ARZOBISPO THOMAS WENSKI DE MIAMI ORDENA EL DESPEDIDOS DE 17 EMPLEADOS DE RADIO PAZ
Las manos de Cardenal Jaime Ortega Alaminos una vez más se encuentran metidas en las vidas de los cubanos que salimos de Cuba. Se rumora que el Cardenal de la Habana manifestó su desagrado de los comentarios que hacían los empleados de Radio Paz y especialmente el padre Alberto Cutié (hoy sacerdote de la Iglesia Episcopal; nota del Bloguista). El padre Alberto Cutié criticó la posicion de la iglesia Catolica de Cuba en relacion con el rezar por la salud del tirano Fidel Castro.
Dijo el padre Cutie que La Iglesia cubana nunca rezó por los cubanos que Fidel asesinó.
En Arzobispo Thomas Wienski le dijo a los empleados que él (Wenski) no quería que Radio Paz fuera una "Radio Mambí Católica". El Arzobispo Wenki ordenó la cesantía de 17 empleados de Radio Paz; algunos de ellos con muchos años en la emisora como empleados, así como también muchos años de voluntarios en Radio Paz.
Una vez más el Cardenal Jaime Ortega sirve de instrumento para destruir a los que critican a Fidel Castro.
Si yo como católico, viviera en el Arzobispado de Miami cesaría mis contribuciones al Arzobipo Wenski.
QUE RABIA DA ESTO SEÑORES!
Fuente "A Mano Limpia" Felix Guillermo de hoy 4 de enero de 2011.
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**********************Tomado de http://elpoderdemiami.com
Despidos masivos en Radio Paz de Miami
La Arquidiócesis de Miami despidió el lunes a la mayor parte de la nómina de Radio Paz 830 AM, citando problemas financieros. A la vez anunció un acuerdo con una cadena internacional de televisión y radio católicas.
Entre los 17 empleados que quedaron sin trabajo están los locutores y presentadores Isaul González, Marité Alfonso, Dariel Fernández y Alicia González. Los veteranos Agustín Acosta y Julio Estorino renunciaron recientemente, según ellos, previendo la ola de despidos.
Mary Ross Agosta, portavoz de la Arquidiócesis, aseguró que la estación mantendrá programación original y llenará otros espacios con programas de Radio Católica Mundial.
“En esta economía siempre hay la preocupación de reducir costos y al mismo tiempo ofrecer programas de calidad”, señaló Agosta. “Nunca es fácil cuando alguien pierde su empleo”.
Algunos empleados y oyentes manifestaron su desconcierto.
“Ha sido un dolor muy profundo para todos nosotros porque nuestra labor de 20 años ha sido de entrega total, de amor por la obra”, dijo Alicia González, vinculada a la estación desde su fundación en 1990.
Agosta declinó detallar cuánto ahorrará la Arquidiócesis con los despidos. Su ministerio radial, Pax Catholic Communications, que cobija a Radio Paz, opera con un presupuesto anual de $4 millones y abarca a otras estaciones.
Antiguos empleados dijeron que la radioemisora encara dificultades desde la salida del padre Alberto Cutié, su ex presidente, quien fue despedido en mayo del 2009. Desde entonces Radio Paz ha tenido tres presidentes.
El arzobispo Thomas Wenski nombró en septiembre al sacerdote Roberto Cid para llevar las riendas del ministerio radial. Según los presentadores Fernández y González, Cid tuvo roces y discusiones fuertes con algunos empleados desde su llegada.
“En una reunión nos dijo que Radio Paz no iba a convertirse en la Mambí católica”, alegó Fernández.
Agosta aclaró que la estación es católica y su programación “debe reflejar la identidad católica”. CreditoDANIEL SHOER ROTH/N Herald
Despidos masivos en Radio Paz de Miami
La Arquidiócesis de Miami despidió el lunes a la mayor parte de la nómina de Radio Paz 830 AM, citando problemas financieros. A la vez anunció un acuerdo con una cadena internacional de televisión y radio católicas.
Entre los 17 empleados que quedaron sin trabajo están los locutores y presentadores Isaul González, Marité Alfonso, Dariel Fernández y Alicia González. Los veteranos Agustín Acosta y Julio Estorino renunciaron recientemente, según ellos, previendo la ola de despidos.
