Carlos Alberto Montaner en su yihad contra Trump 2020: La estrategia de Donald Trump
Vayamos ahora directamente al presente artículo de Carlos Alberto Montaner:
- ¨...El argumento de que la ley prohíbe la utilización de espacios públicos para hacer campañas partidistas...¨. He oido que el Presidente Franklyn D. Roosevelt usó los espacios de la Casa Blanca cuando, en los tiempos de la II Guerra Mundial, aceptó la nominación partidista para su último mandato.
- ¨...El tema de la campaña republicana es el supuesto socialismo de los demócratas. Ese argumento me ha mordido antes. No me lo creo. Ni Joe Biden ni Kamala Harris tienen nada que ver con la visión comunista de la sociedad...¨. No voy a tener en cuenta que Kamala Harris, según una supuesta encuesta dentro del Senado, ella es vista como una persona muy a la izquierda. Lo que sí voy a tener en cuenta es el Acuerdo de la Unidad de Joe Biden con el socialista Bernie Sanders. En el artículo de Conrad Black, del 14 de julio de 2020, cuyo título es El acuerdo de unidad Biden-Sanders señala el vaivén de los demócratas hacia la izquierda se puede leer lo siguiente: ¨El acuerdo de unidad de Biden-Sanders revelado el 8 de julio es, incluso, para aquellos de nosotros que estamos preparados para temer lo peor, una sacudida asombrosa hacia la extrema izquierda del partido tradicional de centro-izquierda que dice clamar por la unidad.¨ Este bloguista ve mejor a Bernie Aander como un embozado ecomunista que admiró a la Unión Soviética, donde pasó su luna de miel, y admiró a la dictadura Castrista de Cuba y que posteriormente, dado el fracaso en el mundo de la marxista lucha de clases con el apoyo de la leninista unidad de obreros y campesinos, se ha convertido en un socialista fabiano que usa la metodología del comunista italianoAntonio Gramsci que plantea que se llegará al comunismo no por la lucha de clases, sino mediante la cultura: la educación, los medios masivos de comunicación, la literatura, el cine, el teatro, la música, etc.
- Carlos Alberto Montaner escribeen su artículo: ¨Prueba al canto: Trump, que prometió arrancar de cuajo las “órdenes ejecutivas” de Obama, ha respetado la que le puso fin a la llamada “pies secos y pies mojados” firmada por Bill Clinton, que les permitía a los cubanos pedir asilo en Estados Unidos o presentarse en cualquier puesto fronterizo para recabar la protección americana. Trump no quiere a los cubanos. Por lo menos no los quiere en territorio americano.¨ Donald Trump lo que desea para EE.UU. son INMIGRANTES LEGALES ( es decir: personas que sigan las leyes de inmigración establecidas en los EE.UU. para entrar y permanecer en el país y que aporten o beneficien al país. Carlos Alberto Montaner sabe que si Trump hubiera restablecido la orden ejecutiva llamada popularmente ¨pìes secos, pies mojados¨ mientras se actuaba de manera diferente o contraria con los integrantes nativos de otros países de las nada espontáneas caravanas, provocaría que muchos residentes y ciudadanos norteamericanos protestaran en los EE.UU. por esa decisión; en particular aquellos que tienen ascendencia y parientes en esos otros países.
- Los demócratas, con Nancy Pelossi al frente, son los que no han querido hacer un proyecto de ley en el Congreso para resolver de manera definitiva la situación de los dreamers o soñadores; tampoco quisieron aprobar un presupuesto para la continuación del muro fronterizo (que comenzó Bill Clinton y que siguió construyendo George W, Bush) a cambio de que Trump aprobara la solución de su status para una gran cantidad de esos inmigrantes ilegales que fueron traidos de niños por sus padres o por traficantes. Apunto que Obama y Pelossi tuvieron la Presidencia, la Casa de Representante y el Senado durante los dos primeros años de Obama y no hicieron nada pese a que una nueva Ley de Inmigración fue una promesa de campaña de Obama. Recordemos que la Pelossi para aprobar el llamado popularmente Obama Care expresó descaradamente, sabiendo que los demócratas eran mayoría en el Congreso: ¨Voten y después se lo leen¨; podían haber hecho algo similar con una nueva Ley de Inmigración, pero quería guarda la promesa de una reforma migratoria para más adelante ...
