BARACUTEY CUBANO

Por Dr. Alberto Roteta Dorado.

5 de abril, 2020

Santa Cruz de Tenerife. España.- No se malinterprete esta opinión, que es la misma que he tenido, con o sin pandemia por coronavirus. No estoy haciendo referencia a la labor humana de los profesionales sanitarios, ni estoy cuestionando su desempeño, no me corresponde – como colega y como profesor– por cuestiones de naturaleza ética, una disciplina que estudié cuando cursaba el segundo año de la carrera de medicina, hacer valoraciones en este sentido; pero si, como persona que vivió la mayor parte de su vida bajo los malévolos efectos de un régimen comunista, me siento libre de expresar una opinión sobre el polémico asunto de las “misiones” médicas cubanas, sobre todo, ahora en tiempos de pandemia por coronavirus, en los que el régimen de La Habana hace un derroche de politización con sus profesionales de la medicina toda vez que la pretensión de exportarlos ya sobrepasa límites. 

El régimen comunista de la isla, que lo que menos le interesa es salvar vidas, hacer labor altruista o ayudar a la humanidad, hubiera querido que sus profesionales de la salud estuvieran en naciones como Italia (Lombardía no cuenta para nada toda vez que se trata de un solo territorio aislado que pidió la ayuda al gobierno de Cuba)*, Francia,** España, Estados Unidos, Reino Unido, Suiza, Alemania, etc., esto es, naciones del mundo desarrollado, con lo que ingresaría sumas considerables de dólares por concepto del 75% o más que se apropia de lo que ganan sus médicos y enfermeros; pero sobre todas las cosas, para hacerse notar de verdad en el mundo, y tratar de legitimizarse en el peor momento de su historia, cuando sabe muy bien del inevitable fin de su existencia.

Esto no ha sido posible, por cuanto, los países desarrollados como los que cité antes y otros que omití, no necesitan de los servicios médicos del régimen cubano, ni de ningún otro país, toda vez que son suficientes y autosuficientes para asumir y enfrentar cualquier adversidad de esta naturaleza. Son ejemplos muy concretos en este sentido Alemania, país con 96.092 casos diagnosticados de coronavirus que solo muestra un total de 1. 444 defunciones, lo que representa solo un 1.5%, o Reino Unido, con un total 42.479 casos y 4.320 defunciones, para un 10.1%, por solo citar a dos naciones que son ejemplos de sistemas de salud óptimos, independientemente al incremento de la mortalidad en este último país en los últimos días producto de la agresividad del coronavirus y no de la ineficacia de su sistema sanitario.  

Téngase presente que las alarmantes cifras de muertes de países como Italia y España no se debe a incapacidad de sus sanitarios, ni a deficiencias de sus sistemas de salud, sino a la saturación de los servicios de este tipo ante la vertiginosa crecida de casos que se diagnostican diariamente, así como a las complicaciones inherentes al curso natural de la enfermedad originada por el coronavirus actual; amén de las peculiaridades del virus desde el punto de vista de su grado de agresividad, o lo que llamamos en medicina virulencia.

En el caso específico de España existen otras condicionantes relacionadas con su actual gobierno, por cierto de orientación socialista y de tendencia izquierdista con matices de comunismo extremo a partir de la presencia de Pablo Iglesias y sus Unidas Podemos, algo de lo que trataremos en otro contexto para no apartarnos del tema de la política expansionista del castrismo, no sin antes hacer mención al reclamo de la Generalitat catalana a la Sanidad española para incorporar médicos cubanos para la crisis del coronavirus, a lo que el Gobierno de Pedro Sánchez prefirió guardar silencio en medio de su descrédito por su irresponsabilidad e ineptitud en la actual situación española.  

Fuentes del Gobierno de Sánchez aseguran que “no se contempla por ahora la participación de médicos procedentes de Cuba ni de China”, lo que no excluye la valorando de añadir al sistema sanitario español a aquel personal médico extranjero que resida en España. El gobierno italiano ha compartido con España la experiencia del personal venido directamente de Cuba y de China, y que la calificaron de “nefasta”.

De modo que al régimen de la isla caribeña no le quedó otra opción que ser persistente en la venta de su producto – según ellos, uno de los "grandes logros de la revolución"–  y aceptar que Lombardía, una localidad del norte de Italia azotada fuertemente por el coronavirus contratara sus servicios. No obstante, los titulares de la prensa oficialista cubana y sus sucursales venezolanas los anuncian como presencia de médicos cubanos en Italia, cuando en realidad no están por toda Italia, sino en una localidad específica que aceptó las propuestas de la embajada de Cuba, y ante la desesperación contrató a sanitarios cubanos.

