Dimas Castellanos desde Cuba: La otra cara de la enseñanza en Cuba: La Reforma Integral de la Enseñanza promulgada en diciembre de 1959 ya daba indicios del propósito de la naciente dictadura de monopolizar la educación para ideologizar la educación
Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
Recuerdo que ya desde el mismo 1959 algunos de nuestros libros de educación primaria, dados por el régimen en las escuelas públicas, decían después de la portada: ¨el niño que no estudia no es un buen revolucionario¨. Si mal no recuerdo también había, al lado de esas palabras, el dibujo de un soldado rebelde, pero de esto último no recuerdo si ya fue en el mismo1959.
En el discurso de Fidel Castro en el acto central por el XX Aniversario del ataque al Cuartel Moncada se lee:
¨Nuestro gran sueño es avanzar hacia la sociedad comunista en que cada ser humano, con una conciencia superior y un espíritu pleno de solidaridad, sea capaz de aportar según su capacidad y recibir según sus necesidades. Pero ese nivel de conciencia y las posibilidades materiales de distribuir la producción social acorde con esa hermosa fórmula solo pueden ser fruto de la educación comunista de las nuevas generaciones y del desarrollo de las fuerzas productivas.¨
Y por si había dudas:
¨¨En la educación está el instrumento fundamental de la sociedad para desarrollar los individuos integrales capaces de vivir en el comunismo.¨
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Tomado de https://diariodecuba.com
La otra cara de la enseñanza en Cuba: la Reforma Integral de la Enseñanza
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Al promulgar esta reforma, el Gobierno revolucionario ya tenía definido el establecimiento de su monopolio sobre la educación.
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Por Dimas Castellanos
La Habana
2 junio 2022
La Ley 680 "Reforma Integral de la Enseñanza", promulgada en diciembre de 1959, dio un giro a lo establecido hasta ese momento en materia de educación en Cuba. En el juicio por el asalto al cuartel Moncada en 1953, la educación no ocupó un lugar central, y la Ley Fundamental, de febrero de 1959, se limitó a reproducir los 13 artículos de la Constitución de 1940.
Entre los diez meses que separan esas dos normativas (la Ley Fundamental y la Ley de Reforma Integral de la Enseñanza), se produjo la separación de los miembros del Gobierno que procedían de los movimientos cívicos, que se había opuesto a Fulgencio Batista por la vía del diálogo, en busca de una solución pacífica y democrática para restablecer la Constitución de 1940, celebrar nuevas elecciones y formar un gobierno que diera garantías a las partes en contienda.
Entre esos ministros estaban: Ángel Fernández, de Justicia; Julio Martínez Páez, de Salud; Humberto Sorí Marín, de Agricultura; Luis Orlando Rodríguez, de Gobernación; Manuel Ray Rivero, de Obras Públicas; Rufo López Fresquet, de Hacienda; Elena Mederos, de Bienestar Social; Roberto Agramonte, de Estado; José Miró Cardona, primer ministro; y Manuel Urrutia Lleó, presidente, quienes fueron sustituidos por figuras del Movimiento 26 de Julio y de otras fuerzas procedentes de la lucha armada.
El Congreso fue disuelto, los mandatos de gobernantes, alcaldes y concejales extinguidos y las asociaciones cívicas disueltas y, de forma paralela, se dictó un conjunto de leyes dirigidas a la concentración de la propiedad privada en manos del Estado. Una de ellas, la de mayor impacto, fue la Primera Ley de Reforma Agraria de mayo de 1959, mediante la cual el Gobierno intervino todas las fincas mayores de 30 caballerías (402 hectáreas); entregó parcelas de tierra a unos 100.000 arrendatarios, aparceros y precaristas, mientras el Estado se reservó el 40% de las tierras cultivables del país.
Es decir, en ese periodo se depuró el Gobierno de las figuras "no revolucionarias", se desmanteló la institucionalidad existente, se desmontó la sociedad civil, se inició la concentración de la propiedad en manos del Estado y del poder en una persona.
Hasta ese momento las ideas acerca de la enseñanza, contenidas tanto en La Historia me absolverá como en la Ley Fundamental, que parecían dirigidas a desarrollar y perfeccionar el sistema educacional establecido en la República, sufrieron un giro hacia el control absoluto de la educación.
