DULCES NAVIDADES.
Por Esteban Fernández
24 de diciembre de 2019
Hoy en este escrito de esta bella época navideña voy a aflojar un poco y dulcificar el mensaje, mañana vuelvo a la carga y a ser un vocero de la necesidad de la guerra y beligerancia cubana como la única forma de lograr la libertad.
Vamos los cubanos decentes y anticastristas a suspender cualquier polémica o discrepancia que nos desuna. Vamos todos a darnos un apretado abrazo navideño y celebrar juntos el verdadero motivo de esa fecha: El nacimiento del niño Jesús.
Nada de peleas, nada de borracheras, ni discusiones políticas estériles entre nosotros, recordemos todos que tenemos un solo enemigo común: el castro comunismo.
Y nos une el mismo deseo de ver a nuestra Patria de nuevo uniéndose a los países libres, independientes y soberanos del mundo. Ya va siendo hora para nosotros.
En el próximo 2020 podemos -el que quiera- volver a recordar las discrepancias que nos desunen. Vamos en este instante a concentrarnos y recordar los motivos que nos trajeron a estas tierras de libertad.
Estrechemos nuestras manos blancos y negros, pobres y ricos, mestizos y chino cubanos, cubanos libres, y aunemos esfuerzos tratando de lograr la emancipación de los que atrás quedaron. Hermanos, todos somos hermanos los que nos una el ideal de ver a la tierra que nos vio nacer libres de las alimañas que la esclavizan.
Gritemos en este momento al despedir este 2019 con todas nuestras fuerzas a todo pulmón, ¡Viva Cristo Rey y Viva Cuba libre!
“Viva Cuba” libre como gritaron nuestros mambises, nuestros Martí, Maceo, Gómez, Céspedes, y “Viva Cristo Rey” como gritaron nuestros miles de mártires, Campanería, “Francisco”, Plinio Prieto, Osvaldo Ramírez, Porfirio Ramírez.
Quiero dejar ratificado en estas Navidades, que YO SALUDO CON VERDADERO AFECTO A TODO AQUEL QUE ME DIGA QUE ES CUBANO y que ha puesto o desea poner su granito de arena en favor de la libertad y reconstrucción de la misma patria que nos vio nacer.
Y a los que desean -al ya al estar en la Patria libre- que caiga todo el peso de la ley sobre aquellos que la han mancillado y han hecho correr la sangre de los cubanos buenos.
Pásenla bien, disfruten de la libertad que esta tierra acogedora nos brinda, sin excesos, y durante la cena de Nochebuena dentro de las oraciones démosle gracias a Dios por la libertad que gozamos y pidámosle por la de la Isla maniatada y esclava.
Un abrazo para todos de este compatriota oriundo de la “Huerta de Cuba” que abraza a los buenos y odia a los malos cubanos. Esteban Fernández
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