martes, junio 15, 2021

Luis Cino desde Cuba: La cacería de Trujillo: primera aventura bélica castrista en el exterior


Nota del Bloguista de Baracutey Cubano

La aventura bélica castrista en el exterior de la que trata este artículo NO FUE LA  PRIMERA;  al menos, fue la TERCERA ya que  las expediciones a Panamá y a Nicaragua les antecedieron. 

Trujillo lo que usaba, en ocasiones,  era un bicornio; no un tricornio.

Luis Cino se equivoca  cuando escribe: ¨La guerra entre Trujillo y Fidel Castro se inició con un rocambolesco episodio en el que el entonces comandante Eloy Gutiérrez Menoyo logró la captura en Trinidad de un avión cargado de armas enviado por el dictador dominicano para derrocar al régimen revolucionario...¨.  Ese suceso en el aeropuerto de Trinidad sucedió  a mediados del mes de agosto de 1959; es decir:  es posterior  a la invasión Castrista a República Dominicana; le llamo invasión  Castrista  siguiendo los cánones  Castristas,   ya que fue  organizada, entrenada, financiada y trasportada por la tiranía de los Castro y en suelo dominicano desembarcaron,  de los diferentes transportes,  más cubanos castristas (20) que  norteamericanos en suelo cubano cuando la invasión de Bahía de Cochinos en abril de 1961, pues sólo recuerdo al norteamericano  Grayston Lynch, jefe del equipo de hombres ranas de la Brigada 2506 y a William ¨Rip¨ Robertson: 

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Me es difícil  creer que Trujillo le haya propuesto a Batista,  en  República Dominicana,  ir a Cuba a combatir a Fidel Castro pues   en diciembre de 1958 el anticomunista dictador Rafael Leónidas Trujillo le ofreció a Batista (pese a que no eran muy buenas sus relaciones)  mediante  su Embajador en Cuba, amigo y ex cuñado   Porfirio Rubirosa,  ir con sus tropas a las montañas de la provincia de Oriente  y acabar con  la insurgencia  de las tropas Castristas; Batista no aceptó porque no quiso que tropas extranjeras estuvieran y combatieran en Cuba, Las experimentadas tropas de Trujillo habían acabado con la insurgencia antitrujillista en las montañas de dicho país, al igual que hicieron posteriormente con los integrantes de la invasión Castrista.

La implicación de la CIA en la  muerte de Rafael Leónidas Trujillo es muy discutida y de haberse implicado tal parece que fue de una manera muy indirecta. Todos los implicados en el magnicidio habían sido trujillistas  y tenían problemas personales con  Trujillo; se destacaba entre ellos  Antonio de la Maza, hermano del piloto  que participó  en el  secuestro del intelectual antitrujillista  Jesús de  Galíndez. Todos los que participaron de manera directa en el secuestro de  Galíndez en EE.UU. y su traslado a República Dominicana fueron asesinados para que no testificaran ante las autoridades norteamericanas que investigaban el secuestro de Galíndez en territorio norteamericano.  En los archivos trujillistas no aparece nada que implique a Trujillo en el asesinato de los participantes  en el secuestro de Galíndez; no así Johnny Abbes García, el jefe de la policía política de Trujillo. Pueden leer más sobre la muerte de Trujollo  haciendo click   AQUÍ  y AQUÍ.

Una de las diferentes líneas de investigación  para conocer los autores del supuesto acto terrorista al barco francés La Coubre (el 4 de marzo de 1960 en la bahía de La Habana)  es la siguiente en la cual  dicho acto es visto como una represalia de Trujillo a la invasión Castrista a la República Dominicana: 

En el articulo Del Barbara Brovig al Hornsee: armas belgas para la Revolución cubana  del Doctor en Ciencias Históricas. Investigador del Instituto de Historia de Cuba. Servando Valdés Sánchez se lee:

Otras evidencias parecían comprometer a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo con los sucesos de La Coubre. El 25 de marzo, en una nota confidencial a R.R. Rubottom, secretario asistente de Estado para los Asuntos Interamericanos, el embajador norteamericano en República Dominicana, Joseph S. Farland, le informaba que a través de una fuente militar se había podido confirmar que Porfirio Rubirosa, exoficial (1) del ejército, era uno de los que estaba detrás de los acontecimientos del barco francés. Asimismo, refería que por otra fuente se conocía que el reciente viaje a Bélgica del general Espaillat, exjefe del Servicio de Inteligencia Militar de Trujillo, había sido con el propósito de “crear los mecanismos de sabotaje”."

Señalo que Fidel Castro acusó inmediatamente a la CIA de la explosión del vapor La Coubre pero estas son las horas que la tiranía Castrista  no ha presentado una sola prueba, pues ni el traidor de la CIA Phillip Agee ni otros traidores y agentes infiltrados en la ¨Compañía ¨ han dado información referente a esa explosión en el Puerto de La Habana. Arthur M. Schlesinger Jr., antiguo asesor del presidente Kennedy, presente en Cuba durante la conmemoración el 40 aniversario (no recuerdo si fue en el aniversario de la victoria de Playa Girón o de la Crisis de Octubre; esa conferencia se trasmitió por la televisión en Cuba y recuerdo que al lado de Schlesinger  estaba sentado  el cubano-americano  Jorge Ignacio Domínguez, entonces profesor de la Universidad de Harvard) le preguntó directamente a Fidel Castro si él había denunciado inmediatamente después de la explosión de que había sido la CIA para obtener ventaja política, pues él pese a las altas responsabilidades que ocupó en el gobierno norteamericano NUNCA encontró alguna información que vinculara a la CIA con dicha explosión. Por otra parte, la única ¨prueba¨ de la tirania para demostrar que no fue accidental la explosión del vapor La Coubre  fue lanzar desde un helicóptero varias cajas de granadas, etc., las cuales  no explotaron.

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Tomado de https://www.cubanet.org/

La cacería de Trujillo: primera aventura bélica castrista en el exterior

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Para Castro, que estaba siempre en busca de enemigos, Trujillo era el villano perfecto: un tirano sanguinario, estrafalariamente ridículo con su tricornio emplumado, su bigotico de mosca y los entorchados y medallas autoconferidas que le ganaron el mote de Chapitas

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Por Luis Cino

13 de junio, 2021

LA HABANA, Cuba. – Hace 62 años, el 13 de junio de 1959, con la partida de Cuba hacia República Dominicana de una expedición para combatir al dictador Rafael Leónidas Trujillo, se iniciaba la primera aventura bélica del régimen castrista en el exterior.

Entre Fidel Castro y Trujillo existía una enemistad de larga data. En 1947, Fidel Castro había participado en la frustrada expedición antitrujillista de Cayo Confites. Ya en el poder, Castro se enfureció porque el dictador dominicano, que le había dado refugio a Fulgencio Batista tras su huida de Cuba luego de cobrarle un cargamento de carabinas San Cristóbal que le debía, le ofreció su apoyo para derrocar al recién instalado régimen revolucionario.

