jueves, julio 18, 2024

Alberto Méndez Castelló desde Cuba: Cuba: Violencia política y monopolio de armas

 Tomado de https://www.cubanet.org/

Cuba: Violencia política y monopolio de armas

********

Dos de las seis características generales de la dictadura totalitaria son el sistema de terror, físico o psíquico, y el control de todas las armas, limitando o negando su acceso a la población.

*********

Por Alberto Méndez Castelló

18 de julio, 2024 

PUERTO PADRE, Cuba.- Se sabe: violencia es intimidación, que conlleva el crimen o el terror y puede inmovilizar por miedo insuperable, no sólo a personas, familias o comunidades aisladas, sino también a una nación o, incluso, a una comunidad de naciones.

Reduccionismo aparte, traigo a los lectores este concepto –una de las tantas conceptualizaciones posibles de la palabra violencia– aplicado desde el punto de vista criminológico y de sociología política, pues, sin mencionar el suceso en sí mismo, a raíz de ocurrir la semana pasada la tentativa de magnicidio del expresidente Donald Trump, el jefe de Partido Comunista de Cuba (PCC) y gobernante impuesto y jamás electo por los cubanos Miguel Díaz-Canel, como quien tira piedras al vecino teniendo techo de vidrio, o hablando de sogas en casa del ahorcado, dijo: “El negocio de las armas y la escalada de violencia política en EEUU, propician incidentes como el que ha tenido lugar este sábado en ese país”.

Por supuesto, aunque desde la visión profesional tengo hipótesis del magnicidio en grado de tentativa, respecto al expresidente y actual candidato presidencial republicano Donald Trump, suceso que no deja de ser un crimen premeditado y consumado respecto a la persona fallecida y los lesionados y, en suma, un delito de terrorismo, ninguna opinión daré al respecto.

Esa es misión de los criminalistas estadounidenses: esclarecer el hecho desde su ideación hasta su realización. Y esa es misión de la prensa estadounidense y de la extranjera acreditada allí: informar objetivamente quién o quiénes, cuándo, cómo, dónde y por qué ocurrió ese hecho, que importa en sí mismo, sí, del mismo modo en que más que las cifras de armas en posesión de la población estadounidense, importa el motivo lícito o ilícito del uso de esas armas por parte de las personas.

El argumento de Díaz-Canel

Pero… Óiganme, según hizo Díaz-Canel, en el contexto del atentado a Donald Trump, diciendo jeroglíficamente sobre la violencia ejercida contra el régimen castrocomunista, y presentándose como víctima de terrorismo –siendo en realidad victimario de terrorismo de Estado contra su propia población–, es un supino despropósito más avieso que quimérico de quien pretenda presentar al Estado cubano como democrático, y a los cubanos, como una sociedad sin comercio de armas por falta de clientes, y no como en realidad somos, una sociedad a la fuerza desarmada, como consecuencia natural del régimen totalitario que sufrimos.

Hablar de ausencia de armas en la Isla porque los cubanos no somos dados a tener una pistola en la gaveta de la mesa de noche, o una escopeta en el closet, o que en Cuba no existe violencia política, aunque sí “manifestaciones de indisciplina social”, porque los cubanos están conformes con el régimen comunista, es sencillamente desvergonzado, sí, ¡cómo no!, es decir de cínicos.         

Dos de las seis características generales de la dictadura totalitaria, como ya hemos dicho en otras ocasiones, son el sistema de terror, físico o psíquico, y el control de todas las armas, limitando o negando su acceso a la población.

El terrorismo de Estado

El terror, que necesariamente no tiene que ser a golpes, patadas, o con estacas de marabú en manos de las “brigadas de respuesta rápida” contra manifestante u opositores pacíficos –aunque ninguna de esas acciones está excluida– es dirigido por el Partido Comunista, y un 11-J escuchamos a Díaz-Canel confirmar que la orden de combate “está dada”.

Ese sistema de terror físico o psíquico lo supervisa para los líderes comunistas la policía política, y está dirigido no sólo contra las personas públicamente señaladas como “contrarrevolucionarias”, sino también contra ciertas clases de la población, fundamentalmente con poder económico, a las que el régimen observa, vigila y controla como potencialmente “contrarrevolucionaria”, sin que fuera de esa 

Y este sistema de miedo, que constituyen los actos de terrorismo de Estado contra la población, ya sean realizados por la policía política, o por las presiones sociales ejercidas por los dirigentes comunistas de todos los niveles, no es un actuar de personas improvisadas ni de gente inepta. Contrario a lo que pudiera pensarse de que las acciones de terror son cometidas por meros rufianes –que lo son–, tras esas actuaciones conducentes al miedo existe la utilización de medios y métodos de la ciencia moderna, específicamente de la psicología científica y de la psicología operativa, ya sea para influenciar sobre individuos dispersos o sobre la nación toda.

¿Qué armas prohibirá Díaz-Canel?

Luego puede preguntarse: ¿Prohibirá Díaz-Canel el comercio de machetes, cuchillos o equipos de música, que son los medios empleados por los cubanos para agredirse entre sí o para alterar la tranquilidad ciudadana…?

Por supuesto que no. Díaz-Canel no prohibirá la venta de esos medios empleados por los cubanos para agredirse entre sí o para alterar la tranquilidad ciudadana, primero que todo, porque son herramientas de “trabajo” o de “distracción”, y principalísimamente, porque los ataques con esas armas blancas o acústicas se producen entre los mismos cubanos de la plebe; los dirigentes comunistas permanecen fuera del alcance de agresiones con machetes o cuchillos y están lejos de los agresivos ataques sónicos que empleando “música” sufrimos en Cuba, un país incivilizado a la medida de quienes lo diseñaron y construyeron de esa forma, los comunistas.

El monopolio de las armas

Pero los comunistas sí mantendrán el monopolio de las armas. En una región como Latinoamérica, supuestamente de paz, no existe un Estado en que, con respecto a su población, su Ejército posea tantas armas, fusiles, ametralladoras, cañones y tanques, como las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba.

Mientras, a la población hambrienta le está prohibida para conseguir aves de caza, la posesión de una escopeta y hasta de un pequeño rifle calibre .22, municiones de las que carecen hasta los campeones olímpicos de tiro, y la razón es una, y no de “bloqueo”, sino de miedoadministrativos o político del Estado totalitario.

Los dirigentes del Estado totalitario castrocomunista han ejercido tanto miedo en los cubanos que, cual bumerán, el pánico se ha vuelto sobre ellos mismos, acostumbrados a mandar a una población indefensa, abroquelados con guardaespaldas armados.

Etiquetas: , , , , , , , , , , , , , , ,