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Cuba: GAESA se apodera de ETECSA e 'inventa' ORBIT S.A.

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El conglomerado militar no solo se aferra al control de las remesas, sino que también se apropia del negocio de la telefonía celular.

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Por Emilio Morales

Miami

08 Feb 2022

2021 fue el año de mayor declive en la historia de envíos de remesas a Cuba. Cayeron 53.84% con respecto al 2020 y 70,83% con respecto al 2019, año previo a la pandemia. Mientras esto sucede, EEUU y Cuba acaban de anunciar sus posibles cartas en el ya dilatado diferendo sobre los envíos de remesas a la Isla.

La administración Biden parece apostar por los pagos digitales como una de las soluciones innovadoras, según anunció recientemente Jalina Porter, portavoz adjunta del Departamento de Estado, mientras que el régimen cubano se ha sacado de debajo del sombrero una nueva empresa llamada ORBIT S.A para tramitar los envíos, empresa de la cual no hay ningún antecedente, ni consta registro público alguno sobre su actividad financiera o comercial; tampoco hay información sobre quiénes son sus accionistas ni cuál es su objeto social.

Ambas noticias han generado ruido en la prensa. Sin embargo, no ha trascendido mucho más. Todo ha quedado en el campo de la especulación, generando conjeturas de posibles negociaciones secretas entre la Administración Biden y el régimen. Mientras tanto, el mercado de remesas a la Isla se desvanece con la misma rapidez que el turismo y el resto de la economía.

Hace más de un año, en noviembre de 2020, el Banco Central de Cuba (BCC) otorgó a la empresa RED S.A., entidad financiera no bancaria, las licencias necesarias para operar el negocio de las remesas. Sin embargo, hasta la fecha no ha trascendido que esta empresa esté operando en dicho ámbito, ni haya establecido alianza o contrato con alguna agencia extranjera. Por esto es llamativo que el BCC haya otorgado las licencias a esta nueva y desconocida entidad, ORBIT S.A.

Los dos últimos años han sido un duro golpe para GAESA. El conglomerado militar ha visto como su principal fuente de financiamiento oficial ha caído en picada a niveles nunca vistos en la historia. Las dos principales causas de este descomunal declive han sido la pandemia y la negativa del Gobierno cubano a tramitar los envíos de remesas procedente de EEUU a través de empresas que no formen parte de la estructura empresarial de las Fuerzas Armadas.

Esto también ha significado un duro golpe para los cubanos, quienes tienen en las remesas su principal fuente de ingresos, ante los bajos salarios que paga el Gobierno y la inflación de 6.900% que ha generado la Tarea Ordenamiento Monetario.

Para el cierre de 2021 las remesas recibidas en Cuba se estimaron en 1.084 millones de dólares, una cifra 2.632.7 millones de dólares inferior a la alcanzada en 2019, año previo a la pandemia, cuando el país recibió 3.716.71 millones de dólares.

De estos 1.084 millones de dólares recibidos en 2021, unos 650 millones correspondieron a envíos de recargas telefónicas. Alrededor del 80% de estas recargas se hicieron desde EEUU. Sin embargo, todo ese capital ha ido a parar a manos de GAESA, el emporio empresarial que maneja a su antojo el general Luis Alberto Rodríguez López-Calleja.

GAESA es quien verdaderamente controla el mercado de telefonía celular en Cuba, no ETECSA

Para quienes no lo saben, es bueno recordar que, en enero de 2011, el general López-Calleja sacó del negocio de la telefonía celular en Cuba a la multinacional italiana TELECOM ITALIA. Para ello, compró la titularidad de 3.276 acciones de la clase B, equivalente al 27.003% del capital social de ETECSA, las cuales le pertenecían a TELECON ITALIA, a cargo de desarrollar la telefonía celular en la Isla desde 1990.

La transacción se hizo a través de la empresa RAFIN S.A, brazo financiero de GAESA. La operación fue pactada por un monto de 706 millones de dólares, de los cuales se pagaron 500 millones en un primer pago, mientras el resto fue pactado a 36 cuotas, que deberían abonarse mensualmente, tal y como consta en el acuerdo publicado en la Gaceta Oficial, edición extraordinaria del martes 4 de enero de 2011.

Pero la conquista de ETECSA por parte de GAESA no se detuvo. A partir del 31 de octubre de 2013, Ana Teresa Iznaga Martínez, quien fuera directora jurídica de GAESA y en 2014 pasara a ser directora de la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), diputada a la Asamblea Nacional de Poder Popular, tomó control de la entidad panameña Universal Trade & Managment Corporation S.A. (UTISA), la cual tiene bajo su control 1.346 acciones de la clase B, equivalentes al 11.086% del capital social de ETECSA.

