BARACUTEY CUBANO

SOBRE LA MANIFESTACION DE “MULAS” CASTRISTAS EN MIAMI.
Por Iliana Curra.

El sábado 4 de octubre de 2008, un reducido grupo de emigrantes cubanos a favor de la tiranía castrista realizó una mini-protesta frente a las oficinas del congresista cubano-americano, Lincoln Díaz-Balart.

La mal llamada Alianza Martiana y la Asociación de Mujeres Cristianas por la Familia, más conocidos como “mulas” en la comunidad de Miami, gritaban a media voz consignas contra el congresista y a favor de los viajes a Cuba.

Entre los asistentes a la mini-protesta se encontraba Max Lesnick, reconocido anticubano que dirige la Alianza Martiana, así como Pedro Medina, dueño de agencias de viajes a Cuba, quien tapaba su rostro con una capa de agua de color amarillo.

Pedro Medina, dueño de agencias de viajes a Cuba.

El más chillón del grupo era, nada más y nada menos que Andrés Gómez, quien dirige la también mal llamada Brigada Antonio Maceo, conocido como los Maceítos, quien en una conferencia de prensa dijo que los jóvenes pilotos de Hermanos al Rescate que fueron pulverizados en espacio aéreo internacional por misiles castristas, “estaban bien muertos”.

Este repulsivo personaje anduvo todo el tiempo con un teléfono al oído, quizás llamando a sus guías en La Habana para darle el parte de lo que acontecía.

De la acera de enfrente estábamos los exiliados cubanos a favor de mantener las restricciones a la dictadura.

Había mucha juventud apoyando a nuestro congresista, para que sepan que este exilio está compuesto por todos los que llegamos a este país por razones eminentemente políticas, y no como quieren hacer ver, que se trata de un exilio económico.

Esa juventud allí, vibrante y entusiasta, fue el punto máximo para demostrarle a los pro-castristas de enfrente que, todavía hay exilio para rato.

En esta manifestación faltaron las dos avionetas pidiendo la libertad de los cinco espías asesinos y terroristas que cumplen cárcel en los Estados Unidos, quizás por las inclemencias del tiempo no pudieron demostrar realmente que estaban allí haciéndole el juego al régimen de La Habana, como sucedió el sábado anterior cuando frente a la oficina de la congresista Ileana Ros Lehtinen quedó bien claro la posición de estos grupitos chillones.

Exilio político habrá para rato mientras dure la tiranía y los grupitos que la apoyan. Eso, también quedó bien claro.