Roberto Álvarez Quiñones: La gobernanza del castrismo: caprichos y malgasto irresponsable
Tomado de https://diariodecuba.com/
La gobernanza del castrismo: caprichos y malgasto irresponsable
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En julio de 1959 Fidel Castro ya tuvo su primer delirio millonario. Movilizó recursos del Gobierno, contrató expertos holandeses y franceses para desecar 61.000 hectáreas de la Ciénaga de Zapata.
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Por Roberto Álvarez Quiñones
Miami 27 de abril, 2025
El malgasto irresponsable de recursos del Estado que no han sido robados es típico de regímenes autoritarios, pero difícilmente hay, al menos en Occidente, un caso peor que el de la "revolución cubana".
El sistema de gobernanza implantado por Fidel Castro, y que sigue vigente con Raúl "el Cruel", se caracteriza como norma por el malgasto irresponsable de recursos del Tesoro Público, caprichos, improvisación, ineptitud, soberbia, desprecio por el pueblo.
Veamos algunos ejemplos. En julio de 1959 el comandante en jefe ya tuvo su primer delirio millonario. Movilizó recursos del Gobierno, contrató expertos holandeses y franceses para desecar 61.000 hectáreas de la Ciénaga de Zapata y convertirla en "granero de las Américas y reserva arrocera de Cuba". Tras dos meses de trabajo los ingenieros concluyeron que no se podía desecar y que aquello era un atentado medioambiental de graves consecuencias.
Después a Castro I se le ocurrió cubrir con pangola media isla. Contrató al experto francés André Voisin para que con pastoreo intensivo las vacas dieran más leche. Fue un total fracaso.
Seguidamente se autoproclamó científico genetista y quiso inventar "nuevas razas" bovinas, con el cruce de toros Holstein canadienses, de clima frío, para inseminar las criollas vacas cebú, de clima cálido. A mediados de 1965 prometió: "En 1970 produciremos diez millones de litros diarios y nos bañaremos en leche", y dijo que Cuba produciría "tanto, o más queso que Holanda".
Creó el Centro de Inseminación Artificial Rosafé Signet, nombre de un toro canadiense que costó 27.000 dólares de entonces (285.660 dólares de hoy). Se construyó la empresa pecuaria Niña Bonita, con vacas Holstein importadas.
Vieron la luz las vacas híbridas F-1 y F-2, débiles, enfermizas, de poca producción de leche y carne. Y por su color negro no resistían las altas temperaturas cubanas y eran invadidas por parásitos tropicales. Muchas vaquerías contaban con aire acondicionado y música instrumental para "relajar a las vacas" al ordeñarlas. Fue un multimillonario desastre.
La deforestación, un desastre que costó 500 millones de dólares
En octubre de 1967 Castro I comenzó la mayor deforestación de Cuba desde la Conquista. Como narré en una ocasión, un grupo de periodistas y de estudiantes asistimos a la puesta en marcha de la Brigada Invasora Che Guevara en la zona de Puente Guillén, a unos 35 kilómetros de Bayamo.
Se nos dijo que se iban a desbrozar cientos de miles de hectáreas para sembrar básicamente arroz. Vimos cómo buldóceres y equipos pesados arrasaban con todo. A las palmeras y árboles más robustos los dinamitaban y al grito de "fuego a la carga" volaban en pedazos. En dos años desaparecieron 215.000 hectáreas de frutales, bosques y cultivos.
En ese desatino Castro I gastó 500 millones de dólares (el importe de una zafra azucarera completa), incluyendo la compra en Francia e Italia de 700 camiones de volteo y 800 equipos pesados (buldóceres, motoniveladoras, etc). Pues no se sembró el arroz y hubo que aumentar su importación. Encima, tan vasta deforestación agravó las sequías en la Isla.
La llamada Ofensiva Revolucionaria lanzada por Castro I en marzo de 1968 fue el puntillazo a lo que quedaba de economía de mercado. Fueron cerrados o expropiados los 57.280 negocios privados que aún subsistían.
La escuela en el campo (escuelas secundarias básicas construidas en zonas rurales) fue otro capricho multimillonario del dictador. En pleno campo se erigieron 535 gigantescas escuelas de cuatro pisos, para 600 estudiantes cada una, dotadas de su equipamiento técnico y docente, uniformes, un hospital y ambulancias.
Se consumieron diez millones de toneladas de cemento, 16 millones de toneladas de productos agropecuarios, 15 millones de toneladas de combustible. Y se ensamblaron 2.000 ómnibus rusos. Agréguense laboratorios de biología, química, y física con instrumental científico comprado con divisas. Muchas escuelas tenían bandas de música con instrumentos comprados en Inglaterra y Austria.
