BARACUTEY CUBANO

GUERRA CONTRA LA PRENSA LIBRE ENTRE LA PRESIDENCIA DE OBAMA Y TRUMP. ¿QUIÉN HA VIOLADO MÁS LAS LIBERTADES DE PRENSA? SEGUNDA PARTE Y FINAL


Por María Argelia Vizcaíno
Fuente: www.mariaargeliavizcaino.com
22 de noviembre de 2018

Continúa Obama excluyendo a reporteros de Fox News

En otros incidentes ocurridos bajo la administración de Obama tenemos que en una entrevista con Hill.TV en noviembre de 2018 el ex corresponsal de la Casa Blanca de Fox News, comandante Elliott Garrett, afirmó que a pesar de que «nunca hubo un esfuerzo por excluirme de la sala de reuniones», las tensiones entre el gobierno de Obama y Fox News dificultaron su capacidad para hacer su trabajo, cuando Obama y sus seguidores trataban de demonizarlo a diario.

En el año 2012, nuevamente los reporteros de Fox News fueron excluidos de una conferencia telefónica de la Casa Blanca relacionada con los ataques terroristas al consulado de los Estados Unidos en Benghazi, Libia, donde el 11 de septiembre fueron asesinados salvajemente los representantes que Estados Unidos había enviado allí, al negarle la protección del gobierno y no responsabilizar a la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton por su cobarde e inepta acción. Fox también fue excluido de una sesión informativa de la CIA de toda la red con respecto a los ataques.

En 2013, el Departamento de Justicia de Obama calificó al entonces reportero de Fox News James Rosen como un «coconspirador criminal» porque no les convino que el reportero utilizara a un contratista del Departamento de Estado (cuya identidad averiguó el Gobierno espiando al reportero) y que fue su fuente para una historia. En este caso el FBI por orden del gobierno de Obama vulneró la cuenta de correo electrónico del periodista James Rosen, y fue acusado de «cómplice criminal, instigador y/o conspirador» por hacer su trabajo como reportero.

El espionaje del gobierno de Obama

El espionaje del gobierno de Obama no sólo fue a los periodistas, ya que se extendió a los miembros del Tea Party y a todos los que ellos consideraban oponentes para que revisaran bien sus aportes al IRS. Lo mismo se denunció que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EE UU durante esa administración realizaba espionaje masivo que incluía a varios líderes europeos a través de sus teléfonos móviles. Las revelaciones fueron hechas en el 2013 por el joven estadounidense ex técnico de la CIA que trabajó como consultor para la NSA llamado Edward Snowden. Y a finales de ese mismo año se desclasificaron documentos sobre el programa de espionaje de la NSA que revelaron quejas sobre cómo esa oficina se excedió en su límite legal para recopilar información.

Por lo que en la era de Obama se rompieron todas las marcas llevando a procesos penales a seis empleados gubernamentales y dos contratistas (incluyendo Snowden), comparado con un total de tres en todos los períodos presidenciales anteriores en la historia de Estados Unidos. Por eso, numerosos periodistas que trabajan en Washington dejaron de investigar por temor a ser implicados en un caso criminal por encontrar a algún funcionario que se atreva a hablar, como le ocurrió a Rosen en el 2013 y también en febrero de 2011 al periodista James Risen, reportero de investigación del New York Times, ganador del Premio Puilitzer. Este último tuvo que lidiar por siete años con una amenaza de ir la cárcel, porque el tribunal de justicia estuvo tratando de obligarlo a revelar sus fuentes en su investigación criminal, lo que parece mucho peor que ser excluido de una reunión informativa de la Casa Blanca.

De ahí que aproximadamente más del 90% de la prensa no se ha hecho eco de estos hechos, que sí son únicos en la historia de USA, que, por algo similar sobre espionaje, hicieron renunciar a Nixon en su tiempo y por mucho menos, quieren sacar de la presidencia a Donald Trump y lo comparan con Hitler.

