Es un blog diario digital conformado con los artículos, opiniones, ensayos, etc. del Catedrático universitario Lic. Pedro Pablo Arencibia Cardoso sobre diferentes temáticas de la problemática cubana, actual e histórica, así como por noticias y artículos de otros autores que se consideran de gran interés para profundizar en la realidad cubana.
sábado, julio 26, 2025
La cobardía de Fidel y de Rául Castro en videos y artículos relacionados con el ataque al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953
En el artículo 26 de julio de 1953: Memoria histórica de un hecho publicado en el diario Granma (Órgano Oficial del Comité Central del PCC), se lee lo siguiente en el pie de la misma foto que encabeza este post.
Fidel con Ñico López, Abel Santamaría y José Luis Tassende en la Finca Santa Elena, en Los Palos, donde hacían prácticas de tiro antes de ir al asalto al Cuartel Moncada. En cuclillas de izquierda a derecha: Ernesto Tizol y Billy Gascón. Esta histórica foto se encuentra en el museo Casa Abel Santamaría de La Habana. Foto: Archivo
Esta foto la tuvo Raúl Castro detrás de su buró en su oficina del MINFAR. El que está a su lado es Ñico López
Ñico López era del Partido Socialista Popular (PSP; nombre entonces del partido comunista en Cuba) y desempeñaba un papel relevante en la conspiración y, al menos, por disciplina partidista, tenía que informar lo que se estaba preparando. Quizás el partido lo situó para saber de primera mano los por menores de la conspiración. No olvidemos tampoco que Salvador Díaz Versón (Jefe de la Inteligencia Militar en todo el gobierno de Prío) tenía en su poder los expedientes de la Liga Anticomunista donde estaban depositados muchos años de investigación sobre los comunistas en Cuba y fuera de Cuba. El expediente A-943 correspondía a Fidel Castro Ruz y en él se reflejaba que Fidel Castro había comenzado a trabajar para la Unión Soviética en 1943 y que en su reclutamiento y entrenamiento había desempeñado un importante papel un diplomático supuestamente llamado Gomer Bashirov, En el expediente también habían fotos y documentos que que evidenciaban su conexión con Moscú. Después del triunfo de la Revolución y concretamente tan cercano como el 23 de enero de 1959 se requisaron los archivos que estaban, si mal no recuerdo haber leido, en la casa de Salvador Díaz Versón en Cojimar. En ese expediente había una carta de Fidel Castro dirigida a Abelardo Adán en Praga que fue interceptada por Salvador Díaz Versón decía: ¨ Nuestro amigo me dijo que me mantiene reservado para mayores esfuerzos y que no debo quemarme viajando ahora. Ellos tienen un plan en el cual yo seré el eje que se implementara muy pronto. Es posible que entonces volvamos a vernos sin temor al imperialismo yanqui¨. La información de casi todo lo que está en este párrafo están en las páginas 777 y 778 del excelente libro (aunque no coincido en algunas interpretaciones que aparecen en él) titulado La Verdadera República de Cuba , del Dr.Andrés Cao Mendiguren.
Deseo mostrar parte del contexto político en que se llevaron a cabo los preparativos y el ataque a los cuarteles Moncada en la ciudad de Santiago sw Cuba y al cuartel Carlos Manuel de Céspedes en la ciudad de Bayamo:
Como consecuencia de la situación creada por los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, las elecciones generales y multipartidistas se llevaron a cabo el 1 de noviembre de 1954.
