Por Pedro Pablo Arencibia
La Iglesia Católica después de la mitad de la década de los años 60s del pasado siglo XX y hasta el ENEC (Encuentro Nacional Eclesial Cubano) en 1986 se convirtió en una Iglesia del silencio salvo en muy contadas ocasiones; los roces fueron mínimos en esa etapa. En el ENEC aunque en determinados aspectos se cedió ante el régimen, marcó el despertar de una Iglesia y se levantaron las esperanzas; pero ya el segundo ENEC celebrado en 1996 quedó muy por debajo de las espectativas. Las Semanas Católicas fueron una gran esperanza pero parte de la Jerarquía (y muy particularmente el Cardenal Jaime Ortega) las fueron descafeinando, y la última efectuada hace un año aproximadamente fue prácticamente una Semana Católica casi oficialista. En dos de las primeras semanas católicas, de los años 90s del pasado siglo XX, laicos católicos propusieron la creación de la Vicaría de la Solidaridad, como la que existió en Chile cuando gobernaba Augusto Pinochet, pero el ya Cardenal Ortega se encargó de mover las cuerdas para que se desechara esa propuesta.
Otra esperanza malograda fue cuando se creó, a propuesta del Cardenal Roger Marie Élie Etchegaray, la Comisión Justicia y Paz, pero al poco tiempo todo quedó en esperanzas, hasta que en la práctica esa Comisión desapareció sin haber denunciado un sólo caso de las violaciones que se llevan a cabo en Cuba y sin ningún pronunciamiento general de denuncia o crítico al status quo imperante en Cuba desde hace más de medio siglo. El logro mayor, en lo relativo a Cuba, fue la presencia del laico Dagoberto Valdés Hernández en la Comisión Pontificia Justicia y Paz. Fue tan grande el deseo del Cardenal Ortega de sacar a Dagoberto de esa Comisión, que el Cardenal no esperó el poco tiempo que le faltaba a Dagoberto para cumplir el tiempo dentro de ese período y movió sus relaciones en el Vaticano para que saliera de esa Comisión; sobre eso habló el padre Olbier en Madrid, el cual también planteó de manera general que la Iglesia educa a sus hijos, pero cuando estos asumen los compromisos que ella le esnseñó, los abandona.
(Dictador Raúl Castro, Monseñor Dionisio, actual Presidente de la COCC, y el Cardenal Jaime Ortega)
Al colapsar el campo Socialista en Europa del Este la Conferencia de Obispo Católicos de Cuba, COCC, tenía una composición muy diferente a la de hoy: Monseñor José Siro González Bacallao, Monseñor Pedro Claro Meurice Estíu, Monseñor Fernando Prego, Monseñor Adolfo Rodríguez Herrera, eran algunos de los Obispos que las hacían cualitativamente diferente; hasta Monseñor Jaime Ortega no tenía el comportamiento que hoy tiene, aunque es mi criterio que nunca tuvo los méritos para tener el purpurado cardenalicio que simboliza la sangre de los mártires cristianos que dieron su vida defendiendo la fe cristiana; había otra propuesta para Cardenal, pero se escogió, a mi entender, la menos conveniente para Cuba y su Iglesia; quizás en la elección la menor edad favoreció al hoy Cardenal. No debemos olvidar al Nuncio Apostólico Beniamino Stella quien desde su posición apoyó y acompañó fuertemente en esos años 90s a la Iglesia Católica cubana en su quehacer social, evangélico y profético ; su sucesor, el difunto Monseñor Robles, ya fue diferente y en esos mismos estamos.
Cuando el Cardenal se retire (nació en 1936) dejará en Cuba una Conferencia de Obispos Católicos muy diferente a la existente hace 20 años, que si bien no era como la que había en los primeros años de la década de los 60s del pasado siglo XX, tampoco era mayoritariamente plegada al régimen como lo es hoy.