No sólo Fox News

Era tradicional que donde quiera que va el presidente los reporteros lo sigan para hacer sus preguntas, pero con Obama se rompió la costumbre. Y vimos muchas veces que cuando Obama ofrecía discursos en eventos públicos, al terminar, daba la espalda a los muchos reporteros y se alejaba, quedándose todos con sus preguntas por hacer, por eso se generalizó las interrupciones de periodistas al presidente.

No me preocupa que Obama tenga malas contestas a la prensa, si no fuera por la fama de la gran educación que le atribuyen al graduado de la Universidad de Harvard, porque es decepcionante.

Protesta porque Obama rechaza a los reporteros de la Casa Blanca

En julio de 2014 Obama rechaza a los reporteros de la Casa Blanca una vez más. Ellos habían viajado con el presidente a la costa oeste, donde estaba programado asistir a la recaudación de fondos del PAC de la mayoría del Senado. Pero al llegar, se les informó que estaba prohibido acercarse al evento y ni siquiera se les dijo dónde se estaba llevando a cabo la reunión.

Por lo que la presidenta de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, Christi Parsons, protestó enérgicamente, por las restricciones al acceso a la Casa Blanca, pero a pesar de sus demandas, continuaron siendo excluidos de los principales eventos dentro y fuera de la Oficina Oval, socavando la capacidad del público para monitorear de forma independiente lo que está haciendo su gobierno. La libertad de la prensa durante el gobierno de Obama siempre fue un subterfugio, pero eso no se ha divulgado debidamente.

El caso de la renuncia de la veterana reportera de la Casa Blanca Helen Thomas

Posiblemente lo más bochornoso de la presidencia de Obama respecto a las violaciones de libertad de prensa y lo que menos se ha divulgado ha sido la estrategia para quitarse del medio a la veterana reportera de la Casa Blanca Helen Thomas (foto de la izquierda), caracterizada por hacer las preguntas más incómodas, pero que Obama con su gran ego no soportaba.

Ella sabía del privilegio que gozaba al medirse con los presidentes cara a cara, y no faltaba al respeto, pero no dejaba de hacer preguntas que molestaban. Ella era extremadamente izquierdista y no escondía su preferencia por Kennedy, Clinton y Obama, hasta que se dio cuenta que este último tenía un doble discurso y no practicaba lo que decía, por eso su administración continuó con las guerras que ella le reprochaba públicamente y la destrucción de las libertades civiles.

Fue Obama tan hipócrita que le regaló un cake con velitas, porque ambos cumplían años el mismo día, para traicioneramente sacarla del camino. Ella fue la única que se atrevió a decirle en público que su gobierno ejercía control del manejo de la prensa, que «ni siquiera Richard Nixon trató de controlar a la prensa tanto como lo ha hecho el presidente Obama».

Después de 50 años de cubrir la Casa Blanca, la columnista de los periódicos Hearst, se vio obligada a anunciar su retiro, supuestamente por la indignación generalizada que siguió a la publicación de unas declaraciones manipuladas de antisemitismo, en un intercambio informal que ni siquiera estaba cerca de la Casa Blanca. Fue una buena oportunidad de hacer leña del árbol caído y sacarse del medio a alguien que no podía comprar, ni manipular, ni evitar sus zancadillas cuando hacía preguntas.

Obama no es el mejor ejemplo

No se puede olvidar tampoco que durante su administración Obama se la pasó criticando al presidente saliente George W. Bush y a los dos años inculpaba de cualquier cosa mal hecha o no hecha al Congreso, cuando dejó de tener mayoría demócrata, porque jamás Obama aceptó un error personal de su derrochadora e incompetente administración.

El presidente Barack Obama durante su campaña prometía que su administración sería la de mayor apertura y transparencia en la historia de Estados Unidos, y fue la más cerrada en facilitar el acceso a la información que la prensa necesita, y la que más amedrentó a todo aquel que se atreviera a indagar más allá de lo poco permitido. Él no es el mejor ejemplo para criticar a otro de lo que él ha superado con creces.