Dada la cantidad de implicados, hubo más de un juicio respecto a los sucesos acahecidos en el Cuartel Moncada en la madrugada del 26 de julio de 1953. En el juicio donde se juzgó, entre otros, a Fidel Castro Ruz, se encontraba presente la periodista Marta Rojas, la cual entonces trabajaba en la revista Bohemia y que según el padre de Carlos Alberto Montaner (el cual trabajaba en Bohemia) ellos se cuidaban de ella, ya que tenía fama de batistiana. Marta Rojas afirmaba que ella estuvo presente en el juicio a Fidel Castro y que éste al final de su alegato había dicho: "¡Condenadme, no importa, la Historia me absolverá!" . Pero las actas de los dos juicios del Moncada desaparecieron muy tempranamente de los archivos de la Audiencia de Santiago de Cuba. ¿ Por qué y quiénes las desaparecieron ?. La tiranía Castrista trata de que no se les desbaraten sus mitos ni se les descubran sus abundantes mentiras; de consultarse esas actas se vendría abajo el supuesto alegato de Fidel Castro que se conoce como La Historia me absolverá ...PERO BORRAR TODAS LA HUELLAS ES DRECUENTEMENTE ALGO MUY DIFÍCIL: en el número de la revista Bohemia (SecciónEn Cuba, página 70) correspondiente al 27 de diciembre de 1953 SE LEE ALGO MUY DIFERENTE:
¨Al final:
- Señores de la Sala, en gratitud a vuestra generosidad, honorabilidad y justicia, voy a terminar. No pido mi libertad. Ustedes cuentan con el respaldo del pueblo de Cuba, aunque nos condenen. No importa el silencio de hoy. La historia, en definitiva, lo dirá todo.¨
En entrevista del historiador Antonio ¨Tony¨ Rafael de la Cova con Mario Salabarría Aguiar (quien fuera comandante jefe del Servicio de Investigaciones Extraordinarias de la Policía Nacional durante el gobierno constitucional del Presidente Ramón Grau San Martín) el 7 de diciembre de 1983, Salabarría expresó algo que se soslaya en muchos de los artículos sobre los preparativos antes del ataque al cuartel Moncada, que indica que ya antes de dispararse el primer tiro en el Moncada ya Fidel Castro y algunos de los futuros asaltantes estaban fuera de la ley:
Yo hable con Orlando Castro en presidio sobre lo del Moncada. El es un elemento serio. Hay otra gente que agranda las cosas, y agregan. Lo del robo de automóviles me lo dijo un preso común, José Sánchez Fernández, apodado “Veinte a Diez” que lo utilizaron para eserobo de autos que llevaron al Moncada. El me hablaba de [Raúl] Martínez Ararás. Sánchez cayó preso en uno de los robos de autos en Matanzas, y Fidel fue como abogado y se lo resolvió.
Antonio Rafael de la Cova Ph,D. en la investigación sobre los asaltos a los cuartes de Santiago de Cuba y de Bayamo entrevistó a 104 personas (las entrevistas están en Internet) ; entre ellas a 39 militares y a 14 de los asaltantes.
Algunas cifras sobre los asaltos a los cuartes de Santiago de Cuba y de Bayamo:
El número de los convocados por la jefatura (Fidel Castro, Abel Santamaría, etc.) que llegaron o estaban en Santiago de Cuba fueron 160; de ellos murieron en combate y asesinados: 61.
Militares muertos: 19
De los convocados, 25 fueron a asaltar el Cuartel de Bayamo y 3 desertaron a última hora. En la granja Siboney 8 o 10 se negaron a participar del asalto al cuartel Moncada al ver el pobre armamento que se tenía para ello, además del hecho que un grupo de no más de 5 ó 6 personas de los convocados sabía realmente para qué viajarían a Santiago de Cuba.
Después del fracaso militar de los ataques a los cuarteles, de los 45 que regresan a la Granja Siboney; solamente 19 se dirigen con Fidel Castro hacia las montañas, el cual se había retirado, o huido, del Moncada antes de las 6 am (el combate había comenzado aproximadamente a las 5:20 am) pese a que hasta cerca de las 8 am aún se estaba disparando hacia el Moncada desde el Hospital Civil, donde estaban Abel Santamaría y el Dr. Antonio Muñoz Monroy entre otros.
Ciertas peripecias del nacimiento con fórceps de la revolución cubana que dan para películas de Monty Python
Por Arnaldo M. Fernández
Broward
30/07/2020
El viernes 31 de julio de 1953, Ernesto Tizol —cuadro dirigente del Comité Militar del movimiento insurreccional aún anónimo de Fidel Castro— se entrega a las autoridades tras las gestiones de su padre con un cura y un masón en la estela del asalto a los cuarteles de Santiago de Cuba y Bayamo. Tizol había llegado a casa de sus padres en Holguín el mismo 26 de julio, luego de anticiparse al nacimiento de ese fenómeno histórico denominado revolución cubana con la acción contrarrevolucionaria de doblar por la Avenida Las Américas en vez de continuar por la Avenida Victoriano Garzón hacia el Moncada.
Los vehículos que venían detrás siguieron la rima y en La historia me absolverá (1954) Castro explicó: “Aun cuando disminuya nuestro mérito, la mitad del grueso de nuestras fuerzas y la mejor armada, por un error lamentable, se extravió a la entrada de la ciudad y nos faltó en el momento decisivo (…) Tomó por una calle equivocada y se desvió por completo dentro de una ciudad que no conocían”. Tal como Castro dictó la historia oficial que embaraja la deserción como extravío, Batista echaría a rodar la fake history de que Castro mismo “did not appear at the tragic scene of the fighting” [1]. Así corre aún por mentideros exiliares y redes sociales gracias a quienes no saben de qué hablan o entonan cualquier cosa para el alma divertir.