Mary Ross Agosta, portavoz de la Arquidiócesis, aseguró que la estación mantendrá programación original y llenará otros espacios con programas de Radio Católica Mundial.
“En esta economía siempre hay la preocupación de reducir costos y al mismo tiempo ofrecer programas de calidad”, señaló Agosta. “Nunca es fácil cuando alguien pierde su empleo”.
Algunos empleados y oyentes manifestaron su desconcierto.
“Ha sido un dolor muy profundo para todos nosotros porque nuestra labor de 20 años ha sido de entrega total, de amor por la obra”, dijo Alicia González, vinculada a la estación desde su fundación en 1990.
Agosta declinó detallar cuánto ahorrará la Arquidiócesis con los despidos. Su ministerio radial, Pax Catholic Communications, que cobija a Radio Paz, opera con un presupuesto anual de $4 millones y abarca a otras estaciones.
Antiguos empleados dijeron que la radioemisora encara dificultades desde la salida del padre Alberto Cutié, su ex presidente, quien fue despedido en mayo del 2009. Desde entonces Radio Paz ha tenido tres presidentes.
El arzobispo Thomas Wenski nombró en septiembre al sacerdote Roberto Cid para llevar las riendas del ministerio radial. Según los presentadores Fernández y González, Cid tuvo roces y discusiones fuertes con algunos empleados desde su llegada.
“En una reunión nos dijo que Radio Paz no iba a convertirse en la Mambí católica”, alegó Fernández.
Agosta aclaró que la estación es católica y su programación “debe reflejar la identidad católica”. CreditoDANIEL SHOER ROTH/N Herald
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Palabras leidas por Ariel Sigler Amaya en el Restaurant Versailles en el homenaje al Arzobispo de Miami Thomas Wenski por la organización de exiliados cubanos “Peña del Versailles” y el doctor Carlos E. Muñoz el el 8 de octubre de 2010. Para conocer más sobre ese almuerzo-homenaje pueden entrar a:
http://www.diariolasamericas.com
http://www.diariolasamericas.com
Mis saludos a todos los patriotas cubanos y no cubanos que nos acompañan en el día de hoy.
En especial mis saludos a Monseñor Thomas Wenski, quien desde el 20 de abril de este año 2010 es Arzobispo de la Arquidiócesis de Miami al aceptar el Santo Padre Benedicto XVI la petición de renuncia por edad del Arzobispo John C. Favalora quien era el anterior Arzobispo de esta Arquidiócesis que abarca los condados de Miami-Dade, Broward y Monroe.
Para Monseñor Winski esta Arquidiócesis no le es en nada extraña; aquí fue ordenado sacerdote, fue párroco y Obispo auxiliar; tampoco para Monseñor Winski la tragedia cubana le es extraña o lejana. Monseñor Winski por su labor pastoral y caritativa, su contacto directo con la feligresía cubana y sus frecuentes viajes a Cuba desde hace una década, conjuntamente con su dominio perfecto del idioma español y sus estudios de Sociología, le han permitido conocer profundamente la tragedia cubana. En Cuba y en una conferencia de prensa el año pasado, un periodista le preguntó qué necesitaba Cuba. Respondió con una sola palabra: “Esperanza”, pero Monseñor luego explicó su respuesta: “la Cuba de hoy está marcada por la incertidumbre y la desesperanza. Para muchos, especialmente para los jóvenes, la esperanza consiste en “salir del país”. Hago una sola observación sobre lo dicho por Monseñor y sólo para ser más exactos: esa situación no es sólo de la Cuba de hoy: desde hace décadas la inmensa mayoría del pueblo cubano está marcada por la incertidumbre, la desesperanza y el miedo; así lo muestran, por ejemplos, el incesante éxodo de cubanos con sus oleadas de 1965, 1980 y 1994, el Mensaje de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba El Amor Todo lo Espera, fechado en 1993, y el documento de trabajo de un nutrido grupo de sacerdotes reunidos en la basílica de Nuestra Señora Caridad del Cobre titulado Cuba. Su pueblo y su Iglesia de cara al comienzo del tercer milenio fechado en septiembre de 1999. Monseñor Winski, como usted bien dijo el 8 de septiembre en la Homilía de la Misa en Honor a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre: ¨ La agonía que sufre el pueblo cubano es bien conocida. Uno no tiene que ser cubano para darse cuenta de ella. Basta ser humano.¨
( Monseñor Thomas Wenski al centro, agradece el homenaje recibido. (Foto Alvaro Mata) )
