De Raúl Castro, por vía de Shakespeare. Andrés Reynaldo: Para Raúl y su mafia vasalla se va cerrando la brecha entre la posibilidad de gobernar contra EEUU y la imposibilidad de sobrevivir sin EEUU
De Raúl, por vía de Shakespeare
Miami
20 de Abril de 2019
Al paso que vamos, este pudiera ser el annus horribilis del castrismo. Las medidas anunciadas el miércoles en Miami por John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, cancelan los últimos vestigios de la apertura de la Administración Obama y da luz verde a las demandas contra compañías que se beneficien de propiedades confiscadas después de 1959. Para Raúl y su mafia vasalla se va cerrando la brecha entre la posibilidad de gobernar contra EEUU y la imposibilidad de sobrevivir sin EEUU.
La situación tiene ese matiz de teatro isabelino en que la euforia, el exceso y la ilusión conducen irremisiblemente a la tragedia. A finales del 2015, la dictadura estaba a punto de alcanzar su definición mejor. Era un gran momento político en que comenzaban a cosecharse los frutos de una larga y meticulosa estrategia. Veamos:
- Solvencia energética, así como un determinante nivel de subsidios en otras áreas, garantizados por Venezuela. El acceso incondicional a los recursos del Estado venezolano permitía proyectar la influencia castrista sobre América Latina como nunca antes.
- Disfrute de un sorprendente grado de respetabilidad entre las elites de Europa y EEUU, con una creciente credibilidad ante organismos internacionales.
- Condonación y/o favorable renegociación de abrumadoras deudas con Occidente.
- Establecimiento de un tácito concordato con la Iglesia, que facilitaba el control incluso de aspectos de evangelización y asistencia, además de cooptar a un sector de la jerarquía eclesiástica como una rama del servicio exterior.
- Disminución de la asistencia económica y el apoyo político a la oposición dentro y fuera de la Isla por parte de Washington y la Unión Europea.
- Exclusión de la lista del Departamento de Estado de EEUU sobre naciones que patrocinan el terrorismo.
- Arreglos en la política inmigratoria de EEUU que satisfacían el doble requisito castrista de decidir quién abandonaba la Isla sin cerrar los canales para mantener una constante corriente de inmigrantes.
- Penetración de los medios, la política, la academia y la esfera artística en Miami, eje del esfuerzo anticastrista. A través de la prensa escrita, la televisión, presentaciones de artes plásticas, encuestas, foros, espectáculos populares y declaraciones de intelectuales tramitados en pose de intelectuales contestatarios, se construía un pujante discurso para desactivar la memoria histórica, desacreditar las instituciones y figuras del exilio, negar el papel de la disidencia e igualar moralmente a víctimas y victimarios.
- Favorable expectativa en EEUU y el resto del mundo ante un triunfo electoral casi seguro de Hillary Clinton que abriría paso a inversiones, préstamos y un masivo turismo norteamericano. Tanto empresarios cubanoamericanos como banqueros suizos hablaban del renacer de una economía en una situación geográfica privilegiada y con un Gobierno capaz de ofrecer estabilidad política y acceso a una mano de obra barata y disciplinada.
Este es el momento, digamos, en que Macbeth ve avanzar el bosque de Birnam hacia la alta colina de Dunsinane. Mientras un grupo de cubanoamericanos ayuda a perfilar en la nueva administración un radical cambio de política hacia la dictadura, Venezuela va entrando en una profunda crisis y el bloque bolivariano se deshace como un castillo de naipes.
En Brasil, Ignacio "Lula" Da Silva entra en la cárcel. El ecuatoriano Rafael Correa huye a Bélgica. Compungida y despeinada, Cristina Fernández de Kirchner va de un juzgado a otro acumulando cargos como una reincidente carterista. A su vez, la elección de presidentes conservadores en Bogotá, Brasilia, Buenos Aires y Santiago de Chile conforma de hecho una coalición democratizadora con una inequívoca posición de condena a Cuba.
De particular importancia en el contexto latinoamericano es la posición del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, un prestigioso hombre de izquierdas que cataloga al castrismo como "una revolución jinetera".
Si Hugo Chávez encarnó la providencia que ayudó a Fidel a sobreponerse a la caída de la Unión Soviética, ahora Nicolás Maduro encarna la catástrofe que arrastra a Raúl a un incierto período de aislamiento regional, penuria económica y confrontación con Washington. La sangre que se derrama en las calles de Venezuela ante los ojos del mundo acusa también la injerencia y el saqueo castristas.