Ser o no ser bayamés
La ruta al Moncada era intuitiva y el lugarteniente de Castro para el ataque al cuartel de Bayamo, Raúl Martínez-Ararás, cuñado de Tizol, aclaró que no cabía equivocación. Tizol había negociado el arriendo de la Granjita Siboney —punto de partida de la caravana de 16 autos de los asaltantes— con el propietario José Vázquez-Rojas. A tal efecto fue dos o tres veces a una gasolinera en la Avenida Garzón que Vázquez Rojas también poseía. Por eso Tizol sabía bien que, para ir al cuartel Moncada desde la granjita, tenía que pasar por frente a esta gasolinera, sita más allá de la intersección de Avenida Garzón con Avenida de las Américas.
Tizol y los extraviados andaban por Alturas de Quintero cuando escucharon el tiroteo. Boris Luis Santa Coloma, Oscar Alcalde y otros regresaron, pero muchos optaron por no correr al combate. Tizol se deshizo del uniforme y del arma para tomar un ómnibus rumbo a Holguín.
Viernes de Concilio
Para el 31 de julio, las gestiones de otro cura [Arzobispo Enrique Pérez-Serantes] y otro masón [Gran Maestro Carlos Piñeiro del Cueto] habían frenado el desmadre de los militares en la caza de rebeldes. Pérez-Serantes enrumbó por la carretera de Siboney hacia el caserío de Sevilla con ánimo de regresar a Santiago trayendo a Fidel Castro, pero volvió sin él. Ya circulaba hasta en volantes la orden dada por Batista: “Respetar la vida de los insurgentes”. Piñeiro del Cueto oyó a Batista advertirle por teléfono al jefe del regimiento acuartelado en el Moncada, coronel Alberto del Río Chaviano, que iba a pasarle la cuenta si ejecutaban a otro prisionero [2].
De ahí que ese mismo día Ramirito Valdés fuera conducido vivito y cojeando [3] al vivac de Santiago, tras ser detenido cerca de La Calera en la carretera al Castillo del Morro. A sus interrogadores diría que sólo sé que no sé nada, ni siquiera quién es Fidel Castro, pero en juicio se vino abajo esta coartada socrática y fue condenado a 10 años. Otros 19 que negaron haber participado en el asalto corrieron mejor suerte y salieron absueltos por falta de pruebas.
Destino de Tizol
El capitán Bebo Lavastida, jefe de inteligencia militar del regimiento, tomó declaración a Tizol. Su confesión corroborada selló la condena a 13 años, que también encajaron Oscar Alcalde, Raúl Castro y Pedro Miret por estimar el tribunal que habían desempeñado cierto papel de liderazgo. Al salir en libertad por la amnistía de 1955, Tizol marchó al exilio en USA con su esposa e hijos. Regresaría a Cuba en 1959 y ocuparía cargos gubernamentales de poca monta. En 1978 pasó a fungir como tercer secretario de la embajada cubana en Checoslovaquia, donde curiosamente prestaba servicio desde 1974 otro que también salió de la Granjita Siboney —en un Dodge 1950— y nunca llegó al Moncada: Oscar Quintela [4]. Tizol fallecería el 1 de julio de 1984 sin que Granma se dignara a publicar su obituario.
Coda
En vez de meter la pata con que Castro no llegó al Moncada, el teatro bufo del anticastrismo tardío debiera poner en escena ciertas peripecias del nacimiento con fórceps de la revolución cubana que dan para películas de Monty Python: Léster Rodríguez olvidó subir a la azotea en su exploración del Palacio de Justicia y a la hora del combate se topó con un muro tan alto que no permitía disparar contra el cuartel; Ñico López dejó en el motel Gran Casino los alicates con que debía cortar la alambrada para abrirse paso hacia el cuartel de Bayamo por el terreno yermo adyacente; Renato Guitar dibujó mal el plano de ubicación del arsenal del cuartel Moncada y quienes tenía la misión de ocuparlo subieron por una escalera hacia la barbería…
Notas
[1] Cuba Betrayed, Nueva York: Vantage Press (1962), 35.
[2] De la Cova, A. R.: The Moncada Attack, Columbia (SC): Editorial de la Universidad de Carolina del Sur (2007), 168.
[3] Siendo ya ministro del Interior, Ramirito contó al novelista francés Robert Merle que había disparado su pistola contra un sargento alto y mulato, quien devolvió el fuego hiriéndolo en un pie. Cf.: Merle, R.: Moncada: Premier combat de Fidel Castro, Paris: Robert Laffon (1965), 182. Tras escapar en un auto con los neumáticos ponchados por los tiros, Ramirito no pudo rodar más allá del reparto Vista Alegre y andaba a pie al ser arrestado.
