Zoé Valdés: Raúl Rivero: silencio, ha muerto un poeta. El poeta, periodista y figura emblemática de la intelectualidad ha fallecido hoy en Miami a los 75 años
Raúl Rivero: silencio, ha muerto un poeta
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El poeta, periodista y figura emblemática de la intelectualidad ha fallecido hoy en Miami a los 75 años
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Por Zoé Valdés
Paris
06-11-2021
Murió Raúl Rivero en Miami, lo único que se me ocurre es reaccionar con un extenso silencio. Un triste silencio. El gran gesto último de libertad de un poeta debe ser honrado con la justa y hermosa palabra silencio. Me han pedido que escriba sobre Raúl Rivero, y yo sólo puedo ahora recordar sus aciertos, apartar sus errores, aunque no podré borrar sus rarezas personales con relación a mi. A mi que puse mi obra en función de su libertad cuando estuvo encarcelado, que fui su coeditora en Francia, y su amiga por encima de las diferencias. Lo siento, no soy perfecta. Pero me ahorraré enumerar esos desagradables desencuentros.
Obituario. Muere el periodista, poeta y disidente cubano Raúl Rivero, símbolo de amor y libertad
Conocí a Raúl Rivero con 18 años, a través de la lectura de unos poemas revolucionarios suyos, muy buenos poemas, por cierto, en una época en la que todos escribían poemas revolucionarios (ahora nadie los escribía, pero la realidad es otra); trabajaba entonces con el que era el tercer hombre de Cuba, el ideólogo del Partido Comunista de Cuba, Antonio Pérez Herrero, que cuando a su vez cayó en desgracia con los hermanos Castro se estampó contra uno de esos árboles que les atraviesan en el camino y perdió la vida, o sea, se la “perdieron”, como al Comandante Barbarroja y como a Oswaldo Payá y Harold Cepero. Poco tiempo Raúl después cayó en desgracia, yo seguí encontrándomelo, animándole, aprendiendo a quererlo, y lo más extraordinario, él también lo hacía conmigo, me animaba y decía que me apreciaba más allá de cualquier cosa. Pocos años después, junto a otra excelsa poeta, María Elena Cruz Varela, y otros grandes escritores y periodistas, formaron el grupo Criterio Alternativo y enfrentaron corajudamente al régimen.
El antiguo diplomático en la URSS en representación de Cuba, el periodista preciso, el poeta elevado, se situó a finales de los ochenta del lado del pueblo, o sea, del lado de la verdad, y fundó la agencia independiente informativa Cuba Press. Desde Reporteros sin Fronteras lo apoyé, como también lo apoyé desde el periódico El Mundo, su antiguo director y fundador Pedro J. Ramírez puede dar fe de ello. Lo apoyé como apoyo invariablemente a todos aquellos en los que creo. Creí en Raúl Rivero como poeta, seguiré creyendo en el poeta hasta el fin de mis días. Dejé de creer en él como luchador político porque también él dejó de ser leal a lo que nos unía, una amistad desprovista de intereses secundarios, aunque con un único interés primordial: Cuba.
Hay quienes dicen que la poesía de amor y de vida es mucho más importante que la poesía política, en algunos poetas eso no se cumple. No se cumplió con Heberto Padilla y tampoco con Raúl Rivero. Hay poemas políticos de Padilla y de Rivero que forman parte de un universo amoroso patriótico que nada tienen que envidiarle a su poesía de amor de humanista, de hombre, de ciudadano, de periodista y luchador cívico. Y qué mejor prueba que está aquí debajo:
Propiedad privada
Esta mujer es mía
mi instinto de animal
no me permite prestársela a un amigo.
No la comparto
ignoro si me presento ahora
como un monstruo ante ustedes
pero no cedo, no la doy
no le permito que entregue a nadie más
su corazón que a mí.
Esta mujer es mía
míos son sus afectos y sus lágrimas
su amor, su juventud
su carne, su tristeza
sus desesperaciones, sus manías
sus malas noches, sus dolores
sus amarguras y sus sufrimientos.
Esta mujer es mía
no la comparto
no la entrego
la defiendo de extraños
la resguardo de cataclismos y epidemias
la alimento y alimento a sus hijos
la abrigo y la poseo
le canto y la fecundo.
Ésta es la realidad.
Juzgadme con mesura
profundizando bien sobre estas cosas
y vamos todos a firmar este poema
en La Habana
en la década del 70
en medio de una lucha feroz por ser mejores
porque más nadie escriba nunca esta mujer es mía
como si fuera un libro o una lámpara.
Firmemos, ayúdenme a testimoniar este momento
queridos contemporáneos míos.