Miles de alumnas salieron embarazadas y no pocas se convirtieron en madres solteras a los 15 años de edad. Al acabarse los subsidios soviéticos aquellos enormes inmuebles fueron abandonados e invadidos por el marabú. Hoy son cárceles, refugios de delincuentes, etc.
Los diez millones que hundieron a Cuba en una recesión prolongada
Con la consigna "Los diez millones van" tuvo lugar en 1970 uno de los más costosos desastres fidelistas: producir diez millones de toneladas de azúcar. Fidel Castro destituyó al ministro de la Industria Azucarera, Orlando Borrego, cuando dos años antes dijera que eso no sería posible. Y movilizó todos los recursos del país para cumplir su capricho.
El economista cubano Julio Sanguinetty explicó en este mismo diario: "Poco antes de salir al exilio, yo estuve a cargo de la evaluación de los proyectos de inversión industrial y de transporte para la zafra de 1970 y puedo atestiguar que la inmensa mayoría de esos proyectos estaban mal concebidos y, en condiciones normales, no debían aprobarse, ni financiarse".
En esa zafra se produjeron 8,5 millones de toneladas de azúcar a un costo tan devastador que la economía entró en una recesión de varios años. Además, una gran producción cubana habría derrumbado el precio internacional del azúcar, pues Moscú compró 3,5 o cuatro millones de toneladas y el resto habría aumentado la sobreoferta de azúcar existente en el mundo.
Unos 30 años después Fidel tuvo otro arrebato, pero al revés. Calificó de disparate a la actividad azucarera y desmanteló 100 de las 156 fábricas de azúcar de la Isla. Hizo añicos la principal industria cubana.
La Tarea de Ordenamiento que disparó el hambre y la pobreza
Con el Cordón de La Habana Castro I movilizó a cientos de miles de habaneros e hizo sembrar en los alrededores de la capital café caturra, y gandul, una leguminosa que a las vacas no les gustaba. Cultivado en Brasil, el dictador se encaprichó en sembrar café caturra en La Habana, con clima y suelos muy diferentes. Fue otro colosal fracaso. Hubo que desmontarlo todo.
Al morir Castro I todo siguió igual, o peor. Raúl "el Cruel" militarizó la economía, la mafia castrense nucleada en torno a GAESA devino Estado militarizado superior por encima del Estado constitucional, el Gobierno formal y el mismísimo Partido Comunista.
Castro II aumentó y perfeccionó con grandes gastos de divisas la maquinaria represiva. Ahora hay más esbirros en las calles. Siembran el terror y controlan hasta las colas. Se cometen las mismas estupideces hambreadoras de Castro I, o peores, pues el Gobierno que coordina Miguel Díaz-Canel es el más incapaz en la historia de Cuba.
Un ejemplo, de tantos, es la Tarea Ordenamiento. En 2021 el Estado socialista se quitó la careta. Abandonó a su suerte al pueblo y acabó con la ilusión-esperanza de ayuda o protección de "la revolución". Fue sepultada y sustituida con la consigna de "sálvese quien pueda". Se redujeron los subsidios, se devaluó el peso, los precios se dispararon, la escasez de todo empeoró. Se produjo una estanflación (recesión con inflación) que perdura hasta hoy. Y fue el disparo de salida del país de más de un millón de cubanos.
¿Qué se hizo con el dinero que le "tumbaron" al mundo?
Para finalizar va un revelador detalle contrastante. Se calcula que el castrismo en 66 años ha recibido gratuitamente, o a pagar "cuando las ranas críen pelos", unos 300.000 millones de dólares en cash, bienes de consumo, combustible, materias primas, maquinaria, tecnología, asesoría técnica, préstamos y créditos internacionales.
El Plan Marshall lanzado en 1948 por EEUU y que sacó a Europa Occidental de la devastación causada por la Segunda Guerra Mundial ascendió a 13.000 millones de dólares, equivalentes a 173. 203 millones de dólares de 2025. Benefició a 18 países y, al concluir en 1952, ya 17 naciones (todas excepto la República Federal Alemana) habían superado los niveles de desarrollo previos a la guerra.
Cuba, un país pequeño que ha recibido una ayuda muy superior a sumatoria de los 18 países contemplados en el Plan Marshall, no solo no se ha desarrollado, sino que perdió el que ya tenía antes de 1959 y retrocedió al nivel de Haití, pues junto con ese país integra la dupla de naciones más pobres de todo Occidente. Cuatro de cada cinco cubanos son hoy muy pobres, según el Banco Mundial.
¿Qué hizo, y sigue haciendo, la dirigencia castrista con tanta ayuda que le ha "tumbado" al mundo?
Etiquetas: caprichos, cuba, deforestación, desastre, despilfarro, destrucción, disparates, ecológico, económico, fidel castro, ganaderñia, gobernanza, hambre, industria azucarera, malgasto, pobreza, Raúl Castro, recesión
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