Millones de latinoamericanos han visto en el noticiero de la tarde que de la mano de los asesores cubanos no llega el progreso sino la miseria, no el derecho sino la tortura, no la fraternidad sino el odio. La imagen de una revolución heroica y altruista pintada y repintada a lo largo de seis décadas se hace trizas en Instagram.
En la segunda parte de Enrique IV, Shakespeare hace deambular al rey, insomne de preocupación en tanto los súbditos duermen. "Incómoda yace la cabeza que lleva una corona", dice el atormentado Enrique. Ignoro si Raúl siente el peso de su corona totalitaria. Pero las medidas anunciadas por Bolton son como para quitarle el sueño.
Editorial de Diario de Cuba: La Ley Helms-Burton y la responsabilidad del régimen cubano
DDC
Madrid
18 de Abril
El Gobierno cubano ha lucrado durante décadas con propiedades confiscadas tras la revolución. Lejos de compensar a sus legítimos dueños, ha desestimado reiteradamente cualquier paso o negociación con ese fin. Y aún más, poniendo dichas propiedades en manos de empresas y consorcios militares, ha negado su uso a los cubanos, quienes durante años carecieron del derecho a acceder, por ejemplo, a tierras, hoteles, marinas y puertos.
En un nefasto cálculo político, ese Gobierno desperdició la oportunidad ofrecida en su momento por el presidente de EEUU, Barack Obama, de allanar el camino para el entendimiento con Washington y poner en marcha soluciones que aliviaran la vida de los cubanos y les permitieran avanzar hacia la prosperidad.
Aún hoy, ese mismo Gobierno se mantiene como el principal aliado de regímenes condenados regionalmente por sus claras muestras de desprecio hacia la democracia, como el de Nicolás Maduro en Venezuela y el de Daniel Ortega en Nicaragua. De esa manera, liga la suerte de los cubanos a los proyectos de Caracas y Managua, fracasados políticamente, que han llevado la corrupción, la miseria y la falta de libertades a sus sociedades.
Activar los títulos III y IV de la Ley Helms-Burton es una prerrogativa de EEUU que el Gobierno de Donald Trump ha decidido ejercer, en respuesta a esas confiscaciones no compensadas a propiedades de ciudadanos de ese país, en contra de lo que establece el derecho internacional.
El Gobierno cubano ha calificado la Ley de "ataque a la soberanía de Cuba", pero nada dice de su histórica falta de acción para solucionar o atemperar su impacto sobre los ciudadanos de la Isla. Envuelto en su acostumbrada retórica patriotera, el Gobierno cubano diluye así su responsabilidad. Al pretender unir su suerte a la de los ciudadanos, oculta que esa responsabilidad es medular, pues durante décadas ha detentado el poder de forma omnímoda en la Isla, ha hecho las leyes y diseñado sin oposición ni prensa crítica la política del país.
De ese Gobierno, actualmente presidido por Miguel Díaz-Canel, era la obligación de reconducir el diferendo con EEUU, de permitir a los cubanos la participación en los destinos de la nación y de respetar los derechos humanos; en suma, de haber evitado que el país se hundiera en la actual crisis política, social y económica.
La respuesta cubana —los tweets del propio Díaz-Canel y de Bruno Rodríguez tras la activación de los títulos III y IV de la Ley Helms-Burton— evidencia una clase política enfrascada en ese camino sin salida que nos ha llevado hasta aquí, y cuyo elemento esencial, para ocultar sus propias responsabilidades y fracasos, es la confrontación con EEUU. Ahora, como desde hace décadas, las consecuencias las pagaremos todos los cubanos.
1 Comments:
Fotos que prueban a la saciedad el izquierdista entreguismo de Barak Obama a la Cuba
comunista de Raul Castro............dos monigotes de circo juntos en la infamia para
lograr la subsistencia de un arcaico sistema......juntos dos males politicos, dos
engendros de la mentira y el odio.......uno representando hipocritamente una Democracia que
odia, y el otro representando al brutal sistema impuesto a los Cubanos.....las dos alas del
mismo siniestro cuervo.......dos mentes llenas de complejos y frustaciones, mentes
conocedoras de su totaly completo fracaso, el primero equivocadamnete electo por un pueblo
desconocedor del individuo y la traidora prensa a su favor.......el segundo un dictatorzuelo
ignorante de lo mas minimo en el arte de gobernar........por suerte quedaba poco tiempo
al morenito Kenyano, y no pudo hacer nada mas por su adorado raton comunista......llegp un
nuevo Preidente, un verdadero Americano y Patriota.....no mas entreguismo al mortal comunismo
.......no mas bochornosas concesiones.......no mas estrechamientos con ensangrentadas manos.
.....no ma coqueteo con el comunismo ateo y criminal.
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