Por Vicente Echerri
El nombramiento de una obispa sufragánea para la Diócesis Episcopal de Cuba es noticia que acaso merezca un nicho en el Libro de Récords Guinness: se trata de la primera mujer que asciende a esta histórica jerarquía en eso que llamamos tercer mundo. En la lucha en pro de la igualdad de la mujer habrá, sin duda, quien cite este nombramiento como un hito.
Tal es la buena nueva que nos llega de Cuba. La mala es que esta mujer sobre quien recae la venerable investidura, Nerva Cot Aguilera, ha sido, durante muchos años, al igual que su marido y actual deán de la catedral episcopal de La Habana, Juan Ramón de La Paz, fervorosos portavoces del castrismo más abyecto, vehementes propagandistas del régimen personal que más ha agredido a la nación cubana --con la secuela de insólitos niveles de envilecimiento y dispersión-- y que por mayor tiempo haya oprimido a pueblo alguno de este continente. Juzgado desde este punto de vista, el nombramiento de Cot Aguilera es un deservicio a la feligresía episcopal de Cuba en particular y a todo el pueblo --creyentes o no-- de ese país en general. Lejos de ser la voz que los oprimidos y marginados en Cuba podrían esperar para denunciar el oprobio en que viven, la nueva obispa se valdrá de su rango para respaldar uno de los discursos más canallescos de la historia contemporánea: la justificación de un absolutismo criminal con la retórica del Evangelio.
En esta vergonzosa tradición, compartida por varios líderes del protestantismo cubano, Cot Aguilera se inició hace mucho cuando, a la sombra de su marido, se empeñó en identificar desde el principio a la tiranía castrista --que se afianzaba con espurios tribunales de sangre, confiscaciones masivas y la conversión del país entero en una cárcel gigantesca-- con el advenimiento de un tiempo nuevo que ya era anuncio del reinado de Cristo. Ni que decir que si el sistema monstruoso que se les impuso a los cubanos, con sus cuantiosos fracasos y desmanes, fuera --en jerga de algunos de estos teólogos de pacotilla-- ''las primicias del reino'', uno podría optar sin remordimientos por la perdición eterna.
Lo que hace peores a estos propagandistas del castrismo --peores que los funcionarios y portavoces oficiales del régimen-- es precisamente su condición de clérigos, la respetabilidad que aún les acompaña y la deferencia y atención que aún reciben de sus colegas en muchos foros internacionales, donde la ignorancia y la malicia se juntan para perpetuar una imagen idílica de la revolución cubana que nunca fue otra cosa que una tiranía brutal. Cuando quien lleva el alzacuello es obispo, y además mujer, como es el caso ahora, las probabilidades de que ese mensaje insidioso y falaz se difunda y se acepte se hacen exponenciales. La imagen de esta abuelita de 69 años con roquete episcopal hablando amablemente de ''reconciliación'' puede favorecer más a un régimen decrépito --por encontrar más eco y público más predispuesto a escucharla-- que cualquier cosa que diga un funcionario de ese régimen.
Ahora, la izquierda que se sienta en los santuarios y en las naves de muchos templos en Estados Unidos querrá ver y escuchar, con renovado entusiasmo, a esta obispa del tercer mundo que será ungida en olor de castrismo, y lloverán las invitaciones para que venga con sus nuevos trapos y sus untuosos ademanes de siempre a reciclar las viejas monsergas que justifican el horror. Los que hemos sido víctimas de ese horror y conocemos la mendacidad de esta clase de expositores, debemos movilizarnos desde ahora para que las autoridades norteamericanas le cierren las puertas a la obispa Cot cuando quiera venir a cambiar sus mentiras por dólares.
©Echerri 2007
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Palabras de Bienvenida en ocasión del Oficio Ecuménico por la salud del Sátrapa cubano celebrado en La Habana.
Oficio Ecuménico por la Salud del Comandante Fidel Castro Ruz. Catedral Episcopal de la Santísima Trinidad, Vedado. Agosto 7 del 2006. a.d. Año de la Revolución Energética
Palabras de Bienvenida.
Por: Juan Ramón de la Paz
Dean de la Catedral Episcopal de Cuba.
Estamos reunidos y convocados, como pueblo cubano y creyente para pedir por la salud de Fidel, líder histórico de nuestro pueblo, en la lucha por más de 60 años, con plena dignidad y soberanía.