La guerra entre Trujillo y Fidel Castro se inició con un rocambolesco episodio en el que el entonces comandante Eloy Gutiérrez Menoyo logró la captura en Trinidad de un avión cargado de armas enviado por el dictador dominicano para derrocar al régimen revolucionario. La operación fue supervisada por Fidel Castro, que, cuando todo estuvo bajo control, no perdió la oportunidad de posar como el  héroe de la película.

Para Castro, que estaba siempre en busca de enemigos, Trujillo era el villano perfecto: un tirano sanguinario, estrafalariamente ridículo con su tricornio emplumado, su bigotico de mosca y los entorchados y medallas autoconferidas que le ganaron el mote de Chapitas.

El mandamás estaba en deuda con los antitrujillistas que lo habían ayudado en su lucha contra el régimen de Batista. Por ello, se comprometió con el dominicano Enrique Jiménez Moya –que en 1958 llevó un cargamento de armas de Venezuela a la Sierra Maestra– a preparar militarmente en Cuba a los hombres que combatirían contra Trujillo.

En febrero de 1959, los antitrujillistas comenzaron a ser entrenados por oficiales del ejército cubano, al frente de los cuales estaba el comandante Roberto Fajardo, en el campamento Mil Cumbres, en la Sierra de los Órganos, Pinar del Río. El comandante Delio Gómez Ochoa coordinaba la operación e informaba de su progreso a Fidel Castro en las reuniones secretas que sostenían en las oficinas de los altos del Club 21, en El Vedado.

Para la expedición se integró un contingente de 198 hombres. De ellos, 151 eran dominicanos, 27 de otras nacionalidades y 20 cubanos del Ejército Rebelde. La veintena de cubanos, a los que ordenaron pelarse y afeitarse las barbas, provenían de la columna del comandante Camilo Cienfuegos. Los expedicionarios viajarían a República Dominicana en tres grupos. Dos grupos irían por mar y el otro en un avión C-46.

Los barcos en que iban los dos grupos que debían desembarcar por Maimón y Estero Hondo, partieron de Punta Arena, al norte de Holguín, custodiados por tres fragatas de la Marina de Guerra cubana, en la tarde del 13 de junio de 1959.

En las fotos de la partida, que no se dieron a conocer hasta muchos años después, los expedicionarios, con uniforme verde olivo, se ven sonrientes, como si fueran de fiesta. Camilo Cienfuegos, que acudió a despedirlos, era el único que no reía.

El C-46 en que fue el tercer grupo de expedicionarios partió de Manzanillo la tarde del 14 de junio. A bordo iba Jiménez Moya, el jefe de la expedición, y el principal asesor cubano, el comandante Gómez Ochoa. El avión no pudo aterrizar en San Juan de la Maguana como estaba previsto y tuvo que hacerlo en Constanza, bajo un aluvión de balas  del ejército dominicano.

Los yates tardaron casi una semana en llegar a las costas dominicanas. Los desembarcos fueron desastrosos. El ejército y la aviación de Trujillo, que estaban esperándolos, mataron a la mayoría de los expedicionarios. Los sobrevivientes fueron cazados en pocos días, en un terreno montañoso que desconocían. Se cuenta que en las mazmorras trujillistas fueron sometidos a tales torturas que envidiaron la suerte de los muertos en combate. De los 20 cubanos, sólo dos sobrevivieron: Delio Gómez Ochoa y Pablo Mirabal.

En 1961, después de la muerte de  Trujillo en un atentado en el que dicen estuvo involucrada la CIA, Gómez Ochoa y Mirabal fueron amnistiados y devueltos a Cuba. Entonces, era muy temprano para imaginar que la dictadura castrista duraría muchísimo más que la de Trujillo y que debido a su propensión belicosa nos esperaban varias aventuras militares más en el exterior, incluida la guerra de Angola, que duraría casi 15 años y costaría la vida de millares de cubanos.

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Tomado de http://www.nuevoaccion.com

“La Conspiración Trujillista”

UNA ENTREVISTA CON EL LEGENDARIO ALFREDO DE MALIBRÁN

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Por primera vez Malibrán se decide a hablar y lo hace en exclusiva para nuestro diario digital. "Menoyo es y será una figura insignificante en el panorama histórico cubano"
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(Segunda y última parte de la entrevista con Alfredo Malibrán, iniciada en la edición de ayer)

Por Dr. Luís Valdés
(Especial para Nuevo Acción)

Continuación :

Lo que me pregunta del personaje apellidado Menoyo es largo y complicado.


¿Cree usted que Menoyo y los demás del II Frente, estaban infiltrados y colaboraban con el gobierno desde el principio o por el contrario estaban de verdad involucrados y por alguna otra circunstancia se decidieron a traicionar a sus compañeros de conspiración?

Esto se relaciona en parte con la pregunta anterior y para exponer una opinión tanto Ramón como yo debemos hacer una exposición de cómo y del por qué de los eventos comenzando con:

La llegada de Fidel Castro a la Habana por esa fecha marcó el inicio de una serie de acontecimientos simultáneos escenificados en varias naciones americanas, pero eslabonadas entre sí, que convulsionaron de tal modo el área del Caribe, hasta el punto de que parecía inminente una guerra declarada entre Cuba, Venezuela y La República Dominicana, rompimiento de hostilidades que, de haberse producido, iba a involucrar también aunque indirectamente, a los gobiernos de Costa Rica, Guatemala, Panamá, Haití y Puerto Rico.

Un verdadero conflicto intercontinental de mayúsculas proporciones, que se evitó por la vía diplomática en los foros de la ONU y la OEA y con la intervención directa de los Estados Unidos en esos organismos.

En orden cronológico, durante ese lapso los principales incidentes de repercusión internacional protagonizados por Cuba fueron los siguientes:

Al mes de su llegada al poder, a principios de febrero, Fidel Castro de visita en Caracas, en la Universidad Central de Venezuela se compromete a derrocar al régimen de Trujillo y funda el ELD (Ejercito de Liberación Dominicana) división armada del MLD (Movimiento de Liberación Dominicano) al hacer un sustancioso aporte en efectivo, e inicia una colecta de fondos a tales fines. Abriendo un centro de reclutamiento de exiliados dominicanos y voluntarios de otras nacionalidades que son trasladados a Cuba donde reciben entrenamiento militar en guerra de guerrillas y luego ser lanzados contra La República Dominicana.


Los miembros del ELD recibieron entrenamiento en el rancho “Mil Cumbres” en La cordillera de los Organos, Pinar del Río.(En la foto: Camilo Cienfuegos, Delio Gómez Ochoa y otros expedicionarios en Mil Cumbres) Los rebeldes se hallaban divididos en 5 pelotones de 50 hombres cada uno, los pelotones en 5 escuadras de 10 hombres cada uno es decir en 25 escuadras. Entre los rebeldes se encontraban nacionales dominicanos, cubanos, venezolanos, norteamericanos, españoles, puertorriqueños, guatemaltecos, nicaragüenses.