- ¨...pero alguien con su biografía al sur de la cintura, que se ufana por agarrar a las señoras por la entrepierna, seguramente lo hace como un sacrificio electoral...¨ Carlos Alberto Montaner sabe lo que son los alardes en una conversación entre hombres, pues seguro ha oido a más de uno de esos alardosos que con la mentira y el ¨fabular¨ lo que buscan es impresionar a los que los están oyendo. Ninguna acusación contra Trump de ese carácter ha sido presentada y mucho menos verificada (contrariamente a lo sucedido con Bill Clinton) pese a la multimillonaria ganancia que obtendrían la acusada y sus abogados. Recuerdo que una mujer mayor nada agraciada cuando joven y mucho menos ya mayor, dijo que añis atrás Trump la había manoseado en un avión ya que estaba sentado al lado y en un asiento con ciertas características que después se supo que ese avión no tenía ese tipo de asiento, Además: ¿Por qué la mujer no protestó o gritó dentro del avión para parar el supuesto manoseo ?
Finalmente:
Donald J. Trump es un patriota que desea mantener los principios que hicieron grande este país.
Videos. Nacionalismo vs Globalismo. Julio M. Shiling (escritor y politólogo) y Luís G. Díaz-Ortega (periodista y presentador)
Parte I
Parte II
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Tomado de http://www.elblogdemontaner.com/
La estrategia de Donald Trump
Donald Trump y Joe Biden
Por Carlos Alberto Montaner
29 de agosto, 2020
Al fin terminaron las convenciones. La de Trump fue mucho más vistosa que la de Biden. Lo asombroso es que los estadounidenses no le prestaron la atención debida ni a una ni a otra. Los jardines de la Casa Blanca eran un set natural para proyectar el mensaje de Trump. El argumento de que la ley prohíbe la utilización de espacios públicos para hacer campañas partidistas es más débil que la silenciosa presencia del Covid 19. Son épocas especiales. Sin embargo, los asistentes, salvo unos cuantos ciudadanos respetuosos de los demás, no portaban mascarillas ni guardaban la “distancia social” debida. Dios los coja confesados.
El tema de la campaña republicana es el supuesto socialismo de los demócratas. Ese argumento me ha mordido antes. No me lo creo. Ni Joe Biden ni Kamala Harris tienen nada que ver con la visión comunista de la sociedad. Alegar que Joe Biden es como Fidel Castro es como decir que Donald Trump es como Vladimir Putin. Una manifiesta exageración. (Supongo que Trump no es capaz de envenenar a los opositores).
Recuerdo las elecciones de 1982 en España, cuando triunfó Felipe González por mayoría absoluta. Un cubano que trabajaba conmigo, muy buena gente, entró en mi despacho a decirme que se iba a Estados Unidos. “¿Por qué?” –le pregunté. “Porque el cordón de aceitunas se lo mete su madre”. Él había sufrido mucho por las locuras colectivistas de Castro. Había sido obligado a sembrar café caturra en el “cordón de La Habana”. Cualquier razonamiento que yo alegara se estrellaba contra su experiencia.
Cuatro cubanos figuraron en la Convención republicana. La vicegobernadora de Florida Jeanette Núñez, Mercedes Schlapp, Lourdes Aguirre y Máximo Álvarez, un señor que pronunció un discurso muy persuasivo. Llegó a Florida por la operación “Peter Pan” organizada por los curas y la CIA durante el gobierno de John F. Kennedy. Probablemente, ninguno de ellos se hubiera establecido en Estados Unidos de haber estado en la Casa Blanca un nacionalista antiinmigrante como el señor Trump.
Prueba al canto: Trump, que prometió arrancar de cuajo las “órdenes ejecutivas” de Obama, ha respetado la que le puso fin a la llamada “pies secos y pies mojados” firmada por Bill Clinton, que les permitía a los cubanos pedir asilo en Estados Unidos o presentarse en cualquier puesto fronterizo para recabar la protección americana. Trump no quiere a los cubanos. Por lo menos no los quiere en territorio americano.