La Ley de Reforma Integral extinguió las escuelas primarias superiores, las Escuelas Normales para maestros, las Escuelas Normales de kindergarten, las Escuelas del Hogar y los Institutos de Segunda Enseñanza. En su lugar creó las Escuelas de Oficios; Escuelas Tecnológicas Agrícolas e Industriales; Escuelas Secundarias Básicas; Institutos Tecnológicos Agrícolas e Industriales; Escuelas de Maestros Primarios e Institutos Preuniversitarios. Y estableció los niveles de estudios correspondientes a la enseñanza primaria (del preescolar al sexto grado), las secundarias básicas y superior (de tres años cada una entre el sexto grado y la universitaria), y la gratuidad de la misma en los establecimientos públicos. Creó ocho Escuelas de Maestros Primarios (en la República se habían creado seis) y seis Escuelas Profesionales de Comercio (en la República había nueve).
Esta Ley no privatizó la enseñanza, pero declaró que "los planes de estudios y los métodos de las Escuelas de Maestros Primarios era función indelegable del Estado, y que el Estado era el único organismo con capacidad legal para crear centros de enseñanza oficiales en cualquiera de sus niveles". A la vez extinguieron todos los planteles de patronatos —escuelas fundadas por instituciones privadas religiosas o laicas— y se prohibió la creación de nuevos centros docentes por este sistema.
El ministro de Educación fue dotado de potestad "para la jubilación forzosa del personal docente de las enseñanzas Primaria, Secundaria Básica o Secundaria Superior, que hubiera cumplido o cumpliere 65 años de edad, cualquiera que fuere el tiempo de servicios prestados a la Administración Pública"; una medida que apuntaba a la eliminación del profesorado formado en las Escuelas Normales formadoras de maestros, lo que se correspondía con la clausura de estas instituciones educativas.
Lo anterior indica que en el momento en que se promulgó la Ley de Reforma Integral el Gobierno revolucionario ya tenía definido el establecimiento del control monopólico sobre la educación, como complemento del proceso de desmantelamiento de la institucionalidad existente, del desmontaje de la sociedad civil y de la concentración de la propiedad por el Estado. Es decir, con esta Ley las bases del sistema totalitario quedaron echadas.
A partir de 1961 el adoctrinamiento ideológico, iniciado con el sistema de Escuelas de Instrucción Revolucionaria (EIR) para la formación de los revolucionarios en la ideología marxista-leninista, que abarcaba desde las Escuelas Básicas (EBIR) hasta la Escuela Nacional "Ñico López", se extendió al sistema educativo.
La educación, devenida instrucción ideologizada, convirtió al ciudadano en masa, caracterizado por la fidelidad y la subordinación a la elite gobernante. Los que por su formación democrática, principios sólidos o cualquier otra razón no se sometieron, pagaron y siguen pagando un alto precio: la pérdida de sus estudios y/o sus empleos, la persecución, la represión, el encarcelamiento y el destierro; lo cual puede verificarse consultando los informes mensuales del Observatorio de Libertad Académica (OLA).
El proceso descrito dio la razón al ilustre Enrique José Varona, quien expresó: "De todos los monopolios artificiales ninguno es más pernicioso que el de la instrucción. Y el monopolio existe, ya pretenda ejercerlo un individuo, una clase, un organismo social, ya el Gobierno en representación del Estado. Junto a la enseñanza oficial conviene que florezca la enseñanza privada". Es decir, la implantación de un modelo totalitario implica la subordinación de la educación y su conversión en instrumento para el adoctrinamiento ideológico.
Con la Ley de Reforma Integral de la Enseñanza el terreno quedó abonado para los dos siguientes pasos complementarios: la nacionalización general y gratuidad de la enseñanza, y la reforma de la enseñanza superior, que serán objeto de las siguientes entregas de esta serie.