Más adelante, en enero de 2016, GAESA tomaba control del Banco Financiero Internacional (BFI), el cual posee 747 acciones de la clase B, que representan el 6.157% del capital social de la compañía. Ya para ese entonces GEASA tenía bajo su control 5.368 acciones de la clase B, lo que representaba el 44.246% de las acciones de ETECSA. Años más tarde, RAFIN S.A, GAESA y el BFI fueron sancionadas por el Departamento de Estado y el Departamento del Tesoro.

Actualmente, la lista de accionistas de ETECSA está conformada por las empresas que se muestran en la Figura 2.

López-Calleja al acecho

2011 fue el año en que se aprobaron las reformas en los Lineamientos de la Política Económica y Social del VI Congreso del PCC. Para entonces, ya la cúpula cubana maquinaba abrir el mercado de la venta de casas, autos, y la nueva Ley migratoria que permitiría viajar al exterior años más tarde a decenas de miles de cubanos. También extendía las licencias para ejercer el trabajo por cuenta propia. Se trataba de toda una gama de transformaciones que iba a impactar en el mercado y a hacer crecer la telefonía celular en el país.

Las oportunidades que se avizoraban en el jugoso negocio de la telefonía celular en la Isla eran inmensas. Y no era solo el negocio de la telefonía celular en sí, sino la cantidad de servicios que posteriormente se irían agregando, como Internet y roaming a los visitantes extranjeros, por citar los más importantes. Rápidamente, el general López-Calleja visualizó que el negocio de las telecomunicaciones eran una mina de oro de la cual tenía que tomar control. Ya con Fidel Castro en cama, no quedaba ningún obstáculo en el camino para que, paso a paso, ETECSA cayera en sus manos.

Para 2011, la cantidad de celulares que funcionaban en el mercado cubano era de un poco más de 1.4 millones de líneas. Diez años después, en 2021, la cifra alcanzó los 6.2 millones de usuarios, lo cual ha representado un crecimiento de 333%.

Es obvio que el hábil y astuto general había dado un golpe audaz en su cruzada por apoderarse de los sectores más caudalosos de la economía cubana dolarizada. Como es sabido, las recargas de celulares en Cuba han sido desde sus inicios de las más caras del mundo, y siempre se han cobrado en divisas, la moneda en la que no cobran los trabajadores cubanos. Al final es un negocio sustentado principalmente por la diáspora.

Tras la medida referida al mejoramiento de las prestaciones y el nivel de cobertura de la telefonía celular, más clientes se sumaban a recibir los servicios de ETECSA. De esta forma, las recargas telefónicas desde el exterior comenzaron a crecer año tras año de forma galopante. Para 2014, el volumen recogido por las recargas desde el exterior ascendía a 100.8 millones de dólares.

Según datos publicados por ETECSA, en diciembre de 2014 se realizaron alrededor de 400.000 transacciones para la recarga de telefonía celular desde el exterior; en diciembre de 2015, el número creció a un poco más del doble, al alcanzar la cifra de 836.854 transacciones, las cuales representaron un volumen de 124 millones de dólares. En los años siguientes, continuó aumentando el número de recargas dado el crecimiento que siguió teniendo la telefonía celular y los nuevos servicios que se agregaron a partir de la entrada de la plataforma 3G y, posteriormente, la 4G.

En 2018 la cifra recaudada por las recargas telefónicas fue de 317 millones de dólares. Para ese entonces habían 5.3 millones de abonados. Tres años más tarde, en 2021, la cifra de ingresos se duplicó, hasta alcanzar los 650 millones de dólares, promediando poco más de dos millones de transacciones mensuales. Para esta fecha, más de cuatro millones de cubanos usaban Internet en sus celulares.

La pandemia fue un factor que también hizo crecer las recargas desde el exterior. La ansiedad por saber de la familia y estar comunicados con los seres queridos hizo crecer la demanda. Hay que tener en cuenta además que más de dos millones de cubanos viven en el sur de Florida, y que la caída de los viajes a la Isla por el cierre de los aeropuertos hizo que aumentaran las comunicaciones a distancia.

Las otras marañas de GAESA en el control sobre ETECSA

Las recargas de teléfonos celulares se hacen en moneda libremente convertible. Sin embargo, GAESA instruye a ETECSA para que subsidie al Ministerio del Interior (MININT), Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Poder Popular (PP), Partido Comunista de Cuba (PCC), Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y demás organizaciones políticas y de masas y ministerios, cuyos móviles los pagan esas recargas que llegan del exterior, provenientes en su mayoría de los emigrados cubanos.

En otras palabras, todas las organizaciones represoras en Cuba son beneficiadas por GAESA. Todas las líneas telefónicas que son subsidiadas por GAESA se utilizan en las campañas de apoyo al régimen, ya sea usando Twitter, Facebook, o cualquier red social.

