DESDE CUBA: EL HEDOR ES FUERTE
EL HEDOR ES FUERTE
Por José Antonio Fornaris
Periodista independiente.
fornarisjo@yahoo.com
Managua, La Habana. 24 de junio de 2010, (PD) Durante bastante tiempo y en diferentes momentos, alguna vertiente de la disidencia y la oposición internas se ha visto precisada o ha deseado redactar cartas para fijar alguna posición, reclamar algún derecho o denunciar alguna grave arbitrariedad del régimen.
De esa manera, entre otros tópicos, se ha solicitado amnistía para los presos políticos, cambios a la Constitución de 1976, y solidaridad internacional ante las arremetidas del régimen.
Pero las últimas dos cartas que han sido divulgadas rompen con esos cánones. Una, firmada por 35 personas, solicitó, a través del retiro de las calles de las mujeres conocidas como Damas de Apoyo, un voto de confianza para los gobernantes en un asunto tan delicado como la excarcelación para algunos prisioneros muy enfermos. Y la otra carta, avalada por 74 nombres, quiebra lanzas a favor de que los estadounidenses puedan viajar a la isla sin ninguna restricción por parte del gobierno de ese país.
Todo esto es sui géneris. En primer lugar porque el régimen no ha solicitado ningún voto de confianza; la idea era entregárselo de manera totalmente voluntaria. Hasta donde se sabe, no hay ninguna solicitud expresa de los gobernantes a los redactores de la carta para una unidad de criterio acerca de la necesidad de que los estadounidenses vengan a veranear a Cuba. Da la impresión de que entre la disidencia existen buenos intérpretes del pensamiento de Raúl M. Castro.
El tópico es interesante porque esa segunda misiva no pide que vengan, de golpe y porrazo, cientos de miles de los cubanos residentes en el exterior para hacer valedero el derecho de libre entrada a su país de todos los que hemos nacido en esta tierra. Lo que se solicita al Congreso de Estados Unidos es que deje venir a los estadounidenses para que disfruten de Varadero y otras playas, cayos, hoteles, puros habanos y de otras cosas que les plazcan. Y claro, que dejen bastantes dólares.
La intención pudiera ser buena, lo que a cambio no se le exige absolutamente nada a los gobernantes, todo se deja a la buena de los no buenos.
Se podrían muy bien haber estipulado , por ejemplo, que la mayor parte del dinero que hipotéticamente deje ese turismo yanqui, fuera empleado en construir vivienda para las cientos de miles de familias que sobreviven en barrios insalubres, albergues, casas derruidas e infernales cuarterías.
Desde Francia, la escritora Zoe Valdés, al referirse a todo este entramado, le dio el calificativo de “peste a peo”. La escritora se equivocó. Ese tipo de peste se diluye y aleja rápidamente. Y en esta trapisonda el hedor es fuerte y tiene calado.
Estamos al parecer ante voceros del régimen dentro de la disidencia y la oposición. En política, esas cosas son posibles y hasta de alguna manera aceptadas. Lo que produce el mal olor y causa molestias es el disfraz.
Los que están dentro de las filas oposicionistas para defender políticamente los intereses del régimen –no hablo de espías- que lo digan. De todas formas, habrá que continuar juntos; aunque claro, no revueltos.
Cuando el castrismo termine -¿duda alguien que va a terminar?- y sean incautados los bienes mal habidos de todos sus jerarcas, y la ideología foránea que impusieron sea desterrada de la isla, todos vamos a seguir siendo compatriotas. Así que, ¿para qué andar con disfraz dentro de las preferencias políticas? Además, no estamos en un carnaval aunque algunos sean comparsa. En Cuba ni siquiera tenemos serpentinas y confetti, y en una situación como esa, lo más decente es andar sin máscara.
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