Nota del Bloguista
Gerardo Machado y Morales escribió el libro Ocho Años de Lucha de
Ediciones Históricas de Cuba , Edición de Mario Cajate, Miami, 1982.
escaneado en:
Fragmentos de ese libro aparece en el valioso libro de Robert A. Solera titulado Cuba. La república de Generales y Doctores, publicado este año por la Editorial El barco ebrio
Alfredo Zayas estuvo implicado en un atentado al Capitán General
Valeriano Weyler y en otras actividades independentistas. Alfredo Zayas
fue autonomista pero posteriormente se convirtió al Independentismo.
Alfredo Zayas se opuso a la Enmienda Platt en la Constituyente en 1901 y
estuvo implicado en algunas acciones armadas en contra de gobiernos de
la República. El gran logro de Zayas fue darle carácter institucional al
gobierno de Cuba durante su presidencia. Zayas no fue un perrito
faldero del Crowder, ya que se opuso a algunas de sus medidas que
perseguían recuperar el dinero prestado a la República de Cuba. Zayas
fue un administrador pésimo del erario público y su hijo Titi estuvo
envuelto en malversación de los fondos de la Lotería Nacional y Zayas
que manipulaba al sistema judicial le ¨tiró la tohalla¨.
TODO ESTO ESTÁ EN EL MENCIONADO LIBRO DE ROBERTO SOLERA
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Tomado de http://nuevoaccion.com
VINDICACIÓN DEL PRESIDENTE GERARDO MACHADO Y MORALES
Por Frank Escobar
(11-22-13-3:10PM)
Exclusivo para Nuevo Acción
Gerardo
Machado Morales ha sido quizás el presidente más vilipendiado de
nuestra historia. Hasta un político fallido como el egotista intelectual
Alfredo Zayas Alfonso que en vida se erigió una estatua y llevó a la
bancarrota a la Primera República Cubana con el saqueo del dinero
público y la incompetencia administrativa ha sido tratado con más
compasión. A pesar del hecho que Zayas era conocido por la valentía y el
heroísmo no propios sino de su hermano el General y Jefe del Estado
Mayor de Antonio Maceo: el Dr. Juan Bruno Zayas y por el contrario el
Coronel Gerardo Machado había peleado con valentía en la Guerra de
Independencia y había llegado por méritos propios a Jefe del Estado
Mayor del Mayor General José Miguel Gómez y ya en la República a General
de Brigada. Pero Machado como César poseía grandeza y esa condición
crea muchos enemigos que envilecen su carácter con el gusano de la
envidia.
A Machado le vino encima tanto la ideología revolucionaria socialista
que venía importada de Europa como la ideología mundialista del “Nuevo
Orden Mundial” que desde entonces conspiraba para destruir el
capitalismo y que a Cuba llegó temprano de la mano del factótum de House
y Vicepresidente fundador del Council of Foreign Relations: el
homosexual Benjamín Summer Welles, enviado especial del presidente
recién electo Franklin Delano Roosevelt. Aquellos molinos trajeron las
aguas putrefactas que estamos recibiendo hoy.
Comencemos con el desmontaje de las mayores falacias con las que se ha denostado sin misericordia
a quien merece nuestro reconocimiento y admiración.
(Gerardo Machado y Morales)
La primera falacia: Machado(foto) era un fascista, “el Mussolini
Tropical”, la favorita del Comunismo Internacional y también de los
liberales del New York Times y la revista “Times”. Machado no tuvo
pasado socialista como Mussolini y el propio Hitler y tampoco estableció
un estado totalitario, su programa de gobierno que fue cumplido en su
primer mandato 1925-1929, establecía una estricta limitación de los
poderes del Estado y una oposición total al crecimiento de la burocracia
en los servicios públicos. Contradecía tácitamente los dos pilares
indiscutibles sobre los que se empinaron los regímenes fascistas en
Italia y Alemania.
La segunda falacia: Machado fue un ladrón. Antes de iniciar su vida
politica en el gabinete liberal del presidente José Miguel Gómez- el
”tiburón” que salpicaba- Machado había sido un exitoso hombre de
negocios en las ramas de la electricidad y la industria azucarera.
Cuando se convirtió por una amplia mayoría en el quinto presidente de la
República de Cuba ya Machado era millonario. Que le gustaba el poder y
que sabía que tenía capacidades extraordinarias para conseguir lo que
otros no habían logrado, es cierto pero que usó la presidencia para
enriquecerse como lo hicieron después sus enemigos políticos de entonces
con el visto bueno de la embajada rooseveltiana, es una mentira. Antes
de llegar a presidente de Cuba ya Machado era propietario de la fastuosa
hacienda donde invitó a almorzar al presidente Coolidge, de su yate, de
sus empresas, de sus residencias y de sus inversiones.