Por otra parte, se sabe de la presencia de unos pocos médicos y varios enfermeros cubanos en Andorra, un pequeñísimo país que se pierde entre España y Francia y que cuenta con una extensión de solo 468 kilómetros cuadrados, y una población de 76.174, y que, como es de suponer, quienes participan de la “misión” apenas saben de la existencia de este sitio que se dispersa en geografía mundial para quedar reducido a la nada. Al día de hoy, el pequeño principado de Andorra cuenta con 466 casos contagiados, y 17 fallecidos, esto es, 90 casos más en cuatro días si se compara con los datos del miércoles, 1 de abril, cuando se reportaron 376 casos con un total de 12 fallecidos. Es decir,  5 menos en relación con el dato de hoy. 

Andorra realizará la prueba del COVID-19 a toda la población para elaborar un estudio epidemiológico sobre el grado de inmunidad al virus, que servirá de base para decidir sobre el confinamiento. El ministro de Salud, Joan Martínez Benazet, ha informado de este proyecto del gobierno de la nación, el cual, con los datos que proporcionen esos resultados determinará "las actividades sociales y económicas que se podrían retomar, siempre bajo un criterio de extrema prudencia"; aunque no se hace referencia alguna a la participación de los enviados cubanos en la nueva estrategia de esta nación, en la que aun no han podido trabajar por encontrarse en cuarentena tras la demostración de la positividad de uno de sus sanitarios.  

¿Entonces, de que labor por el mundo se está hablando cuando en realidad solo un grupúsculo de países han aceptado las reiteradas ofertas del gobierno comunista cubano? ¿Es que acaso Lombardía, y no Italia como se pretende, y el diminuto principado de Andorra son representativos ante la magnitud del conjunto de países desarrollados europeos en los que de verdad el COVID-19 está haciendo de las suyas por doquier?

Esto es más propaganda comunista que otra cosa, y que nadie diga que están por cientos de países, por cuanto, Angola, donde solo hay 8 casos positivos, de los que dos murieron, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, Surinam, etc., en los que también hay "misiones" cubanas apenas tienen casos, y ya se sabe del pacto con Argentina, cuyo gobierno de izquierda aprovechó las circunstancias para politizar en medio de la pandemia. 

En Argentina, país con 1.451 casos y solo 43 muertes, a donde llegaron 500 sanitarios de la isla, no hace falta la presencia de médicos cubanos, aunque si les viene muy bien la injerencia comunista del castrismo para continuar los proyectos invasivos por la región, algo que se interrumpió con la rápida salida de su vicepresidente y fiel admiradora del castrismo, doña Fernández de Kirchner con su hija, supuestamente ingresada en Cuba desde hace meses, con la aparición de los primeros casos de coronavirus en Cuba. 

Lo que expongo acá es la verdad, y también mi verdad, todo está sustentado en datos numéricos y revisiones recientes acerca del coronavirus, así como del intento de diseminación del comunismo por parte de la dictadura cubana, quien está al acecho para posesionarse, aunque lo pretende hacer bajo el pretexto de ayudas incondicionales, humanismo, y altruismo, algo que nadie les cree a estas alturas, excepto aquellos que aferrados a la nada quieren hacer perdurar lo inexistente.

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*En Lombardía sucedió que el personal diplomático cubano en esta nación estuvo tramando de manera sutil, pero con firmeza las “orientaciones” del régimen castrista. Se trata de la Embajada cubana en Roma, así como el Consulado General de Cuba en Milán, quienes, luego de una protocolar alocución – según reza en la nota informativa No. 3/2020 de la Embajada de Cuba en Italia, a la que pude acceder– se ofrecieron a las autoridades italianas: “hemos patentizado nuestra disponibilidad a la colaboración internacional, como siempre ha sido nuestra postura, demostrada en múltiples ocasiones precedentes, como en el enfrentamiento directo del personal médico cubano al ébola en África”, a lo que las autoridades de esta localidad del norte de Italia, azotada fuertemente por el coronavirus respondieron mediante un llamado a la participación de los sanitarios cubanos.  De igual modo se explica que: “la Asociación Nacional de Amistad Italia – Cuba (ANAIC), como la Coordinadora Nacional de Cubanos Residentes en Italia (CONACI) han hecho públicos sendos llamados a las autoridades italianas para que consideren la posibilidad de requerir una contribución de parte de Cuba, con personal médico y con el antiviral cubano Interferón Alfa 2 B, que se ha utilizado exitosamente frente al COVID19 en China”.

**No existe participación cubana en Francia como nación propiamente dicha, país que actualmente tiene una crítica situación epidemiológica toda vez que al presente se registran 42.479 casos contagiados, con un total de 7.574 de defunciones, lo que representa un 8.3% de mortalidad; sino que el Gobierno francés autorizó la presencia de sanitarios de la isla en sus territorios de ultramar, esto es, Martinica, Guadalupe, Guyana y San Pedro y Miquelón.