También reconocemos la certeza de lo que usted afirmó en esa homilía de ¨ lo difícil que es valorar desde fuera la frágil línea que existe entre el retiro cobarde de una posición profética y la prudencia frente a la opresión para sacar provecho del poco espacio que existe¨. Sin embargo, yo, y tantos otros que estuvimos en esa añorada Cuba hasta hace pocos días, sabemos que se puede sacar provecho de esos espacios manteniendo la posición profética y pastoral de la Iglesia sin dejar a un lado la preocupación por lo social. Los ejemplos de Monseñor José Siro González Bacallao, Obispo Emérito de Pinar del Río, Monseñor Pedro Claro Meurice Estiú, Obispo Emérito de Santiago de Cuba, el Padre José Conrado de Santiago de Cuba y Palma Soriano, el Padre Jesús Garmilla Párroco de la Iglesia Parroquial Mayor de Sancti Spíritus, el Padre Vicente Cabrera Delgado de la Diócesis de Pinar del Río son algunos de los ejemplos. El Padre Olbier A. Hernández de la Diócesis de Holguín ( hoy estudiando temporalmente en España) ha dicho una dolorosa verdad sobre lo que ha ocurrido y está ocurriendo en la Iglesia Católica que peregrina hoy en Cuba: ¨ la experiencia en estos 50 años es que la Iglesia cubana forma a sus hijos y luego los abandona cuando asumen sus compromisos.¨. Por otra parte, también sabemos de esa Iglesia cubana --aquellos obispos, sacerdotes y religiosas, y laicos-- que desde su pobreza quiere servir a su pueblo como levadura de esperanza evangélica. Los antes mencionados son parte de esa levadura; los que no lo son, no los menciono por mesura y respeto a la persona de usted.
Los presos políticos cubanos que hemos sido desterrados mediante diferentes subterfugios, triquiñuelas, desinformaciones y presiones de todo tipo por parte del régimen totalitario Castrista no hemos sido liberados; nos han cambiado la sanción de prisión por la del destierro. Esos destierros han servido para mostrar que Raúl Castro no es un factor de cambio en Cuba y lo que persigue es mantener el mismo sistema tiránico que le ha permitido a él, a su hermano y a sus cómplices mantener ese régimen de oprobio durante más de medio siglo. Los supuestos grandes cambios que ha visto el Senador Christopher Dodd en Cuba en estos primeros días del mes de octubre del 2010, solamente los ven aquellos que tienen afinidad política o ideológica con la dictadura y/o aquellos que tienen detrás grandes intereses económicos deseosos de participar de la repartición de las riquezas naturales de Cuba y la explotación de la muy barata, instruida y sobre todo muy domesticada mano de obra cubana. Las injustas e ilegítimas leyes de la dictadura totalitaria que nos llevaron a las cárceles están ahí intactas esperando por aplicárseles a los próximos disidentes y opositores políticos cubanos que trabajan o luchan porque en Cuba se respeten los Derechos Humanos y nuevamente existan la Libertad, la Democracia y la Prosperidad en nuestra Patria. Nosotros, el ¨Grupo de los 75¨, hemos sido Prisioneros de Conciencia, o sea, aquellos que según la definición de Amnistía Internacional son las
“personas que han sido encarceladas por sus creencias políticas o religiosas u otro tipo de creencias adoptadas concientemente, o por motivo de su origen étnico, sexo, color de piel, o idioma, siempre y cuando no hayan usado la violencia”.
Pero en el ¨Grupo de los 75 ¨ no estábamos todos los Presos de Conciencia de Cuba, mucho menos están todos los presos políticos cubanos de estos últimos casi 8 años. Un derecho consagrado a lo largo de los siglos ha sido enfrentarse a las tiranías: en la antigua Grecia, derrocar tiranos se tenía por demostración de virilidad política y hasta el Tirano en Jefe en su supuesto alegato "La historia me absolverá" defiende el uso de la violencia para desembarazarse de un tirano. La tiranía castrista no ha tenido legitimidad democrática producto de elecciones libres, pluripartidistas y democráticas y mucho menos ha tenido legitimidad democrática en su ejercicio de gobierno. Los Castro y todos los Moncadistas presos fueron amnistiados después de menos de dos años de cómoda prisión pese haber enlutado a muchas familias cubanas. TODOS los presos políticos cubanos deben ser verdadera e inmediatamente liberados.