[4] Quintela regresó a La Habana y dejó el Dodge en el mismo lugar de donde había salido, con las llaves en la guantera y las puertas cerradas. Sería interrogado como sospechoso unos días después, pero dio excusa tan plausible que ni siquiera fue a juicio. De su célula —Calabazar— sólo René Bedia cayó en el jamo batistiano y fue sancionado a 10 años.
Pedro Corzo entrevista al Padre Jorge Bez Chabebe sobre la rendición y detención de Fidel Castro después del asalto al Cuartel Moncada, el triunfo de larevolución y los cubanos fusilados por Raúl Castro
******** Parodia de juicio y ejecución del Teniente Despaigne en Cuba en la zanja de la Loma de San Juan a mediados de enero de 1959
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El Dr. Antonio de la Cova y otros testigos habla sobre el asalto al cuartel Moncada con Oscar Haza, Julio 26, 2007
Más en:
El Dr. Antonio de la Cova y participantes del asalto al cuartel Moncada de la ciudad de Santiago de Cuba y al cuartel Carlos Manuel de Céspedes de la ciudad de Bayamo hablan con Maria Elvira Salazar, Julio 26, 2004. Hacer CLICK encima de Watch on YouTube. A PARTIR DEL INSTANTE 26:02 EL ASALYANTE ORLANDO CASTRO Y EL HISTORIADOR ENRIQUE ROSS HACEN DECLARACIONES MUY IMPORTANTES. En estos últimos años se ha conocido que ya en esa época detrás de Fidel Castro, y otros individuos, estaba la Inteligencia de la Unión Soviética, según se lee, por ejemplo, en el libro El sóviet caribeño: La otra historia de la Revolución Cubana, del investigador y científico César Reynel Aguilera.
Servicio fúnebre a los 19 militares muertos en el ataque al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Un ataque producido con premeditación, nocturnidad, y alevosía, ya que al comenzar el ataque estaban durmiendo. Los atacantes vestían los mismos uniformes militares que los atacados. Años después Fidel Castro Ruz criticó que los aviones de la Brigada de Asalto 2506 que combatió en Bahía de Cochinos y sus alrededores, estaban pintados de manera similar que los aviones de la Fuerza Aérea Revolucionaria ....
LA MENTIRA DE FIDEL CASTRO EN LA HISTORIA ME ABSOLVERÁ SOBRE EL ¨TIGRE¨, QUE REALMENTE ERA ¨EL MULO´, QUE SUPUESTAMENTE LE SACÓ LOS OJOS A ABEL SANTAMARÍA EN EL MONCADA CUANDO REALMENTE NI ABEL TENÍA SACADOS LOS OJOS Y ¨EL MULO ¨ ERA REALMENTE UN INFELIZ INCAPAZ DE MATAR A NADIE. EL DUEÑO DE LA FUNERARIA ATESTIGUÓ EN UN PROGRAMA DE " A MANO LIMPIA " DE QUE NO HABÍA NINGÚN CADAVER SIN OJOS.
Fragmento tomado de http://www.latinamericanstudies.org
Entrevista del Dr. Antonio de la Cova a Jesús Yanez Pelletier; en letras negritas o bold lo que habla o pregunta el Dr. Dr. Antonio de la Cova
Debajo de las matas. Otra cosa, aquí se habla también de que el oficial Morejón fue uno de los que implicaron también en la muerte de esta gente. ¿Este no era el teniente Pedro Morejón Valdés?
Pedro Morejón, sí.
¿Este es uno de los oficiales que implican en las muertes de los presos?
Sí, sí, sí, y él, si le hubieran dado chance, hubiera acabado allí también.
Por cierto, yo también hablé con “El Mulo” González.
¿”El Mulo” González? [risa]
Murió en el año 78 [Febrero 28, 1988].
Sí, ¿no? Bueno, pues, “El Mulo,” ¿cómo se llamaba él, Eladio?
Eulalio González Amador.
Eulalio. Eulalio González. Era un infeliz. ¿Tú sabes lo que me dijo él? Que él, el único gran dolor que tenía él era que le habían perforado, que estuvieron a punto de matar la hijita. Que uno de los disparos rompìó la cuna.
Y le mataron la cotorra. El le echó la culpa a Alfonso Silva.
Yo no sé a quien le echó la culpa, pero él me decía a mí, “Coño, Yánez, por poco me matan la chiquita.”