Tampoco quiere a los venezolanos, aunque los ayuda económicamente fuera de las fronteras estadounidenses. No sólo les niega a los venezolanos el TPS (Temporary Protected Status) solicitado por Mario Díaz-Balart y otros 30 congresistas, pese a saber que en Venezuela hay una fracasada dictadura comunista, mientras juega cruelmente con los ochocientos mil “soñadores”, estadounidenses sociológicos que vinieron al país arrastrados por sus padres, sencillamente porque a sus bases no les gustan los inmigrantes.
Grosso modo los cubanos apenas constituyen el 4% de los votos de la Florida. Ni siquiera pueden ganar en Miami-Dade. En las últimas elecciones Obama obtuvo el 49% de los sufragios cubanos. En las del 3 de noviembre acaso a Trump lo respalde el 60%, pero los puertorriqueños, avecindados en torno a Orlando, tal vez le den la victoria a Biden, porque tienen razones para sentirse ofendidos por la Casa Blanca. Según Miles Taylor, un alto oficial del DHS (Department of Homeland Security), Donald Trump pretendió vender Puerto Rico, como si la Isla fuese una pieza más del juego Monopoly, o un trozo de real state neryorquino, sin tomar en cuenta que desde 1917, hace más de un siglo, los boricuas son ciudadanos norteamericanos “de nacimiento”.
No puedo ser trumpista, precisamente, porque Trump es un nacionalista, antiinmigrante, antiglobalización, proteccionista, cuatro categorías que me producen un enorme rechazo. Me gusta que sea (teóricamente al menos) prudente en el terreno fiscal, y que prefiera reducir el gasto antes que subir los impuestos, y que haya mudado la sede diplomática a Jerusalén, algo que habían prometido sin cumplirlo media docena de presidentes antes que él, aunque me irrita su fanfarronería hiperbólica y su actitud de bully incapaz de comprender que los daneses no le quieran vender Groenlandia o a los socios de la OTAN no les guste ser maltratados públicamente.
Entiendo que quiera sumar a los cristianos evangélicos, y que tome públicamente partido por los “pro life”, aunque sea un tema resuelto por la Corte Suprema, pero alguien con su biografía al sur de la cintura, que se ufana por agarrar a las señoras por la entrepierna, seguramente lo hace como un sacrificio electoral más que como una convicción arraigada, extremo que le reclama Jerushah Duford, la piadosa nieta de Billy Graham, que suele acusarlo de ser un gran hipócrita.
Sólo faltan dos meses para las elecciones del 3 de noviembre. Veremos qué ocurre. Según Real Clear Politics, Biden está delante en las encuestas. Pero ya sabemos que eso no quiere decir gran cosa.
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Según Jaime Bayly el demócrata BIDEN es un "MENTIROSO" y un "CAMALEÓN"
Forget the , What About Biden's Lies?
El expediente sexual de Biden |
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EN ESPAÑOL DONALD TRUMP en el discurso de aceptación que cierra la convención republicana RNC 2020
Etiquetas: aceptación, Biden, CAM, Carlos Alberto Montaner, convención, discurso, elecciones, Trump
11 Comments:
Excelente el articulo de Baracutey Cubano sobre Carlos Alberto Montaner.......pero creo
hay algo peor que su hemoplejia intelectual........un caso de urgente de psiquiatria con
grave afeccion de su siquitrilla mental.........las fotos de la negrita acusando al Presidente
Trump de "rescabucheo" son solo una mueestra de la desesperacion que sufren los DemoRats...
'que acuden a alabarderos como Montaner.......y un momento por favor....quien me puede dcir
que significa el apellido Lewinsky???..........honestamente confieso que despues de leer
lo comentado por Mantaner, tuve grandes deseos de vomitar.........por ultimo, la
conmovedora foto de Biden casi abrazando a Paola y la teatral y complaciente sonrisa de Jorge Ramos nos muestran claramente por dondee le entra el agua al coco.
