miércoles, enero 10, 2007

EL DR. CUBANO AMAURY SAMARTINO FUE EXPULSADO DE BOLIVIA A COLOMBIA // CUANDO EL CÓNDOR ES DEMÓCRATA

El cubano Amaury Samartino fue expulsado de Bolivia a Colombia

martes 9 de enero de 2007 15:42:00
Agencias
El anticastrista cubano Amaury Samartino Flores fue expulsado este martes de Bolivia a Colombia, acusado por el gobierno de Evo Morales de inmiscuirse en asuntos de política interna, informó el Ministerio de Gobierno (Interior), según la AFP.
Samartino, detenido en la ciudad de Santa Cruz y trasladado a La Paz hace dos semanas, fue llevado al Aeropuerto Internacional de la ciudad de El Alto para abordar una avión privado peruano que lo trasladaría a Colombia, país que aceptó recibirlo, reportó la cadena de televisión ATB.
El cubano, que llegó a Bolivia hace seis años procedente de la base naval estadounidense de Guantánamo, tras ser interceptado en el mar huyendo de Cuba a Estados Unidos, fue acusado por el gobierno boliviano de entrometerse en asuntos internos del país, al participar en manifestaciones públicas autonomistas en la rica provincia de Santa Cruz.
Los hechos en los que estuvo involucrado el cubano se registraron cuando este departamento, junto a otros tres, organizaba cabildos populares para demandar al gobierno de Morales una mayor desconcentración de las funciones estatales, centralizadas en La Paz.
Un juez rechazó un recurso de hábeas corpus que buscaba la liberación de Samartino. Tras esa decisión, la Cancillería de Bolivia inició gestiones con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para buscar un país de destino para el cubano, ante la negativa estadounidense de aceptarlo de vuelta en Guantánamo.
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Tomado de El Nuevo Herald.com

Cuando el cóndor es demócrata
Por Álvaro Riveros Tejada
Una de las prácticas más abominables de las últimas dictaduras militares, al menos la más criticada y que fue utilizada, finalmente, para combatirlas fue el tristemente célebre Plan Cóndor, que consistió en secuestrar y deportar a sus países de origen a cuanto militante marxista-leninista se había refugiado en los países integrantes de tan siniestro plan. De esta manera ciudadanos argentinos en Uruguay, bolivianos en Chile y viceversa eran obligados a retornar a sus respectivos países, donde se los exorcizaba a patadas hasta expulsar el último demonio comunista de sus cuerpos e ideologías.
El advenimiento de la democracia dio fin con tan oprobiosa práctica y asumimos que se la había desterrado para siempre. Pero hete aquí que hace días, echando mano al artículo 8 del Decreto Supremo 24423, que trata de asuntos migratorios, nuestro gobierno procedió a secuestrar (léase aprehender), en Santa Cruz, al ciudadano cubano Amauris Samartino Flores, quien goza de una visa de permanencia indefinida en Bolivia, luego de haber sido recibido en calidad de refugiado político hace cinco años; y sin que medie juicio alguno, el Ministerio del Interior decidió por sí y para sí deportar al cristiano, nada menos que a la isla de sus sueños.
Por su parte el portavoz presidencial, Alex Contreras, declaró: ''El señor Samartino está en el país de forma ilegal, aparece en los medios de comunicación en diferentes coyunturas para denigrar al presidente Fidel Castro y también para entrometerse en problemas internos''. ¿Nadie le habrá contado al vocero que este ciudadano está casado con una boliviana? Lo cual lo hace automáticamente boliviano, de acuerdo al art. 38 de la Constitución política del Estado, que reza: ``Los extranjeros, hombres y mujeres casados con bolivianos o bolivianas adquieren la nacionalidad boliviana siempre que residan en el país y manifiesten su conformidad y no la pierden aun en casos de viudez o de divorcio...''
El crimen del señor Samartino, según el embajador cubano, es: ''haber expresado en público su disentimiento con la revolución comunista de su país'' y ''haber emigrado ilegalmente de la isla''. Lo que le faltó aclarar al diplomático es que código prohíbe expresarse libremente sobre uno u otro régimen de gobierno. Y cómo se emigra de Cuba legalmente. Para colmo y como quien dicta una cátedra sobre derechos humanos, el funcionario cubano matiza sus declaraciones, afirmando que Amauris cometió una estafa en Cuba hace cinco años. Otra vez mete las patas, pues de ser cierto ese delito y no habérselo tramitado por las vías competentes (solicitud de extradición u/o exhorto suplicatorio) este prescribió superabundantemente.
Hay suficiente tiempo para enmendar esta estupidez. ¡Vale más corregir un error que persistir tercamente en su comisión!
Finalmente, la propuesta central de este gobierno ha sido la del cambio y muy mal haría en remedar prácticas que caracterizaron vilmente a las dictaduras. Es necesario recordarles a los cubanos que la nacionalidad boliviana no se pierde ni aún en caso de viudez o divorcio, por si están pensando eliminar a la mujer del rebelde, o creyendo que el Plan Cóndor pueda funcionar en democracia.
alvarive@entelnet.bo