Tomado de http://www.infiernodepalo.com/
Un personaje cotidiano más entre las sombras
Por Juan González Febles
La Habana
12/18/2013
Se habla mucho sobre quien es más o menos importante, pero se habla poco de hacer o de los que hacen, porque en Cuba el simple hacer, dejó de ser importante.
Cada domingo, desde hace más tiempo que el necesario para lastimar la sensibilidad y la decencia de cualquiera, las Damas de Blanco ponen en las calles de Cuba, en ejercicio del derecho a la libre expresión y a la manifestación pacífica, más de cien personas. Se ha hecho ya monotonía, las informaciones de como la policía de Seguridad del Estado, cada domingo desde hace tantos, ejerce la brutalidad policial y la violencia, contra mujeres y activistas pacíficos de la oposición interna.
Como Cuba es el paraíso de la responsabilidad ausente o diluida, se cae en el desgaste de la denuncia de esbirros de menor cuantía. Entonces, inexplicablemente saltan a la palestra pública, esbirros de quinta categoría como el que se hace llamar Camilo o el que se hace llamar Volodia, pero de quien no se habla es de los principales responsables de tanta villanía desde hace tanto tiempo.
(General Raveiro. Nombre añadido por el bloguista de BC)
El jefe a nivel nacional de la policía Seguridad del Estado de Cuba, es un general de brigada con alguna que otra medalla reconocida, aunque sin batallas conocidas. Este generalísimo del abuso y la impunidad, increíblemente nunca ocupa el espacio que merece en los medios. Se mueve en la seguridad de su casi anonimato, sin asumir responsabilidad alguna por los abusos y crueldades que se cometen bajo su mandato. Pero tanto este siniestro personaje, como sus predecesores y presumiblemente sus sucesores en tan discutible cargo, no pueden mantenerse fuera del escrutinio público más tiempo. El general Raveiro, -este es su apellido, su nombre es poco relevante- no debe seguir actuando desde la sombra.
Tanto Cuba como el mundo merecen conocerlo y desde este conocimiento, enviar el mensaje para que cualquiera que -antes o después- asuma tal oficio de tinieblas, sepa que inexorablemente quedará marcado por su actuar y en algún momento pagará por las consecuencias de tan vil proceder.
infiernodepalo@gmail.com
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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Siempre hay gente para todo, para cualquier cosa, por horrible que sea, sobre todo si hay ganancia. Corea del Norte es peor que Cuba, y ahí sigue, tan campante. Llegado el día del derrumbe y de un cambio radical, nunca se puede hacer justicia salvo de forma muy limitada porque el crimen es demasiado grande y ha durado demasiado tiempo. O sea, al menos en este mundo, los peores sistemas criminales quedan relativamente impunes. Hasta hablando de individuos, por ejemplo Fidel Castro, no existe castigo posible que lo pudiera hacer pagar por lo que ha hecho, pues ese no paga con absolutamente nada. Lo mismo era aplicable a Stalin o Mao o Pol Pot. Y eso es parte del problema: los que no creen en Dios ni en el infierno saben que si cometen un crimen de suficiente magnitud, la justicia humana o terrenal nunca les podrá cobrar lo que deben
Realpolitik
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ALGUNOS COMENTARIOS DEJADOS
Siempre hay gente para todo, para cualquier cosa, por horrible que sea, sobre todo si hay ganancia. Corea del Norte es peor que Cuba, y ahí sigue, tan campante. Llegado el día del derrumbe y de un cambio radical, nunca se puede hacer justicia salvo de forma muy limitada porque el crimen es demasiado grande y ha durado demasiado tiempo. O sea, al menos en este mundo, los peores sistemas criminales quedan relativamente impunes. Hasta hablando de individuos, por ejemplo Fidel Castro, no existe castigo posible que lo pudiera hacer pagar por lo que ha hecho, pues ese no paga con absolutamente nada. Lo mismo era aplicable a Stalin o Mao o Pol Pot. Y eso es parte del problema: los que no creen en Dios ni en el infierno saben que si cometen un crimen de suficiente magnitud, la justicia humana o terrenal nunca les podrá cobrar lo que deben
Realpolitik
Siempre hay gente para todo, para cualquier cosa, por horrible que sea, sobre todo si hay ganancia. Corea del Norte es peor que Cuba, y ahí sigue, tan campante. Llegado el día del derrumbe y de un cambio radical, nunca se puede hacer justicia salvo de forma muy limitada porque el crimen es demasiado grande y ha durado demasiado tiempo. O sea, al menos en este mundo, los peores sistemas criminales quedan relativamente impunes. Hasta hablando de individuos, por ejemplo Fidel Castro, no existe castigo posible que lo pudiera hacer pagar por lo que ha hecho, pues ese no paga con absolutamente nada. Lo mismo era aplicable a Stalin o Mao o Pol Pot. Y eso es parte del problema: los que no creen en Dios ni en el infierno saben que si cometen un crimen de suficiente magnitud, la justicia humana o terrenal nunca les podrá cobrar lo que deben.
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