He decidido que por muy penoso y vergonzoso que sea, no me voy a seguir abochornando por gente como Montaner porque no merecen ni eso--solamente merecen mi rechazo y desprecio. Ahora, es triste ver tales espectáculos, aunque se montan para ser vistos y llamar la mayor atención posible. Lo veo como una prostitución, un intento prácticamente obsceno de encajar en lo "correcto" y montarse en el carro de moda para "estar en algo" y lucir "actualizado" y por supuesto "progresista."
Lo de Montaner no es nuevo, pero se ha exacerbado a tal punto que da franco asco. Supongo que ya no le quede otra ilusión que ser una suerte de enfant terrible, aunque viejo, y obtener la complacencia (aunque oportunista) del tinglado mediático imperante. Me parece que paga demasiado caro (con su dignidad y credibilidad) por algo tan hueco que al fin y al cabo es pacotilla, pero cada loco con su tema. Allá él, pero no le arriendo la ganancia.
Y dicho sea de paso, mi "problema" con Montaner y otros por el estilo viene de lejos y NO se trata de Trump. Es algo mucho más básico y de esencia--es cuestión de principios.
Y con respecto (no respeto) a la impresentable Bacallao, en 1954 Trump era un niño de 8 años. Puede ser que la vieja ya no sepa ni donde está parada, pero creo que tal invento puede deberse a otra cosa. Caballero, la gentecita que nos gastamos los cubanos.
// Lo bueno que le encuentro a Trump //
Sirve de detector de personas que, a mi entender, no conocen los requerimientos que debían ser mínimos para ser aceptable como figura en los niveles más altos del gobierno de un país. (Y que demostró una vez más que el sistema electoral de EEUU es seriamente deficiente, al poder obtener legalmente la presidencia con el voto de solo 27.2% de los votantes.)
Saludos,
Ricardo
Muy wstimado Trelles
Tengo la opinión que lo más que necesita este país son patriotas, nacionalistas (no globalistas) , etc. que retomen los principios que hizo grande a este país y no corrección política.
Ahí te envio un fragmento de un post de mi blog, del cual tú eres un atento lector. Gracias a Dios el voto en EE.UU. no es obligatorio.
Relativo al debate sobre el voto electoral o el voto por colegio electoral, debo decir que de las más de 3,100 ciudades norteamericanas, Trump ganó en más de 3,000 de ellas, siendo que Clinton solamente ganó en 57 de las mismas. No pueden las 57 ciudades superpobladas en las que ganó Clinton imponerse a las más de 3,000 ciudades tan norteamericanas como ellas.
Se argumenta sin embargo que Clinton ganó el voto “popular” por algo como 1.500,000 votos. Territorialmente EUA tiene unos 3`797,000 millas cuadradas de las cuales, las ciudades que le dieron a Clinton más de dos millones de votos (ahí están los 1.5 millones de votos de ventaja) tienen solamente 319 millas cuadradas, es decir, menos del 1% del territorio norteamericano. No puede menos del 1% del territorio del país imponerse sobre el más del 99%. De esa manera, pocas ciudades muy pobladas del país no pueden imponerse al resto de la inmensidad de la Nación norteamericana, sólo por su sobrepoblación. Pocas ciudades no pueden imponer su voluntad al resto de la Nación. Esa es la sabiduría contemplada en la Constitución de EUA.
De esta manera, queda demostrado que el voto cubano-americano fue decisivo para el triunfo de Trump en la Florida y que por tanto, aportó los 29 votos electorales que le permitieron el triunfo sobre Clinton. Queda claro también que el triunfo del Donald Trump fue no solamente inobjetable desde el punto de vista legal y constitucional, sino que los argumentos territoriales y el volumen de ciudades, estados y Condados donde Trump obtuvo la victoria es apabullantemente superior a las ciudades, estados y Condados donde Clinton la consiguió.
Más en: http://baracuteycubano.blogspot.com/2016/12/jorge-hernandez-fonseca-la-eleccion.html
Trump obtuvo el 46.1% del voto popular y la Clinton obtuvo el 48.2%. Eso de 27.2% es completamente falso, por no decir muestra de una mala fe espantosa.
Oye, ¡qué gusto intercambiar contigo!