Monseñor Thomas Wenski pronunció estas sabias palabras en la antes mencionada homilía: ¨Qué por la intercesión de la Virgen logremos dejar a un lado el miedo que nos paraliza, la soberbia que nos divide, el odio que nos destruye ¨. En efecto, debemos de sacar de nuestros corazones al miedo, a la soberbia y al odio. Queremos que el Perdón y la Reconciliación lleguen a nuestro pueblo pero para ellos debemos tener en cuenta, que el Perdón no exime de Justicia y que el primer paso para la Reconciliación es el reconocimiento de la culpa y el sincero arrepentimiento; aún en el sacramento cristiano de la Reconciliación, debemos de ¨ pagar¨ mediante oraciones por el daño que le hemos hecho a nuestra Iglesia. Queremos una justicia unida a la misericordia cristiana, no la justicia del Antiguo Testamento de ¨ojo por ojo y diente por diente ¨ que aplicó Fidel Castro incluso a personas inocentes. No queremos tampoco revancha, queremos que esa Justicia llegue no a una, sino a todas las partes que fueron contendientes. Cuba será nuevamente libre, democrática y próspera tal como apunta la profecía de San Antonio María Claret: la nación cubana volverá a levantarse poco a poco hasta llegar a ocupar nuevamente un destacado lugar en el ámbito internacional, pero como escribiera nuestro José Martí ¨ La patria es agonía y deber¨ y todo regalo de Dios conlleva la tarea de los hombres.
Gracias a todos por su atención
En especial mis saludos a Monseñor Thomas Wenski, quien desde el 20 de abril de este año 2010 es Arzobispo de la Arquidiócesis de Miami al aceptar el Santo Padre Benedicto XVI la petición de renuncia por edad del Arzobispo John C. Favalora quien era el anterior Arzobispo de esta Arquidiócesis que abarca los condados de Miami-Dade, Broward y Monroe.
Para Monseñor Winski esta Arquidiócesis no le es en nada extraña; aquí fue ordenado sacerdote, fue párroco y Obispo auxiliar; tampoco para Monseñor Winski la tragedia cubana le es extraña o lejana. Monseñor Winski por su labor pastoral y caritativa, su contacto directo con la feligresía cubana y sus frecuentes viajes a Cuba desde hace una década, conjuntamente con su dominio perfecto del idioma español y sus estudios de Sociología, le han permitido conocer profundamente la tragedia cubana. En Cuba y en una conferencia de prensa el año pasado, un periodista le preguntó qué necesitaba Cuba. Respondió con una sola palabra: “Esperanza”, pero Monseñor luego explicó su respuesta: “la Cuba de hoy está marcada por la incertidumbre y la desesperanza. Para muchos, especialmente para los jóvenes, la esperanza consiste en “salir del país”. Hago una sola observación sobre lo dicho por Monseñor y sólo para ser más exactos: esa situación no es sólo de la Cuba de hoy: desde hace décadas la inmensa mayoría del pueblo cubano está marcada por la incertidumbre, la desesperanza y el miedo; así lo muestran, por ejemplos, el incesante éxodo de cubanos con sus oleadas de 1965, 1980 y 1994, el Mensaje de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba El Amor Todo lo Espera, fechado en 1993, y el documento de trabajo de un nutrido grupo de sacerdotes reunidos en la basílica de Nuestra Señora Caridad del Cobre titulado Cuba. Su pueblo y su Iglesia de cara al comienzo del tercer milenio fechado en septiembre de 1999. Monseñor Winski, como usted bien dijo el 8 de septiembre en la Homilía de la Misa en Honor a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre: ¨ La agonía que sufre el pueblo cubano es bien conocida. Uno no tiene que ser cubano para darse cuenta de ella. Basta ser humano.¨
( Monseñor Thomas Wenski al centro, agradece el homenaje recibido. (Foto Alvaro Mata) )