A esto hay que sumar el control de los militares sobre los teléfonos de disidentes, periodistas independientes y de cuanto cubano sea controlado por la Seguridad del Estado. Se intervienen sus teléfonos o sencillamente se corta el servicio a conveniencia. ETECSA es responsable de los apagones de Internet que se llevaron a cabo durante las protestas del pasado 11 de julio.

Es decir, aparte de amansar el capital que genera el negocio de la telefonía celular, GAESA contribuye al aparato represivo del régimen y al control político de los ciudadanos.

Por si fuera poco, ETECSA no contribuye al fisco en moneda convertible. La mafia en el poder se las ingenió para lograr que se aprobara el Decreto 296 del 25 de abril de 2012, el cual otorgaba a ETECSA los derechos del servicio de la telefonía móvil celular para las comunicaciones móviles terrestres de tercera generación hasta 2036, y además establecía que hasta 2023 la compañía abonara el 5% de sus utilidades netas al Estado cubano en pesos cubanos, no en dólares. La moneda dura quedaba en el BFI, en aquel entonces banco de la Corporación CIMEX S.A, hoy banco de GEASA.

Conclusiones

Las remesas a Cuba han tenido el peor declive de su historia en los últimos dos años. En 2020 se enviaron 1.368 millones de dólares menos que en 2019, mientras que en 2021 fueron 2.632 millones de menos respecto al mismo año. Sumando ambas pérdidas, el país ha dejado de ingresar por concepto de remesas 4.001 millones de dólares en los últimos dos años. Los principales factores de impacto han sido la pandemia y la resistencia del régimen a ceder el negocio a una entidad fuera del control de las Fuerzas Armadas.

En esta batalla que lleva ya casi dos años, GAESA no ha dado muestras de que cederá el control del negocio a una entidad fuera de su paraguas. Por su parte, la administración Biden creó una Comisión para estudiar el envío de remesas a Cuba y encontrar una solución que garantice que estas no caigan en manos de las Fuerzas Armadas, sino que lleguen íntegramente a los cubanos.

Sin embargo, GAESA se ha aferrado no solo a mantener el control de las remesas, sino que también se ha apropiado del negocio de la telefonía celular. Actualmente, ya posee 5.368 acciones de la clase B, que representan el 44.246% del capital social de ETECSA. Así, las operaciones de telefonía celular en la Isla son controladas por GAESA. El dinero recaudado por las recargas telefónicas va a parar a sus cuentas en el BFI. Este lucrativo negocio, que crece por años, constituye otra fuente de financiamiento apreciable para GAESA. ETECSA es prácticamente ya una de sus empresas más poderosas.

A pesar de las sanciones impuestas por los departamentos del Tesoro y de Estado de EEUU a las empresas militares que controlan la economía dolarizada en la Isla, el general López-Calleja se sigue apropiando de los negocios más rentables, sin rendir cuentas ni ser auditado por ninguna entidad del Gobierno. El general ha construido su propio feudo por encima de las leyes. Hasta este momento, ETECSA no ha sido sancionada por el Departamento de Estado o el del Tesoro, a pesar de que GAESA ya tiene el 44.26% de sus acciones

La capacidad operativa de López-Calleja sigue siendo muy efectiva a pesar de las sanciones. El anuncio de que una nueva entidad llamada ORBIT S.A, creada hace dos años, acaba de recibir las licencias para operar el negocio de las remesas en el país, puede ser otra de las movidas del ambicioso y astuto general.

Como dijera un abogado cubano hace unos días: "En Cuba y en casi todo el mundo en el que impera el derecho romano-francés se pueden obtener copias de los documentos notariales de las personas o entidades que acrediten tener interés legítimo (esa legitimidad queda a discreción del notario) y sus representantes acreditados, en particular las personas o entidades a cuyo favor resulte algún derecho del documento notarial. El acto de constitución de esta sociedad anónima, ORBIT S.A, tiene que estar en el Registro Mercantil del Ministerio de Justicia. Como se montó para operar las remesas, seguramente está bajo control de la Dirección de Operaciones Especiales del MININT, que no tiene personalidad jurídica propia, sino clandestina".

Al final del día, la única forma efectiva de tramitar las remesas a Cuba sin que estas caigan en manos de los militares es hacerlo por vía directa a sus ciudadanos, por medios digitales, u obligando al régimen a entregar los dólares directamente a sus beneficiarios. En cualquier caso, ORBIT S.A como sustitución de FINCIMEX es el mismo perro con diferente collar, pues en Cuba, la única empresa con infraestructura probada para tramitar remesas es FINCIMEX S.A. Si ORBIT S.A entra en el juego, es porque ha heredado, heredará o se conectará con la plataforma de FINCIMEX. De eso no cabe duda. Esperemos que la Administración Biden abra los ojos y no caiga en la trampa.

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