BARACUTEY CUBANO

QUE APLAUDAN MI CUBANÍA

 

Por Esteban Fernández
7 de mayo de 2019

Todos los cubanos que añoramos nuestro pasado, a nuestros artistas, deportistas, cantantes, músicos, patriotas y poetas de la Cuba de ayer, hemos recibido y sufrido críticas -y en el mejor de los casos “sorpresa”- de parte de mucha gente por nuestro empecinamiento. ¿Cuántas veces hemos tenido que escuchar estas cuatro palabras: “¿Chico, olvídate de eso”?

Sobre todo, provienen de los defensores del famoso “melting pot”, de la enorme cazuela norteamericana donde supuestamente se deben disolver todas las nacionalidades e integrarse de lleno al “american way of life”.

Inclusive las quejas pueden hasta venir de un hijo o de un nieto quienes de buena fe nos dicen: “Viejo, no pienses más en esas cosas del pasado cubano e intégrate a la vida moderna y las costumbres de U.S.A.”.

Y yo tengo buenas respuestas para eso y se las paso a ustedes gratuitamente: “Bueno, cierto que yo nunca olvido al Benny Moré, ni a Barbarito Diez, ni a Rolando Laserie, pero ¿los norteamericanos no recuerdan con emoción a los Beach Boys  y a Prince?

Mis viejos compatriotas consideran eternamente a Celia Cruz como la “Reina” de nuestra música, la guarachera de Cuba, pero ¿no es también cierto que aquí muchos consideran a Elvis Presley “El rey del Rock and Roll”, al difunto pajarraco Michael Jackson “El rey del Pop” y a Aretha Franklin “La Reina del Soul”?

Nosotros recordamos constantemente a aquellos artistas de nuestro pasado como a Minín Bujones y a Eduardo Egea, a Manolo Coego, a Lilia Lazo,  y a todos las demás glorias de Cuba  y ¿ellos no hacen lo mismo con Rock Hudson, con Gregory Peck, con Robert Mitchum, con Cary Grant y hasta con Clark Gable?

Recordamos al pianista “Bola de Nieve” y ¿ellos no hacen lo mismo con ‘Liberace’? Vivimos orgullosos de Martí, Maceo y de Máximo Gómez y ¿será que los americanos no mencionan jamás a Washington y a Lincoln?

Si ellos tienen el derecho y la dicha de ser fanáticos eternos de ‘Babe’ Ruth y de Jackie Robinson, nosotros podemos hacer lo mismo con Roberto Ortíz, Willy Miranda, Orestes Miñoso, Sandalio Consuegra, con Edmundo Amorós, con Camilo Pascual y ¡hasta con su hermano “Patato”!

Algunos no aceptan de buena gana que nosotros dediquemos unos humildes pensamientos a “Los Tres Villalobos”, y a “Leonardo Moncada”. Entonces ¿por qué ellos se pasan la vida tratando de revivir en las pantallas a Superman, a Batman, Tarzán, Spiderman, y en Disneyland al ratón Miquito y al Pato Donald…

Quieren algunos que nos olvidemos de Guillermo Álvarez Guedes, de Tito Hernández, de Rosendo Rosell, de Jesús Alvariño, bueno y ¿por qué nadie les pide a los americanos que se olviden de Bob Hope y de Robin Williams?

Verdad que a algunos no viene mucho a la mente los caballos Azabache, Centella y Tormenta, pero ¿no es cierto también que ellos recuerdan perfectamente y sin interferencias ni críticas a Trigger el caballo de Roy Roger? Yo voy a estar hablando de mi inolvidable perra Yeti hasta que ellos dejen de recordar a Lassie.

Nos gusta pensar en nuestros galanes de la televisión Rolandito Barral, Jorge Félix, Jorge Marx, Carlos Alberto Badías, Carlos Barba, Albertico Insua, de la misma forma en que ellos jamás olvidan a James Dean.

Y como colofón: a todo al que no le guste que sigamos siendo voceros de la Cuba de ayer, y que sigamos siendo CUBANOS 100% le pregunto: “Y ¿Qué eran los norteamericanos que vivieron en nuestra Isla? ¡Eran orgullosamente norteamericanos! Nosotros les aplaudíamos eso, ahora yo aspiro a que nos aplaudan a nosotros nuestra cubanía.

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