Como creyentes cubanos de todas las religiones estamos unidos monolíticamente, indeleblemente, al destino de nuestra nación, porque somos una religión de RESISTENCIA AL IMPERIALISMO, como lo fueron dos siglos antes de Cristo, los Macabeos, contra el Imperio Helenístico de Antioquía, como nos enseñó Jesucristo, cuando con látigo en mano expulsó del templo a los mercaderes y a la clase que colaboraba con el Imperio Romano.
Para los líderes religiosos cubanos, FIDEL no es una figura lejana, por el contrario, en las muchas reuniones de diálogo que hemos tenido con él a lo largo de los años, lo percibimos como el AMIGO Y EL PADRE, siempre atento, cariñoso, preocupado por su familia grande, iluminándonos con sus profundas reflexiones, siempre radicales, profundas, como los profetas verdaderos. Aquí mismo en este templo, no hace muchos años, cuando estuvimos celebrando el regreso del niño Elián González a nuestra Patria, él nos dirigió palabras de afecto e intimidad familiar, que todavía resuenan en este recinto. Por su salud pedimos cada día y cada momento, con sincero fervor.
Como se trata también de responder a su proclama del 31 de Julio del 2006, en la cual pide que todos luchemos por defender y salvar este proceso histórico, le decimos: Comandante, aquí hay un pueblo religioso militante, con una gloriosa tradición de resistencia, como:
Al Reverendo Agustín Santarosa, que levantó la bandera Cubana en Cárdenas en 1850, después peleó en todos los frentes, hasta que fue fusilado en Santiago de Cuba en 1873, junto a muchos expedicionarios del Virginius.
Al Reverendo Florencio Moreno, que escribió en la revista diocesana, La Iglesia en Cuba, Agosto 1 de 1912, lo siguiente: ... todas las desgracias, sangre y lágrimas derramadas durante el siglo XIX, en Cuba fueron motivadas y tuvieron su origen en la decantada doctrina de Monroe...,... las blanduras de la Segunda Intervención lastimaban a los patriotas, más que las crueldades de Weyler...
Al Reverendo Francisco Díaz Vólero, amigo de Julio Antonio Mella, enemigo de la seudo-república, neocolonial y mediatizada, que afirmó: Al Gobierno de Menocal cabe la triste suerte de haber casi esfumado la soberanía cubana, por no haber sabido hacer nada sin Asesores, Peritos, Consejeros y Tropas Americanas en Camaguey y Oriente. El Ministro Mr. González lanzaba proclamas amenazadoras para el pueblo cubano directamente, sin respeto a las reglas de la Diplomacia y de hecho, hemos estado intervenidos, con un fiscal para todos nuestros actos; como consecuencia de una administración tan desastrosa, se relajó el freno de la moral, fueron entregados a saqueos de fuentes de ingresos públicos y como secuela el desarrollo de grandes inmoralidades, dando donativos para grandes intereses íntimamente vinculados con los Estados Unidos, con respecto a Cuba. Esto aparece en el periódico El Triunfo de Julio 16 de 1916- La Habana.
Podríamos pasar la noche citando a creyentes, hombres y mujeres de todas las Iglesias, de las distintas religiones, hasta de las Logias, que vivieron, lucharon, escribieron, como cubanos por la defensa de nuestra cultura e identidad nacional, de esas huestes gloriosas, de esa nube de testigos y los aquí reunidos somos símbolos y representación.
Le decimos a la Señorita Condoleeza Rice, devenida en Teóloga Imperial, que el Señor Mc Curry, nunca ocupará el puesto de Leonardo Wood, o de Charles Magoon, en Cuba como procónsules del Imperio.
Y siguiendo el llamado de Fidel, le decimos a: Raúl, Lage, Soberón, Pérez Roque y al fraterno Lazo,...HERMANOS, COMO SIEMPRE, ESTAMOS A SU LADO...
* Catedral Episcopal de la Santísima Trinidad, Vedado. Juan Ramón de la Paz
Dean de la Catedral. (Foto del Muy Reverendo, Juan Ramón de la Paz).
Oficio Ecuménico por la Salud del Comandante Fidel Castro Ruz. Catedral Episcopal de la Santísima Trinidad, Vedado. Agosto 7 del 2006. a.d. Año de la Revolución Energética
Palabras de Bienvenida.