Lo que veo muy mal no es el asunto de los Colegios Electorales, es que aquí (y en casi todas partes) gana... ¡quien tenga UN voto más que su oponente más cercano! Y el porciento de votos en los resultados NO SON REFERIDOS AL ELECTORADO, sinó... respecto al número de votos válidos. Aquí, con esos Colegios, habría que ver los porcientos relativos al electorado en cada uno. Habría que saber el promedio de esos porcientos, su distribución en un estado, el país, etc.
Me parece que en las democracias que conocemos las supercacareadas elecciones son más que nada un formalidad técnica. No es un perfeccionismo quejarse de eso, es que "la clase política" nos engaña y abusa en todas partes.
Las consecuencias son terribles, nadia habla de eso (¡NO HAY MEDIOS APROPIADOS PARA HABLAR Y DISCUTIR CONSTRUCTIVAMENTE, COMO NECESITAMOS!)
Te iba a emitir mi opinión y valoración personal del sr. Trump como individuo o persona, pero... mejor "no hiero sensibilidades".
Ya sería un paso magnífico que tuviéramos dónde hablar y discutir bien. Seguro que hasta problemas tan enquistados como el de arriba terminarían resolviéndose.
Ahora, en este rinconcito muy poquitos ven lo que hemos dicho, tú no te ves precisado a meditar sobre lo mío y responder (y responder con sustancia, porque sabes que viene la contrarespuesta), etc.
¿"E" o no "e"?
Un abrazo. Que estén bien.
Ricardo
(Oye, ¿piensa en qué pasaría si tus lectores tuvieran acceso fácil y práctico a esta respuesta mía, en un buen sistema, eh?)
Pedro Pablo: (Ahora me doy cuenta de que aquí ni se especifica a quién quiere uno responder, y otros sistemas son todavía peores...)
Perdona que te respondí arriba sin ver el artículo de Fonseca. Ahora lo ví. En mi opinión ¡El factor más importante por el que ganan personas como Trump es la falta de candidatos que sirvan! Ni la Clinton (27.4% del electorado, valorándolo por ahí), ni Biden sirven tampoco.
Todo lo que dije en el otro vale y es muy importante.
Ricardo
Hola Trelles, viejo y muy estimado amigo
Para mí el partidismo tiene un gran peso en que personas no adecuadas por sus características personales (en cuanto a valores humanos) ostenten cargos públicos de diferentes niveles. Muchas de esas personas inadecuadas se sirven a sí mismo y no a la comunidad o al pueblo al que dicen servir y representar.
En un artículo de mi autoría escribo:
Tengo la opinión que el partidismo político (en el sentido de ser fanático de un partido y/o tener la obligación de votar por un candidato de su partido para no sufrir represalias de su partido, entre las que se encuentra no recibir un puesto o responsabilidad dentro del partido o del gobierno) es tan malo como la no existencia de partidos o la existencia de un sólo partido.
Más adelante escribo:
... anteriormente expresé que los Padres Fundadores d los EE.UU. tomaron medidas para que el Presidente de este país fuera la persona que más y mejores cualidades tuviera para desempeñar esa gran responsabilidad en el marco de un Estado establecido en forma de república federal y presidencialista. Esa es la razon por la cual, por ejemplo, el Presidente de los EE.UU. no se elige por la mayoría de los votos populares sino por el Colegio Electoral; es decir, por los votos compromisarios de los delegados de cada estado de los EE.UU. que van a la reunión que cada cuatro años se hace un día de diciembre (el primer lunes, después del segundo miércoles de diciembre; los electores del Colegio Electoral se reúnen en las respectivas capitales del estado al que pertenecen y emiten sus votos) para elegir al Presidente de los EE.UU.. En esas reuniones, y no el día de noviembre en que se efectúan y conocen los resultados de las votaciones populares en cada estado de los EE.UU. de las elecciones Presidenciales, es que se elige al Presidente. Lo que sucede es que los políticos de cada partido votan por el elegido de su partido elegido en las primarias, algo que iba en contra de las ideas de algunos de los Padres Fundadores, pues de hacer lo contrario sería EL SUICIDIO POLÍTICO de aquellos que votaran en esas reuniones de los Colegios Electorales en contra del candidato de su partido político...