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Tomado de https://www.youtube.com/
Pepe Forte
Agosto 23, 2021
La EDUCACIÓN en Cuba antes y después de 1959. Este programa hace una radiografía de cómo la Educación Escolar fue empobreciéndose en Cuba después que Fidel Castro se hizo del poder, a través de una receta multifactorial cuyos ingredientes fueron la politización, la editorialización y la ideologización de los programas de estudio, la desfiguración de la historia, y la eliminación de Moral y Cívica del curriculum de asignaturas, además de la disolución de las magníficas Academias Pedagógicas "del pasado", el retiro y el exilio de las Maestras Normalistas o la sustitución de éstas por las "profes" Makarenko temprano en los 60 y, peor aún, por los maestros del "destacamento" más tarde y, como la tapa al pote, los graduados de las Escuelas Formadoras de Maestros, que irónicamente llamamos en el show, "DeFormadoras" de Maestros. El programa incluye estadísticas de la Educación en Cuba antes de 1959, para contrastarlas con las apócrifas esgrimidas por la naciente Revolución como sostén de la Campaña de Alfabetización, que la dictadura aprovechó como marco para, de paso, intervenir la educación privada en Cuba, tan temprano como en 1961, y así someter las aulas. La misma Campaña de Alfabetización fue una avanzada ideológica, pues las brigadas usaban como material la cartilla Venceremos, mientras que el manual desbordaba de consignas políticas gubernamentales con que los alumnos aprendían a leer y a escribir. Para citar algunas de las estadísticas pre-59, abordadas por el programa, baste decir que archivos e inventarios de instituciones de antes de la Revolución castrista, señalan que había en La Isla en 1958, una tasa de analfabetismo del 18%, y particularmente la tasa de analfabetismo en las ciudades era de un 11.57% . En Latinoamérica, sólo Argentina, Chile y Costa Rica tenían mejores números que Cuba.
El Instituto de Estudios Cubanos cita que en 1958, haciéndose eco del Anuario Estadístico de Cuba, había en el país 7,567 escuelas primarias públicas (es decir, gratuitas) y 869 privadas, para u total de 8,436, y este conteo contempla tres universidades privadas, y otras tres financiadas por el estado. De las escuelas públicas, 1,206 estaban en el campo, o sea, eran las escuelas rurales. A mediados de los años 50 la educación pública contaba con 25,000 maestros, y la educación privada con 3,500. Había siete veces más maestros públicos que privados.
Según el Anuario Estadístico de las Naciones Unidas, Cuba rebasaba la media de Latinoamérica de 2.6 estudiantes universitarios por cada 1,000 habitantes, con 3.8 por 1,000. Cuba ocupaba el lugar número 33 entre 112 naciones del mundo en cuanto a nivel de lectura diaria, con 101 ejemplares de periódicos por cada mil habitantes. Algunos de tales datos provienen de los archivos del Ministerio de Educación de Cuba, y de "América en Cifras", de la Unión Panamericana.
Las Escuelas Normales de Maestros fueron creadas en el año 1915, y en 1958 tenías 12 planteles y 7,772 alumnos. Mientras, las Escuelas Normales de Kindergarten: 7 planteles y 1,088 alumnos; Escuelas del Hogar: 14 planteles; Escuelas de Comercio: 18 planteles y 9,500 alumnos. Eran muy frecuentes también las Escuelas Técnicas Industriales. Además, por ejemplo, el Colegio Baldor, tenía 3,500 alumnos.
Este programa explica la fundación de grandes colegios, academias y centros docentes, intervenidos y desdibujados tras 1959 como, entre otros, el Instituto Edison; Las Ursulinas; La Salle, y Belén, y que, además, como detalle aparentemente sin importancia, a través de la revisión de la toponimia urbana, fueron rebautizados con nombres de la galería de mártires y de la épica revolucionaria. El programa señala que, como parte de la estalinización de la educación en Cuba, Castro realizó el ominoso Congreso de Educación y Cultura. Todo esto, y otros apuntes, componen los argumentos del programa de hoy.