Trujillo fue enterado inmediatamente por sus servicios de Inteligencia desde Cuba (de lo cual le mencionaré más tarde) y del extranjero.

En marzo, ante tal amenaza y para reforzar su ejército. Trujillo creaba La Legión Extranjera en la que se dio cabida a veteranos de las fuerzas armadas dominicanas y a cientos de soldados de fortuna y antiguos legionarios provenientes de Europa, principalmente griegos, británicos, españoles, búlgaros, yugoeslavos (croatas y Serbios), tropas alemanas y cubanos.

En marzo con solo tres meses en el poder, Fidel autorizaba el primer intento de exportar su revolución enviando una fuerza marítima compuesta en su mayor parte por exiliados panameños, cuyo objetivo era derrocar al presidente constitucional Ernesto de La Guardia. Los expedicionarios entrenados en Cuba fueron derrotados por el ejército de ese país.

En mayo, despegó desde Cuba un avión transporte de la Fuerza Aérea Revolucionaria Cubana con un grupo de exiliados nicaragüenses a bordo, fuertemente armados, cuya misión era invadir a Nicaragua desde Costa Rica para ayudar a un levantamiento dirigido por Pedro Joaquín Chamorro contra el gobierno del presidente Luis Somoza.

En Junio, tras capitular Chamorro y sus expedicionarios, el jefe de las Fuerzas Armadas Nicaragüenses, general Anastasio Somoza Debayle, anuncio al mundo que la invasión a su país había sido preparada en Cuba y ayudada a partir desde Costa Rica por Fidel Castro y el ex-presidente Pepe Figueres.

En junio, la Cancillería Dominicana anunciaba el rompimiento de relaciones diplomáticas entre La República Dominicana y Venezuela, por lo que denominó “política de provocación del gobierno de Rómulo Betancourt contra La República Dominicana”

El 5 de junio los guerrilleros del ELD entrenados en Pinar del Río fueron trasladados al campamento de Cieguitas en Holguín, Oriente Cuba de donde se prepararon para salir hacia La República Dominicana. Dispusieron de un avión Curtis C-46 camuflado y dos embarcaciones los yates “Carmén Elsa” y “Tinina”


El 14 de junio de 1959 salió desde Oriente en Cuba, una invasión hacia República Dominicana, a las 6:25 PM aterrizó el avión en Constanza con 53 guerrilleros, ametrallando a los dos custodios de posta en la torre de control que guardaban el pequeño aeropuerto. Según testigos en la zona después del cobarde y sorpresivo atentado cundió el pánico entre los insurgentes al abandonar precipitadamente el avión dándose a la fuga y dejando atrás la mayoría de sus equipos, radios, provisiones y una increíble cantidad de armas y de parque (algo que presencié con mis propios ojos). Luego se dividieron en dos grupos uno de 33 hombres al mando del dominicano Enrique Jimenez Moya que marcharon hacia “El Río” y “Tuero” y otros 20 comandados por el cubano Delio Gómez Ochoa que fueron hacia “Los Botados”. (En la foto: Delio Gómez Ochoa y Enrique Jimenez Moya)

El día 19 de junio habían sido eliminados 20 guerrilleros, el día 20 de junio eran 42 los muertos y 2 presos. La expedición fracasó por errores de coordinación, el desconocimiento del terreno y principalmente por el escaso apoyo que encontraron en los campesinos. El mismo 20 de junio desembarcaron por “Maimón” y “Estero Hondo” dos lanchas la “Carmen Elsa” capitaneada por los griegos Belletis y Theodakis que trajo a 121 combatientes y la “Tinina” capitaneada por Francisco Martín Fernández que trajo a 48 combatientes, fueron escoltadas ambas lanchas hasta las costas dominicanas por la fragata de la marina revolucionaria cubana “Máximo Gómez”. La invasión fracasó y murieron casi todos los expedicionarios. Los únicos sobrevivientes de las expediciones fueron los dominicanos Mayobanex Vargas, Medardo Germán, Poncio Pou Saleta y Gonzalo Almonte Pacheco y los cubanos el comandante Delio Gómez Ochoa y Pablito Mirabal un adolescente. Todos fueron condenados a 30 años de prisión. Luego fueron indultados. Gonzalo Almonte Pacheco fue posteriormente ultimado. Se desconocen las causas. Los dos sobrevivientes cubanos fueron regresados a Cuba. Pablito Mirabal recibió los grados de Teniente en Cuba y posteriormente murió fulminado por una descarga eléctrica.

A fines del mismo mes de junio, el ex-secretario de Estado Adjunto de los Estados Unidos, Mr. Braden, denunciaba ante la OEA que había un estado de agitación política en Martinica, Guayana Inglesa, Guatemala y Haití donde estaba la mano de Fidel Castro. Inmediatamente el Consejo de Seguridad de la OEA hizo una exhortación a las Repúblicas Americanas para que redoblaran sus esfuerzos a fin de impedir que se usaran sus respectivos territorios para enviar invasiones organizadas y entrenadas en Cuba a países vecinos del área.

En los primeros días de agosto en La República Dominicana en medio de los insistentes rumores de acontecimientos en Cuba sobre invasiones, levantamientos de fuerzas rebeldes, combates en diversos lugares y la liberación de presos políticos en Isla de Pinos. Producto que le vendió Eloy Gutierrez Menoyo a Trujillo y que llegó a hacerse eco en todos los medios noticiosos dominicanos, cosa que obedecía a un plan maestro táctico con las orientaciones de Fidel Castro y que dio al traste con la “conspiración trujillista” y donde aparecían como complotados los comandantes Eloy Gutierrez Menoyo (un español cubanizado y revolucionario izquierdista) y William Morgan (un norteamericano desertor del ejército de EE.UU) quienes llegaron a hacer contacto con el propio Trujillo.

El 9 de agosto surgen los primeros indicios de un vasto complot en Cuba en contra la revolución castrista y son detenidos cientos de ciudadanos y los supuestos principales comprometidos entre otros el ex-senador Arturo Hernández Tellaheche, Dr. Armando Caiñas Milanés y Ramón Mestre.


El 13 de agosto y como regalo a Fidel Castro en el día de su cumpleaños Eloy Gutierrez Menoyo convence a Trujillo de que era el día ideal para desembarcar ya que tanto la ciudad como el aeropuerto estaban tomados por los insurgentes de las fuerzas de liberación. Es así como la supuesta conjura tuvo su epílogo en el aeropuerto de Trinidad con la captura de un avión y diez invasores entre los que se encontraban el ex representante Luis Pozo Jiménez, Roberto Martín Pérez y el legionario Alfredo de Malibrán y Moreno. Al resistirse dichos invasores se produce un tiroteo resultando muerto el teniente rebelde Eliope Paz y el revolucionario Frank Hidalgo Gato y uno de los invasores así como 8 heridos.