Yo tengo la tesis que González, para mí, por lo que me has dicho tu y me ha dicho muchaotra gente, González yo no creo que participó en matar a los presos.
No, no hombre, no, mentira.
Sí. Yo creo, aunque a él le echan la culpa en “La Historia Me Absolverá,” y lo apodan “El Tigre,” y toda esa cosa.
Sí, el que le sacó los ojos a Abel y que tenía las manos ensangrentadas. “El Mulo” González no tenía valor para eso.
Efectivamente, no tenía valor para eso.
Era un infeliz.
Sí, era un infeliz. Eso mismo es lo que me han dicho otras personas. Y claro, los grandes culpables ahí eran Lavastida, Rico Boué, toda esta gente, Policarpo Ochoa Ferrer, toda esta gente. Y entonces, claro, cogen a este infeliz, le echan a él todos los muertos, y esta gente se queda callada.
Se quedan callados, por supuesto.
Sí. Oyeme, él, que trabajo, él, yo se que él trabajaba en la prisión de Boniato que era donde tenía los gallos finos. ¿Qué es lo que él hacía allí?
Nada. El no trabajaba allí.
¿No trabajaba allí?
El iba a la prisión a cuidar sus gallos, él tenía gallos allí, que los cuidaba allí.
El iba allí nada más a cuidar sus gallos.
A cuidar sus gallos. El no trabajaba en la prisión.
El falleció en el año 88. Yo lo ví semanas antes de que muriera. Oye, y cobarde. Tu sabes que a mí me dijo el teniente Camps, que una vez lo vió a él en una bodega, y él decía, “No, porque yo en Cuba, yo a lo que me dedicaba era a trabajar en un central. Yo era campesino, esto y lo otro.” Y dice Camps que él fue y lo miró y le dijo, “Oigame, yo lo conozco a usted del central Moncada.” Y que se asustó. Se asustó porque no lo reconoció. Y después lo vió y le dió un abrazo.
Era un guajiro infeliz. Yo tengo la idea que era un guajiro infeliz. El era amigo de mi suegro.
LA VERDADERA HISTORIA DE LA CAPTURA DE RAÚL CASTRO
Raúl Castro Ruz, Jesús Montané Oropesa y otros asaltantes al Cuartel Moncada detenidos
Por el Dr. Antonio de la Cova
La Nueva Cuba
Agosto 6, 2006
La verdad es más cercana a la versión que estoy citando aquí de mi libro "The Moncada Attack: Birth of the Cuban Revolution" (El Ataque al Moncada: Nacimiento de la Revolución Cubana), que será publicado por la Prensa de la Universidad de South Carolina, el 30 de junio de 2007.
Después que el ataque al Moncada fue sofocado, se envió aviso de radiocomunicación rapidamente a los puestos militares en la provincia de Oriente. El teniente Vicente Camps Ruiz, de 42 años de edad, había sido asignado dos días antes a la guarnición de San Luis, 17 millas al norte de Santiago de Cuba, que contaba con 15 hombres. Él respondió a la alerta. situando un bloqueo en la carretera y vigilancia sobre las línea ferroviaria entre San Luis y el poblado de Dos Caminos. El lunes, temprano en la mañana, Raúl Castro, entonces con 21 años de edad, caminaba rumbo a San Luis, siguiendo las líneas del ferrocarril, habiendo dormido la noche antes en un cañaveral en El Cristo. Había comprado pan y agua en Dos Caminos antes de caer en la emboscada tendida por el sargento de la policía Emilio Bóveda González, el cabo Canet y el policía Victoriano Pellecier. Bóveda condujo al detenido al puesto de San Luis, porque no tenía identificación, mientras dejó a los otros dos policías en el puesto de vigilancia.
Cuando el teniente Campos interrogó a Raúl Castro, alrededor de las 8 de la mañana, éste dijo llamarse Ramón González, y ser hermano del lider del PAP (partido de Fulgencio Batista) en Marcané. Declaró que había asistido a los carnavales de Santiago e iba de regreso a su casa en Cueto, cerca de Marcané. Camps recuerda: "Raúl no tenía documentación y sólo traía 50 centavos en los bolsillos. Se me hizo sospechoso cuando no pudo explicar satisfactoriamente por qué no había comprado pasaje de ida y vuelta para los carnavales. Entonces él dijo que había ido a Santiago en un carro con dos amigos que nombró." Camps hizo desvestir al prisionero para ver si tenía alguna herida y examinar su hombro para ver si tenía marcas de haber disparado con un rifle. "No obstante su declaración de que era un campesino, yo noté que usaba canzoncillos atléticos, una ropa interior no usada por los campesinos por su similitud con la ropa interior femenina." El teniente recuerda que las manos de Raúl Castro temblaban cuando lo dejó en la celda mientras verificaba su identidad.
