lunes, agosto 26, 2013

Esteban Fernández sobre Cuba: ¡BIENVENIDOS SEAN LOS MARINES!

¡BIENVENIDOS SEAN LOS MARINES!


 Por Esteban Fernández

Les dije hace poco en el escrito “Las Gatitas de Maria Ramos” que los retoños de Lucifer evitan por todos los medios despertar al tigre norteamericano y provocar una invasión a Cuba.

¿Por qué? Porque ellos consideran que de la única forma en que tienen que salir corriendo y abandonar el poder o perder las vidas en la defensa de la revolución es a través de un ataque con todos los hierros del vecino del norte.

Y muchísimos buenos y patriotas cubanos concuerdan con eso y me confiesan decepcionados que desde hace varios años, miran para la Isla y no observan nada. Ponen sus vistas en el destierro y ven menos. Y que no existe aquí, ni allá, una posibilidad real ni un plan  serio encaminado a lograr la liberación inmediata. Esa es la triste verdad la cual me siento muy débil para poder refutar.

Porque con mucha razón sostienen que la resistencia interna está desarmada y recibiendo empellones y así no se llega a nada. Y que , en el mejor de los casos, la solución del grave problema cubano utilizando ese método “Llevaría muchísimos años en producirse” como abiertamente lo dijo hace poco Reinaldo Escobar quien además de ser el esposo de Yoani Sánchez es uno de los principales promotores de esa idea.

Mucha gente cree firmemente que del lado acá no hay nada. Y permítanme repetirles que existen muchos ex combatientes que no vislumbran un solo indicio  de que nuestras huestes  están preparándose para darle un golpe definitivo a la tiranía. Tristeza me da cuando alguien me pregunta: ¿Qué tiempo hace que, dentro de Cuba y menos desde el destierro, alguien le gane una simple escaramuza a la tiranía? Tanto que ya casi nadie se acuerda.

Yo soy de los poquitos que desesperadamente quieren seguir teniendo fe en los esfuerzos propios. Pero lo cierto es que todas las gestiones (y yo, a pesar de los antes dicho,  participo de algunas de ellas) logran perjudicar al régimen pero ¡no lo tumba!

Por las mañanas  me levanto pensando ¿cómo puedo  hoy dañar a los detestables castristas? Al fin se me ocurre algo y lo pongo en práctica. Y me siento contento conmigo mismo. Es el placer del deber cumplido. Pero perfectamente sé que eso no derroca aquello. Ni mis escritos, ni los discursos, ni los banquetes nuestros, ni los desfiles con gladiolos de las Damas de Blanco allá, darán al traste con la satrapía.

Y... poco a poco, cada día estoy más de acuerdo con los que constantemente me dicen que únicamente los "yanquis" pulverizan al sistema y que ese es el motivo de la postura de "gatitas de Maria Ramos" de los Castro de la cual les hablé. Ellos evitan por todos los medios la confrontación y quizás a nosotros no nos queda otra alternativa que tratar de provocarla. Les juro por Dios Santo que se me cae la cara de la pena al decir que tienen la razón los que piensan que "Solamente el "U.S. Army", la Fuerza Aérea, los "Navy Seals" tienen la capacidad de barrer del mapa al  desgobierno cubano y que está bueno ya de engañarnos nosotros mismos"...

No me queda más remedio que aceptar que entonces ¡sólo entonces! tras la desbandada de esbirros EL PUEBLO CUBANO SE LANZARÁ A LAS CALLES  a cooperar con los invasores. Y me da también vergüenza decir que: si fuera el gobierno de los Estados Unidos el que convocara a participar en las acciones bélicas miles de desterrados se unirían a este esfuerzo. Odio tener que decir esto: una, porque sinceramente preferiría que fuéramos nosotros solos los libertadores, y dos, porque yo no soy un ferviente creyente de los norteamericanos. Lo cierto es que detesto con todas mis fuerzas aceptar que tienen que ser ellos los que nos saquen las castañas del fuego. 

Pero es que ya estoy cansado de que traten de embullarme a través de brindarme esperanzas injustificadas. Ni el exilio está en pie de combate y muchísimo menos lo están los opositores internos. Y nadie luce dispuesto a desenterrar el hacha de la guerra justa y necesaria.  Aquí sobran los buscadores de subsidios y allá los fumadores de la pipa de la paz.

Otros discrepan y dicen que “Los norteamericanos  no van a hacer nada, no nos van a resolver nuestro problema ni nos van a liberar y mucho menos teniendo a Barack Obama en el poder". O.K. pero recuerden que esas mismas palabras las pronunciaban la gente de Irak y Afganistán y miren lo que pasó. Personalmente, en la actualidad, yo tengo más fe en los "Green Berets" que en nosotros. Mi nacionalismo ha sucumbido ante la realidad y mi desespero por salir de la carroña impuesta en nuestra nación.

Si después de leer esto algunos consideran que me pongo del lado de los que esperan pacientemente que "el maná  caiga del cielo" les aseguro que cada vez que voy al doctor en el "Hospital de Veteranos" y entablo conversación con algún "Marine" le doy mi tarjeta y le digo: "Si van a desembarcar en Cuba me invitan que yo voy aunque sea de aguador"...

Desde luego que yo no me engaño, ni los engaño a ellos ni a ustedes, y acepto que el otro inconveniente es que ya nos estamos poniendo viejos y siempre añado: "Solamente, por favor, vamos a tomar primero los Hospitales "CIMEQ" y "Hermanos  Ameijeiras" para recoger algunas pastillas para tener, como aquí,  la presión arterial controlada"...
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

Yo  desearía una intervención militar internacional a Cuba si en la  Cuba de la tiranía Castrista se produjeran  matanzas como las que las dictaduras  han llevado a cabo en la Plaza de Tianamen en China, la  que está llevando Asad en Siria, etc.