En un una transmisión televisiva fueron presentados algunos de los prisioneros entre ellos nuestro entrevistado, el único legionario siendo interrogados por los periodistas así como por el propio Fidel Castro. Los detenidos confesaron que había sido engañados por los contactos en Cuba quienes les habían proporcionado falsas noticias de que había una verdadera contra revolución en suelo cubano.


Siempre he oido decir que mi entrevistado ha sido uno de los tres hombres a los que la historia reconoce el haberse enfrentado valientemente y frente a las cámaras de televisión al asesino de Birán: el también español Juan Pablo de Lojendio, Felipe Rivero y Alfredo de Malibrán. Por eso le formulé le siguiente pregunta: ¿Cómo fueron sus encuentros con Fidel Castro?


A un grupo de los prisioneros nos llevaron frente a las cámaras de televisión para montar un show, el propio Fidel Castro se encontraba presente y un grupo de periodistas y efectivos militares nos interrogaron. Fidel la cogió conmigo, no sé, tal vez por ser legionario o por ser extranjero y fue quien me interrogó. Procuró un cara a cara y quizás por su posición trató de llevarme ventaja mostrándose agresivo, al verle así me le impuse a la vista del público y le hice perder los estribos acabó jodido. A Fidel se le torció el debate y optó por preguntar a otros.

En una oportunidad me sacaron de la prisión y me entrevistó un capitán del ejército rebelde haciéndome un sin número de preguntas, relacionadas con la legión, de equipos militares, combates etc…al final me ofreció que saltara filas y me fuera con ellos. Me darían los grados de teniente del ejército y aunque yo pensara que no era suficiente el mayor grado que había en el ejército cubano era el de mayor y eso era solo dos pasos de lo que me ofrecían.

Le contesté que prefería sufrir la suerte de mis compañeros. Al rechazar el ofrecimiento me dijo bueno al jefe no le va a gustar.

En otra ocasión me llevaron delante del propio Fidel quien me propuso lo mismo pero ahora con los grados de capitán que trabajara con ellos, que necesitaba hombres como yo. Que si aceptaba lo haría con otra identidad y si no quería quedarme en Cuba al cabo de unos tres o cuatro años me devolvía a Europa.

Le respondí que quería sufrir la suerte de mis compañeros y eso para mí era alta traición; esto lo irritó. Me miró intensamente tomó aire y cambió de repente y comenzó a hacerme solo preguntas de la legión, que tipos de armas, municiones, aviones, cuentos de batallas, escaramuzas en fin me parecía un niño jugando a los soldaditos de plomo. Ahí me di cuenta que me encontraba frente a un loco con ínfulas de Napoleón que no tenía ni putas ideas de lo que decía y que a de por todas quería ser soldado.

Perdone que le haya desviado del tema, prosiga por favor


En Agosto días más tarde por orden de Fidel, se puso en marcha otra fuerza invasora desde Cuba hacia Haití para derrocar al régimen del dictador Francois Duvalier. Todos los miembros de esta expedición entre ellos cubanos y extranjeros fueron exterminados por las fuerzas de Papa Doc.

Octubre El nuevo presidente de Guatemala, Miguel Ydígoras Fuentes, por medios de inteligencia es informado que se planea desde Cuba atentar contra su gobierno y declaraba “persona non grata” al diplomático cubano Antonio Rodríguez Echazábal por intervenir en los asuntos internos de ese país centroamericano y estar involucrado en la conspiración, lo que provocó un rompimiento de relaciones con el régimen de La Habana. Este rompimiento sirvió para que años más tarde Ydígoras permitiera establecer en territorio guatemalteco los campamentos donde se adiestraron centenares de exiliados cubanos, que participaron en la invasión de Bahía de Cochinos con la intención de derrocar al sistema castrocomunista.

La situación a finales del 1959 llegó a su punto de máxima tensión; y había una franca perturbación de la paz y temor en el Caribe, Centro y Sur América por las ingerencias e intervenciones de Fidel Castro. Para evitar la catástrofe esto llevó a los Estados Unidos a verse precisado a intervenir. A principios y a mediados de 1960 el presidente Eisenhower ordenó a la flota norteamericana del área patrullar el mar Caribe, para prevenir nuevos desembarcos y expediciones de Cuba hacia países antillanos o centroamericanos.

El triunfo relámpago de Fidel Castro y sus ideas expansionistas crearon una repercusión tal, que bien pronto se fomentaron las condiciones de caldo de cultivo de las ideas revolucionarias en la juventud del continente.

Me cuestionó acerca de Eloy Gutierrez Menoyo; pues bien le diré:Menoyo es y será una figura insignificante en el panorama histórico cubano. Sus limitaciones son conocidas por todos. Durante la etapa insurreccional no jugó un papel importante en nada, el propio Fidel lo tildaba de come vaca y cuando el castrismo llega al poder también fue una figura marginal no ocupando posición alguna, Fidel lo excomulga conjuntamente con los chicos del II Frente del Escambray y en menor cantidad a los del 13 de Marzo los convierte en la primera camada de disidentes frente al poder fidelista. Si Menoyo tuvo algún papel fue el del clásico chivato no solo en la conspiración trujillista sino en otras instancias. Todo el que vio el programa televisado cuando nos presentaron recordará como Fidel relató cómo Eloy después de haberse envuelto con los agentes trujillistas se le acercó para delatar la conspiración.


La conducta de Menoyo es indescifrable. Entre las figuras del castrismo solo un hombre lo supera y ese es el propio Fidel Castro.


En el caso de La Conspiración Trujillista hay dos versiones pero el resultado final es el mismo y tómelo como quiera.


Bien trabajaba para Fidel y de todas formas se prestó a chivatear e involucró a conspiradores y no conspiradores o realmente conspiraba terminó siendo sorprendido o se asustó y en el justo momento que percibió que podía ser descubierto decide salvar el pellejo y en una entrevista solicitada a Fidel en un apartamento del Vedado le informa los pormenores de la mal llamada conspiración y de cuanto sucede y se convierte en doble agente delatando a su compañero el comandante William Morgan y al resto de los complotados, cómo ve el resultado es el mismo y por eso será recordado toda la vida.


Existen otros datos de importancia para reflexionar:


Las alianzas de Menoyo con Castro. Viajó constantemente a Miami en el 59, delata la Conspiración Trujillista (1ra alianza). Se asila en Miami en el 1961 y regresa a Cuba en el 1964 o 65 lo capturan, lo presentan y entrevistan en televisión y el califica su acción como error (2da alianza con Castro). Años después vuelve al exilio y en el 2003 regresa a Cuba para quedarse (3ra alianza). En Cuba ataca a los disidentes acusándoles de ser agentes de la sección de intereses de EU.


En Miami en el 2003 Menoyo negó que en el 1959 estuviera conspirando contra Fidel sino que participaba activamente en la lucha activa contra La Conspiración Trujillista.


