EFE
LA HABANA
El presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, criticó ayer el nuevo plan de Estados Unidos para acelerar la transición en Cuba y advirtió de que los disidentes que ''conspiren'' con Washington y acepten su financiación tendrán que ``pagar las consecuencias''.
En una entrevista con Efe, el titular de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento unicameral cubano) consideró que el plan elaborado por la llamada Comisión de Asistencia para una Cuba Libre y aprobado el lunes por el presidente de EEUU, George Bush, es una ''provocación'' y responde a la ''política delirante'' del ``bushismo''.
El informe ofrece incentivos económicos condicionados a un eventual gobierno de transición en Cuba y prevé, entre otras medidas, destinar $80 millones adicionales a financiar a organizaciones opositoras en la isla, programas educativos y transmisiones informativas.
RICARDO ALARCON considera una "provocación'' el plan elaborado por Washington. ALEJANDRO ERNESTO / EFE --->
''Mientras exista esta política (de EEUU) habrá quienes tengan en algún momento que pagar las consecuencias'', advirtió Alarcón.
''Mientras exista esta política, habrá personas que sean envueltas por esa política, conspiren con los norteamericanos, que acepten sus pagos, y eso es un delito según las leyes cubanas, no conozco ningún país que no clasifique tal actividad como un delito'', insistió.
''Imagínese que alguien en EEUU sea sostenido, entrenado, equipado y asesorado por un gobierno extranjero, eso en sí mismo es un delito, en EEUU es un delito muy grave y se puede pagar con muchos años de prisión, muchos más de los que aquí en Cuba ha seguido nadie'', afirmó durante la entrevista.
El jefe del Parlamento cubano se refirió también a la existencia de cláusulas secretas en el plan y se preguntó ''qué es aquello que no se atreven a decir públicamente'' por motivos de seguridad nacional. ''En EEUU, seguridad nacional es un concepto que está asociado indisolublemente a lo militar o a actividades encubiertas'', apuntó.
La existencia de un anexo secreto ''abre espacio para la imaginación'', dijo.
LA HABANA
El presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, criticó ayer el nuevo plan de Estados Unidos para acelerar la transición en Cuba y advirtió de que los disidentes que ''conspiren'' con Washington y acepten su financiación tendrán que ``pagar las consecuencias''.
En una entrevista con Efe, el titular de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento unicameral cubano) consideró que el plan elaborado por la llamada Comisión de Asistencia para una Cuba Libre y aprobado el lunes por el presidente de EEUU, George Bush, es una ''provocación'' y responde a la ''política delirante'' del ``bushismo''.
El informe ofrece incentivos económicos condicionados a un eventual gobierno de transición en Cuba y prevé, entre otras medidas, destinar $80 millones adicionales a financiar a organizaciones opositoras en la isla, programas educativos y transmisiones informativas.
RICARDO ALARCON considera una "provocación'' el plan elaborado por Washington. ALEJANDRO ERNESTO / EFE --->
''Mientras exista esta política (de EEUU) habrá quienes tengan en algún momento que pagar las consecuencias'', advirtió Alarcón.
''Mientras exista esta política, habrá personas que sean envueltas por esa política, conspiren con los norteamericanos, que acepten sus pagos, y eso es un delito según las leyes cubanas, no conozco ningún país que no clasifique tal actividad como un delito'', insistió.
''Imagínese que alguien en EEUU sea sostenido, entrenado, equipado y asesorado por un gobierno extranjero, eso en sí mismo es un delito, en EEUU es un delito muy grave y se puede pagar con muchos años de prisión, muchos más de los que aquí en Cuba ha seguido nadie'', afirmó durante la entrevista.
El jefe del Parlamento cubano se refirió también a la existencia de cláusulas secretas en el plan y se preguntó ''qué es aquello que no se atreven a decir públicamente'' por motivos de seguridad nacional. ''En EEUU, seguridad nacional es un concepto que está asociado indisolublemente a lo militar o a actividades encubiertas'', apuntó.
La existencia de un anexo secreto ''abre espacio para la imaginación'', dijo.
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