Para cambiar la correlación de fuerzas desfavorables que tenía la tiranía dentro de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba a principios de los años 90s a la favorable que tiene hoy, la tiranía ha contado con el apoyo de personas del laicado católico y de la propia jerarquía católica. Al que dude de ese cambio, le recuerdo el Mensaje de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba El Amor Todo lo Espera fechado en 1993 y el muy fuerte documento de trabajo de un nutrido grupo de sacerdotes reunidos en la basílica de Nuestra Señora Caridad del Cobre titulado Cuba. Su pueblo y su Iglesia de cara al comienzo del tercer milenio fechado en septiembre de 1999 donde se analiza El síndrome de indefensión aprendida o "no se puede hacer nada" que tiene el pueblo cubano. La edad de retiro obligatorio a los 75 años, según el Código de Derecho Canónico, y el fallecimiento de algunos de los obispos ha facilitado las maniobras del régimen. Una de las maniobras del régimen para cambiar esa correlación se puede ejemplificar con lo ocurrido en la Diócesis de Pinar del Río.
(Obispo Jorge E. Serpa, más administrador de la Diócesis de Pinar del Río que pastor )
Muy cercano ya el retiro de Monseñor José Siro González Bacallao como Obispo de Pinar del Río, muchos feligreses pensaban que el próximo Obispo sería ¨el padre Manolo¨ cuyo nombre es Manuel Hilario de Céspedes y García-Menocal, hermano de Monseñor Carlos Manuel de Céspedes y García.Menocal, pero con ideas un tanto diferentes a las de su controvertido hermano ( Por cierto, las relaciones entre el Cardenal Ortega y Monseñor Carlos Manuel no son desde hace un tiempo muy buenas ); el Padre Manolo era el asesor de la famosa revista Vitral, cuyo Director era Dagoberto Valdés Hernández, y del Centro de Formación Cívica y Regiliosa de la Diócesis de Pinar del Río,CFCR, centro que se destacó por la formación cívica y ciudadana y cuyos materiales y labor eran muy del desagrado del régimen. Dejar al Padre Manolo en Pinar del Río como Obispo sería continuar la obra de Monseñor Siro en cuanto a Vitral y el CFCR.
Pues bien, en una jugada de ajedrez político, promueven activando sus resortes e hilos al ¨padre Manolo ¨ como Obispo de Matanzas donde el laicado no tiene líderes tan relevantes como el laicado pinareño en lo concerniente a la preocupación por lo social y posteriormente eligen como Obispo de Pinar del Río a Monseñor Jorge E. Serpa, sacerdote que sólo hacía nueve años que estaba en Cuba, en la Arquidiócesis de La Habana, y que es de la línea del Cardenal Ortega.
Monseñor Serpa ha destruido toda la labor cívica y social de su antecesor Monseñor José Siro, veamos:Comenzó eliminando una pensión de 20 CUC mensuales a personas de la tercera edad que habían sido antiguos maestros de escuelas religiosas o que escribían para la revista Vitral o hacían otras labores dentro de la Iglesia y tenían muy dificil situación económica. Dagoberto Valdés tuvo que renunciar y también muchos de los trabajadores y colaboradores de Vitral y del Centro Cívico después que el apadrinado de Ortega tomó posesión de la Diócesis y exigió cambiar la línea de la revista Vitral. Monseñor Serpa desintegró la Hermandad de Ayuda al Preso y sus Familiares y al CFCR, objetivos a destruir durante años de la Seguridad del Estado. La Hermandad fue fundada por el expreso político Ricardo Urrutia y apoyada por Monseñor José Siro al igual que el CFCR, del cual Monseñor Siro, que es como le gusta que le llamen, era Rector. Hoy el Obispado de Pinar del Río no es el lugar acogedor para los fieles y el servicio de distribución gratuita de medicamentos para todos los necesitados sin diferenciar credo ni ideología ya no existe; al régimen siempre le molestó que hubiera otra institución que ofreciera medicina y gozara de alta estima en la población. Sin embargo, hoy en el Obispado de Pinar del Río son frecuentes las visitas de funcionarios del Partido Comunista de Cuba y del Poder Popular para ver al Obispo.