Si bien:

1)  El  Prebístero Félix Varela, en el número 2 de “ El Habanero“, escribió  Tranquilidad de la isla de Cuba, en donde se lee:

.... Si por desgracia se diere lugar a la invasión de tropas colombianas o mexicanas, es menester unirse a ellas; no tomar la defensa de un gobierno que solo pide sacrificios inútiles; cambiar el orden de cosas, y despedir prontamente los huéspedes con las indemnizaciones que fueren justas y con las pruebas de la mas sincera amistad y gratitud. Cualquier otro partido que se tome, es inútil, es absurdo, y es destructor del país.

 2) José Martí  escribió 

¨Y no quiero a mi patria ¡no! víctima de capataces. La prefiero esclava de los demás a verla esclava de sus hijos.¨ (citado por Pichardo, 286)

¨ La independencia de un pueblo consiste en el respeto que los poderes públicos demuestren a cada uno de sus hijos.¨ (citado por Pichardo en 317)

Para Martí la independencia no solamente no existía cuando una Metrópoli no respetaba los derechos de los habitantes de la Colonia; tampoco se era independiente cuando los poderes públicos de una nación, desempeñados por nacionales o por extranjeros, no demostraban respeto hacia cada uno de sus hijos. Observemos que ese respeto, según Martí, debía ser para cada uno de sus hijos y no para una parte.
Hortensia Pichardo, José Martí-Lecturas para los niños. Edición muy deteriorada por el tiempo.

3) En la carta de respuesta del Generalísimo Máximo Gómez  fechada el 20 de abril de 1898,  a la carta  fechada el 5 de marzo de 1898 del  Capitán General español Ramón Blanco Erenas, Máximo Gómez escribe: 

Me asombra su atrevimiento al proponerme otra vez términos de paz, cuando sabe que españoles y cubanos jamás podrán vivir en paz en el suelo de Cuba. Usted representa en esta Cuba una monarquía vieja, desacreditada, y nosotros combatimos por un principio americano, el mismo de Bolívar y de Washington.

Usted dice que pertenecemos a la misma raza y me invita a luchar contra un extranjero; pero usted se equivoca otra vez, porque no hay diferencias de sangre y raza. Yo solo creo en una raza, la Humanidad, y para mí no hay sino naciones buenas o malas. España ha sido, hasta aquí, mala, cumpliendo en estos momentos los Estados Unidos hacia Cuba un deber de humanidad y civilización. Desde el atezado indio salvaje hasta el refinado inglés un hombre es para mí digno de respeto, según su honradez y sentimientos, cualquiera que sea el país o raza a que pertenezca o la religión que profese.

Así son para mí las naciones, y hasta el presente sólo he tenido motivos de admiración para los Estados Unidos. He escrito al presidente McKinley y al general Miles. No veo el peligro de exterminio por los Estados Unidos a que usted se refiere en su carta. Si así fuere, la Historia los juzgará. Por el presente sólo tengo que repetirle que es muy tarde para inteligencias entre su ejército y el mío".

4) El Consejo de Gobierno de Cuba en Armas, presidido por Bartolomé Masó, determinó el 10 de mayo de 1898 supeditar las  fuerzas independentistas cubanas al mando militar norteamericano. Esa decisión fue tomada sobre la base que los insurgentes cubanos debían hacer causa común con Estados Unidos, país valorado como ... nación justa, poderosa y fuerte, dispuesta a coadyuvar con nosotros.

5) José Luciano Franco,  historiador y Héroe del Trabajo Socialista, quien fuera testigo de la intervención norteamericana, expresó en entrevista a María Poumier  el 16 de diciembre de 1969:

El Ejército americano fue bien recibido, contra todo lo que diga  todo el mundo; porque el odio concentrado de Cuba desde años era en contra  los españoles; se tomó en ese momento por el pueblo la llegada norteamericana como una cosa libertadora. Había, en comparación con España, un idealismo cubano, considerando al norteamericano el mejor del mundo.

6)  El gran patriota cubano Manuel Sanguily como Ministro de Estado (responsabilidad que corresponde a la de Canciller o Ministro de Relaciones Exteriores en nuestros días) del gobierno de José Miguel Gómez, en su discurso en el teatro Polyteama,  expresó:

"Mantendrá el Gobierno las relaciones más cordiales en el orden diplomático y de los negocios, con las naciones amigas entre nosotros dignamente representadas, y sobre todo cultivará los grandes y vitales intereses que en franca y afectuosa correspondencia nos ligan a los Estados Unidos, no ya solo en consideración a las ventajas que deriva de ellos nuestra economía, sino por los incomparables servicios que el pueblo y el Gobierno americanos han prestado a la causa de la justicia, de la civilización y de nuestra nacional soberanía.

Y no os sorprenda esta sincera manifestación de quien siempre ha vivido inquieto y receloso en el temor de los grandes y los fuertes. Dos veces -una, por la ceguedad de nuestra vieja y orgullosa Metrópoli; otra por la ceguedad de enconos fratricidas-, vinieron aquí los americanos traídos por su fortuna o llamados por nuestras discordias, y siempre se retiraron de nuestro territorio, haciéndonos el doble beneficio de construir dos veces la república, y dejándonos en el corazón atribulado, desengaños y escarmientos; más en ambas ocasiones, motivos superiores de admiración y de gratitud por esa magnánima conducta que jamás en la historia habían observado los pueblos fuertes y triunfantes con los débiles, conturbados y decaídos" (Jorge Ibarra; pag 312 del libro Cuba 1898-1921 Partidos Políticos y Clases Sociales)