La tercera falacia: Machado era un títere vendido a los intereses de las
corporaciones americanas. A Machado por suerte no le tocó lidiar con
los presidentes imperialistas del “Big Stick” y la “Diplomacia del
Dólar” sino que por el contrario pudo gobernar con un presidente cordial
en Washington, el “silencioso” Calvin Coolidge que defendía el “laissez
faire laissez passer”, es decir la economía funciona mejor sin la
interferencia del gobierno. Hoy Coolidge es un presidente de culto para
los nuevos conservadores americanos y Coolidge siempre valoró a Machado
como un excelente administrador y un presidente preocupado por mantener a
su país en buen estado crediticio. Como ejemplo del buen crédito con
que contaba la República de Cuba en 1928 podemos señalar los ochenta
millones que recibió de préstamos del Chase Manhattan Bank of New York
un año antes del crack del 29. Machado y Coolidge eran “anti
mundialistas” pero defendían la “Doctrina Monroe” y por esa razón
priorizaban las relaciones financieras interamericanas, diferente a lo
que ocurría en América del Sur. Machado se negó a que el presidente de
la Liga de las Naciones asistiera a la Conferencia Panamericana y lo
mismo dijo al embajador español. Sin embargo desde el Consulado español
en la Habana se envió un despacho, el No 99 del Ministro
Plenipotenciario de España en Cuba del 18 de junio de 1925 donde se
insistía en la llegada al poder de alguien ¨con un programa de honradez y
rectitud extremada, con unos valores morales muy distantes de los
mandatarios anteriores¨. No olvidemos que en España gobernaba entonces
por un golpe de estado el general Primo de Rivera. Machado se expresó
asi frente a Coolidge en la Sexta Conferencia Panamericana de La Habana:
"Intenso es nuestro júbilo y absoluta nuestra confianza en los futuros
destinos de este Hemisferio, al pasear la mirada por esta sala y
contemplar, dando realce al de suyo trascendental acto que celebramos,
la prestigiosa figura del Excelentísimo Señor Presidente Calvin
Coolidge, primer magistrado de la más grande de las democracias, Jefe
del gran pueblo que tuvo Cuba la honra de ver a su lado, en su
sangrienta lucha por la independencia disfrutada hoy sin limitaciones,
como fue consignado en la Resolución Conjunta, el 20 de abril de 1928,
aplicada honorablemente e inspirada en los mismos principios formulados
en la eternamente célebre Declaración de la Independencia
norteamericana, el monumento más grande de la libertad y el evangelio de
los derechos del hombre y de los pueblos; y contemplar igualmente al
grupo de personalidades ilustres que forman las delegaciones de las
nacionalidades de América, que en el curso de un siglo han contribuido
con intensa actividad al bienestar del mundo y al gran progreso de su
último período histórico".
Cuarta falacia: Machado fue un dictador intransigente que se negó a
abandonar el poder y mandó a matar en Méjico a Julio Antonio Mella. A
Julio Antonio Mella lo mató el asesino a sueldo de Stalin Vittorio
Vidali en complicidad con su querida Tina Modotti.
En Julio de 1928, apoyado por delegados obreros y campesinos, Mella,
junto a Diego Rivera y Frida Kahlo habían ganado la votación y los
dirigentes de la Internacional Comunista se vieron obligados a admitir
la Confederación Sindical Unitaria de México (trotskista) que se
opondría a la oficialista CROM (estalinista). Esto no fue del agrado de
Moscú y en septiembre de 1928, el PCM pidió la expulsión de Mella-que ya
había sido expulsado años antes del PCC- por el crimen de trabajar
contra la línea del partido. Apoyaron la moción Xavier Guerrero, Rafael
Carrillo y Vittorio Vidali. Mella fue destituido del Comité Central y
aislado. En diciembre de 1928, un mes antes de su asesinato, durante una
acalorada reunión en la calle de Mesones, la última en la que Mella
participó, Vidali lo amenazó: "No lo olvides nunca: de la Internacional
se sale de dos maneras, ¡o expulsado o muerto!"
El poeta y líder comunista Rubén Martínez Villena -que murió en Moscú
al abrigo de Stalin mientras se perpetraba el “holocausto ucraniano” de
casi cuatro millones de seres humanos muertos de hambre como resultado
de la represión estalinista a los “kulacs”- llamó a Machado “asno con
garras” y lo acusó del asesinato de Mella en 1929. Sin embargo Machado
que conocía personalmente al padre de Mella, un famoso sastre, solo
había dicho: “Nicanor Mella es un buen sastre pero su hijo es un
desastre”.
Machado fue un hombre de su tiempo. El panorama de la Europa de
entreguerras donde comunismo, nazismo y fascismo campeaban por su
respeto era lúgubre. En América Latina fueron cayendo al menos siete
gobiernos por golpes de estado. Machado había afirmado en repetidas
ocasiones su intención de servir por un solo período constitucional de
cuatro años. Pero ante la tentación del poder y la imposibilidad
práctica de poder terminar en cuatro años sus titánicos proyectos se
aferró a la presidencia. Él tenía la reforma constitucional como parte
importante de su campaña porque se había propuesto la derogación de la
Enmienda Platt, la elaboración de un Nuevo Tratado Permanente con los
Estados Unidos, la recuperación de la isla de Pinos y el establecimiento
del sufragio femenino.
