Tomado de http://www.diariodecuba.com
Cuba dependerá de EEUU
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Con embargo o sin él, la dependencia económica de la Cuba castrista de EEUU será cada vez mayor.
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Por Roberto Álvarez Quiñones
Los Ángeles
24 Ago 2015
Independientemente de si el Congreso de Washington levanta el embargo comercial y financiero o no lo hace, Cuba tendrá una dependencia económica de EEUU tan grande o mayor que la que tuvo de la Unión Soviética y de Venezuela.
Tal maridaje económico con el "enemigo imperialista" será inevitable, en la medida en que se agrave la crisis en Venezuela y el precio del petróleo no regrese a los niveles de 90 y 100 dólares el barril, algo totalmente improbable según los expertos en materia energética.
Y es que Fidel Castro, al suprimir el sector privado hace 55 años e imponer el improductivo sistema marxista-leninista, mató la gallina de los huevos de oro. Desde entonces Cuba, una de las naciones con más alto nivel de vida en Latinoamérica en los años 50, perdió la capacidad de sustentarse a sí misma.
Tal capacidad de sustentación no será recuperada hasta tanto no sean liberadas las fuerzas productivas y surja un pujante sector capitalista en la Isla. La imposibilidad de valerse por sí misma convirtió a Cuba en un país proxeneta cuya economía solo puede mantenerse a flote si un mecenas extranjero le obsequia mucho dinero.
Ya la URSS no existe. El chavismo en Venezuela va por el mismo camino, y antes perderá su condición de tío rico dadivoso. Por tanto, la única fuente importante de cash que tendrán los hermanos Castro será EEUU.
Tras la estatización en 1960 de todas las grandes y medianas empresas del país, con el estalinista Che Guevara al frente, la economía cubana, transformada ya en un parásito social, pasó a depender de la Unión Soviética, que se hizo cargo de mantener al castrismo para utilizar a Cuba como gran base de inteligencia en las narices de Washington y para expandir la influencia soviética por el continente americano.
Con la marxista "división socialista internacional del trabajo", diseñada en Moscú, tan pronto Cuba entró en Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) en 1972 se le designó como la azucarera de dicho bloque comunista, auspiciado y controlado por la URSS. El CAME, con 11 países miembros (más Yugoslavia como miembro asociado) y creado en 1949, era conocido en Occidente como COMECON y tenía como brazo político-militar el Pacto de Varsovia.
La URSS le compraba a Cuba unos cuatro millones de toneladas de azúcar, así como níquel y otros productos básicos. Y enviaba a la Isla el petróleo que consumía, maquinarias, alimentos, equipos de transporte, materias primas y casi todos los bienes que necesitaba. Encima le entregaba gratuitamente modernos aviones de combate, tanques, barcos, fusiles, ametralladoras, cañones, cohetes, etc.
Déficits astronómicos
Pero el valor de lo enviado por la URSS era infinitamente superior a lo entregado por Cuba y la balanza comercial cubana con el CAME, en particular con la URSS, y con el resto del mundo, registró enormes déficits durante 30 años consecutivos, excepto 1974, en que obtuvo un superávit de 10 millones de dólares. Todos los déficits, de hasta 2.700 millones de dólares anuales —descomunales para el tamaño de la economía cubana— fueron asumidos por Moscú con créditos que jamás pagaron los Castro.
Como Cuba era incapaz de generar recursos financieros suficientes, la URSS llegó a pagar a 45 centavos la libra de azúcar cubana mientras el precio internacional era de apenas cuatro centavos. El colmo fue que la isla consumía menos de 10 millones de toneladas de petróleo de su "cuota" de 13 millones de toneladas asignadas en el CAME y la URSS vendía a países capitalistas ese petróleo no consumido y le entregaba a los Castro el importe en divisas convertibles. Según me dijo off the record a mediados de los 80 Humberto Pérez, ministro de Economía, aquellas ventas soviéticas del petróleo "cubano" le daban al país más divisas que las exportaciones de azúcar.
En las tres décadas de "amistad cubano-soviética" los subsidios de Moscú a La Habana superaron los 115.000 millones de dólares. Sin ese dinero del Tío Sacha probablemente el castrismo sería hoy historia antigua.
Desapareció la URSS como Estado, pero del sombrero de un mago desfasado en el tiempo salió Hugo Chávez, quien se hizo cargo de mantener a los Castro. En lo que va de siglo Caracas ha enviado a La Habana unos $90.000 millones en subvenciones.
La 'gusanera' imprescindible
Ahora la crisis en Venezuela va al galope y peligran esos subsidios. Aunque EEUU nunca subsidiaría a Cuba, sí será su puntal económico. Ya hoy es el segundo suministrador de divisas a la Isla.
Prestigiosas fuentes estiman que las remesas enviadas por la "gusanera" desde territorio estadounidense hacia la Isla ascendieron a unos $2.700 millones en 2014, y que los paquetes (medicinas, ropa, equipos, etc) sumaron $2.500 millones. Y quienes viajaron a la Isla desde EEUU llevaron en sus bolsillos otros $700 millones. El total fue de $5.900 millones.
Si a eso se agregan los honorarios exorbitantes que el régimen cobra por pasaportes y prórrogas, los permisos a los cubanos para visitar su propio país, pasajes con precios astronómicos, gabelas exigidas a las líneas aéreas y los turoperadores, las "mordidas" de los empleados de aduanas y funcionarios, y otros abusos, el total de recursos financieros obtenidos por los Castro desde EEUU en 2014 fácilmente superó los $6.100 millones.
Esa cifra quintuplicó los ingresos netos que generó el turismo. Recordemos que de cada dólar captado en Cuba por el turismo unos 55 centavos vuelven a irse al extranjero en la importación de insumos, equipos, alimentos y todo lo que necesita dicha industria para funcionar.
Según estadísticas oficiales el año pasado el turismo dejó en Cuba ingresos brutos por $2.700 millones. Pues bien, solo quedaron realmente disponibles para el Gobierno en forma neta unos $1.215 millones, es decir, menos del 20% de lo que recibió el país desde EEUU.
La cifra aumentará
Ahora, con el deshielo Washington-La Habana y la flexibilización para viajar a Cuba se ha disparado el flujo de visitantes desde EEUU a la Isla, así como las remesas y la paquetería. Gracias a eso puede que en 2015 Cuba reciba quizás más de $7.000 millones desde EEUU, una cantidad cercana a los subsidios venezolanos, que para este año se estima rondarán los $8.500 millones.
Con más facilidades legales para viajar a Cuba, como las que anuncia la Administración Obama, la cifra podría alcanzar los $8.500 o $ 9.000 millones en los próximos tres o cuatro años. Es decir, si se acabasen los subsidios venezolanos el castrismo tendría un asidero económico al cual agarrarse.
Lo ideal para el régimen sería que se levantase el embargo. Pero no porque llegarían las compañías estadounidenses a invertir masivamente. Eso no ocurrirá mientras la dictadura no suprima las leyes y reglas del juego estalinistas y en buena medida libere las fuerzas productivas. Con el cese del embargo el beneficio adicional que obtendría la nomenklatura castrista sería la avalancha de turistas estadounidenses, solo limitada por la insuficiente infraestructura hotelera y gastronómica del país.
En resumen, que haya embargo o no, será el dinero procedente de "la yuma" lo que mantendrá a flote la maltrecha economía cubana. Irónicamente, la Junta Militar dictatorial dependerá abrumadoramente de su vecino del Norte.
Algunos viejos fidelistas seguramente comentarán con amarga sorna: "tanto nadar para morir en la orilla".-
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