Según me afirmó personalmente Trujillo, Morgan y otro comandante (y suponemos era Menoyo) trabajaban para él y le delataron lo de la expedición de Constanza en República Dominicana.


Existe un documento desclasificado del gobierno de EU con fecha mayo 27, 1959 donde señalan a Menoyo como a cargo de la “Legión Libertador” organismo de reclutamiento de fuerzas expedicionarias para invadir e infiltrar naciones sito en la calle 23 en El Vedado, La Habana.


El comandante invasor Delio Gómez Ochoa cooperó con las autoridades Dominicanas y asistió a interrogatorios de sus compañeros invasores presos.


Creo que el comportamiento de estos sujetos es lo mas innoble y deleznable que puede hacer un militar, traicionar a compañeros, subordinados y propios mandos, jugar con la sangre y negociar con el enemigo y enfrentar a hermanos y las muertes provocadas para mi es :“ALTA TRAICION”

Juzgue Usted!

Y con eso terminó nuestra entrevista con Alfredo Malibrán

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Tomado de http://comunismogenocida.blogspot.com


Las guerras secretas de Fidel Castro (I parte)


EL CASO PANAMÁ

Por Juan F. Benemelis

Panamá es un caso especial,el partido comunista de Panamá, estaba subordinado al de Cuba durante la época anterior a Castro.por lo que este país fué una prioridad para Castro a la hora de intervenir en otros países latinoamericanos fuera de Cuba,e implementar un régimen al estilo cubano . El 16 de abril de 1959, el diario La Estrella de Panamá publicó alarmado que se avecinaba una invasión de Panamá por extranjeros mercenarios y con el condominio de algunos panameños que se encontraban en Cuba. La primera agresión del castrismo se lanzaba contra este Istmo anclado en pleno corazón continental.

Se entrenaron 200 hombres en Pinar del Río ,a cargo del jefe guerrillero Dermidio Escalona. La expedición armada, integrada por unos 82 cubanos, dos panameños y un norteamericano, estaba dirigida por el cubano César Vega, un viejo compañero universitario de Castro y expedicionario de cayo Confite, que llamaba la atención con sus pómulos salientes y su mirada de poseso. A bordo de la motonave cubana Mayarí, partió el grupo desde el surgidero de Batabanó, al sur de La Habana, hacia Panamá el 19 de abril, y desembarcó en un lugar conocido como Playa Colorada, para secundar un alzamiento armado que se había originado en el cerro Tute. El día 22, la guardia panameña hizo prisioneros a dos integrantes del contingente, un estudiante panameño de apellido Picans y un cubano de nombre Gilberto Betancourt, que había sido capitán de las células de acción y sabotaje del Movimiento 26 de Julio en La Habana, y que posteriormente fue fusilado en Cuba por oponerse al gobierno de Castro.

Ante el fracaso de la expedición, el gobierno de Castro se vió obligado a cooperar con la Organización de Estados Americanos al remitir a dos miembros del departamento de inteligencia del ejército, el capitán Armando Torres y el teniente Fernando Ruiz, para que instasen la rendición de los expedicionarios ante la comisión de la OEA en la zona del Canal.

La invasión fue un fracaso desde el primer instante, al naufragar las barcazas en las marismas y riscos de Nombre de Dios, donde hubo la única baja de la acción, un cubano que se enamoró y caso con una bella panameña del lugar; los invasores, por otra parte, escogieron una zona demasiado desolada para la guerra de guerrillas, y al final tuvieron que ser rescatados por buques de la marina de los Estados Unidos.

El primero de mayo, Vega capitulaba ante una comisión de la OEA. Esta intrusión para derribar al gobierno del presidente Ernesto de la Guardia, fue el fruto de una compleja intriga latinoamericana, donde se complotaron varios personajes, entre ellos el pro castrista Rubén Miró, el doctor Roberto Arias, y un gigoló panameño casado con la bailarina británica Margot Fonteyn.

A la sazón, Castro se hallaba en un viaje a los Estados Unidos y Canadá, y este fracaso se transformó en un punto de fricción para el cubano en la prensa y los círculos políticos de muchos países. Castro se reunió con Raúl en Tejas, para que éste le notificase los pormenores del fiasco panameño; sería la primera y última vez que ambos hermanos se hallarían simultáneamente fuera del país.

TRUJILLO "CHAPITAS"

Castro siempre había tenido en la mirilla al dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo:La sombra del dictador dominicano,se encontraba muy presente en Cuba: El fué uno de los financistas del movimiento 26 de Julio,proporcionando dinero y armas al grupo que se encontraba en Méjico,interesado al igual que éstos en derrocar a Batista. Además Castro en 1948,había formado parte de una fracasada expedición(expedición de Cayo Confite)para derrocar al dictador.

Durante las primeras semanas del triunfo revolucionario ,se había iniciado el entrenamiento en las montañas cubanas a un grupo de dominicanos que en su mayoría fueron reclutados en los Estados Unidos, mientras la emisora oficial habanera, Radio Rebelde, desencadenó un barraje de trasmisiones hacia Haití y Santo Domingo llamando a la rebelión.

El 14 de junio de 1959 todo estaba consumado; varios yates artillados, un guardacostas y tres fragatas, conjuntamente con tres C-46, un B-26 y un P-51, del ejército cubano, secundaron desde la provincia oriental el lanzamiento de la “operación domeñar”, que comprendía un desembarco combinado de 200 cubanos y dominicanos en las playas de Constanza y Puerto Plata bajo el mando de los oficiales de Castro: comandante Delio Gómez Ochoa y capitán Enrique Jiménez Moya. Este último, compañero de Castro en la malograda correría de cayo Confite.

Castro envió a Caracas, a quien en aquel entonces era su ministro de defensa, Augusto Martínez Sánchez, para recabar el apoyo a esta invasión del presidente venezolano Rómulo Betancourt, enemigo histórico de Trujillo; pero el mandatario venezolano no aprobó públicamente la invasión. Los servicios secretos de Trujillo no tuvieron que realizar un gran esfuerzo para conocer los planes de Castro, y Trujillo esperaba con todo su ejército movilizado. Los invasores, abrumados por calamidades naturales, fueron rodeados y aniquilados y el comandante Gómez Ochoa fue capturado en los arrabales costeros.

Trujillo ordenó que no se hicieran prisioneros entre los apresados en Constanza y Maimón; su ejército privado entró en el cerco, armado con machetes, y con ferocidad persiguió a los invasores en medio de mangles y charcas, cortándoles las manos a los prisioneros cubanos y dominicanos, que morían desangrados. El saldo de esta matanza de crueldad sin par sería de 217 muertos, ningún herido y 7 prisioneros; entre los cadáveres se hallaban los jefes cubanos Jiménez Moya y Horacio Rodríguez.

