miércoles, marzo 12, 2014

Iván García Quintero desde Cuba: ¿Es anti estadounidense el pueblo cubano?


¿Es anti estadounidense el pueblo cubano?
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En un sondeo a 25 personas con aspiraciones a marcharse del país, 22 prefieren Estados Unidos antes que democracias prósperas y estables como Suiza, Finlandia o Noruega.
http://www.martinoticias.com/content/es-anti-estadounidense-el-pueblo-cubano/32808.html
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Por Iván García Quintero
marzo 10, 2014

Si Yasiel, futuro emigrante, pudiera elegir el país de destino se decidiría por Estados Unidos. “Dentro de tres meses me marcho a Frankfurt, de donde es mi esposa. Alemania es la actual locomotora económica de Europa, pero el lugar donde quisiera residir de manera definitiva es en Estados Unidos”.

Como Yasiel, piensa la mayoría de los emigrantes potenciales. En un sondeo a 25 personas con aspiraciones a marcharse del país, 22 prefieren Estados Unidos antes que democracias prósperas y estables como Suiza, Finlandia o Noruega.

Raimundo, un habanero que hace 7 años reside en Estocolmo, puede estar horas alabando las políticas sociales del gobierno sueco, pero si le piden un consejo sobre cuál es el mejor país a la hora de emigrar se decanta por Estados Unidos.

“A los cubanos le es difícil adaptarse a los rudos inviernos. Es verdad que las democracias escandinavas, holandesas y canadienses te ofrecen una vida digna. Pero a un caribeño le cuesta bastante insertarse en una sociedad como la sueca. Puedes votar cuando obtienes la ciudadanía, ya aspirar a puestos políticos o escalar en la pirámide social es más complejo. Para la gente joven, preparada y ambiciosa, en el mejor sentido de la palabra, Estados Unidos ofrece mayores posibilidades”, acota Raimundo.

Carlos, sociólogo, considera que ciertas leyes de Estados Unidos, exclusivas para cubanos, como la Ley de Ajuste, indudablemente han beneficiado al exilio de la isla.

“Basta mirar el número de políticos, artistas, deportistas o empresarios exitosos de origen cubano. Pero creo que no es solo por el apoyo legal de la Casa Blanca hacia los cubanos, es el concepto de  nación que ellos tienen. Desde su Constitución, el espíritu de trabajo y la audacia para emprender negocios son impresionantes. Estados Unidos es más que un espacio multicultural y multiétnico. Es también el mejor sitio del mundo en cuanto a oportunidades. En Europa, un extranjero lo tiene complicado si pretende abrir un canal de TV o acceder a un escaño parlamentario. Por supuesto, los Estados Unidos de Américas están lejos de ser una sociedad perfecta, hay demasiados prejuicios raciales, violencia y drogas, pero sigue siendo el país donde mucho cubanos anhelan vivir y triunfar”, apunta el sociólogo.

Cincuenta y cinco años de peroratas antiyanquis por parte de Fidel Castro y su revolución, han logrado el efecto de boomerang. Y no es que el ciudadano de a pie aplauda alegremente ciertas políticas exteriores de su vecino del norte.

Son pocos en Cuba los que aceptan la Base Naval de Guantánamo. Y es mayoría, incluso dentro de la disidencia, los que se oponen al embargo comercial y financiero de Estados Unidos.

Pero si comparamos al antiamericanismo existente en el Medio Oriente o algunas regiones de América Latina, es evidente que un segmento amplio de cubanos no siente animosidad por la cultura o el modelo de sociedad estadounidense.

Todo lo contrario. Existe una corriente popular, quizás exagerada, que glorifica productos tales como alimentos, manufacturas, autos, deportes, filmes, seriales televisivos y todo lo que lleve la marca Made in USA.

En el mercado subterráneo, la última versión de una computadora HP, puede costar más de mil dólares. Si es Apple casi el doble. Igual sucede con los iPhone o BlackBerry, tabletas o teles de pantalla plana fabricados en Estados Unidos.

Los electrodomésticos de China, Japón o Corea del Sur son un 30 por ciento más baratos. Ramiro suele vender equipos informáticos y cuando la gente le pregunta de qué país procede, responde: “Es de Estados Unidos, de los malos que hacen cosas buenas”.

Es probable que sean prejuicios estereotipados. Quizás el reiterado discurso anti gringo de los hermanos Castro ha provocado que infinidad de personas hoy adoren el American way of life.

También es una contradicción que mientras la prensa oficial escribe cientos de artículos contra el ‘imperialismo yanqui’, el 80 por ciento de los contenidos de dos medios estatales como la televisión y el cine, son facturados en USA.

Un editor televisivo asegura que "una de las cosas buenas del embargo es que de internet bajamos películas o seriales sin tener que preocuparnos por pagar derechos de autor”.

Pudiera pensarse que detrás de las voces 'ofendidas' de cubanos que en marchas multitudinarias organizadas por el régimen verde olivo, han coreado consignas contra Estados Unidos, existía un gran malestar hacia ese país.

Nada más lejos de la verdad. Eduardo, otrora funcionario del partido, en diferentes plazas públicas acusó a la Casa Blanca de todos los males que padece Cuba.

“Llegué a odiar a esa nación. Años después, desilusionado de la situación en mi país, sigo pensando que durante su expansión imperial en los siglos XIX y XX, Estados Unidos fue torpe y realizó acciones bélicas en América Latina que ha provocado esa discordia latente. Pero no todo es en blanco y negro”, señala en un parque del Vedado, mientras espera su turno para solicitar visa de salida definitiva hacia Estados Unidos.