#EducacionenCuba #ElAticoDePepe #PepeForte
La EDUCACIÓN en Cuba antes y después de 1959
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Nota del Blogguista de Baracutey Cubano
En este artículo Oscar Sánchez Madan del año 2007 . publicado en este blog ese mismo año, se abordan algunas aristas que muestran la no gratuidad de la Educación Cubana; yo intercalé algunas fotocopias de expedientes escolares donde se muestran otras aristas: el costo psicológico y de derechos civiles cuando el estudiante no es bien visto políticamente; las anotaciones no las hicieron los oficiales de la Seguridad del Estado que atendían esos centros educacionales sino fueron los Profesores Guías que atendían a esos grupos escolares. Antes de escribir el texto de las notas que aparecen en eso expedientes , quiero puntualizar que en Cuba antes de la Revolución existía educación verdaderamente gratuita; yo orgullosamente fui alumno de Escuelas Públicas. Hasta la matrícula en la Universidad de la Habana, que costaba anualmente aproximadamente 50 pesos cubanos en los años 50s, si usted escribía una carta donde explicaba que usted no tenía recursos económicos para pagar la matrícula, le daban MATRICULA GRATIS; más de la quinta parte de los estudiantes de la Universidad de La habana en esos años eran MATRICULA GRATIS.
" La discriminación por motivo de raza, color de la piel, sexo, origen nacional, creencias religiosas y cualquier otra lesiva a la dignidad humana está proscrita por la ley. Las instituciones del Estado educan a todos desde la más temprana edad, en el principio de la igualdad de los seres humanos."
El estudiante de Preuniversitario no recibió el Aval Político para el ingreso a la Enseñanza Superior o Enseñanza Universitaria pese a tener aproximadamente 95 puntos de promedio en los tres años de Pre, y haberse destacado positivamente en el trabajo agrícola todos esos años, por lo que en vez de pasar un año de Servicio Militar General tenía que pasar dos años ...; pero esa es otra historia donde se ve el carácter MAFIOSO del régimen cubano y de algunos de sus educadores, quizás algún día la publique....
Expediente Acumulativo del Escolar ( Hijo1) página 60
CARACTERIZACION PEDAGOGICA DEL ALUMNO 02/03 ( Curso 2002-2003)
" ...., aprende con facilidad, lo que le ha hecho mantener un buen promedio docente los tres años.
Es crítico y autocrítico, se relaciona con grupo y sus profesores.
Cuida y mantiene la base material de estudio, ( algo ilegible)
Participa en las actividades ( ilegible) y de la escuela, ha participado en las actividades culturales como actor.
La relación hogar bien, por parte de su mamá que siempre ha asistido a todas las reuniones y se
( página 61)
ha preocupado mucho por él participó en las etapas al campo.
Este alumno no fue avalado para el ingreso a la Universidad por presentar manifestaciones no acordes a nuestros principios sus padres pertenecen a los Derechos Humanos y esto trajo como consecuencia que el grupo no le diera el aval político en 12 ."
Aparecen nombres y apellidos de la profesora, firma ilegible y cuño o sello gomígrafo
Nota : 12 se refiere al 12 grado, útimo año del Bachillerato o Preuniversitario en Cuba.
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curso 2000-2001
Grado: 9no.
Expediente Acumulativo del Escolar ( Hijo2) página40
CARACTERIZACION PEDAGOGICA DEL ALUMNO (SECUNDARIA BASICA)
" ...... Su aprendizaje es bueno así como su rendimiento académico. Tiene buen lenguaje y buena dicción. Tiene las siguientes necesidades cognositiva.
Matemática: Estimar y trabajo con magnitudes
Español: Ortografía ( cambio de letra)
Cuida la Base Material de estudio, usa correctamente el uniforme escolar. No participa en el campo, pero se incorporó al organopónico evaluado de B. Este estudiante ha manifestado su inconformidad con el proceso revolucionario de nuestro país alegando que no es comunista, la aspiración de su familia es de emigrar hacia los E.U.A.
Participó en los concurso de química y física con buenos resultados. Sus padres son profesionales, pero presentan serios problemas ideológicos, y no trabajan con el gobierno. "
Expediente Acumulativo del Escolar ( Hijo2) página41
OBSERVACIONES Y/O RECOMENDACIONES A SUS FUTUROS PROFESORES.
" - Seguir cuidadosamente sus manifestaciones de índole políticas
- Continuar trabajando en los elementos del conocimiento en los cuales presenta dificultades
Curso 2001- 2002.
