BARACUTEY CUBANO

Por Paulino Alfonso

Periodista independiente.
palest44@yahoo.com

Lawton, La Habana, 8 de julio de 2010, (PD) En la post-guerra, unos cineastas italianos crearon un cine que alguien bautizó como Neorrealismo. Sus fundadores, Visconti, De Sica y Rosellini filmaron joyas como Obsesión Paisá, Roma ciudad abierta, Ladrón de bicicletas y Milagro en Milán. Si no sigo, es para no convertir esto en una historia del cine.

El Neorrealismo enriqueció al arte y de paso, como ocurre en toda gestión humana, creó una fuente de ingresos y empleos para una Italia destrozada por la guerra. En este caso, lo nuevo fue bueno; lo que les paso a relatar, no lo es.

Por estos días se puede leer una ventolera de cartas, réplicas y declaraciones, a partir de que un conjunto que se hacen llamar “los 74” (si es una orquesta, debe ser filarmónica) le piden al Congreso de los EE.UU que haga realidad la más cara fantasía del Anciano que los norteamericanos tengan el derecho de viajar a Cuba.

¿Y del derecho de viajar de los cubanos qué? Very well, ¿and you?

El aspirante, ahora todo un devoto, se entrevista con un cura llamado Jaime Ortega quien fue sometido a las mayores humillaciones junto a miles de jóvenes en las UMAP (eufemismo de campos de concentración), y que ahora increíblemente cabildea en Washington por el conjunto musical.

Eso es el neo-oposicionismo, que se vale de pelucas rubias, espejuelos oscuros golpecitos en la cara, T-shirts con slogans y reclamaciones teatrales, a un diz de torturador castrista, falsos secuestros y cuanta cosa se les ocurre.

Desafortunadamente hay también algunos presos políticos y sus familiares que firman cualquier cosa con tal de acabar con un presidio que los mata lentamente, intelectuales, aspirantes a políticos y hasta teólogos. Todo un muestrario del espectro de la sociedad “civil”.

A estos neo oposicionistas, les voy advertir algo, hagan lo que hagan, escriban a quien escriban, solo son material gastable para el castrismo. El pueblo americano solo conoce una regla de oro que es y será: bussines are bussines. Esto lo sabe el castrismo hace rato.

Sus políticos no conocen más geografía que la de su Estado y mas economía que la suya, no les importa si le venden a Kim–Jong Il, Osama Bin Laden o a los esquimales. El problema es reelegirse para seguir en el Bussines.

Estos yumas, de acuerdo al wishful thinking de los 74, gastarían en Castrolandia en el primer año no menos de US$ 1 billón, de los cuales al castrismo llegarían US$ 300 millones netos, ya que los productos que consume el turismo americano son mucho más caros que el del turismo de alpargatas español.

Buen regalito para que Castro (el de verdad) les deje ir a cobrar premios y dar algunas conferencias en una que otra universidad católica o luterana (siempre que paguen, no hay problemas confesionales). Sin dejar de contar las apariciones en telediarios y cadenas españolas donde se reafirmaría su acendrado espíritu patriótico y vigencia en la “lucha”. Después de esto, los presos seguirán presos, mi pueblo seguirá esclavo, el hambre y la incertidumbre serán el pan nuestro de cada día y tutti contentti

Ah, pero no para los Neo-castristas. Esos se preparan en Madrid, Lausana, Barcelona Moscú y Beijing, para asumir las nuevas tareas que sus padres les asignaron para construir el Segundo Reich.

¿Cómo se hace esto? Facilito, como hace el médico Antonio Castro Soto. Este señorito es representante de diez firmas europeas, que van desde relojes hasta efectos de caza submarina, y sus amigotes venden en los hoteles fotos autografiadas del Anciano y las sobrinas rusas del aspirante que viven en los EE.UU con pasaporte ruso (of course) y en cualquier momento saltan a la palestra, quien sabe si en unión de su tía farmacéutica o el papá ingeniero nuclear.

Los directores “socialistas “ se convertirán en hombres de negocios, los directores de las clínicas de Cubalse, serán “dueños” de estas, los represores de la Seguridad del Estado formarán empresas de sicarios y guardaespaldas y nadie descarte la creación de una Blackwater cubana, que mercenarios no le faltarán, para cumplir contratos con cualquier gobierno o institución que pague sus servicios. Incluso tendrán periodistas peruanas, como la espía Vicki Peláez, colaboradora de Cubadebate, ahora a buen recaudo por trabajar para los “amigos” rusos

Se preguntarán ¿y la oposición, donde estará? La vieja oposición, muerta, enferma o tramitada en silenciosos exilios vergonzantes, como pasó en la Rusia de Putin. Pero no desesperen los filántropos del primer mundo, ahí estarán los Neo Oposicionistas para demostrar que sí hay oposición y que mediante unos oportunos fulas harán vibrar las tribunas, desde Sudáfrica hasta Bogotá, con voces trémulas de emoción.

Menos mal que aun quedamos unos cuantos locos que nunca seremos post, pre, neo o peo. Somos solo cubanos hasta la muerte y amantes de la Libertad, en Cuba y sin pedir permiso.