El teniente Camps llamó al jefe militar del puesto de Alto Cedro, quien le contestó que la persona que supuestamente había llevado a Raúl hasta Santiago, había vendido su carro un mes antes y que el otro alegado acompañante estaba convaleciendo de una fractura en una pierna. La descripción dada de Ramón González, no coincidía con la del detenido. Cuando el sospechoso fue confrontado con los hechos, enseguida confesó su participación en el asalto al Moncada y su verdadera identidad. La prueba de la parafina demostró que el detenido no había disparado ningún arma de fuego. Al día siguiente Camps y dos cabos escoltaron al prisionero hasta el cuartel de Palma Soriano, donde permaneció por tres días hasta que fue trasladado al vivac de la Cárcel Municipal de Santiago, un edificio colonial construído en 1845. Camps le dijo a Raúl: " mira, a tu hermano lo mataron," y le entregó un ejemplar del periódico gubernamental Ataja con una titular que decía "Muerto Fidel Castro." Camps dijo que el jóven exclamó: "Murió como él quería, fue un gran cabrón." A la pregunta de Camps de "¿Por qué dices eso?", Raúl le contestó: "porque nos traicionó. Dijo que nos íbamos a unir a algunos soldados del Moncada que iban a dar un golpe de estado. Yo no maté a nadie".
Al llegar a Santiago Raúl Castro declaró a los reporteros de Cadena Oriental de Radio y del Havana Post lo siguiente:
"Yo arribé a Santiago el sábado por la noche con el propósito de tomar parte en el asalto al Moncada. Me marché de La Habana, donde vivía en la calle Neptuno # 214, el viernes, invitado por mi hermano Fidel, quien no me explicó los planes hasta que arribamos a la granja Siboney. Allí nos dijo que íbamos a asaltar el Moncada y como íbamos a hacerlo, pero todo resultó diferente (ellos fueron engañados y les dijeron que los soldados y los oficiales estaban contra el gobierno y que los iban a apoyar). Mi hermano me aseguró que no iba a haber asesinatos, pero cuando llegamos al hospital civil, ocurrieron algunos. Yo entré al edificio del Palacio de Justicia, con cinco compañeros, para evitar que los soldados lo tomaran y desde allí dispararan contra los atacantes."
"En la granja Siboney nos entregaron uniformes del ejército y armas. No teníamos planes de que hacer en Cuba, yo era ortodoxo, y dije "era" porque el ortodoxismo no existe ya. Al fallar el plan me deshice del uniforme del ejército y bajé, por la colina detrás del Palacio de Justicia y abandoné la ciudad y me dirigí a Dos Caminos, cuando fui arrestado y llevado a San Luis y al Moncada, donde fui bien tratado en ambos lugares."
(Citado del artículo "Brother of Fidel Castro Admits Hospital Murders," Havana Post, July 31, 1953, página 1).
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Parte 2
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(Aquí Mario Chánes de Armas, asaltante al Cuartel Moncada, cuenta como Fidel Castro Ruz se rinde donde estaba escondido y que no estaba dormido)
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Fidel Castro, Armando Mestre, Juan Almeida y otros asaltantes en el VIVAC de Santiago de Cuba; observen que no están esposados ni se les ve golpeados.
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Nota del Bloguista de Baracutey Cubano
Las actas de los dos juicios sobre el ataque al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953 desaparecieron muy tempranamente de los archivos de la Audiencia de Santiago de Cuba; las actas criminales deben estar en los archivos durante 25 años. La existencia de esas actas de los juicios del Moncada desmentían la propaganda del incipiente Movimiento 26 de Julio con la distribución del supuesto alegato de Fidel Castro en su juicio sobre el ataque al Cuartel Moncada. Hay versiones que vinculan al cercano amigo y cómplice en hechos de matonismo y de juergas de Fidel Castro, al ya fallecido abogado Baudilio ¨Bilito¨Castellanos (cuyas hijas viven en Francia desde hace muchos años) con la temprana desaparición de esas actas donde se recogían lo expresado por las diferentes partes, incluyendo a los acusado; hecho muy necesario para fabricar el mito del alegato de Fidel Castro en el Juicio del Moncada . Un abogado conocido mío sí me expresó en los años 70s en Cuba, que Juan Almeida sí había sido muy valiente en el juicio.