El exiguo apoyo que tuvo en el consternado continente esta invasión dominicana, impidió que Castro lanzará un segundo contingente que esperaba sus órdenes en el poblado oriental de Baracoa. El delegado dominicano ante la OEA, embajador Virgilio Díaz Ordóñez, solicitó a esta organización que pusiera en práctica el procedimiento de consulta previsto en el Tratado de Río de Janeiro, pero el consejo no accedió por encontrarse República Dominicana bajo una dictadura rechazada en el continente. En su lugar, convocó a una reunión de consulta de cancilleres en Santiago de Chile.

OPERACIÓN "TONTON MACOUTES"

El 14 de agosto de 1959, un mes después de la fracasada intentona en la República Dominicana,se iniciaba un nuevo ciclo,la "Operación Haití", el 8 de enero de 1959. El delegado de Castro en Haití durante la insurrección, Antonio Rodríguez Echazabal,vinculado a la oposición duvalierista, sostuvo una larga entrevista con Castro donde se estableció el pacto para lanzar una revolución en las montañas occidentales de la isla La Española.

Se conformaron los cuadros militares,y se inició una campaña de reclutamiento en las colonias haitianas de Nueva York,Méjico,Caracas,Barbados y las Bahamas.El cuartel militar se ubicó en el poblado de Jamaica (a pocos kilómetros de la Habana),y la oficina de alistamiento ,funcionaba a pocos metros del centro de ésta última ciudad.

Por ese lugar pasaron más de 500 voluntarios; la organización Triple-A, dirigida por Aureliano Sánchez Arango, que igualmente luchó con sus guerrillas contra Batista, ofreció las embarcaciones necesarias. La emisora cubana, Radio Progreso, comenzó a trasmitir una programación en francés, dirigida a los conspiradores dentro de Haití. Los cubanos aumentaron la parada y el esbozo original incluyó una escala para nuevamente invadir República Dominicana.

Pese a las filtraciones de información y a las denuncias de Francois Duvalier,ni Trujillo,ni Washington,ni los servicios secretos franceses ,tomaron en cuenta esta amenaza. Un contingente de cubanos secundado por varios haitianos, acaudillados por los oficiales del ejército de Castro, comandante Henry Fuentes y el capitán Ringal Guerrero, desembarcó en Les Irois, el 14 de agosto, para derrocar a Duvalier. Fuentes. El primer grupo estaba formado por 18 cubanos, 10 haitianos y 2 venezolanos, el cual debía sumarse a una columna del ejército haitiano, que supuestamente se amotinaría. Tres días después, el canciller haitiano, Louis Maré, acusaba de agresión a Cuba ante una estupefacta conferencia de cancilleres del continente reunida en Chile, que se desayunaba con la noticia asombrosa de la invasión cubana a Haití.

La reacción militar haitiana, encabezada por el general Mercerón fue de íntegro apoyo a Duvalier, quien concentró toda su soldadesca en las montañas de Caracausse y el día 20 de agosto estalló el conflicto que concluyó desfavorablemente para las armas cubanas. Muy pocos de los invasores lograron escapar a esta breve y monstruosa matanza. Los periodistas eran llevados al teatro de los acontecimientos donde apreciaban aterrados la hilera de cadáveres.

El gobierno haitiano denunció la intromisión cubana en la reunión de consulta de cancilleres, en Santiago de Chile, convocada tras la protesta dominicana en junio, reiterada en la comisión interamericana de paz, ante la cual se definió la acción dirigida desde La Habana como un caso típico de intervención, violatorio de la convención sobre deberes y derechos de los estados en caso de luchas civiles, suscrita en la capital de Cuba en 1928.

La subcomisión del organismo regional visitó Haití y entrevistó a cinco prisioneros cubanos supervivientes de la referida expedición, entre ellos, Manuel Rodríguez, Santiago Torres, Antonio Panseca, Osmani Escalante6. Haití rompió relaciones con Cuba, y el líder rebelde haitiano, Louis Dejoie,que fué uno de los que encabezó la intentona, escapó de La Habana hacia Miami, donde fue arrestado.

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Nota del Bloguista

Como vemos, el injerencismo, las invasiones Castristas y el apoyo Castrista a guerrillas en otros países no fue como consecuencia de las acciones del gobierno estadounidense contra la naciente tiranía Castrista como fue la invasión de Playa Girón en 1961.

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Tomado de http://eichikawa.com

Viaje a la semilla (1959) Junio 3


Por Gustavo Silva
junio 2, 2011



Reforma absorbente. Un periodista pregunta a Fidel Castro sobre «embarcaciones con expedicionarios hacia Nicaragua», que acaba de denunciar la cancillería nicaragüense. Castro respondió que estaba «tan atareado [con] la Reforma Agraria que no he tenido tiempo para ocuparme de los infundios». Es cierto que ese mismo día entraba en vigor la Ley de Reforma Agraria, al publicarse en Gaceta Oficial Extraordinaria, pero Managua parecía tener razones de sobra para soltar semejante declaración.

El Comité Cívico Cubano Pro Liberación de Nicaragua se había constituido (febrero 19, 1959) con bombo y platillo en el hotel Habana Hilton «para respaldar cívica y económicamente las actividades encaminadas a derrocar el régimen de los Somozas» y hasta había dado, en el Edificio Bacardí, una conferencia de prensa conjunta con la Unión Revolucionaria Nicaragüense (Revolución, marzo 2 de 1959). Castro dio al bando anti-somocista armas, entrenamiento, apoyo de inteligencia y logística. El comandante Carlos Lugo es el primero que sale (abril 17, 1959) en la misión. Para mayo había 55 hombres alistados en Las Lomas (Honduras) y 27 más en otra finca, por Sabana Grande, a 30 km de Tegucigalpa.

Tal como narra Luis Suárez Salazar en su selección de testimonios y discursos de Barbarroja (La Habana: Editorial SIMAR, 1999), Castro debía estar muy al tanto, porque el Che Guevara escribió a Rafael Somarriba, ex teniente del ejército somocista y jefe del foco guerrillero en cierne, que estaba dispuesto «a unirse a la lucha tan pronto la columna guerrillera lograra crear condiciones [en Nicaragua]» (página 25). Dizque Faure Chomón también se ofreció a combatir en Las Sevogias y Raúl Castro aportó $2 mil dólares.

Sin embargo, la guerrilla de Somarriba fue interceptada (junio 24, 1959) por tropas hondureñas en El Chaparral, antes de adentrarse en Nicaragua, y pasó a la historia con 9 muertos [entre ellos dos cuadros del Che: Omelio Hernández y Marcelo Fernández] y unos 15 heridos, entre los cuales se hallaba el futuro líder sandinista Carlos Fonseca Amador. Somarriba y los demás sobrevivientes capturados fueron devueltos por avión a Cuba (julio 3, 1959).

