martes, octubre 28, 2008

UNA CATEDRAL EN LA HABANA

Una catedral en La Habana



Por Miriam Leiva

LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - Una hermosa catedral ortodoxa rusa fue inaugurada por Su Eminencia Kiril, Metropolita de Smolensk y Kalingrado y Presidente del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú, en presencia del General Raúl Castro el 19 de octubre pasado, ocasión cuando destacó que constituía un símbolo de la amistad ruso-cubana. La construcción se había iniciado en febrero de 2006; impresionante celeridad de terminación para una obra de la era revolucionaria: 32 meses, casi igual tiempo que el consumido para el Capitolio Nacional en la década de 1920.

Durante su tercera visita a Cuba, Su Eminencia Kiril, a nombre de Su Santidad Alexis II, Patriarca de Moscú y de toda Rusia trajo la Orden a la Gloria y el Honor para Fidel Castro, primero en recibirla, y condecoró al Presidente Raúl Castro con la Orden Príncipe Daniel durante una ceremonia efectuada en el Palacio de la Revolución. Horas antes el Coro de Voces Masculinas del Monasterio de Sretensky actuó en la sala del Convento de San Francisco de Asís con la presencia de Su eminencia, el Presidente y gran cantidad de altos dirigentes.

Resulta impactante la apertura de la dirigencia cubana a las religiones, al recordar las prohibiciones y persecuciones durante más de tres décadas. Gran adelanto desde la visita del Papa Juan Pablo VI, cuando se levantó la prohibición de celebrar las Pascuas y los cubanos pudieron exhibir los árboles de Navidad en sus salas. La labor de evangelización de la Iglesia Ortodoxa Rusa tendrá que comenzar prácticamente de cero, pues en Cuba no es conocida, salvo por los pocos ciudadanos rusos, ucranianos y de alguna otra nacionalidad de la antigua Unión Soviética y sus descendientes. Camino similar inició unos años atrás la Iglesia Ortodoxa Griega con su diminuta y bella basílica, cercana a la recién inaugurada.

En realidad, la población vive momentos de grandes tensiones, carencias y pérdida de esperanzas en el futuro, por lo que probablemente la ortodoxia rusa también encuentre espacio entre la fe católica y las religiones de origen africano. La Catedral de la Virgen de Kazán está frente a la Iglesia de la Virgen de Regla, cruzando la Bahía de La Habana, y la tradición mariana se abraza con la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.

Indudablemente son otros tiempos. “Ampliar las relaciones Cuba-Rusia, de eso se trata”, decía un titular del periódico Granma, para reseñar el breve encuentro con la prensa de Liubov Konstantinovna Sliska, vicepresidenta primera de la Duma Estatal Rusa, quien integraba la amplia delegación de Su Eminencia Kiril, antes de la inauguración de la Exposición Rusia Ortodoxa-Rusia Contemporánea.

La dirigente evocó la visita del Vicepremier Igor Sechin y la firma de varios convenios intergubernamentales en septiembre pasado, así como se refirió a su encuentro con Ricardo Cabrisas, vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba, durante el cual abordaron las cuatro líneas fundamentales de colaboración pactadas: industria energética y petrolera; industria farmacéutica; inversiones rusas en el turismo y transporte.

De forma nada convencional se impulsan las relaciones cubano-rusas, pero se aprecia el interés del Presidente Raúl Castro por estrechar nuevamente los vínculos con su otrora gran aliado, que ya no es tan poderoso ni obsequioso, pero sí guarda las ansias de grandeza; que ahora aquí no se abre paso con los militares al frente, sino con otros métodos para impulsar sus prioridades económicas y comerciales. Para el gobierno cubano es muy necesaria la diversificación de las relaciones, fundamentalmente como vía para balancear la dependencia de Venezuela.

Sería de gran beneficio para el pueblo que la evangelización ortodoxa rusa estimulara en las autoridades cubanas el desapego al poder absoluto, la liberación de los prisioneros de conciencia y políticos pacíficos, y la apertura a la amplia expresión de las opiniones y la libre creatividad, en un esfuerzo de todos para sacar a Cuba de la actual crisis que agobia a la mayoría de los cubanos.