Lo malo es que continúa sus diatribas, y después de su jubilación, en enero de 2017, la emprende enfermizamente contra el presidente Trump por todo lo que éste diga o haga. Lo que está en su derecho, respetando la primera enmienda sobre la libertad de expresión de cada persona, pero se ve irrisorio que un presidente ya retirado se ponga a acusar al nuevo de algo que él también hizo, como alegar que Trump se la pasa atacando «rutinariamente a la prensa», cuando él pasó por algo peor con su espionaje, coacción y atemorizando para que nadie se atreviera a reportar lo que no lo favoreciera. Como dice el sabio refrán «todo puerco que se revuelca en el lodo, salpica a los demás».

Quizás la Casa Blanca nunca antes ha revocado directamente los pases de prensa a algunos periodistas acreditados, pero eso no significa que otros primeros mandatarios no hayan prohibido la entrada a los eventos, conferencias y las reuniones a algunos reporteros, porque como hemos documentado con nombres y fechas, el no retirar formalmente las credenciales de prensa a los periodistas, no quiere decir que se les haya permitido a algunos asistir a cubrir conferencias o eventos presidenciales.

Tiene razón Obama

Tiene razón Obama, su comportamiento con los medios de comunicación durante su presidencia, NO fue sólo diferente a Trump, si no mucho peor para las libertades de la prensa. Y esta no es la primera vez que Obama y su partido tiran piedras a su tejado de vidrio, (muy frágil, por cierto), ya que ellos tienen la confianza de contar con la mayoría de los medios de comunicación que nunca publicarán lo que realmente pasó.

Es vergonzoso que, en esta guerra contra la libertad de prensa, esos llamados periodistas que les pagan por informar, pierdan la objetividad omitiendo la historia, para después hacerse los ofendidos y no aceptar que les digan que se la pasan reportando «fake news», cuando no han tenido el coraje de haber sido equitativos durante la presidencia de Obama. Por algo en las encuestas recientes de MSN, más del 60% ha opinado que la prensa trata a Trump «unfair» (injustamente) y si eso vemos en una web totalmente al servicio de la izquierda, no quiero imaginar cuál sería el porciento real.

Espero haber contribuido a aclarar que el presidente Donald Trump no es el primer presidente que tiene relaciones hostiles con el cuarto poder, ni es el primero ni el peor.

Ya les di un poquito de información gratis, por lo que, de ahora en adelante, si leyeron todo lo que les documento, y continúan callados, sin reportar la verdad histórica, no será por ignorancia.

Nota: El que quiera las fuentes consultadas para este escrito, es hora de que empiece a buscarlas y hagan su tarea, como hice la mía para informar lo mejor posible y sin venderme a ningún partido.

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Tomado de http://www.elnuevoherald.com/
 

Rosa María Payá también denunció que el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, le hizo una advertencia este lunes, cuando ella asistió a la conferencia de prensa que ofrecieron el jefe de la diplomacia, John Kerry, y el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

“(Kirby) me advirtió que si hablaba, si hacía una pregunta, sería inmediatamente removida de la sala por la seguridad. Este es el tipo de advertencia coercitiva que recibimos en Cuba todos los días o que recibí yo en Panamá, realmente es increíble que nos encontremos el mismo método dentro del Departamento de Estado”, sostuvo.

Published on Jul 21, 2015

Video fragments of Rosa Maria Paya and Orlando Luis Pardo Lazo interrogated by the spokesperson Admiral John Kirby, in order to prevent them to make a question at the press conference of the Cuban Chancellor Bruno Rodriguez Parrilla with the U.S. Secretary of State John Kerry, at the U.S. State Department, on Monday July 20 2015, Washington DC, USA. Rosa Maria Paya and Orlando Luis Pardo Lazo were threatened with being removed by force from the room by the Security if they made any question during the public press conference.

Rosa Maria Paya and Orlando Luis Pardo Lazo interrogated by John Kirby