viernes, junio 22, 2007

LOS DERECHOS HUMANOS ¿ DE QUIEN ?

Tomado de Cuba Liberal.org

Los derechos humanos ¿de quién?


Por Elías Amor Bravo
Valencia, España

En derechos humanos todavía queda mucho por hacer. El régimen castrista se ha apuntado como victoria el cese de actividades de la Relatora especial de Naciones Unidas sobre derechos humanos acordado por el organismo hace algunos días, al final del quinto período de sesiones.

La somera lectura del editorial de Granma Internacional sirve para comprobar cómo la vergüenza y la indignidad se convierten en los ejes básicos de un discurso que se encuentra totalmente deslegitimado para continuar. La pesadilla que atenaza a la sociedad cubana durante tantos años toca a su fin, y como sucede en estos casos, la resistencia al cambio produce monstruos.

Es cierto que la tarea internacional de médicos y educadores cubanos en países del tercer mundo es una labor notable. Ojalá que no tuviera el contenido político que históricamente la ha caracterizado, y fuera un ejercicio real de cooperación, pero vamos a aceptar que esta acción merece una valoración globalmente positiva. El esfuerzo y dedicación de esos cubanos y cubanas, muchos de ellos desafectos del régimen castrista y que han aprovechado la salida del país para escapar de la cárcel cubana, nos merece todo el respeto y el reconocimiento.

Otro tanto cabe decir de las actuaciones que señalan desde el ministerio de exteriores cubano para formar en las universidades de la Isla a numerosos estudiantes del Tercer mundo. También es cierto que el componente ideológico de esa educación ha acabado siendo un arma de doble filo, origen de numerosos conflictos internacionales, lo que otorga una sensación de hastío pero, incluso en este caso, podemos aceptar el balance positivo de la actuación.

Hasta aquí, de acuerdo. Pero, ¿qué podemos decir de los presos políticos que inundan las cárceles cubanas, por el simple delito de la disensión? En Cuba, quiénes ejercen el derecho a la opinión libre, al pensamiento libre fuera de la presión del partido único, se ven sometidos al aislamiento, la persecución y la cárcel, como destino final para sus vidas. Basta con observar las fuentes de información procedentes de los periodistas independientes que ejercen su tarea en difíciles condiciones dentro de la Isla, para comprobar que todos los días se suceden las delaciones, las detenciones, las palizas, las amenazas, las encarcelaciones, el sufrimiento y el dolor, como en los peores años de la revolución. Una pesadilla que dura ya demasiados años, y que no parece tener fin.

Los derechos humanos de esos cubanos y cubanas son muy importantes, pero a las autoridades castristas no les importa esta cuestión. Y aquí es donde no podemos comprender la actuación de Naciones Unidas. Tiempo habrá de comprobar hasta donde han ido las presiones de los no alineados en este tema, y en qué medida el régimen castrista ha jugado sus cartas diplomáticas para salirse con la suya. A corto plazo, lo que nos debe preocupar son los centenares de presos políticos que deben obtener cuanto antes su excarcelación. La necesaria amnistía general con la que, por ejemplo, comenzó la transición española a la democracia, y que en el caso de los hermanos Castro lejos de suavizar ha ido en aumento. Son numerosos los casos denunciados por las organizaciones de derechos humanos sobre las condiciones lamentables de los presos disidentes, precisamente aquellos que van a desempeñar un papel clave en el futuro democrático de Cuba.

¿Cómo van a interpretar estos dirigentes de la república el escaso apoyo de Naciones Unidas a su causa? Esta es la única verdad, empleando el mismo lenguaje que Granma Internacional. La disidencia en Cuba aumenta, los ciudadanos que han tomado conciencia del final del castrismo son numerosos y se muestran especialmente activos, el régimen no sabe qué hacer con esas demandas sociales y se limita a reprimirlas con más contundencia que nunca, cada día es mayor la apuesta por una transición efectiva a la democracia,m mientras que el régimen hace oídos sordos a esta advertencia. Cualquier otra alternativa no es viable. Ni siquiera la sucesión de los Castro.

Junio 21, 2007