo" mental que siempre mantiene sobre éste o aquel contendiente, están las claves que pueden inclinarlo hacia un lado o el otro: no parece que desee ser cabeza de uno de esos grupos en pugna, sino el apoyo tras la figura pública. No importa si aparecen en la foto Ricardo Alarcón, Carlos Lage o Felipe Pérez Roque, o los tres a la vez, si el, como Big Brother, vigila detrás del trono. Quien logre ponerlo de su lado conseguirá un gran activo a su favor con su apoyo, que va desde lo moral hasta el liderazgo y la leyenda del "duro".

Quienes piensan que porque no tiene tanques o aviones bajo su mando no puede ser un factor decisivo, se podrían llevar una sorpresa si las cosas llegan a los extremos, y podrán ver al "cosaco" desplegado en toda su capacidad operativa... No está absolutamente claro hacia que lado se puede haber inclinado Ramiro Valdés en un momento como éste, con Fidel Castro provisionalmente alejado del juego y diferentes facciones del entorno cercano disputándose el poder, pero con el Comandante en Vida es muy probable que Ramiro prefiera, aunque no les gustara, a un Ricardo Alarcón o un Carlos Lage manejables que un choque de trenes con raulistas. Siendo Ramiro Valdés, lo único que siempre estará claro es que nada estará claro. Pero, indudablemente, se trata de un factor que puede hacer la diferencia hacia uno u otro lado de la balanza. Habrá que ver, o más bien adivinar, como actúa.

No será figura pública en este proceso, ni dará conferencias de prensa. Para eso está Alarcón. Sin embargo, todos, absolutamente todos los sucesores y los que aspiran a serlo, aunque no lo hayan demostrado, generales y doctores, obispos y embajadores, en ninguna circunstancia desean imaginarse ni por un instante, en sus peores pesadillas, que pueden tener del lado contrario a Ramiro Valdés Menéndez, el Némesis de Raúl Castro...

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http://www.kentucky.com/mld/kentucky/news/world/15251107.htm

Raul Castro could have challengers in future

By John Dorschner

McClatchy Newspapers

(MCT)

As Raul Castro sits in for brother Fidel at the Cuban government's top posts, experts are taking a closer look at the foes he may have developed during his four decades as the island's No. 2.

Topping the list is Ramiro Valdes, a hard-liner who has a stormy history with Raul, experts say. Another is a senior general who was passed over for command during wars in Africa in the 1980s.

The list could also include military officers critical of his handling of Gen. Arnaldo Ochoa's execution in 1989; younger officers bucking for promotions and economic benefits; and the hundreds of Interior Ministry officials he purged in the aftermath of the Ochoa affair.

''Right now, as long as Fidel is alive, I would call them challengers, not enemies,'' said Eugenio Yanez, an economics professor who worked closely with top military officials in the 1990s and now lives in Miami. "But after Fidel, then everything could change."

The rivalries could break into the open, Yanez said, but the factions also may ultimately try to work together to assure the survival of the system that keeps them in power.

Experts say the key to Raul's possible opponents is that Fidel Castro's deft manipulation has kept a lid on outright battles within the power structure, while perhaps occasionally encouraging rivalries to keep underlings on edge.

But that may change, with Fidel ceding most of his jobs to Raul while recovering from gastrointestinal surgery. "Raul at some point will need to open a political Pandora's box, the inside of the Cuban state that Fidel has kept closed," said Damian Fernandez, director of the Cuban Research Institute at Florida International University.

"It is a very, very black box, and we don't know what's inside," Fernandez said, but it's certain to contain factions within the ruling elites. "Raul will need to address the many different cleavages - generational, ideological, personal."

The key potential rival, mentioned by virtually all Cuba-watchers, is Valdes, now a member of the government's ruling Council of State.

He was with Fidel and Raul in their attack on the Moncada barracks in 1953, in Fulgencio Batista's jails, in exile in Mexico and on the return invasion of Cuba - and still holds the rank of comandante, accorded only to the revolution's most senior fighters.

