BARACUTEY CUBANO

***********************RAUL CASTRO ADVIRTIO A LOS CUBANOS QUE TENDRAN "QUE ACOSTUMBRARSE A RECIBIR NO SOLO BUENAS NOTICIAS"

José F. Sánchez
Analista
Jefe de Buró
Cuba
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Julio 27, 2008

En su discurso en conmemoración del asalto a un cuartel militar en Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1953, el dictador sucesorio el general Raúl Castro, recordó a los cubanos que "hay que acostumbrarse a recibir no solo buenas noticias y no olvidar" que su régimen sufrirá el impacto de lo que calificó "de una verdadera crisis mundial".

Sus pronunciamientos en Santiago de Cuba, vinieron a sumarse a anteriores señalamientos del general, que han venido ahora a servir, según un diplomático occidental en La Habana, al equivalente de arrojar un verdaderamente "gelido balde de agua fría en las ya reducidísimas, mínimas, expectativas y esperanzas restantes", de las que en algún momento abrigaran muchos ciudadanos cubanos: de que el país bajo Raúl Castro, saldría de su estancamiento e inmovilismo y pudiera iniciar un proceso de cambios sustanciales. "Raúl está tratando de disociarse de toda responsabilidad ante el endémico desastre social, económico y político que padece nuestra nación, y busca redirigir el foco de atención del ciudadano cubano, a fin de que se culpe a la actual crisis mundial, como el factor responsable de todos los problemas críticos adicionales que enfrentará Cuba bajo su gobierno." indicó desde la Isla, un analista político indepediente.

El asalto al cuartel "Moncada", es una fecha luctuosa para la familia cubana, donde murieran decenas de atacantes, seguidores de Fidel Castro y de miembros de las fuerzas armadas del ejército cubano. El ataque, tuvo lugar durante la dictadura, del también general, Fulgencio Batista y proyectaría la figura de Fidel Castro nacionalmente. La acción, aunque un fracaso desde el punto de vista militar, serviría de trampolín para proyectar la figura de Fidel Castro nacionalmente y crear el Movimiento 26 de Julio.

Raúl Castro habó de su convicción de que el pueblo cubano "tendrá la madurez" y la comprensión de las realidades que enfrenta el mundo actual. Al mismo tiempo afirmaba que su régimen continuará haciendo cuanto esté a su alcance para lograr reducir al mínimo las consecuencias de la actual crisis para el pueblo cubano.

Hay que acostumbrarse a recibir no solo buenas noticias, dijo Raúl, al asegurar que su equipo de gobierno trabaja para que el país siga avanzando a pesar de la difícil coyuntura internacional.

Raúl Castro insistió en que estamos en medio de una verdadera crisis mundial, la cual no es solo económica, pues la asocia también al cambio climático, al empleo irracional de la energía, la escasez de alimentos y a consecuencias de todo tipo.«Y esta es una situación que impacta a todo el mundo», aseguró.

Para observadores en La Habana, el discurso contenía un mensaje claro: el pueblo cubano debe estar preparado para enfrentarse a un nueva crisis nacional o Período Especial -cuya gravedad promete superar al anterior de 1991, si se tienen en cuenta todos los factores relacionados por Raúl Castro como causales de la crisis mundial, factores que trascienden la capacidad de Cuba o del cualquier nación del planeta para resolverlos.

Raúl culpabilizó a los gobernantes de los países ricos y las grandes corporaciones trasnacionales -muchas de ellas socios comerciales e inversionistas en la Isla-, por permanecer pasivos ante lo que caracterizó como "la inminente crisis mundial". El dictador sucesorio cubano calificó esa alegada inmovilidad de los dirigentes del primer mundo y los grandes negocios, de "una actitud no solo egoísta, sino suicida, pues quieran o no, todos vivimos en este pequeño, pequeñísimo planeta».

Igualmente aseguró que en especial la situación de los alimentos es grave, y la empeora la política de Estados Unidos de promover los agrocombustibles. Cuba en la actualidad se beneficia de la compra de alimentos subsidiados por el gobierno de Estados Unidos, quien es el primer exportador de alimentos a Cuba.

Posteriormente Raúl Castro abundó en referencias al proceso de incremento de la refinación de petróleo en colaboración con Venezuela, lo cual ocupa un lugar destacado en las inversiones que actualmente desarrolla la isla; e hizo referencia a las inversiones en el níquel y la minería.