Machado contaba a su lado con un asesor legal de lujo, el Dr. Antonio
Sánchez de Bustamante y Sirven, autor del Código Bustamante de Derecho
Internacional que se usó en el Tribunal de Nuremberg y era un miembro
permanente del Tribunal Internacional de la Haya. Según cuenta Antonio
Sànchez de Bustamante y Montoro, el “nieto famoso”, en una ocasión ya
siendo su abuelo de edad muy avanzada y encontrándose él con un grupo de
condiscípulos de la Universidad estudiando en su casa, allá por los
años cuarenta, uno de ellos alzó la voz un poco y trató de desafiar al
abuelo , indirectamente, por su apoyo a Machado y a la dudosa legalidad
de la prórroga de poderes y la reacción de Bustamante y Sirven fue la de
acercarse sonriendo y contestarle amablemente: “Joven, haciendo un
recuento de mi vida puedo asegurarle que si volviera a vivir mi vida de
nuevo hay un hecho muy significativo que cambiaria, me casaría con mi
esposa mucho antes que cuando lo hice”…Es decir no se arrepintió nunca
del apoyo que le dio a Machado. Eran hombres de carácter y con estilo:
Machado, Bustamante, Ferrara, De Céspedes, Averof.
La Cámara de Representantes de Cuba, aprobó en la primavera de 1927, una
ley que establecía, entre otras cosas, la prórroga del poder por dos
años más. Es decir el periodo presidencial seria no de cuatro sino de
seis años sin posibilidad de reelección. La visita del presidente
Machado a Washington tuvo lugar después de la aprobación de esa
legislación por parte de la Cámara de Representantes de Cuba, y por
consiguiente Machado obtuvo la aprobación tácita del gobierno de
Coolidge a los principios generales consagrados en esa ley. Tras el
regreso del presidente Machado a Cuba, el Congreso en pleno aprobó la
Ley de Reforma Constitucional, con la condición de que el mandato del
presidente solo fuera prorrogado por un período de solo dos años.
Con respecto a la pregunta que si Machado fue o no un dictador mi
respuesta es sí, aunque “técnicamente” no violó la Constitución una vez
reformada y aprobada por el pleno del Congreso. Él mismo lo habría
reconocido después con la espontaneidad y la franqueza que le
caracterizaban: "Los pueblos más civilizados de la época actual han
comprendido que el único gobierno posible es el de uno solo. Por ello
florece la dictadura en todo el mundo". Se apegó al poder y quiso
mantenerse hasta el 35 porque había hecho más que nadie y creyó que se
lo merecía y contó con todos los tecnicismos legales para hacerlo: “No
quiero más campañas antiimperialistas. iYo soy imperialista!”
El 26 de mayo de 1931 el Presidente Machado propuso un plan de reforma
constitucional que establecería el cese de su mandato en 1933, pero no
fue aceptado por los intransigentes del ABC que como Marat exigían la
cabeza y se mantuvo el terrorismo como arma política. El 16 de enero de
1932 el presidente Gerardo Machado quiso llegar a un entendimiento con
la oposición, pero de Nuevo el ABC preparó una campaña terrorista contra
el gobierno. El intransigente Rubén Martínez Villena sin embargo firmó a
nombre de los comunistas un pacto con Machado para suspender la huelga
general en 1933. Pero la traición ya estaba en camino y venia de
Washington.
El Embajador Welles ejerció entonces presión sobre las Fuerzas Armadas.
La sublevación de algunos oficiales y algunas unidades del Ejército, el
11 de agosto de 1933, precipitaron la caída del Gobierno el día 12. El
General Machado, que ya se había visto obligado, dos o tres días antes, a
convenir en renunciar su alto cargo, aceptó las renuncias de los
Secretarios del Despacho, con la excepción del General Alberto Herrera
que quedaría al frente del gobierno y firmó entonces un decreto
dirigido al Congreso, en el cual renunciaba a la presidencia, y en la
tarde de dicho día 12 de agosto salió en un avión rumbo a Nassau.
Ningún período político de nuestra historia republicana ha sido más
popular ni ha desbordado más la cubanía que el ordinario del presidente
Gerardo Machado y Morales desde 1925 hasta 1929, fue también la mejor
época de la música cubana, la mejor música del mundo, Miguel Matamoros,
uno de los más grandes lo expreso asi en “La Mujer de Antonio: ”
“Mala lengua conocida
hablando mal de Machado
que te ha puesto allí un mercado
que te llena la barriga
la mujer de Antonio
camina así...
cuando viene de la plaza
camina así.
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