Duele perder a Raúl Rivero, aunque entre ambos estaba casi todo ya perdido, dijera lo que dijera él de mi para elogiar mi escritura frente a otros, y pensara lo que pensara yo elogiosamente de él mientras contaba la verdad de nuestro amargo distanciamiento frente a esos mismos otros. A veces desde la distancia nos amamos mejor. Duele perderlo porque perder a un poeta es perder un trozo importante del espíritu, en este caso es perder un fragmento indispensable y necesario de nuestra patria cubana. Duele saber de él sólo así, cuando ha muerto, luego de haber estado tanto ahí para su vida mientras estuvo preso, mientras defender su libertad era defender la libertad de mi país
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Raul Rivero - Esta mujer es mia
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Ceremoniales de diciembre
Por Raúl Rivero
Los años nuevos duran poco. Lo sabemos ya en marzo cuando la primavera cabecea en los montes y en agosto porque nos invade su vapor azuloso de reverbero. Pero en la cárcel, el año nuevo se hace viejo al otro día. Empieza a morir dos o tres meses antes de caer en el almanaque y la noche misma de su nacimiento. Allí, como le gustaba decir a Jorge Luis Borges, el tiempo es más que en ningún otro lugar del mundo la sustancia de la que está hecho el hombre.
Los presos son tiempo que se desvanece. Sobre el hombre cautivo, encerrado, sin movimiento casi, sin planes para la semana que viene, cada hora y cada minuto tienen un peso mayor. Y la huella que deja en el pelo y la piel y en el brillo de los ojos tiende a ser más honda y oscura.
Pasa también por dentro. Es un artesano laborioso y duro que ataca las fragilidades, las capitulaciones de la maravillosa máquina humana sometida a privaciones, insomnios, agresiones, hambres, tensiones, golpeaduras, insultos y humillaciones. Allí, en los canales silenciosos de la sangre, el tiempo usa una dimensión invisible, un espacio plano, sin fragmentaciones, ni reposos en sus devastaciones industriosas y cabales.
Se sabe que la tierra sigue su paso para todo el mundo. Pero algunos se pueden refugiar en la casa con su familia y abrazar a los hijos y recibir los besos que ninguna condena apaga y eso, de repente, conduce a que el tiempo se deslice sobre una superficie mayor, de otras temperaturas y sea más leve el efecto de una misma hora que te acose en la litera enrejada y entre harapos.
Otros pueden viajar y ver el campo. O una ciudad limpia y desconocida o llegar hasta ciertos mares y ciertos ríos y tocar el agua y subir a un barco y avanzar hacia un lugar de otra costa y de otros hombres. Entonces, se pierde la noción del tiempo como enemigo, como peligro y como portavoz de las últimas noticias sobre el aire y la respiración.
Allá dentro, en las cárceles, no puede pasar nada de eso como no sea en sueños raídos, en escenas imaginadas a las que les faltarán siempre pedazos de sábanas y agua corriente, luces y hielo, paisajes y aromas.
Otro año se ha desplomado sobre los prisioneros y mientras diciembre comienza a entrar con sus aires de fiesta y, de todas formas, con sus inviernillos de esperanza, en una prisión de Santa Clara al preso Arturo Pérez de Alejo y a su esposa Moraima Sabina León les decomisan un almuerzo que ella había preparado para un encuentro conyugal.
En la prisión de Cerámica Roja, en Camagüey, le niegan asistencia médica al preso Francisco Pacheco Espinosa y en un centro penitenciario de Melena del Sur, en La Habana, se detecta un brote de varicela.
En Mar Verde, Santiago de Cuba, Luis Enrique Ferrer García es atacado por varios prisioneros comunes y golpeado por órdenes de los oficiales del centro donde cumple, desde el 2003, una condena de 28 años. En las Alambradas de Manacas, en Matanzas, al prisionero político Alexander García Lima lo mandan a una celda de castigo y en la Cuba Sí, de Holguín, Juan Luis Rodríguez Desdín es insultado y golpeado por varios oficiales de la jefatura. En Canaleta, en Ciego de Avila, Pablito Pacheco está muy enfermo y desnutrido y con problemas para caminar y mantenerse en pie.
Así es todo el año y en todo el país, en las 300 prisiones que avergüenzan a los hombres honrados de la nación. Los preparativos para las celebraciones de la despedida del año viejo y la bienvenida al 2008 no tienen relevancia ni significado especial para quienes el calendario es un papel en blanco y la sustancia de que están hechos, el tiempo --según Borges--, es sólo un ir y venir del día y de la noche con la misma carga desastrosa de penurias.
Etiquetas: Blanca Reyes, cuba, fallece, muere, opositor, periodista, poeta, Raúl Rivero, zoe valdes, zoé valdés
1 Comments:
Mejor recordarlo como poeta que como intelectual. Los intelectuales en general han resultado ser algo muy sobrevalorado y de muy poca verdadera utilidad, si alguna--y demasiadas veces han resultaco nocivos. En resumen de cuentas, se puede ser muy inteligente sin ser sabio, y lo que hace falta es sabiduría.
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