Por cierto: ¿ alguien ha oido o leido algo escrito por Fidel Castro en que se emplee el galicismo: ¨OS VOY ...¨que aparece al inicio del capítulo XII de La Historia me Absolverá, conocedores de las técnicas de crítica textual apuntan que la mano, entre otras, de Jorge Mañach está en ese inventado alegato. La entonces batistiana ( razón esta por la que se le permitió ser la primera periodista en entrar al Moncada y en asistir al juicio de Fidel Castro) Marta Rojas ha sido la única fuente del oficialismo que estuvo presente y que asegura que Fidel Castro expresó en el juicio lo que aparece en La Historia me absolverá, pero el testimonio de Marta Rojas no es confiable, pues para su beneficio dice y escribe lo que le es conveniente. Veamos esta carta que le escribió a Fulgencio Batista después del ataque al Palacio Presidencial el 13 de marzo de 1957.
Nos dijo lo que queríamos escuchar y, en menos de cinco meses, sin necesidad de Internet, su funesta y ruin comedia ya había recorrido la isla de San Antonio a Maisí.
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Por Juan Juan Almeida
20 de octubre de 2014
La Historia me absolverá , más que un documento histórico, es una invención fabricada que nunca es tarde para desmontar. Y no me refiero al hecho de que los actos denunciados en la conocida soflama, continúen teniendo vigencia.
Conocemos la autobiografía del fracaso y nuestra bancarrota moral, sabemos que los males que aquejaban a la sociedad cubana de entonces, hoy se multiplican. Los cubanos continuamos padeciendo a un dictador, la prostitución prolifera, la pobreza es una pandemia, los problemas de vivienda son el pan de cada día, y los militares y reclutas continúan trabajando sin paga en las fincas de los Generales. Nada de aquello ha cambiado, no hay una ley de transparencia que nos ayude a evidenciar, por ejemplo, el escandaloso gasto de una modesta funcionaria que a nombre del CENESEX, viaja por el mundo con acceso a un presupuesto que supera los $100.000 diarios.
No, yo hablo del documento, porque hace unos días leí que el pasado 16 de octubre se conmemoraron 61 años de "La Historia me absolverá", alocución de autodefensa pronunciada por Fidel Castro ante el tribunal de urgencia del Palacio de Justicia santiaguero; donde fue encausado junto a sus compañeros, los llamados Generación del Centenario del Apóstol, por los asaltos al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo, el 26 de julio de 1953.
Primero, debo aclarar que las personas procesadas por la causa número 37 de 1953 fueron juzgadas en el Palacio de Justicia de Santiago. Mucho se ha dicho, tanto que empalaga, sobre los 29 acusados que fueron sancionados a entre seis meses y trece años de privación de libertad, del tiempo que pasaron juntos en el Presidio Modelo de Isla de Pinos, luego el indulto y posterior salida hacia México. Pero muy poco se conoce sobre un grupo de acusados que al ser considerados ciudadanos ajenos a los hechos, luego de finalizado el juicio, y de guardar prisión preventiva, inmediatamente fueron puestos en libertad. De ellos hablaré en otro momento; los menciono únicamente para que no nos engañen.
Fidel Castro no fue juzgado junto a sus compañeros de causa, su juicio fue el 16 de octubre en la sala de enfermeras del hospital Saturnino Lora, junto al encamillado Abelardo Crespo y Gerardo Poll.
Sin dudas, la defensa existió y, como cualquier reggaeton, fue una expresión muy barroca de verborrea inspiracional. Cuatro horas de entretenimiento oral salpicado de emotiva crítica social y adornado con narraciones épicas; que dista por mucho de lo que conocemos hoy.
Casi toda realidad encierra alguna entelequia, y "La Historia me absolverá" no es realmente el alegato, sino una libérrima versión adaptada a la literatura por la fantasía de Fidel. Me lo contó Melba Hernández, una de "las heroínas del Moncada": el documento lo escribió después, rodeado de libros en su propia biblioteca en el Presidio Modelo. Por cierto, el entonces joven abogado Castro Ruz nunca tuvo acceso a los apuntes que escribió durante el juicio la periodista Marta Rojas, ni a las transcripciones del letrado. Siempre a su favor, magnificó el hecho y modificó los datos.
Nos mintió olímpicamente y aceptamos por desidia, por ignorancia, por mala voluntad o por cualquier otra razón que ahora ni viene al caso. Nos dijo lo que queríamos escuchar y, en menos de cinco meses, sin necesidad de Internet, su funesta y ruin comedia ya había recorrido la isla de San Antonio a Maisí. Pero siempre habrá quien hable porque –como decía mi abuela, a quien le faltaba escuela pero le sobraba mundo–: "Ni todos los ojos abiertos ven, ni todos los cerrados duermen".
