BARACUTEY CUBANO

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UNA REINA CUBANA

Por Esteban Fernández Roig

28 de agosto, 2025

¿Era perfecta? Para mí lo fue. Famosa, famosísima, querida, admirada, sin embargo, en privado -ante cada uno de nosotros que tuvimos la dicha de conocerla- actuaba como si nos conociera de toda la vida, como si fuera nuestra amiga más cercana.

Consiguió -con su actitud ante la vida- que a pesar de su eterno estrellato nadie la criticó, no dio motivos durante su larga vida pública para que nadie le sacara un simple chisme, ni una sola mancha en su expediente.

Hasta el más humilde de nosotros tiene desarrollado o escondido su ego, ella nunca nos enseñó el suyo, sin esfuerzo hizo hincapié en que sencillamente era una cubana más.

Supo reírse de sí misma, de su inglés, de su edad, de haber nacido en 1900. Com.

La vi dos veces, la primera durante sólo 15 minutos pude entablar una conversación con ella, la segunda ya me saludó con un sonoro y cariñoso: “¿Qué pasó, Estebita, cómo estás?”

Una reina eterna que actuaba como la más humilde de nuestras nativas.  Siempre nos hizo sentir como que usted y yo  “no trabajábamos para ella”, sino que ella trabajaba para nosotros.

En una ambiente difícil, en una farándula criticada y chismeada, ella se mantuvo inmaculada, decente, fiel a su querido “Cabecita de algodón”, sin un escándalo, sin una borrachera, sin un sencillo desliz.

La tiranía pudo bloquearla, ignorarla, esconderla prohibirla, pero no pudo -por mucho que sus aparatos investigativos  lo intentaron- sacarle un solo trapo sucio. Ni consiguieron que nosotros dejáramos de admirarla y quererla… 

Grandiosa artista, divina cantante, pero era  mucho más que eso: Fue tremendo ser humano.

De niña se convirtió en una estrella, una estrellita, y terminó para nosotros siendo un firmamento, una constelación de estrellas fundidas en una sola persona. 

No hay un solo día en que cada uno  de los cubanos sintamos que desde el cielo ella nos grita: “¡Azúcaaa!”

Gloria eterna para la artista, para la gran cantante, la dama, la patriota, la mejor representante de la mujer cubana. 

Que hoy y siempre le lleguen millones de besos a nuestra queridísima Celia Cruz.

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Celia Cruz: Por si acaso no regreso

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