jueves, marzo 01, 2007

DECLARACIÓN DE JORGE OLIVERA A RAÍZ DE NUEVO HOSTIGAMIENTO

Declaración de Jorge Olivera a raíz de nuevo hostigamiento


LA HABANA, Cuba - 28 de febrero (www.cubanet.org) - El día 22 de febrero fui citado oficialmente para comparecer, el martes 27 del propio mes ante un juez de ejecución del Tribunal Municipal de la Habana Vieja.
Posteriormente, en la noche del lunes 26, se me comunicó a través de una citación que la convocatoria quedaba anulada temporalmente por una "inspección" en la instancia gubernamental.
Es la tercera vez en el último año que se utiliza este recurso como un medio de hostigamiento y como advertencia de suspenderme la licencia extrapenal por motivos de salud que recibí en el mes de diciembre de 2004, tras cumplir 20 meses y 18 días de una condena de 18 años de privación de libertad por ejercer el periodismo independiente.
Cuando fui requerido por primera vez en febrero y marzo de 2006 se me notificó que no podía salir de los límites de Ciudad de la Habana sin una autorización del tribunal, tampoco asistir a ninguna actividad pública, debía aceptar un empleo de baja calificación y sujeto a controles de organizaciones pro-gubernamentales.
Una vez más fue notoria la presencia de diplomáticos en señal de apoyo ante la nueva escalada represiva. En está ocasión estuvieron presentes funcionarios de Estados Unidos, Canadá, Alemania y Suecia, estos últimos en representación de la Unión Europea.
Es preciso comunicar a la opinión pública que desde hace dos años espero, junto a mi familia, el permiso de salida para partir al exilio sin que hasta el momento haya recibido una respuesta.
La autorización para abandonar el país está siendo utilizada de manera selectiva y discriminatoria. Algunos de los excarcelados de la causa de los 75 han podido obtener el permiso, sin embargo el resto permanece en el limbo de una espera interminable.
Miguel Valdés Tamayo, uno de los encausados en los sucesos de la Primavera Negra de 2003, murió el 10 de enero último en un hospital de Ciudad de la Habana, mientras aguardaba por una autorización de salida. Tenía visas para Holanda y los Estados Unidos.
Contaba 50 años de edad al morir a causa de sus problemas cardíacos agravados por un encierro que se prolongó por más de un año y por el sostenido hostigamiento que padeció desde que fue excarcelado.
Jorge Olivera Castillo
Periodista independiente.
Miembro del Grupo de los 75.
oliverajorge75@yahoo.com