( Padre Vicente CabreraDelgado )
El Obispo Jorge E. Serpa ha dicho que nadie que le busque problemas con el gobierno trabaja con él en la Iglesia. Tal es así, que hasta el padre Vicente Cabrera Delgado, quien dice homilías nada agradables a la dictadura, apenas visita el Obispado y es enviado a los templos donde haya que hacer reparaciones y reconstrucciones para mantenerlo alejado de la ciudad de Pinar del Río. El mencionado sacerdote denunció públicamente que la Seguridad del Estado le había enviado a una mujer para que lo enamorara. El Obispo Serpa le increpó que si él tenía pruebas para afirmar eso. El P. Vicente es una piedra en el zapato del régimen y del Obispo Serpa; otros sacerdotes han cambiado la actitud que tenían hacia el régimen, quizás no tanto por el voto de obediencia como por aquello del libro del Eclesiastés de que todo es vanidad.
La jerarquía actual de la Iglesia Católica no intercede, sino cede ante los mandatos de la tiranía, pero la Iglesia Católica no la compone sólo la jerarquía sino el conjunto de todos los bautizados, incluyendo aquellos que ya están disfrutando de la Presencia de nuestro Señor a su lado. Entre aquellos de la vida consagrada que sí son ejemplos de su seguimiento a Cristo se encuentran los sacerdotes Jorge A. Rodríguez y el padre Olbier, según se comprueban en estos videos.
Cura párroco de la Basilica de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre
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Padre Olbier, quien fuera cura párroco de Gibara, y quien fue enviado por su Obispo a España a estudiar Teología, al igual que al Padre José Conrado, por su posición ante el régimen Castrista. El Obispo que lo envió es el mismo que le pidió a Reina Luisa Tamayo Danger lo mismo que le había pedido la Seguridad del Estado de los Castro.
( su participación comienza en la segunda parte; esta es la tercera)
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Padre Olbier, quien fuera cura párroco de Gibara, y quien fue enviado por su Obispo a España a estudiar Teología, al igual que al Padre José Conrado, por su posición ante el régimen Castrista. El Obispo que lo envió es el mismo que le pidió a Reina Luisa Tamayo Danger lo mismo que le había pedido la Seguridad del Estado de los Castro.
( su participación comienza en la segunda parte; esta es la tercera)
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Tomado de http://tiempolibre.eluniversal.com
WikiLeaks revela críticas de EEUU a la Iglesia Católica en Cuba
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"La estrategia de la Iglesia Católica es capitular a las posiciones del Gobierno cubano, con anticipación si es posible", señaló un informe de Jonathan Farrar, jefe de la Sección de Intereses de Washington en La Habana (SINA).
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22 de enero de 2011
La Habana.- Estados Unidos afirmó que la Iglesia Católica en Cuba capituló ante el gobierno de la isla y estimó difícil medir la "eficacia" de su intercesión por la liberación de presos políticos, según cables revelados por WikiLeaks.
"La estrategia de la Iglesia Católica es capitular a las posiciones del Gobierno cubano, con anticipación si es posible", señaló un informe de Jonathan Farrar, jefe de la Sección de Intereses de Washington en La Habana (SINA), informó AFP.
Según reportes enviados al Departamento de Estado en 2008, los funcionarios de la SINA celebraron reuniones con el cardenal Jaime Ortega, otros jerarcas y religiosos de la Iglesia y concluyeron que "no desafiarán" al gobierno "ni siquiera mínimamente".
"Desde el cardenal Ortega hasta las monjas de provincias, la Iglesia evita desafiar el gobierno cubano. El temor de provocar la ira reduce sus programas a labores limitadas, como el cuidado de enfermos mentales", según el informe, que también menciona un distanciamiento con los disidentes católicos.
Al ser consultado Ortega por Farrar sobre la política respecto de los presos políticos, según el cable el cardenal dijo "que la Iglesia prefiere interceder ante las autoridades entre bastidores".
