Humorismo de Esteban Fernandez: EL TELEFONITO INTELIGENTE Y ADICTIVO
Tomado de https://www.facebook.com/
El humorismo de Estebita:
EL TELEFONITO INTELIGENTE Y ADICTIVO
Por Esteban Fernandez
Yo trabajaba como “manager” en una casa de cambios de cheques en Canoga Park, California.
Allí aprendí, descubrí con admiración, que las mujeres son capaces de hacer dos cosas (y hasta más) al unísono desde el mismo instante en que traen al mundo un bebé…
Llegaban a cambiar un cheque con un “baby” en un brazo y en la otra mano un tremendo carterón.
Con una mano la metían dentro de la cartera, sacaban un cheque, cogían una pluma, firmaban el cheque, sacaban su licencia de manejar, me la entregaban y con la otra mano le iban acariciando el pelo al recién nacido.
Yo me quedaba estupefacto y admirado porque creía que yo solo podía hacer una sola cosa y utilizando mis dos manos .
Pero, ahora resulta que todos los seres humanos podemos actuar como las mujeres recién paridas haciéndolo todo con una sola mano.
YO ENTRE ELLOS, porque llegó para quedarse en mi vida un artefacto llamado celular, un telefonito que se adueñó de una de mis manos y prácticamente de mi cerebro.
Todo lo hago con una sola mano, dependo como si fuera una droga de ese telefonito, me sirve de reloj, me da la hora, es más eficiente que Millás y el padre Governa para tenerme al tanto de la temperatura. YO NECESITO Y QUIERO MI TELEFONITO. No pasa una hora sin que le de aunque sea un vistazo.
Me sirve de computadora para escribir mis artículos, para enviarlos al periódico Libre, a Facebook, a Baracutey Cubano, a Nostalgia Cuba, a All thing Cuban, y a un montón de lugares y blogs más…
Ya no saco cuentas porque me sirve de calculadora, lo miro hasta para saber que día es hoy, vaya, se ha convertido en imprescindible, tanto es así que me monto en el carro, manejo 10 cuadras, aterrorizado noto que estoy manejando con las dos manos, que he olvidado el celular y regreso a la casa a buscarlo .
Pero , todavía soy lo suficientemente inteligente para darme cuenta que no es algo natural, sino que es una adicción, un vicio, más fuerte que el que tuve hace muchísimos años con la nicotina.
Y voy a tratar de abandonarlo por el fin de semana, utilizarlo solamente como “teléfono bruto” para recibir y hacer llamadas.
No sé si podré, no prometo nada, mientras no me vean en Facebook la cosa va bien.
Yo tengo fuerza de voluntad, son solo 48 horas, pero ya me siento como debe sentirse un drogadicto cuando le falta el opio. Me verán el lunes. Recen por mi.
Etiquetas: adicción, adictivo, celular, Esteban Fernández, Estebita, humor, humorismo, inteligente, móvil, teléfono
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