AYUDAR AL PUEBLO O AYUDAR AL RÉGIMEN
Por Carlos Muñoz.
Parece ser que Obama ha negociado con los Castro el hecho de que salgan vuelos directos desde cualquier aeropuerto de los USA hacia Cuba, que cualquier americano pueda ir en esos vuelos y que se puedan hacer envíos de remesas de dinero (con un máximo de 2000$/año, sin necesidad de ser familiar de los receptores del dinero)
Según la administración, se trata de incentivar el modelo de liberalización económica que Raúl está tratando de impulsar y aprovechar esos fondos para generar economía de libre mercado, ahora que ya se van despidiendo a los 500.000 funcionarios que quedarán en la calle tras los despidos masivos que se han puesto en marcha.
Ya estamos en lo de siempre: ¿Para quién son buenas estas medidas?, para los cubanos que necesitan plata para comer y subsistir (incluso si comienzan una actividad laboral privada) o para el régimen que, de esta manera, ve avalado su “aperturismo” y encuentra una justificación en el aparente apoyo, incluso del demonio americano.
Incluso siendo indulgente con posturas tibias de seudo-colaboración, no pueden hacerse esperar en exceso las exigencias de libertades en lo político. La “generación histórica” de dirigentes en Cuba está en proceso de extinción y hay que preparar un relevo para que el país no se hunda en una nueva sima, aún más profunda, de la que lleva ya sumido a lo largo de los últimos cincuenta años.
Por cierto, las iglesias pueden recibir ayuda económica ilimitada y remesas anónimas sin límite. ¿Será una premonición de la descomposición que se avecina y de las limosnas que no va a haber más remedio que repartir?
Por Carlos Muñoz.
Parece ser que Obama ha negociado con los Castro el hecho de que salgan vuelos directos desde cualquier aeropuerto de los USA hacia Cuba, que cualquier americano pueda ir en esos vuelos y que se puedan hacer envíos de remesas de dinero (con un máximo de 2000$/año, sin necesidad de ser familiar de los receptores del dinero)
Según la administración, se trata de incentivar el modelo de liberalización económica que Raúl está tratando de impulsar y aprovechar esos fondos para generar economía de libre mercado, ahora que ya se van despidiendo a los 500.000 funcionarios que quedarán en la calle tras los despidos masivos que se han puesto en marcha.
Ya estamos en lo de siempre: ¿Para quién son buenas estas medidas?, para los cubanos que necesitan plata para comer y subsistir (incluso si comienzan una actividad laboral privada) o para el régimen que, de esta manera, ve avalado su “aperturismo” y encuentra una justificación en el aparente apoyo, incluso del demonio americano.
Incluso siendo indulgente con posturas tibias de seudo-colaboración, no pueden hacerse esperar en exceso las exigencias de libertades en lo político. La “generación histórica” de dirigentes en Cuba está en proceso de extinción y hay que preparar un relevo para que el país no se hunda en una nueva sima, aún más profunda, de la que lleva ya sumido a lo largo de los últimos cincuenta años.
Por cierto, las iglesias pueden recibir ayuda económica ilimitada y remesas anónimas sin límite. ¿Será una premonición de la descomposición que se avecina y de las limosnas que no va a haber más remedio que repartir?
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