"Él opina que la Iglesia es una de las pocas instituciones capaces de interceder, aunque en voz baja, con el gobierno cubano sobre esos asuntos. Es difícil juzgar con qué frecuencia o la eficacia de esa intercesión", señaló el cable.
Tras décadas de roces con el gobierno comunista, la Iglesia retomó espacio, fue reconocida por las autoridades como "interlocutor" y logró en 2010, tras un inédito diálogo entre Ortega y el presidente Raúl Castro, el compromiso de liberación de 52 presos políticos, de los cuales aún faltan por liberar 11 que rechazan el exilio.
Asimismo, señaló que la prioridad del cardenal Ortega es aumentar el número de sacerdotes y renovar las iglesias, lo cual estimó parece ir cumpliéndose pues el número de religiosos pasó de 300 a 600 en el último decenio, la mitad extranjeros.
22 de enero de 2011
La Habana.- Estados Unidos afirmó que la Iglesia Católica en Cuba capituló ante el gobierno de la isla y estimó difícil medir la "eficacia" de su intercesión por la liberación de presos políticos, según cables revelados por WikiLeaks.
"La estrategia de la Iglesia Católica es capitular a las posiciones del Gobierno cubano, con anticipación si es posible", señaló un informe de Jonathan Farrar, jefe de la Sección de Intereses de Washington en La Habana (SINA), informó AFP.
Según reportes enviados al Departamento de Estado en 2008, los funcionarios de la SINA celebraron reuniones con el cardenal Jaime Ortega, otros jerarcas y religiosos de la Iglesia y concluyeron que "no desafiarán" al gobierno "ni siquiera mínimamente".
"Desde el cardenal Ortega hasta las monjas de provincias, la Iglesia evita desafiar el gobierno cubano. El temor de provocar la ira reduce sus programas a labores limitadas, como el cuidado de enfermos mentales", según el informe, que también menciona un distanciamiento con los disidentes católicos.
Al ser consultado Ortega por Farrar sobre la política respecto de los presos políticos, según el cable el cardenal dijo "que la Iglesia prefiere interceder ante las autoridades entre bastidores".
"Él opina que la Iglesia es una de las pocas instituciones capaces de interceder, aunque en voz baja, con el gobierno cubano sobre esos asuntos. Es difícil juzgar con qué frecuencia o la eficacia de esa intercesión", señaló el cable.
Tras décadas de roces con el gobierno comunista, la Iglesia retomó espacio, fue reconocida por las autoridades como "interlocutor" y logró en 2010, tras un inédito diálogo entre Ortega y el presidente Raúl Castro, el compromiso de liberación de 52 presos políticos, de los cuales aún faltan por liberar 11 que rechazan el exilio.
Asimismo, señaló que la prioridad del cardenal Ortega es aumentar el número de sacerdotes y renovar las iglesias, lo cual estimó parece ir cumpliéndose pues el número de religiosos pasó de 300 a 600 en el último decenio, la mitad extranjeros.
Una prioridad era también que se concluyera la construcción del seminario mayor, primero en medio siglo de gobierno comunista, y el cual fue inaugurado en noviembre pasado en un acto al que asistió Raúl Castro.
Otro cable, de marzo de 2008 y firmado por el ex jefe de la SINA, Michael Parmly, señaló que la visita a Cuba, en febrero del 2008, del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, recibió críticas de sectores eclesiales cubanos que consideraron sirvió al gobierno cubano.
El informe añade que el cardenal Ortega gestionó una visita a Cuba del actual Papa, Benedicto XVI, en enero de 2009, lo cual no consiguió.
Otro cable, de marzo de 2008 y firmado por el ex jefe de la SINA, Michael Parmly, señaló que la visita a Cuba, en febrero del 2008, del cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, recibió críticas de sectores eclesiales cubanos que consideraron sirvió al gobierno cubano.
El informe añade que el cardenal Ortega gestionó una visita a Cuba del actual Papa, Benedicto XVI, en enero de 2009, lo cual no consiguió.
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