Lugo y Somarriba irían al reenganche por orden del Che. El primero consiguió visado (octubre 4, 1960) a Honduras, pero se demoró la visa a México y Somarriba no pudo esperarlo más. Salió solito rumbo a El Salvador, con intención de entrar a Nicaragua en una panga por el Golfo de Fonseca para reunirse con otros revolucionarios nicaragüenses y formar otra guerrilla, pero nadie reconoció su liderazgo. Fonseca Amador vino también desde Cuba a re-enganchar y acabó por entrar al Movimiento Nueva Nicaragua, que se disolvería para dar paso al Frente de Liberación Nacional, a quien Fonseca Amador agregó Sandinista (FLNS).

-Foto: Carlos Lugo condecorado por Manuel Piñero Losada (Barbarroja) © El Nuevo Diario

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Tomado de http://eichikawa.com



Nicaragua: otra historia (I)

Mayo 31, 2010

Por Gustavo Silva

Así como Castro se engolfó enseguida en expediciones contra Panamá, República Dominicana y Haití, no podía dejar de hacerlo contra Nicaragua, donde Luis Somoza Debayle campeaba por sus respetos dictatoriales. A poco de entrar Castro en La Habana, el inquieto Chéster Lacayo arribó desde Panamá, montó su centro de reclutamiento anti-somocista en el Hotel Areses (Paseo del Prado) y convenció a Camilo Cienfuegos de invadir Nicaragua por mar. Dicen que Che Guevara mandó a prenderlo por excéntrico, pero Camilo consiguió sacarlo de La Cabaña.

Para mayo de 1959 exiliados nicaragüenses y cubiches armados despegaban en avión de transporte con la misión de aterrizar en Costa Rica e invadir Nicaragua para respaldar el alzamiento de Pedro Joaquín Chamorro, pero todo se vino abajo en el combate de El Chaparral (junio 24, 1959). El jefe de las Fuerzas Armadas Nicaragüenses, general Anastasio Somoza, denunció con razón que la invasión había sido preparada por Castro y respaldada por el ex—presidente costarricense José Figueres.

Lacayo terminó por salir con 19 cubanos a Honduras, pero fueron apresados. Tras ser liberado, Lacayo viajó a los EE.UU. e informó sobre las acciones de Castro contra Somoza. La aeronave en que regresaba a Managua tuvo que aterrizar de emergencia en La Habana y desde luego que Lacayo no bajó, pero así sería el único pasajero que faltaba cuando se chequeó la lista en taquilla y en consecuencia lo llamaron por los altoparlantes. La seguridad castrista atinó a llevársela al vuelo, subió al aparato y bajó a Lacayo. De nada sirvió que el Derecho Internacional considerara el avión de Panam como territorio estadounidense: el tribunal revolucionario de La Cabaña impuso 16 años de cárcel a Lacayo (octubre 22, 1960) por «organizar una expedición armada contra el gobierno de Nicaragua, a espaldas de las autoridades cubanas». A la postre sería indultado y saldría de Cuba, pero no se le ha visto más por Nicaragua.

-Foto: El comandante nicaragüense Rafael Somarriba se acomoda la gorra al recibir a dos políticos hondureños en su campamento guerrillero © Cuba Coraje. Somarriba dejó apuntando que el Che le había dicho: «No te preocupes por los políticos. Ellos no representan nada, ni determinan nada. Las cosas las iremos resolviendo tú y yo». La guerrilla de Somarriba fue aniquilada en El Chaparral (Honduras), donde murieron los cubanos Onelio Hernández y Marcelo Fernández.

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EL INTENTO NICARAGÜENSE


Por Juan F. Benemelis

La vida política y económica nicaragüense ha estado polarizada por dos facciones tradicionales que a su vez han comparecido con el sandinismo: los liberales anti-clericales de León, y los conservadores tradicionalistas de Granada. Asimismo, han sido dominados por focos dinámicos de familias patriarcales del país, entre las que resaltan los apellidos Debayle, Lacayo, Sacasa, Agüero, Baltodano, Cardenal, Carrión, Chamorro, Cuadra, entre otros. La lucha de los grupos que integraron el Frente Sandinista contra el dictador Anastasio Somoza reflejó, en última instancia, la rebeldía de varias de estas familias contra el dominio generacional de la vieja oligarquía socioeconómica.

( Carlos Fonseca Amador, ligado a la KGB; nota del bloguista )

Carlos Fonseca Amador, quien será el principal líder sandinista hasta su muerte en 1976, había entrado en relación con los cubanos desde muy temprano, a través de Raúl Castro, durante el sexto festival mundial de la juventud celebrado en Moscú en 1952. En ese mismo año, dos antes de tomar el poder, un Castro guarecido en México sostenía vínculos con los coroneles nicaragüenses Manuel Gómez Flores, Carlos Pasos, Francisco Frixione y Enrique Lacayo, exilados a su vez. Castro y los nicaragüenses sellarían un pacto donde prometían ayudarse mutuamente en caso de que alguno ascendiera primero al poder. En los meses iniciales del triunfo de la rebelión cubana, dos conjuntos nicaragüenses fueron atendidos en La Habana. Por un lado, el conglomerado de los juramentados con Castro en Méjico, compuesto por elementos anticomunistas entre los que despuntaba Pedro Joaquín Chamorro, y que era atendido directamente por el jefe guerrillero cubano Camilo Cienfuegos. El otro círculo, encabezado por Fonseca Amador y de clara inclinación izquierdista, se hallaba bajo la sombra protectora del Che Guevara.

El régimen de Castro adquirió las armas, clandestinamente, en los Estados Unidos. La intrusión fue lanzada por partes, durante los días 31 de mayo y 1 de junio de 1959, empleando aviones cubanos y el yate Nola. El 28 de mayo de 1959 un transporte de las fuerzas armadas cubanas condujo hacia Centroamérica un importante alijo de armas que fue recibido por el comunista Marcial Eguiluz para las presuntas guerrillas nicaragüenses. En esa oportunidad, Joaquín Chamorro viajó a La Habana para solicitar el sostén de Castro a las incursiones de Olama y Mollejones en mayo-junio de 1959; pero tanto Fidel como el Che Guevara decidieron conceder un amparo menor a este proyecto y fomentar los planes del marxista Fonseca Amador.

En una temprana maniobra planificada en Cuba, Chester Lacayo y otros cabecillas de los que realizaron con Castro el pacto de Méjico fueron detenidos por órdenes del Che Guevara y enviados a la cárcel, a la vez que se anulaba la invasión del comandante César Roca que había logrado reunir 35 hombres. Apoyado por el Che Guevara, Castro había decidido que una invasión de Nicaragua sería efectuada por elementos de izquierda.

El 1 de junio el comando de nicaragüenses zarpaba del sur de La Habana bajo el liderazgo de Joaquín Chamorro consumaba la correría hacia el departamento de Chontales. Tras su captura, Joaquín Chamorro admitiría que se había entrevistado con Castro y el Che para gestionarse la asistencia bélica. En junio, Castro envió un transporte de su fuerza aérea a Punta Llorona, una playa de Costa Rica, con 13,500 libras de armas y municiones a bordo. Los pasajeros del avión eran seis exilados nicaragüenses, un costarricense naturalizado y un grupo de cubanos. El plan era irrumpir en Nicaragua y auxiliar al levantamiento ya en marcha contra el régimen de los Somoza.