For more than two decades after Castro took control in 1959, Raul and Valdes ran rival power centers - Raul the armed forces, Valdes the Interior Ministry, which includes the police, internal intelligence and special security forces used to crush dissension.

But in December 1985, Valdes was dismissed from his posts in the ministry and the Cuban Communist Party's ruling Politburo and faded away from the spotlight. No official reason was given, but a clash with Raul was widely speculated in and out of Cuba.

''They're blood enemies,'' said Brian Latell, a former Central Intelligence Agency analyst on Cuba.

Slowly, however, Valdes worked his way back into favor. In the mid-1990s, he was named head of the Electronics Group of Cuba, a highly profitable business that dealt in computers. And in 2003, he was named to the Council of State.

How Valdes responds to Castro's illness could be crucial, but unknown. "Who knows what Ramiro Valdes is up to?" asked Latell, now a scholar at the University of Miami's Cuban and Cuban-American Institute.

Experts speculate that Valdes' return was engineered by Fidel to keep dissidents in line, or to balance the power of Raul.

Roberto Ortega, a former army colonel who was chief of medical services for the Cuban armed forces before defecting in 2003, says Valdes "is very dangerous for Raul."

But how could he be dangerous? Both Jaime Suchlicki, a University of Miami Cuba expert, and Lisandro Perez, a Florida International University expert, point out that Valdes does not command men with guns and tanks.

What's more, Andy Gomez of the University of Miami institute points out that Fidel sent both Raul and Valdes on a trade mission to China last year. And in 2001, according to press reports, Raul celebrated his 70th birthday by climbing a mountain with Valdes and another aged veteran of the revolution.

Experts say this means Fidel has perhaps tried to reduce animosities between the men - or perhaps the men wanted to make a public display that their differences had been exaggerated.

Other potential opponents would be senior military officers who were loyal to Ochoa, a hero of the wars in Angola and Nicaragua who was executed with three other officers, supposedly for drug smuggling. Latell wrote recently that Ochoa's execution still rankles some officers. "These antagonisms could erupt during the transition with admirers of Ochoa seeking revenge on those officers they blame for flagrantly betraying him. Raul Castro would be a likely target."

And then there are the several hundred top Interior Ministry officials - almost all of them Valdes loyalists - purged in the wake of the Ochoa affair and replaced largely by military officers.

Many of the Interior officers, considered as elite if not more than military officers, received cushy jobs in the profitable foreign companies that sprang up in Havana in the early 1990s. But one former colonel interviewed in 1995 said many of his companeros were out of work - and bitter.

Then there's Gen. Ramon Espinosa, 62, and since 1982 chief of the powerful Eastern Army - one of Cuba's three regional commands - and a member of the Communist Party's Politburo. A retired general who recently defected to Miami, Jose Quevedo, has told the University of Miami institute that Espinosa's relationship with Raul is ''not very good'' and the men rarely talk to each other, Gomez said.

''I would not call him an enemy of Raul,'' Gomez said. "It's more like a possible challenger to his authority.''

Yanez, who coauthored a novel about a violent break in the military's ranks after Fidel dies, said Espinosa's problems with Raul go back decades. Espinosa is one of the hardened warriors of the African campaigns and became angry when Raul sent another officer from Cuba to be his superior in the 1970s.

Espinosa has denied the speculation. On July 1, the official government newspaper, Granma, ran a lengthy article about his accomplishments and asked him what were his relations with Raul.

''Excellent,'' he replied.

Gomez and the staff at the University of Miami institute think the article, and the question, might have served as a subtle warning that possible challengers to Raul were being watched.

Another challenge might come from younger officers who could emerge as ''a powerful political wild card,'' wrote Latell, if they demand changes in the long-stagnant military hierarchy.

Put all these threats together and it might mean serious challenges to Raul Castro's authority, but experts point out that the world's longest-serving defense minister is likely to respond fiercely to any perceived problems.