Se ratifica la caracterización. ( firma ilegible)
NOMBRE Y APELLIDOS DE EL(LA) PROFESOR(A):
( aparece Nombres y Apellido legible) FIRMA: ( aparece firma ilegible) "
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Estas situaciones se producen pese a que el artículo 42 de la entonces Constitución Cubana vigente decía:
" La discriminación por motivo de raza, color de la piel, sexo, origen nacional, creencias religiosas y cualquier otra lesiva a la dignidad humana está proscrita por la ley. Las instituciones del Estado educan a todos desde la más temprana edad, en el principio de la igualdad de los seres humanos."
El estudiante de Preuniversitario no recibió el Aval Político para el ingreso a la Enseñanza Superior o Enseñanza Universitaria pese a tener aproximadamente 95 puntos de promedio en los tres años de Pre, y haberse destacado positivamente en el trabajo agrícola todos esos años, por lo que en vez de pasar un año de Servicio Militar General tenía que pasar dos años ...; pero esa es otra historia donde se ve el carácter MAFIOSO del régimen cubano y de algunos de sus educadores, quizás algún día la publique....
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Por Oscar Sánchez Madan
17 de mayo de 2006
Matanzas – www.PayoLibre.com – José Martí Pérez (1853-1895), el más brillante y universal de los cubanos, no hubiese imaginado nunca que algo más de un siglo de su muerte, en su propia patria, Cuba, un régimen totalitario y abusador que desprecia la inteligencia humana utilizaría su nombre y patriótico ideario para crear un mito: el de la supuesta gratuidad del sistema de enseñanza, para beneficio del cual, los funcionarios del denominado estado socialista han venido aplastando desde hace más de 47 años la iniciativa creadora y la voluntad de decenas de miles de estudiantes, y familiares, a quienes les han prohibido pensar y actuar por sí mismos.
Como apóstol de nuestra libertad e independencia, él abogó en el Siglo XIX por un sistema de educación científica, donde se vinculara el estudio con el trabajo. Así lo expresó en un trabajo publicado en el Diario la América, de New York, en septiembre de 1883, ocasión en que definió la descollante idea de remunerar la labor de los estudiantes de escuelas-talleres, e impedir que dicha labor tuviese propósitos económicos en lugar de educativos. En tal sentido indicó que el trabajo no debía constituir una carga para los escolares, más bien sugirió que las fábricas y los talleres retribuyeran su esfuerzo práctico durante el aprendizaje y no abusaran de ellos.
Sin embargo, el régimen de Fidel Castro ha manipulado y distorsionado su precioso legado con la finalidad de sacar provecho en aras de fortalecer un sistema absurdo e inhumano.
Luego del llamado triunfo de la revolución, en 1959, los comisarios estalinistas tropicales, con la mirada puesta en Moscú, y por iniciativa del comandante Ernesto Guevara, introdujeron en la isla la oscura y muy cuestionable concepción leninista del “trabajo voluntario”, desde entonces, cientos de miles de ciudadanos, entre ellos miles de jóvenes, fueron obligados a participar en duras faenas productivas sin cobrar salarios, o al menos un moderado estipendio, como reconocimiento lógico a sus extraordinario sacrificios. Aunque claro, sobraron los diplomas y los retóricos discursos “revolucionarios” de agradecimiento. ¡Bonita manera de agradecer el derroche gratuito del sudor ajeno! Como verdaderos esclavos, los estudiantes engrosaron gratuitamente las arcas de un Estado explotador, que proclamaba a los cuatro vientos que la juventud cubana era la mejor del universo. Como no serlo si le exprimía las entrañas en el más absoluto descaro.
Dicho estado parásito y burocrático, como todos los estados comunistas, se encargó por esos años de abolir las flamantes escuelas privadas y religiosas, la autonomía universitaria, y sepultar, además, los privilegios y libertades consagrados en la constitución democrática de 1940, que el dictador Fulgencio Batista había pisoteado luego del golpe militar que protagonizó el 10 de marzo de 1952.
