Haila en la tembladera.. Luis Cino Álvarez desde Cuba: la cantante Haila es como muchos artistas cubanos, que cuando están en Miami, dicen que no quieren hablar de política, pero en Cuba lucen la chaqueta congraciándose con el régimen.
Haila en la tembladera
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Haila es como muchos artistas cubanos, que cuando están en Miami, dicen que no quieren hablar de política, pero en Cuba, donde todo es politizado y de qué manera, lucen la chaqueta congraciándose con el régimen.
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Por Luis Cino Álvarez
Febrero 05, 2018
LA HABANA, Cuba.- A la cantante Haila Mompié le han estropeado su recholata en Miami. Luego de que el pasado 28 de enero su hermano Alex y su amigo Yohanis Herrera, un estilista de Univisión, le celebraran en Miami su cumpleaños 43 por todo lo alto,apenas le estaba Haila cogiendo el gusto, sin reparar en gastos, a los restaurantes y las tiendas, empezaron a acusarla de procastrista. Resulta que muchos de sus compatriotas exiliados no le perdonan sus declaraciones de pesar por la muerte de Fidel Castro.
Haila es como muchos artistas cubanos, que cuando están en Miami, dicen que no quieren hablar de política, pero en Cuba, donde todo es politizado y de qué manera, lucen la chaqueta congraciándose con el régimen. Aunque, en honor a la verdad, Haila no llega a los extremos de Silvio Rodríguez, Vicente Feliú, Raúl Torres, Paulito FG o Israel Rojas, el cantante de Buena Fe —a propósito, ¿será un chiste eso del “fervor electoral” de que habló Israel a propósito de su queja por el ninguneo de dosde los Cinco?—.
Les confieso que siento cierta pena por Haila. Ella, que tiene tanto que perder, no tiene por qué ser diferente y no participar en el descaro nacional de decir cosas bien distintas a las que siente. Solo que a veces, a algunos, sin reparar en el costo de lo que dicen, se les va la mano en la guataquería…
Imbuida de la mentalidad masoquista que ha inducido en muchísimos cubanos este régimen sacón y chantajista, Haila, que nació en un apartado pueblito de Las Tunas, ha dicho que agradece su carrera artística “a Fidel y la revolución”
Salvando las distancias, ¿se imaginan a Tina Turner, que provenía de una familia muy humilde de Nutbush, un recóndito rincón del suroeste de Tennessee y que poco faltó para que tuviera que recoger algodón en el campo, agradeciéndole su carrera al gobierno? ¿Y Elvis, que nació en Tupelo, Mississippi, en una casa sin agua ni electricidad?
¿Tan poca es la autoestima de Haila que no toma en cuenta su voz y su talento artístico, que demostró desde que era una pionerita y luego en las orquestas Habana Son, Azúcar Negra y Bamboleo? Lo dudo, porque la dama es pretenciosa y pica bien alto.
Tiene sus motivos. No se puede negar que canta bien, con bomba y expresividad. Solo que exagera al considerarse una diva, cual si fuese la mismísima Aretha Franklin.
En eso de creerse divas están desde hace años, además de Haila, sus excompañeras cantantes de Bamboleo, Vania Borges y Tania Pantoja. Parece que tanto bamboleo las mareó y las hizo creerse cosas…
En lo personal, prefería a Haila en sus inicios como solista, cuando secundada por Isaac Delgado, Changuito y Juan Manuel Ceruto, grabó el disco Tributo a Celia Cruz. En aquella época –hablo de unos trece años atrás—, Haila escogía bien su repertorio y cantaba a media voz, fraseando, como las cantantes de jazz, números como "Qué te pedí", de La Lupe, "Veinte años", de María Teresa Vera, o "La estrella", de Freddy, que hacía a capella y le quedaba muy bien. Pero luego le dio por ligar la timba con el reguetón. Y así y todo se cree una diva…
A Haila, la voz, el talento, la bomba para cantar, no se lo dieron “Fidel y la revolución”. Nacieron con ella. Es su don. Pero la guataquería le sirvió para propulsarse. Y para que los mandamases le perdonaran ciertas faltas, como el trasiego de maletas cargadas de ropa y zapatos procedentes de Cancún y la entrada a Cuba de un carro que compró y que no pocos líos le trajo (aunque no soy adicto a los chismes de farándula, tengo amigos músicos y me entero).
Hace unos años, en un programa dominical de televisión, se vio la casa de Haila en Miramar, y el closet donde guarda la ropa y los zapatos, más grande que la sala de la casa de muchos de nosotros ¡Con tantos envidiosos como hay!
Haila sabe en la tembladera en que se mueve, y como mismo canta reguetón para no quedarse atrás en la competencia, si tiene que hacerlo, (gajes del oficio) se muestra fidelista. Aunque eso luego le traiga disgustos en Miami. Ya acusará de intolerantes a los exiliados y como quien no quiere las cosas, se ganará otros puntos adicionales con el régimen.
(Publicado en Cubanet el 2 de febrero del 2018)
1 Comments:
A semejante gentuza no se le debe hacer caso, lo mismo por insignificante que por arrastrada. El hecho es que siempre, sin fallo, hay gente para absolutamente todo, por bajo y rastrero que sea, siempre y cuando se le pueda sacar lasca.
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