Ruego a Zoé Valdés a fin de que, si algún día la citan a Langley...
Ruego a Zoé Valdés a fin de que, si algún día la citan a Langley...
Caramba, Zoé, ojalá recibas pronto la visita a domicilio de algún emisario de la gerencia o te citen por teléfono o vía email a Langley para proponerte empleo sinecura en la CIA. No bien hayas terminado de rellenar el cuéntame-tu-vida de rigor --diligencia en la que los criollos somos duchos--, así como de estampar tu prestigiosa firma al pie de la patente de corso para la sicofancia anticastrista, no seas egoísta: si no bastare con nuestra amistad, entonces, por lo que más quieras en este valle de lágrimas de cocodrilo, no se te ocurra olvidarte de tu amigo el Abicú. Jamás te perdonaría semejante muestra de desprecio. Conque, recomiéndame encarecidamente y dame tu aval sin reservas. Pues, consta de sobra a tirios y troyanos asiduos al blog de mi Alter Ego que, modestia aparte, reúno todos los méritos y requisitos para ser digno de ese raro honor rentado entre la disidencia más recalcitrante.
Así que, si por ventura algún lector figura entre los privilegiados que entran y salen de los predios de la Agency en Langley como Pedro por su casa, favor de pasarle este post a quien corresponda allá. El detalle de la cuantía de los honorarios sería siempre un tema delicado pero negociable a satisfacción de ambas partes contractuales. Única pega: la cita debe arribar a mi buzón en Colonia inexcusablemente precedida o acompañada de un generoso anticipo girado a mi cuenta del Deutsche Bank. Como mandaba el refrán comercial republicano: "Las cosas claras y el chocolate caliente"...Conversa a la religión del diálogo y la concordia a ultranza, habituada a lavarles la cabeza año tras años al indefenso alumnado con sus estupefacientes monsergas, la ex agente reivindicada de la Seguridad del Estado diserta AQUÍ con su anodina prosa de corta y pega acerca de la conveniencia de mantener viva la vacilante llama de la fe en el Mesías Negro del Progrerío Académico.
Marifeli en EER, 26-10-2009: "...los cambios tienen que provenir de ambas partes. El Ministerio de Relaciones Exteriores --que a lo largo de décadas ha formado un cuerpo diplomático de talante mundial-- debería revisar sus archivos de la década de los años setenta, cuando La Habana y Washington establecieron un diálogo a partir de una agenda realizable, no maximalista... Clinton reestableció [sic] los viajes charters, los viajes familiares y las remesas. El gobierno tuvo que... autorizar a las líneas aéreas cubanas que hacían la ruta hacia y desde Canadá a sobrevolar Estados Unidos y arrestar a la Red Avispa, integrada por espías cubanos en el sur de la Florida".
Al margen de la notoria falta de lógica, habría que telefonear de urgencia al galeno particular de la amnésica doctora a fin de que le recete una fuerte dosis de fitina a la paciente: ya se olvidó del reciente truene del talibán diplomático Pérez Roque y sus hombres de confianza en el MINREX. O mejor, la remita a cirugía plástica para que le rebanen un poco la nariz de Pinocha. Fijaos no más en la glamorosa foto de arriba, escogida con pinzas para vender el mensaje subliminar de la esperanza obamita al día siguiente de su primer gran declive por voluntad propia. En estos precisos instantes --me susurra al oído mi truculento Alter Ego-- si goza de uno de sus intermitentes alumbrones mentales, si el Hermanísimo no ha ordenado a los médicos mantenerlo prudentemente sedado o Hilaria Clinton juega un doble juego de tules a través de sus emisarios en la Oficina de Intereses, el Magno Paciente ya debe de estar redactando su más furibunda respuesta al tranque de domino impuesto por Obama. Por eso sostengo una vez más que nadie mejor capacitado que mi paranoico Alter Ego, quien me acaba de entregar la llave de acceso a la pataleta académica de Marifeli, para alquilarles a esos gallos de granja mandantes en Langley la molleja capaz de digerir los insípidos platos de harina de soya gringa servidos por los abstrusos camareros literarios de Infanta Mercedes # 43.
Merezco el puesto por la sencilla razón de habérmelo ya ganado con creces a fuerza de picotearle casi a diario la cabeza a esa aura tiñosa como el pitirre del famoso aforismo criollo. Por lo demás, Zoé, dilecta correligionaria, seguro estoy de que, acopiando vivencias, perspicacias y desengaños exiliares de ambos, burlaremos al personal infiltrado por el marrullero inquilino negro de la Casa Blanca en departamentos claves de esa dizque tenebrosa agencia cuyas asechanzas tantos pendejos perjuran temer entre castañeteos de dientes. En cuanto al lacrimoso tema de marras, te agradezco el dato de que Juanita Castro haya denunciado ante los tribunales a su sobrina ilegítima. Lo había echado al olvido o nunca me enteré del chisme. Conociéndolo, no me iré con la de trapo al tratar de descifrar la sutil psicología de clan probablemente oculta detrás de la historieta de revista del corazón que ha empezado a contar esa voluble, metalizada exiliada monárquica...









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