James Madison, cuarto Presidente de los EE.UU.,estaba en contra de:
La dictadura de la mayoría
La corrupción, en el sentido de favorecer a determinados grupos sociales
Las facciones políticas o Partidismo
George Washington en su discurso de despedida de la presidencia el 17 de septiembre de 1796 expresó:
¨...Ya he insinuado a ustedes el peligro de los partidos para el estado, refiriéndome particularmente a aquellos cimentados en discriminaciones geográficas; voy a tomar un punto de vista más comprensivo y los voy a prevenir en la forma más solemne contra los efectos destructivos del espíritu de partido en general...Hay la creencia de que los partidos políticos de los países libres son freno provechoso para la administración del gobierno y que sirven para mantener vivo el espíritu de la libertad, lo cual tal vez resulte cierto dentro de límites determinados. En gobiernos de formación monárquica, el patriotismo puede considerar con indulgencia si no favorablemente, la idea de partidos, pero en regímenes populares, en gobiernos de elección, no debe fomentarse ese concepto, aunque por la tendencia natural, es seguro que posean siempre mucho de ese espíritu con fines saludables. Y ante el peligro constante de caer en el exceso debe tratarse, mediante la fuerza de la opinión pública, de suavizarlo y atenuarlo, Siendo un fuego que no puede templarse, exige una vigilancia constante para impedir que se convierta en llama o, de lo contrario en lugar de que caliente puede llegar a quemar...¨
Más en:
http://baracuteycubano.blogspot.com/2016/03/eeuu-y-su-sistema-electoral-para.html
Deseo que estés bien y que sigas cuidándote.Recibe un fuerte abrazo de tu amigo
Pedro Pablo
Pedro Pablo:
El tema es importantísimo, pero, como repito y repito porque es el problema de fondo que padecemos, ¡estos sistemas no sirven para la discusión seria!
1. Creo que la usual partidocracia es una carga de la que tenemos que sacudirnos. Los congresos de representantes nacionales son puras maquinitas de votar donde usualmente solo hay UN VOTO POR CADA "PARTIDO" en ella, ganando siempre los partidos con "la mayoría". Está bien que existan partidos para que los políticos tengan colaboración de diversos tipos pero HAY QUE LOGRAR QUE TENGAN ACTUACIÓN INDEPENDIENTE.
2. La posición de "presidente" del gobierno surge en la época en que predominaban las monarquías, y se diseñó para que fuera como un "monarca democrático". Debe haber un jefe de gobierno que sea básicamente ejecutivo, nada de prerrogativas especiales (que incluyen ¡hasta "perdonar" a convictos, cosa de los monarcas!).
3. El corazón de la democracia tiene que ser el congreso de representantes nacionales. Con cada representante elegido por su distrito pero representando a toda la nación con total independencia (y responsabilidad) personal. Nada ni nadie puede "disolver" un congreso nacional ni agredir de forma alguna a un representante. Un representante puede er destituído exlusivaente por quienes lo eligieron.
Todo lo anterior es muuuy importante para nosotros los cubanos, que estamos en cero en esto y muchos otros asuntos nacionales y sociales.
Ricardo.
(Te mandaré mensaje más personal por email.)
Y veo ahora por hayá arriba que un Factnosequé no sabe qué es porciento de votos de los electores...
Trelles
Es un viejo debate las ventajas y desventajas entre los sistemas presidencialistas, parlamentarios y hasta el ¨semiparlamentario¨.
El sistema norteamericano como tal no es perfecto pero es de los mejores en el mundo: Tres ramas (la Ejecutiva, la Congresional y la Judicial) debidamente balanceadas en el poder. Lo que sucede es que ese balance se ha ido resquebrajando por el partidismo. Hasta la Corte Suprema se ha visto afectada; ya han pasado los tiempos en que un Presidente sugiere un juez como, por ejemplo, John Roberts Jr. que lo mismo vota de manera conservadora que liberal según el tema en discusión. El arte de la política es negociar, en el buen sentido de la palabra, y eso se está perdiendo; lo que está ganando es la corrupción, usando en ocasiones para ello el recurso legal del lobbysmo o cabildeo..
Un fuerte abrazo
Pedro Pablo
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