La unidad armada que estaba comandada por Fonseca Amador, se introdujo en territorio nicaragüense bajo el nombre de columna Rigoberto López Pérez. En este intento de invasión figuraba también Rafael Somarriba, un teniente de la Guardia Nacional nicaragüense, que se había encargado del entrenamiento en Cuba. Los 75 asaltantes, divididos en 4 columnas, se encaminaron hacia Chontales y Matagalpa.

Los encuentros bélicos se suceden en Matagalpa, Chontales y Blue Fields. Esta operación se malograría en pocos meses ante la sorprendente apatía de la población local. Ya para agosto, la Guardia Nacional del dictador Somoza había dado cuenta de tales cuadrillas. Entre los caídos se encontraban varios soldados cubanos. El refuerzo, que esperaba en Cuba, no se pudo embarcar; asimismo, un grupo cubano que viajaba en el navío Nuevitas fue detenido en el puerto mejicano de Yucatán.

La aventura de Castro en Centroamérica, fue denunciada al consejo de la OEA por Nicaragua. Después, el gobierno nicaragüense indicaría que, de las tres goletas que habían zarpado de Cuba, una navegaba a Cozumel, Méjico, y las otras dos derivaban a Puerto Cortés, Honduras. Otro intento serio de irrupción originado en Cuba tuvo lugar en 1960; esta vez utilizándose el territorio hondureño. Es allí donde Fonseca Amador, Tomás Borge, un puñado de instructores cubanos y 55 reclutas, entre ellos Silvio Mayorga y Humberto Ortega, crearon el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). En la formación de los sandinistas participaron el coronel Santos López, de la guardia de Somoza y ex compañero de Augusto César Sandino. Quintín Pino Machado, el entonces embajador cubano en Managua y hombre de confianza de Fidel y de Raúl Castro, ayudó a la constitución del FSLN y seleccionó personalmente a sus dirigentes.

El 23 de junio, una compañía del ejército de Honduras cercó y destruyó las fuerzas de Fonseca Amador en El Chaparral, capturando documentación que incriminaba directamente a Cuba en la expedición. Fonseca Amador resultó gravemente herido; él y Borge se refugiaron en La Habana donde trabaron relación directa con el Che Guevara y con Castro. A la sazón, Fonseca Amador también contaba con la asesoría del marxista mexicano Víctor Tirado López.

Posterior al triunfo sandinista, y desde su cargo de Ministro del Interior, Borge revela la temprana conexión con Cuba: "De Costa Rica yo fui a Cuba. Participé en el Congreso de Juventudes Latinoamericanas. Eso fue cuando conocí al Che Guevara. Me llevaron a su oficina. Le expliqué con gran entusiasmo que le traía saludos de la juventud de Nicaragua. (El) estuvo de acuerdo con darnos la asistencia económica que le había pedido; eso fue en 1961"

El Salvador resultaba un país con tensos problemas agrarios debido a su densidad demográfica y a la concentración de la propiedad rural en una reducida oligarquía. Todos los detonantes para el estallido de la situación social se recogían en El Salvador, incluso con más agudeza que en Nicaragua. Una élite militar-terrateniente señoreaba el país, manteniendo la polarización social y la pobreza urbana. La diplomacia e inteligencia habanera siempre consideró a El Salvador como un sitio de alta vulnerabilidad.

En diciembre de 1960, el gobierno salvadoreño se hizo de documentación confidencial de La Habana donde se incriminaba al diplomático cubano Roberto Lasalle por financiar actividades subversivas en el país. Se demostró que los cubanos habían entregado $600 000 al salvadoreño Roberto Carias para desencadenar acciones violentas en territorio nacional. El gobierno expulsó a Lasalle, junto a René Rayneri, Armando Velázquez y José M. Valdés, los otros representantes cubanos implicados en tal designio.

El informe detallaba las orientaciones de Raúl Castro sobre la necesidad de proveer instrucción bélica a naturales salvadoreños, el uso de dicho país centroamericano como un puente para los sediciosos nicaragüenses, y el atizar los problemas fronterizos con Guatemala. Uno de los borradores mencionados detallaba cómo los servicios cubanos buscaban afanosamente toda la información posible sobre las familias más poderosas del país.

El 17 de julio de 1961, el director de la Guardia Civil de Costa Rica, coronel Sidney Ross, da la noticia del descubrimiento de un complot de Castro para fomentar actos subversivos en Costa Rica, Nicaragua y Panamá que propiciarán el derrocamiento de los respectivos gobiernos de esos tres países. El coronel Ross hizo pública la existencia de pistas de aterrizaje clandestinas al norte del país que Cuba había estado aprovechando para despacharle armas a los insurgentes nicaragüenses10. Costa Rica decidió suspender las relaciones con Cuba, pero algunas semanas después

"El 12 de noviembre, apenas el gobierno (de Costa Rica) acabó de anunciar la violación del espacio aéreo por aparatos cubanos que volaron sobre la zona de operaciones para llevarles armas y provisiones a los insurrectos nicaragüenses, cuando San José se estremeció con la noticia de que el comandante de la Guardia Civil, Alfonso Monge, y tres de sus subordinados, había sido muertos durante un encuentro con un grupo de expedicionarios que se disponía a invadir Nicaragua”.

Con más detalles a la vista, el ministro de gobernación costarricense, Joaquín Vargas, expidió una nota esa misma noche dando cuenta de un número indeterminado de bajas por ambas partes y de la captura de seis rebeldes. Subrayó que en las guerrillas había varios cubanos. Apenas una semana después, el rotativo Últimas Noticias enteraba que el gobierno de Costa Rica estaba al tanto de las intenciones para derrocar al presidente Mario Echandi para cuya consumación el régimen de Castro había suministrado un cargamento de pertrechos por la zona bananera. En 1962, Fonseca Amador y el coronel Santos López, establecieron con subsidio cubano un campamento en Honduras, en el rió Putaca, con miras a preparar otra invasión de Nicaragua.

No sería hasta mediados de 1963 que el preliminar foco guerrillero sandinista lograría aposentarse en la faja del Río Coco, cuando Santos López, Borge y Modesto Duarte encabezan un contingente de 60 hombres adiestrados por La Habana, que entre junio y octubre se posesiona del poblado de Raití. El intento careció de éxito. La columna de Santos López experimentó un descalabro en el entronque de los ríos Coco y Bocay; Borge sería batido en Sang-Sang con numerosas bajas, por lo cual necesitará refugiarse en Matagalpa para recuperarse. El "foco guerrillero" también fracasó en su intento de procurarse el abrigo de los indios Miskito y de la población local. Ya para octubre, los restos de esta columna se habían desbandado hacia Honduras, donde la mayoría fue hecha prisionera.

extraído de : http://www.gadcuba.org/Guerras%20Secretas/Index.htm

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