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Fragmento de la entrevista que el Dr. Antonio ¨Tony¨ de la Cova le hizo a Adolfo Nieto y Piñeiro Osorio, el Magistrado que Presidió el tribunal que juzgó a Fidel Castro por el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953. Esa entrevista se llevó a cabo el 10 de mayo de 1975 y en Internet se puede OIR o LEER íntegramente.
T: ¿Porqué es que el juicio de Fidel con este otro se hace en el hospital civil, en el cuarto de las enfermeras y en una sesión con las puertas cerradas?
No, las puertas no estaban cerradas. Todas las puertas estaban abiertas, lo que pasa es que no había nada más que dos puertas. Una de entrada a un corredor y la puerta de entrada al salón. Esas puertas estaban abiertas y había público, enfermos en el hospital, que estaban presenciando esa vista. Y Fidel habló, y habló largo y tendido con todas las garantías y todo 10 que le dió la gana de decir, que nadie lo interrumpió. Ahora, 10 que usted dice de "La Historia Me Absolverá", hubo cosas que dijo en el juicio, por ejemplo, habló de la reforma agraria y una serie de cosas que se debían hacer, y habló efectivamente que algunos compañeros habían sido asesinados por los militares en el cuartel. habló del gobierno, habló de Chaviano, dijo todo l0 que quiso y otras cosas mas que habló, pero todo l0 demás fue escrito posteriormente en el folleto "La historia me absolverá." Unos se l0 atribuyen a Miró Cardona, otros se lo atribuyen a los comunistas •••
T: Otros se 10 atribuyen a Jorge Mañach
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Eso es una mentira. Entonces, el primer folleto que circuló fue mimeografiado como documento subversivo••• después el segundo, dos, tres, pero si usted los confronta unos con otros, lo que indica que todo eso fue fabricado a la medida, hay cosas ahí que él no dijo. El juicio dur6 un solo día para él y el otro que estaba ahí. Ese juicio comenzó .~ las 8:30 o 9 de la mañana y se termin6 como a las 3 de la tarde, estaban los testigos y el estuvo hablando largo y tendido y todo lo que le dio la gana. Que no había podido ••• Pero todo 10 que dijo, que dice el folleto que dijo, algunas cosas que dijo es cierto pero otras no eran verdad, y cosas que no tenían que ver con el caso.
T: ¿y usted como presidente del Tribunal, no le dijo, no hable más de cosas que no tienen que ver con esto?
No, porque nosotros no queríamos cortar a nadie sino que cada uno se manifestara se desahogara como quisiera, para que no dijeran que lo queríamos coaccionar, quitarle la palabra. Es más, si yo conozco a Fidel desde que estaba en el colegio de Dolores, en Santiago de Cuba. Fué compañero de una hija mía en la Universidad de La Habana, y Fidel tiene una memoria que es una caja fotográfica. Yo he presenciado, cuando pasaba las vacaciones en La Habana la casa de una familia donde él estudiaba yo he visto a Fidel tomar el derecho romano, y con ese montaje que él sabe hacer, y repetirlo por página de memoria •••
T: ¿Entonces durante el juicio se le dej6 que hablara y el habl6 yo diría unas tres o cuatro horas?
Bueno,'quizás tres o cuatro no, pero sus dos horas las hab16 perfectamente bien.
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Libro de Pedro Pablo Arencibia: Paradigmas Psicopedagogicos y caminos de la Investigacion Matematica en la Ensenanza de la Matematica Universitaria y Media
OPINIÓN SOBRE EL LIBRO:
Lo he ojeado, aqui y alla; es conmovedor. humano. Tardare en leerlo de tapa a tapa. Comprendo que es holistico, lo que me parece admirable, meritorio, politica, experiencia humana, Matematicas, Ciencias, y tambien ¨very scholar. Una combinacion unica. Gracias. B.M.
“Marco Rubio a Donald Trump: Te diré lo que es un buen acuerdo: que Cuba sea libre
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Licenciado en Matemática Pura en la Universidad de La Habana (UH) y Catedrático universitario con 24 años de experiencia en la docencia universitaria cubana; posee la Categoría Docente Principal de Profesor Titular universitario. Fue expulsado el 29 de enero de 1997 del Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Río ( universidad de perfil formativo o pedagógico) por motivos políticos. Activo colaborador desde su fundación de la revista VITRAL y del Centro Católico de Formación Cívica y Religiosa (CFCR) de la Diócesis de Pinar del Río. Colaboró en Cuba con las organizaciones opositoras: Todos Unidos, Asamblea para Promover la Sociedad Civil en Cuba y con el Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos (CUTC).
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COLABORADORES:
Paul Echániz
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