También reconocemos la certeza de lo que usted afirmó en esa homilía de ¨ lo difícil que es valorar desde fuera la frágil línea que existe entre el retiro cobarde de una posición profética y la prudencia frente a la opresión para sacar provecho del poco espacio que existe¨. Sin embargo, yo, y tantos otros que estuvimos en esa añorada Cuba hasta hace pocos días, sabemos que se puede sacar provecho de esos espacios manteniendo la posición profética y pastoral de la Iglesia sin dejar a un lado la preocupación por lo social. Los ejemplos de Monseñor José Siro González Bacallao, Obispo Emérito de Pinar del Río, Monseñor Pedro Claro Meurice Estiú, Obispo Emérito de Santiago de Cuba, el Padre José Conrado de Santiago de Cuba y Palma Soriano, el Padre Jesús Garmilla Párroco de la Iglesia Parroquial Mayor de Sancti Spíritus, el Padre Vicente Cabrera Delgado de la Diócesis de Pinar del Río son algunos de los ejemplos. El Padre Olbier A. Hernández de la Diócesis de Holguín ( hoy estudiando temporalmente en España) ha dicho una dolorosa verdad sobre lo que ha ocurrido y está ocurriendo en la Iglesia Católica que peregrina hoy en Cuba: ¨ la experiencia en estos 50 años es que la Iglesia cubana forma a sus hijos y luego los abandona cuando asumen sus compromisos.¨. Por otra parte, también sabemos de esa Iglesia cubana --aquellos obispos, sacerdotes y religiosas, y laicos-- que desde su pobreza quiere servir a su pueblo como levadura de esperanza evangélica. Los antes mencionados son parte de esa levadura; los que no lo son, no los menciono por mesura y respeto a la persona de usted.
Los presos políticos cubanos que hemos sido desterrados mediante diferentes subterfugios, triquiñuelas, desinformaciones y presiones de todo tipo por parte del régimen totalitario Castrista no hemos sido liberados; nos han cambiado la sanción de prisión por la del destierro. Esos destierros han servido para mostrar que Raúl Castro no es un factor de cambio en Cuba y lo que persigue es mantener el mismo sistema tiránico que le ha permitido a él, a su hermano y a sus cómplices mantener ese régimen de oprobio durante más de medio siglo. Los supuestos grandes cambios que ha visto el Senador Christopher Dodd en Cuba en estos primeros días del mes de octubre del 2010, solamente los ven aquellos que tienen afinidad política o ideológica con la dictadura y/o aquellos que tienen detrás grandes intereses económicos deseosos de participar de la repartición de las riquezas naturales de Cuba y la explotación de la muy barata, instruida y sobre todo muy domesticada mano de obra cubana. Las injustas e ilegítimas leyes de la dictadura totalitaria que nos llevaron a las cárceles están ahí intactas esperando por aplicárseles a los próximos disidentes y opositores políticos cubanos que trabajan o luchan porque en Cuba se respeten los Derechos Humanos y nuevamente existan la Libertad, la Democracia y la Prosperidad en nuestra Patria. Nosotros, el ¨Grupo de los 75¨, hemos sido Prisioneros de Conciencia, o sea, aquellos que según la definición de Amnistía Internacional son las
“personas que han sido encarceladas por sus creencias políticas o religiosas u otro tipo de creencias adoptadas concientemente, o por motivo de su origen étnico, sexo, color de piel, o idioma, siempre y cuando no hayan usado la violencia”.
Pero en el ¨Grupo de los 75 ¨ no estábamos todos los Presos de Conciencia de Cuba, mucho menos están todos los presos políticos cubanos de estos últimos casi 8 años. Un derecho consagrado a lo largo de los siglos ha sido enfrentarse a las tiranías: en la antigua Grecia, derrocar tiranos se tenía por demostración de virilidad política y hasta el Tirano en Jefe en su supuesto alegato "La historia me absolverá" defiende el uso de la violencia para desembarazarse de un tirano. La tiranía castrista no ha tenido legitimidad democrática producto de elecciones libres, pluripartidistas y democráticas y mucho menos ha tenido legitimidad democrática en su ejercicio de gobierno. Los Castro y todos los Moncadistas presos fueron amnistiados después de menos de dos años de cómoda prisión pese haber enlutado a muchas familias cubanas. TODOS los presos políticos cubanos deben ser verdadera e inmediatamente liberados.
