Tania Díaz Castro desde Cuba sobre la invasión a Granada y el testimonio del periodista Jesús Abascal. “Los vi huir de pánico hacia la Embajada Soviética”
“Los vi huir de pánico hacia la Embajada Soviética” ... como corrieron por sus vidas Fidel y Raúl Castro en el ataque al Cuartel Moncada y en el ¿ combate? de Alegría de Pío después del desembarco del Granma. Fidel después no participó en combates en la Sierra Maestra salvo desde posiciones muy lejanas al combate. Húber Matos cuenta que Raúl Castro aterrorizado en el poblado de La Maya por la posible llegada de refuerzos del Ejército, le ordenó a su chofer ¿ Maro? que acelerara el jeep y se fuera de ahí que podían capturarlos.
“Los vi huir de pánico hacia la Embajada Soviética”
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Granada: El día en que la guapería cubana y el alarde de Fidel Castro fueron puestos en ridículo
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martes, febrero 11 2014
LA HABANA, Cuba, enero, www.cubanet.org -Si los cubanos han padecido durante siglos de ¨guapería¨ como un rasgo de su carácter machista, con Fidel Castro perdieron la oportunidad de manifestarla, en muchos aspectos de la vida, y entre ellos, también en asuntos de guerra. Fue el caso de la invasión de Estados Unidos a Granada, cuando el régimen quiso hacer un Viet Nam de esa pequeña isla antillana, famosa por sus bosques de canela y pimienta.
A mediados de 1984, meses después de esa invasión, visité a Jesús Abascal, un colega con quien trabajé varios años. Fue un comunista de pura cepa, de esos que ni a través de una potente lupa ven las manchas de tan siniestra ideología, pero buen periodista, hombre honesto y un excelente narrador de cuentos cortos.
En los momentos en que los aviones A-7 Corsair y los Army Rangers de la 82 División aerotransportada de Estados Unidos pisaron tierra granadina, Abascal estaba allí, asomado a la ventana de un edificio.
La historia que me hizo aquel día jamás se me ha apartado de la mente. Abría los ojos y movía las manos en gestos desesperados, como para poder describirme lo indescriptible, y me confesó que aún se sentía incapaz de plasmar en un papel tan impresionante espectáculo. Lo volví a ver unos años después y me dijo que nunca había podido escribirlo.
“Vi a los soldados norteamericanos cuando salían del agua –comenzó diciéndome-. Parecían monstruos o extraterrestres, con vestimentas que cegaban, que emitían luces nunca vistas. Por momentos se hacían invisibles, o se movían como autos de carrera, igual que las terribles máquinas descritas por Ezequiel en la Biblia. Con una rapidez descomunal, aquellos sofisticados soldados norteamericanos ocuparon la isla de Granada. Es la única vez que tropas cubanas y estadounidenses se vieron de frente.¨
Luego comentó, adolorido y apenado, que a pesar de estar armados, vio aterrados no sólo a los albañiles, casi mil cubanos que construían un inmenso aeropuerto, en un país con apenas 311 km2 y cien mil habitantes, sino también a los oficiales cubanos de la contrainteligencia e instructores especializados que acompañaban al coronel Pedro Tortoló Comas.
¨Tortoló había llegado el día anterior de la invasión –continuó Abascal- , junto a un avión AN-26 de Cubana de Aviación, enviado por Fidel Castro, con toneladas de armamentos para que él y los albañiles pudieran enfrentarse a los norteamericanos. Luego los vi huir bajo una crisis de pánico hacia la Embajada Soviética, donde pidieron protección y asilo, sin importarles que desde La Habana Fidel les daba la orden de pelear hasta el último hombre y que en la pantalla de la televisión se escuchara a cada momento que ¨los gloriosos combatientes cubanos se inmolaban por la patria, envueltos en la bandera cubana¨.
¨No era para menos –me dijo, por último, mi amigo -. No pudieron enfrentarse a aquella cosa que ni por la mente les pasó fuera así. Poco después los vi desfilando por la Plaza de la Revolución convertidos en héroes de Granada y lloré de vergüenza delante del televisor¨.
Han pasado treinta años de aquel hecho y se sabe que el mismo equipo que capturó y ajustició a Osama Bin Laden, formó parte de la invasión a Granada, que los soldados del ejército estadounidenses poseen mejor tecnología para combates inteligentes, que existen los drones armados. Tanto ayer como hoy, la dictadura castrista sabe que una invasión de Estados Unidos a Cuba terminaría en pocas horas.
Hace apenas un par de meses, el mando superior de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba lo dijo por lo claro en la prensa oficialista, cuando realizó el ensayo militar Bastión 2013:
¨Este ensayo masivo no se hace para amenazar a nadie, ni para alardear de poderío militar, pero está basado, a falta de armamento y tecnología, en la unidad y capacidad de resistencia de los ciudadanos, para la guerra de todo el pueblo¨.
Habrá que suponer que no estuvieran refiriéndose a la misma capacidad de resistencia que mostraron en Granada.
Nota: Jesús Abascal, 1934. Trabajó como periodista en varios órganos de prensa. Autor de los libros Soroche y otros cuentos, 1963 y Staccato, 1967. Se jubiló en 1980.
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