Por: Juan Ramón de la Paz
Dean de la Catedral Episcopal de Cuba.
Estamos reunidos y convocados, como pueblo cubano y creyente para pedir por la salud de Fidel, líder histórico de nuestro pueblo, en la lucha por más de 60 años, con plena dignidad y soberanía.
Como creyentes cubanos de todas las religiones estamos unidos monolíticamente, indeleblemente, al destino de nuestra nación, porque somos una religión de RESISTENCIA AL IMPERIALISMO, como lo fueron dos siglos antes de Cristo, los Macabeos, contra el Imperio Helenístico de Antioquía, como nos enseñó Jesucristo, cuando con látigo en mano expulsó del templo a los mercaderes y a la clase que colaboraba con el Imperio Romano.
Para los líderes religiosos cubanos, FIDEL no es una figura lejana, por el contrario, en las muchas reuniones de diálogo que hemos tenido con él a lo largo de los años, lo percibimos como el AMIGO Y EL PADRE, siempre atento, cariñoso, preocupado por su familia grande, iluminándonos con sus profundas reflexiones, siempre radicales, profundas, como los profetas verdaderos. Aquí mismo en este templo, no hace muchos años, cuando estuvimos celebrando el regreso del niño Elián González a nuestra Patria, él nos dirigió palabras de afecto e intimidad familiar, que todavía resuenan en este recinto. Por su salud pedimos cada día y cada momento, con sincero fervor.
Como se trata también de responder a su proclama del 31 de Julio del 2006, en la cual pide que todos luchemos por defender y salvar este proceso histórico, le decimos: Comandante, aquí hay un pueblo religioso militante, con una gloriosa tradición de resistencia, como:
Al Reverendo Agustín Santarosa, que levantó la bandera Cubana en Cárdenas en 1850, después peleó en todos los frentes, hasta que fue fusilado en Santiago de Cuba en 1873, junto a muchos expedicionarios del Virginius.
Al Reverendo Florencio Moreno, que escribió en la revista diocesana, La Iglesia en Cuba, Agosto 1 de 1912, lo siguiente: ... todas las desgracias, sangre y lágrimas derramadas durante el siglo XIX, en Cuba fueron motivadas y tuvieron su origen en la decantada doctrina de Monroe...,... las blanduras de la Segunda Intervención lastimaban a los patriotas, más que las crueldades de Weyler...
Al Reverendo Francisco Díaz Vólero, amigo de Julio Antonio Mella, enemigo de la seudo-república, neocolonial y mediatizada, que afirmó: Al Gobierno de Menocal cabe la triste suerte de haber casi esfumado la soberanía cubana, por no haber sabido hacer nada sin Asesores, Peritos, Consejeros y Tropas Americanas en Camaguey y Oriente. El Ministro Mr. González lanzaba proclamas amenazadoras para el pueblo cubano directamente, sin respeto a las reglas de la Diplomacia y de hecho, hemos estado intervenidos, con un fiscal para todos nuestros actos; como consecuencia de una administración tan desastrosa, se relajó el freno de la moral, fueron entregados a saqueos de fuentes de ingresos públicos y como secuela el desarrollo de grandes inmoralidades, dando donativos para grandes intereses íntimamente vinculados con los Estados Unidos, con respecto a Cuba. Esto aparece en el periódico El Triunfo de Julio 16 de 1916- La Habana.
Podríamos pasar la noche citando a creyentes, hombres y mujeres de todas las Iglesias, de las distintas religiones, hasta de las Logias, que vivieron, lucharon, escribieron, como cubanos por la defensa de nuestra cultura e identidad nacional, de esas huestes gloriosas, de esa nube de testigos y los aquí reunidos somos símbolos y representación.
Le decimos a la Señorita Condoleeza Rice, devenida en Teóloga Imperial, que el Señor Mc Curry, nunca ocupará el puesto de Leonardo Wood, o de Charles Magoon, en Cuba como procónsules del Imperio.
Y siguiendo el llamado de Fidel, le decimos a: Raúl, Lage, Soberón, Pérez Roque y al fraterno Lazo,...HERMANOS, COMO SIEMPRE, ESTAMOS A SU LADO...
* Catedral Episcopal de la Santísima Trinidad, Vedado. Juan Ramón de la Paz
Dean de la Catedral. (Foto del Muy Reverendo, Juan Ramón de la Paz).
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