Monseñor Thomas Wenski pronunció estas sabias palabras en la antes mencionada homilía: ¨Qué por la intercesión de la Virgen logremos dejar a un lado el miedo que nos paraliza, la soberbia que nos divide, el odio que nos destruye ¨. En efecto, debemos de sacar de nuestros corazones al miedo, a la soberbia y al odio. Queremos que el Perdón y la Reconciliación lleguen a nuestro pueblo pero para ellos debemos tener en cuenta, que el Perdón no exime de Justicia y que el primer paso para la Reconciliación es el reconocimiento de la culpa y el sincero arrepentimiento; aún en el sacramento cristiano de la Reconciliación, debemos de ¨ pagar¨ mediante oraciones por el daño que le hemos hecho a nuestra Iglesia. Queremos una justicia unida a la misericordia cristiana, no la justicia del Antiguo Testamento de ¨ojo por ojo y diente por diente ¨ que aplicó Fidel Castro incluso a personas inocentes. No queremos tampoco revancha, queremos que esa Justicia llegue no a una, sino a todas las partes que fueron contendientes. Cuba será nuevamente libre, democrática y próspera tal como apunta la profecía de San Antonio María Claret: la nación cubana volverá a levantarse poco a poco hasta llegar a ocupar nuevamente un destacado lugar en el ámbito internacional, pero como escribiera nuestro José Martí ¨ La patria es agonía y deber¨ y todo regalo de Dios conlleva la tarea de los hombres.
Gracias a todos por su atención
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Jorge A. Rodríguez, cura párroco de la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, muestra la cara verdaderamente cristiana de la Iglesia Cubana al hablar sobre la libertad
Jorge A. Rodríguez, cura párroco de la Basílica de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, muestra la cara verdaderamente cristiana de la Iglesia Cubana al hablar sobre la libertad
ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Realpolitik ha dejado un nuevo comentario en su entrada "THOMAS WENSKI ORDENA EL DESPEDIDOS DE 17 EMPLEADO...":
Wenski pegaría bien en un lugar cómo Boston, pero en Miami ni pega ni pegará. Eso es tan obvio que ponerlo en Miami sugiere que la jerarquía católica quiso contrarrestar o controlar a "esa gente" (frasecita de Bill Clinton), o sea, a los cubanos.
No puedo "amenazar" a la Iglesia Romana con dejarla, pues hace tiempo me distancié de ella. Su conducta hacia Cuba me resulta no solamente decepcionante sino francamente inaceptable, por no decir algo peor. Ahora, aunque esto de Radio Paz tenga que ver con Ortega, el cardenal responde al Vaticano, y el problema (en general) ni se debe a él personalmente ni comenzó con él. Es cómo lo de España y Zapatero--el asunto viene de lejos.
Wenski pegaría bien en un lugar cómo Boston, pero en Miami ni pega ni pegará. Eso es tan obvio que ponerlo en Miami sugiere que la jerarquía católica quiso contrarrestar o controlar a "esa gente" (frasecita de Bill Clinton), o sea, a los cubanos.
No puedo "amenazar" a la Iglesia Romana con dejarla, pues hace tiempo me distancié de ella. Su conducta hacia Cuba me resulta no solamente decepcionante sino francamente inaceptable, por no decir algo peor. Ahora, aunque esto de Radio Paz tenga que ver con Ortega, el cardenal responde al Vaticano, y el problema (en general) ni se debe a él personalmente ni comenzó con él. Es cómo lo de España y Zapatero--el asunto viene de lejos.
Wenski pegaría bien en un lugar cómo Boston, pero en Miami ni pega ni pegará. Eso es tan obvio que ponerlo en Miami sugiere que la jerarquía católica quiso contrarrestar o controlar a "esa gente" (frasecita de Bill Clinton), o sea, a los cubanos.
ResponderEliminarNo puedo "amenazar" a la Iglesia Romana con dejarla, pues hace tiempo me distancié de ella. Su conducta hacia Cuba me resulta no solamente decepcionante sino francamente inaceptable, por no decir algo peor. Ahora, aunque esto de Radio Paz tenga que ver con Ortega, el cardenal responde al Vaticano, y el problema (en general) ni se debe a él personalmente ni comenzó con él. Es cómo lo de España y Zapatero--el asunto viene de lejos.