LAS PLEGARIAS DE PAULO
Las plegarias de Paulo
Jorge Olivera Castillo
Sindical Press
LA HABANA, Cuba, noviembre (www.cubanet.org) - El cantante Paulo Fernández Gallo ama la música y al Comandante. Lo ha dicho sin tapujos en Miami, el sitio donde la nostalgia quema. ¿Se expresó el salsero cubano con honestidad? ¿Reaccionó ante la suposición de una encerrona? ¿Respondería, de manera diferente, alguien que todavía es ciudadano cubano, aunque resida actualmente en Italia y tiene familiares en la Isla?
Por ahora es complicado hallar una respuesta. Primero que nada hay que tener en cuenta las circunstancias que dictan las pautas del comportamiento de cualquier ser humano, en este caso de un músico nacido en La Habana en los primeros años de la década del 60 del siglo XX, y sometido a unas normativas existenciales que prescriben actitudes muy afines a la doble moral y a un distorsionado patrón ético, ambas desgajadas de un severo contexto represivo.
El miedo a ponerle letras o palabras a los pensamientos críticos, tiene en Cuba signos de pandemia. Mucho más ante preguntas que impliquen a Fidel Castro o algún alto dirigente, y que en este caso se realizaron en un sitio extremadamente sensible a tales temáticas.
Creo que Paulito FG, como se le conoce en el ámbito artístico nacional, actuó movido por las emociones. Estoy casi seguro que no esperaba cuestionamientos de tal magnitud.
Sólo siguió un modelo de respuesta practicado por quienes temen contrariar un sistema con infinitas posibilidades de hacer daño. No es de extrañar que otras de las estrellas del firmamento musical autóctono hubieran esgrimido argumentos muy similares, acción que dicta los parámetros de una regla, con pocas excepciones. En algunas oportunidades intervienen matices. No obstante, al final se imponen las simpatías, al expresar una adhesión categórica a la ideología del Partido Comunista.
Paulo toma partido por Fidel Castro en la principal ciudad del exilio. Con esa posición lanza un cubo de lodo a sus colegas asentados en esta ciudad después de escapar de las políticas impuestas por el personaje al que él le dedica sendas muestras de incondicionalidad. No sé que habrán pensado Donato Poveda, Albita Rodríguez, Isaac Delgado, Manolín (el médico de la salsa), Leonor Zamora, Raúl Gómez, algunos de los cantantes que pusieron pies en polvorosa tras desencantarse del socialismo
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