Como si eso fuera poco, y para dejar bien enraizado y estructurado su mecanismo explotador, en 1971, el llamado gobierno revolucionario trajo a colación una idea “genial” del comandante en jefe que rápidamente se materializó, en un país, en el que para entonces ya no existían instituciones democráticas. Me refiero a la implementación de un sombrío y lucrativo sistema de escuelas en el campo, en el que niños y adolescentes de secundaria básica y pre universitarios, quedaron obligados, ya para siempre, a participar en la producción como simples obreros agrícolas, pero sin percibir salarios, y a cumplimentar las pesadas normas laborales, impuestas por la nomenclatura, a la vez que estudiaban.
Dicho sistema enroló a escolares de entre 12 y 17 años. Es cierto que estos no tuvieron que pagar su ingreso a los centros de estudios. Los gastos de su educación los financiaban, y aún lo financian, con el trabajo que realizan en la agricultura. ¡Bendita manifestación de gratuidad!
Si la educación en Cuba hubiese sido gratuita, como afirman Castro y sus cada vez menos partidarios en el mundo, ¿por qué el propio mandatario caribeño dijo, públicamente, el 28 de septiembre de 1972 en el acto de celebración del duodécimo aniversario de los oficialistas Comités de Defensa de la Revolución, que el sistema de escuelas en el campo permitiría, con la participación de niños y jóvenes en la producción, poder hacer frente a los gastos de la educación?
Según el comandante su gobierno transformó los centros escolares en centros de enseñanza y trabajo productivo económico, a contrapelo de lo que promovió José Martí.
A quienes se dejan embelezar todavía por el gran mito comunista, les digo, que, a pesar de los años, aún están frescas las palabras del caudillo leninista. La idea sobre las presuntas gratuidades de nuestro sistema de educación, que por cierto, no es nuestro, sino del estado comunista, no es más que una estúpida fantasía de la que se sirve el régimen para engañar a los pueblos del mundo y para promocionar su vieja tiranía bolchevique.
No puede hablarse de gratuidades en la educación cuando el mismo gobernante, el 8 de diciembre de 1972, durante el acto que se efectuó en la universidad de La Habana, con motivo de una graduación, recordó la participación de los estudiantes en distintos momentos productivos, sobre todo en las difíciles zafras azucareras, en las que se les imponían labores de esclavos como el corte y alza manual de caña.
Cientos de profesionales cubanos aún recuerdan las gigantescas movilizaciones productivas a que los sometió el régimen durante muchos años en las que eran obligados a marchar al interior del país, abandonando totalmente las universidades durante dos, tres y hasta cuatro meses. El gobierno obtenía de ellas cuantiosos dividendos.
Desde hace años los universitarios cubanos al concluir sus estudios, prestan por mandato oficial, un llamado servicio social, el cual cumplen en diversos centros de trabajo en los que se les descuenta un por ciento de su salario durante dos años.
Dicho por ciento es destinado a costear los estudios concluidos. Algo parecido ocurre con los estudiantes que se gradúan como técnicos medios. Y todavía nos dicen que la enseñanza es gratuita.
Si luego de aportar estos sólidos e irrebatibles argumentos quedara alguien que se atreviese a decir que la enseñanza en Cuba es gratuita, les aseguro, con el mayor respeto, que se trata de uno de esos personajes ciegos, tontos y caprichosos, que gozando de una vista perfecta, sencillamente se niega a ver la realidad por razones de demagogia y politiquería.
Los hechos dicen más que las palabras y son precisamente estos los que nos indican que el sistema de enseñanza castrista no es financiado, para nada, con los recursos del estado comunista, sino que es sustentado con el sudor de los estudiantes y en última instancia con el sacrificio del pueblo trabajador a quien el gobierno paga miserables salarios.
Basta ya de mitos y falsedades. Reconocer una gran verdad es a veces muy difícil, pero no imposible.
"Acuérdate de los presos como si tú también lo estuvieras".
Hebreos 13-3
¿Cómo pueden instituciones y organizaciones creerse semejante disparate cuando en realidad cada inicio de un curso escolar representa una odisea ante la carencia de maestros y profesores, sin contar que la calidad de dichos maestros es la peor?
Etiquetas: adoctrinamiento, campaña de alfabetización, castrismo, comunista, cuba, discurso, educación, fidel castro, instrucción, Pepe Forte, represión, socialista, sociedad
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