Como Eduardo, cientos de miles cubanos sueñan con vivir en el país que una vez fuera el enemigo número uno de Fidel Castro.

Por Iván García Quintero

marzo 10, 2014
Si Yasiel, futuro emigrante, pudiera elegir el país de destino se decidiría por Estados Unidos. “Dentro de tres meses me marcho a Frankfurt, de donde es mi esposa. Alemania es la actual locomotora económica de Europa, pero el lugar donde quisiera residir de manera definitiva es en Estados Unidos”.

Como Yasiel, piensa la mayoría de los emigrantes potenciales. En un sondeo a 25 personas con aspiraciones a marcharse del país, 22 prefieren Estados Unidos antes que democracias prósperas y estables como Suiza, Finlandia o Noruega.

Raimundo, un habanero que hace 7 años reside en Estocolmo, puede estar horas alabando las políticas sociales del gobierno sueco, pero si le piden un consejo sobre cuál es el mejor país a la hora de emigrar se decanta por Estados Unidos.

“A los cubanos le es difícil adaptarse a los rudos inviernos. Es verdad que las democracias escandinavas, holandesas y canadienses te ofrecen una vida digna. Pero a un caribeño le cuesta bastante insertarse en una sociedad como la sueca. Puedes votar cuando obtienes la ciudadanía, ya aspirar a puestos políticos o escalar en la pirámide social es más complejo. Para la gente joven, preparada y ambiciosa, en el mejor sentido de la palabra, Estados Unidos ofrece mayores posibilidades”, acota Raimundo.

Carlos, sociólogo, considera que ciertas leyes de Estados Unidos, exclusivas para cubanos, como la Ley de Ajuste, indudablemente han beneficiado al exilio de la isla.

“Basta mirar el número de políticos, artistas, deportistas o empresarios exitosos de origen cubano. Pero creo que no es solo por el apoyo legal de la Casa Blanca hacia los cubanos, es el concepto de  nación que ellos tienen. Desde su Constitución, el espíritu de trabajo y la audacia para emprender negocios son impresionantes. Estados Unidos es más que un espacio multicultural y multiétnico. Es también el mejor sitio del mundo en cuanto a oportunidades. En Europa, un extranjero lo tiene complicado si pretende abrir un canal de TV o acceder a un escaño parlamentario. Por supuesto, los Estados Unidos de Américas están lejos de ser una sociedad perfecta, hay demasiados prejuicios raciales, violencia y drogas, pero sigue siendo el país donde mucho cubanos anhelan vivir y triunfar”, apunta el sociólogo.

Cincuenta y cinco años de peroratas antiyanquis por parte de Fidel Castro y su revolución, han logrado el efecto de boomerang. Y no es que el ciudadano de a pie aplauda alegremente ciertas políticas exteriores de su vecino del norte.

Son pocos en Cuba los que aceptan la Base Naval de Guantánamo. Y es mayoría, incluso dentro de la disidencia, los que se oponen al embargo comercial y financiero de Estados Unidos.

Pero si comparamos al antiamericanismo existente en el Medio Oriente o algunas regiones de América Latina, es evidente que un segmento amplio de cubanos no siente animosidad por la cultura o el modelo de sociedad estadounidense.

Todo lo contrario. Existe una corriente popular, quizás exagerada, que glorifica productos tales como alimentos, manufacturas, autos, deportes, filmes, seriales televisivos y todo lo que lleve la marca Made in USA.

En el mercado subterráneo, la última versión de una computadora HP, puede costar más de mil dólares. Si es Apple casi el doble. Igual sucede con los iPhone o BlackBerry, tabletas o teles de pantalla plana fabricados en Estados Unidos.

Los electrodomésticos de China, Japón o Corea del Sur son un 30 por ciento más baratos. Ramiro suele vender equipos informáticos y cuando la gente le pregunta de qué país procede, responde: “Es de Estados Unidos, de los malos que hacen cosas buenas”.

Es probable que sean prejuicios estereotipados. Quizás el reiterado discurso anti gringo de los hermanos Castro ha provocado que infinidad de personas hoy adoren el American way of life.

También es una contradicción que mientras la prensa oficial escribe cientos de artículos contra el ‘imperialismo yanqui’, el 80 por ciento de los contenidos de dos medios estatales como la televisión y el cine, son facturados en USA.

Un editor televisivo asegura que "una de las cosas buenas del embargo es que de internet bajamos películas o seriales sin tener que preocuparnos por pagar derechos de autor”.

Pudiera pensarse que detrás de las voces 'ofendidas' de cubanos que en marchas multitudinarias organizadas por el régimen verde olivo, han coreado consignas contra Estados Unidos, existía un gran malestar hacia ese país.

Nada más lejos de la verdad. Eduardo, otrora funcionario del partido, en diferentes plazas públicas acusó a la Casa Blanca de todos los males que padece Cuba.

“Llegué a odiar a esa nación. Años después, desilusionado de la situación en mi país, sigo pensando que durante su expansión imperial en los siglos XIX y XX, Estados Unidos fue torpe y realizó acciones bélicas en América Latina que ha provocado esa discordia latente. Pero no todo es en blanco y negro”, señala en un parque del Vedado, mientras espera su turno para solicitar visa de salida definitiva hacia Estados Unidos.

Como Eduardo, cientos de miles cubanos sueñan con vivir en el país que una vez fuera el enemigo número uno de Fidel Castro.