Tomado de http://www.diariodecuba.com/
'Lo más triste es que nunca el régimen ha aceptado que lo que hicieron fue un asesinato'
Ileana de la Guardia y Jorge Masseti. (Ñ/CLARÍN)
DDC
Madrid
27 de Julio de 2019
El exgeneral Patricio de la Guardia Font, uno de los procesados en el Caso Ochoa por el cual en el verano de 1989 fueron fusilados en La Habana el general Arnaldo Ochoa y el coronel Antonio de la Guardia, hermano de Patricio; el capitán Jorge Martínez y el mayor Amado Padrón, fue liberado el viernes 26 de julio, según informó Clarín.
El mismo día, la revista Ñ del medio argentino, conversó con Ileana de la Guardia, hija del coronel ejecutado, y con su esposo Jorge Masseti, quienes evocaron lo que han calificado como tragedia, su búsqueda de justicia y los detalles de una historia que transformó sus vidas.
Patricio de la Guardia cumplió su condena de 30 años el pasado 12 de junio, aunque la fecha en que se dictó su sentencia fue posteriormente, el 7 de julio. "Disfrutaba" de una libertad condicional "vigilada" en su vivienda en Miramar. Según el escritor Norberto Fuentes, por presiones de los militares a cargo de su caso se comprometió a, en ningún momento posterior al término de su sentencia, solicitar su salida del país.
Para Ileana de la Guardia, cada aniversario de la muerte de su padre por fusilamiento "es un momento muy triste".
"Los 30 años que han pasado me parecen increíbles porque para mí no ha pasado mucho tiempo. He vivido en el exilio, siempre pensando que algún día (…) podría ir a Cuba, a ponerle flores a donde está. Y lo más triste es que nunca el régimen ha aceptado que lo que hicieron fue un asesinato y que tendrían que pedirle en algún momento disculpas a la familia", dijo a Ñ.
La hija del coronel ejecutado creyó que tras la muerte de Fidel Castro, su hermano Raúl iba a ir "un poquito más lejos", pero nunca tuvo "muchas esperanzas ni expectativas de que Raúl dijera que se equivocaron".
Desde que salió de Cuba —añadió— sintió "como una necesidad importante limpiar su memoria. Mostrar lo que el régimen había querido ensuciar la imagen de él y de los demás con este proceso. Nosotros teníamos el deber de aclararlo y de darle justicia. La justicia que no tuvo en Cuba, ni siquiera muerto".
"Lo primero más importante para mí fue poder hablar con la prensa. Ir al sector de Naciones Unidas que se encarga de los procesos arbitrarios. Era muy importante que una institución internacional reconociera que ese proceso fue injusto e ilegal, desde el primer momento y hasta el final. Porque el proceso no respetó siquiera las leyes cubanas. Lo conseguí", recordó.
Describió el resultado del proceso como un engaño. "Se montó el juicio. La negociación con los que estaban presos era que aceptaran lo que les estaban pidiendo que dijeran. 'Si ustedes aceptan lo que nosotros les estamos pidiendo, no los vamos a fusilar', les aseguraron. A mi padre, por lo que yo supe, el mismo Fidel lo visitó la noche anterior".
Ileana de la Guardia cree que todo lo que hicieron los condenados en el Caso Ochoa acusados de narcotráfico fue "a pedido de Fidel, de Raúl y del ministro del interior, José Abrantes".
Especificó: "¡No a pedido, ordenado! Porque ese es el tema: cuando eres militar, tú no puedes decir que no. Y hasta qué punto ellos decían: 'Estamos cansados que nos estén dando órdenes, de cosas que no queremos hacer. Vámonos de aquí'. En el círculo más cercano de familia y amigos lo decían".
De la Guardia y Massetti rememoraron que las críticas al régimen empezaron en los años 80: "85, 86, cuando la perestroika empieza y evoluciona en Rusia" e identificaron a Ochoa como "el que iba más a fondo e incluso más ofensivo".
"Ya al final, cuando hablaba de Fidel, decía: 'el loco ese'. Dijo: 'estos dos llevan mandando gente a morir desde hace 30 años. Están ocupando el poder y llevándose el dinero'".
Según Masseti, Ochoa llegó a decir frente a ellos: "A los viejos combatientes nos tienen a todos abandonados. Estos dos llevan tantos años mandando gente a matar".
También está de acuerdo con que "Fidel Castro quería eliminar testigos que lo podían imputar, como el caso de Tony" y varias personas más "que sabían de todas estas operaciones especiales".
Mencionó a Manuel Piñeiro, al propio Ministro del Interior José Abrantes, Aldo Santamaría, de la Marina de Guerra cubana. "Hay operaciones de narcotráfico en Cuba mucho antes de que (…) Antonio empiece a participar en operaciones comerciales ilegales".
Sobre la nueva generación del régimen que se va a perpetuar en el poder (Mariela Castro, Miguel Díaz-Canel, Alejandro Castró Espín, López Callejas), Massetti consideró que "se han dado cuenta de que para dirigir el país y ser ellos los que siguen en el poder, tienen que aplicar la política de Fidel Castro y de Raúl".
"La diferencia es que los otros te vendían el cuento de la revolución, el socialismo, la igualdad. Estos herederos son el poder despótico", zanjó.
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