El EXILIO de BLANCO

Por PEPE FORTE/Editor de i-Friedegg.com y conductor del programa radial dominical sobre automovilismo por WQBA 1140 AM, una emisora de Univisión Radio.

Posted on March 26/2010 • Todas las fotos, del autor.

Según apreciación de la Policía Metropolitana, la marcha de Miami registró más de 100 mil personas. Todos sus participantes, vestidos de blanco, muchos de ellos con níveas flores en sus manos, desfilaron en silencio, interrumpido éste a menudo sólo por el grito de ¡Libertad!

Aunque de base lo es, no se trató sin embargo propiamente de una manifestación de perfil político, sino cívico, universalmente moralizante, ya que exigir respeto para los derechos humanos y la libre circulación de las ideas, rebasa el marco de la política.

La marcha constituyó un nuevo empujón por los hombros a la tiranía castrista para retenerla en el banquillo de los acusados, pues fue cubierta ampliamente por infinidad de medios de todo orden y ubicación en el mundo. Y no sólo cubanos exiliados la integraron, sino también residentes de La Capital del Sol originarios de otros países, cuyas banderas ondearon en el recorrido, efectuado en la célebre Calle 8 entre la 22 y la 27 avenidas de Miami. Por otra parte, la marcha devino honrosa bofetada al coro de focas amaestradas del regimen de La Habana en Miami, cuyo mas estentóreo eco es impulsado por Francisco González Aruca, Max Lesnik, Lázaro Fariñas y Edmundo García, que farisaicamente proclaman que el exilio cubano ha cambiado en su pose.

Fue un éxito la marcha, sobre todo atendiendo al poco tiempo —horas apenas— entre su convocatoria y ejecución. Y a diferencia de las gestadas en La Habana, ésta, como todas las que ocurren en la orilla de la democracia cubana, fue de asistencia totalmente voluntaria.

Los padres de la manifestación fueron Emilio y Gloria Estefan, quienes además aglutinaron a otros artistas internacionales de gran relieve como Willy Chirino, Albita, Olga Guillot, Pancho Céspedes, Luis Fonsi, Carlos Oliva, Hansel y Raúl y el dúo Pimpinella.

Exponentes de la política regional, y prominentes personalidades de los medios como el periodista Oscar Haza, estuvieron también en la tribuna que miraba al Oeste de la Calle 8. Haza recibió una gran ovación del público presente cuando su nombre fue mencionado.

WQBA 1140 AM, una emisora de Univisión Radio, estuvo presente in situ, a través de las voces de Bernadette Pardo, Armando Fernández Lima y José Antonio Évora, mientras que en el estudio, coincidiendo con la hora de su programa “Prohibido Callarse”, Roberto Rodríguez Tejera narraba el acto. Justo en el espacio se hizo al aire una comunicación histórica vía telefónica entre Gloria Estefan en Miami y la vocera de LDdB, Laura Pollán, en Cuba, gracias a la gestión de la periodista Helen Aguirre.

En los últimos días una carta abierta internacional que condena la muerte de Zapata ha logrado miles de firmas en sumatoria. Incluso artistas de izquierda o comunistas, como Víctor Manuel y Ana Belén, censuraron agriamente los más recientes atropellos de la arcaica gerontocracia del Caribe, que acumula ya medio siglo de poder omnímodo. En tanto Shakira* desde la distancia, expresó su adhesión a la marcha.

Y mientras se produce un despertar mundial sobre el caso Cuba, Las Damas de Blanco comienzan a salir de las sombras de un injustificado anonimato propiciado por la indolencia del mundo. A pesar de agraciadas con el Premio Sakharov, no han tenido —hasta ahora— el debido reconocimiento que los artistas e intelectualidad mundiales prodigaron en su momento a Nelson Mandela, a Las Madres de la Plaza de Mayo y a las mujeres familiares de los desaparecidos durante el período pinochestista en Chile. ¡Hey, Ruben Blades y Sting!: Las Damas de Blanco también bailan solas…

*Finalmente, parafraseando la poesía que declamaba Luis Carbonell, nos preguntamos, “y Juanes... ¿dónde está?”.