Domingo, 02 de Enero de 2011
Madrid - Europa Press
En 2010 se registraron unas 1.800 detenciones. Los opositores al régimen de los hermanos Castro se muestran pesimistas ante la posibilidad de que en 2011 puedan surgir los tan anhelados cambios sociales y políticos que han reclamado durante más de cinco décadas y, por el contrario, están preparados para lo que será el "empeoramiento" de la situación de los Derechos Humanos en Cuba. El año 2010 estuvo marcado por hechos trascendentales para la disidencia en la isla que derivaron en una "radicalización" de la "represión" por parte del Gobierno de Raúl Castro, a partir de la muerte en febrero de Orlando Zapata Tamayo, prisionero de conciencia adoptado por Amnistía Internacional, que protagonizó una huelga de hambre de 86 días en protesta por las condiciones carcelarias de Cuba, informó la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN).
La muerte de Zapata Tamayo marcó el inicio de una serie de manifestaciones que tuvieron un gran eco internacional. El periodista independiente Guillermo Fariñas fue el principal protagonista al llevar a cabo durante 135 días una huelga de hambre en contra del "asesinato" del prisionero de conciencia y para exigir la liberación de 26 presos políticos enfermos.
Esta acción le valió a Fariñas el premio Sajarov que otorga el Parlamento Europeo, aunque no pudo acudir a recogerlo personalmente el pasado 15 de diciembre porque el régimen le negó el permiso de salida de la isla.
(Elizardo Sánchez Santa Cruz)
"Fue un año de situaciones trágicas, no sólo por el asesinato de Zapata Tamayo sino por la represión que han sufrido personas como su madre, Reina Luisa Tamayo", explicó el portavoz de la CCDHRN, Elizardo Sánchez, en declaraciones telefónicas a Europa Press.
Tan solo hasta noviembre de 2010, la comisión registró unas 1.800 detenciones de corta duración en diferentes hechos violentos contra disidentes en varias ciudades de la isla. Febrero y octubre fueron los meses más críticos con 235 y 310, respectivamente. Sánchez recordó que el pasado 10 de diciembre, Día Internacional de Derechos Humanos, fueron detenidos "entre 30 y 40 opositores".
Cuba, según dijo, tiene el índice de detenciones y represiones contra disidentes "más alto de Iberoamérica y podríamos decir que uno de los más altos del mundo". "En ningún país del continente se ven estas situaciones de represión como las que se ven acá", en la isla, subrayó.
Las Damas de Blanco, que todos los domingos realizan marchas pacíficas en La Habana, fueron víctimas de "brutales" hostigamientos por parte de las fuerzas de seguridad del Estado, denunció el portavoz de la comisión. "Fueron hasta vejadas", resaltó.
Para CCDHRN la situación en Cuba en 2010, "lejos de mejorar empeoró" y se espera que este año que comienza "mantenga la misma tendencia" porque "no hay voluntad política por parte del Gobierno de Raúl Castro para hacer las reformas que se requieren en el ámbito civil, político, económico y cultural".
La liberación de 41 presos de conciencia "tampoco supuso una mejoría" en la situación en Cuba. Sánchez indicó que todos ellos, menos uno, fueron "desterrados" al proponerles, "cómo una alternativa de excarcelación", viajar a España. De ese grupo 38 permanecen en territorio español y tres se trasladaron a Estados Unidos y Chile.
En julio, el régimen se comprometió a excarcelar --en un período de tres a cuatro meses-- a 52 presos de la llamada Primavera Negra de 2003, gracias a los diálogos con la Iglesia Católica, en los que además sirvió de mediador el Gobierno de España. Todavía 11 de ellos permanecen en prisión porque se han negado a salir de la isla.
REFORMAS
Los cambios propuestos por Raúl Castro en el Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución "no traerán transformaciones porque a eso ni siquiera le podemos llamar reformas", aseguró Sánchez.
La propuesta del régimen consiste, esencialmente, en potenciar el sector privado, reducir todos los subsidios, buscar alternativas de financiación, reactivar el aparato productivo, reubicar unos 500.000 trabajadores públicos que serán despedidos en empresas privadas y promover además la inversión extranjera.
"Esto sólo lo utilizará el Gobierno para garantizar su perpetuación en el poder y no para favorecer a los trabajadores cubanos sobre quienes quieren volcar estos problemas, a pesar de que han sido víctimas de este mal Gobierno durante más de 50 años", advirtió Sánchez.
La puesta en marcha de estas medidas, consideró Sánchez, podría "elevar los niveles de tensión política" por las "consecuencias" que pudiesen tener en esa población, que ha vivido más de cinco décadas dependiendo de los subsidios del Estado y que intenta sobrevivir a una de las peores crisis económicas de su historia.
"A menos que ocurra un milagro, los cubanos nos estamos preparando para lo peor, para un empeoramiento de la situación de los derechos civiles, políticos, económicos y culturales, porque el Gobierno ha demostrado que no tiene voluntad para realizar un cambio democrático en la isla", advirtió.
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