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domingo, julio 09, 2006

WASHINGTON SOPESA REPRESALIAS CONTRA DIPLOMATICOS DEL REGIMEN

Nota del Bloguista:

Algunas personas dicen que los matem'aticos tenemos mucha imaginaci'on. Yo confieso que no me llego a imaginar en la Cuba actual manifestaciones de cubanos frente a la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana mostrando p'ublicamente sus simpat'ias hacia los Estados Unidos y su gobierno sin ser reprimidos salvajemente por las Brigadas de Respuesta R'apida; tampoco me imagino a los norteamericanos de dicha Oficina cabildeando en la Asamblea Nacional del Poder Popular.
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WASHINGTON SOPESA REPRESALIAS CONTRA DIPLOMATICOS DEL REGIMEN

Pablo Bachelet
Washington
The Miami Herald
El Nuevo Herald
E.U.
Infosearch:
Antonio Tang Báez
Jefe de Buró
Canadá
Dept. de Investigaciones
La Nueva Cuba
Julio 8, 2006



Los diplomáticos cubanos que viven en esta ciudad envían a algunos de sus hijos a una escuela que creó su misión. Sus esposas suelen trabajar en la sede, y a menudo cuatro o cinco familias de diplomáticos viven en la misma cuadra de apartamentos de la exclusiva barriada del Condado Montgomery.

Trabajando y viviendo en la capital del gobierno que durante tanto tiempo ha sido el enemigo de su régimen comunista, la vida de los diplomáticos cubanos es mayormente tranquila y privada, siempre pendientes de que el gobierno de Estados Unidos les vigila todos sus movimientos.

( Simpatizantes de la tiran'ia cubana manifest'andose a favor de la dictadura totalitaria de Fidel castro frente a la Oficina de Intereses de Cuba en Washington el 18 de marzo de 2006: " No War on Cuba along with Alliance for Global Justice, A-APRP, Pan-African Roots, Pastors for Peace, and other organizations and individuals successfully said "NO!"again to the latest provocations against Cuba. This appears to be part of an escalation of the US government's effort to build up to its intended launching of new offensives against Cuba! ") --->



Los cubanos se ven más en el Congreso, donde con regularidad cabildean a favor de proposiciones para que las sanciones contra Cuba sean suavizadas. Esto, sin embargo podría hacerse más difícil en las próximas semanas. La administración del presidente George W. Bush dijo que está considerando represalias por los alegados hostigamientos que los diplomáticos norteamericanos tienen que enfrentar en La Habana, incluyendo casos de mascotas envenenadas y heces fecales lanzadas a los hogares de los funcionarios estadounidenses.

Un funcionario del gobierno de EEUU, que pidió se respetara su anonimato debido a la delicada naturaleza del problema, dijo que las represalias en contra de la misión cubana en Washington son algo que ''siempre se ha considerado'', y no quiso elaborar más.

El representante Lincoln Díaz-Balart está haciendo campaña para que se implemente una medida que podría obligar a los diplomáticos de países que se cree apoyan el terrorismo --entre ellos Cuba-- a que inscriban todos los contactos de cabildeo que tienen en el Congreso, una medida que al parecer haría que los congresistas se vuelvan más renuentes a la hora de hablar con los cubanos.

Las misiones de los dos países en La Habana y Washington se conocen como Secciones de Interés en lugar de embajadas porque desde principios de los años 60 no tienen relaciones diplomáticas formales. Consideradas oficialmente como extensiones de las embajadas suizas en ambas capitales, las dos secciones de interés se hallan, no obstante, en los mismos edificios que antes fungieron como embajadas.

Cuba cuenta con 25 diplomáticos acreditados en Washington, encabezados por el jefe de la misión, Dagoberto Rodríguez. Otros 80 diplomáticos trabajan en la misión de Cuba ante las Naciones Unidas en Nueva York, según el Departamento de Estado.

Durante muchos años, el departamento ha exigido a los diplomáticos cubanos obtener permiso para viajar fuera del área de Washington, de la misma manera que los diplomáticos norteamericanos están limitados a moverse sólo en La Habana y sus alrededores. De igual modo, a los diplomáticos de Estados Unidos en Cuba no se les permite tener contactos oficiales con las autoridades de allí, de acuerdo con lo dicho por funcionarios del departamento.

En el 2003, el cubanoamericano Otto Reich, entonces asistente del secretario de Estado, hizo más severa esa medida, al limitar los viajes fuera de las áreas designadas a razones personales y consulares. Los permisos para hacer dichos viajes deben solicitarse con 72 horas de anticipación. Los diplomáticos cubanos sólo necesitan notificar al departamento que saldrán o entrarán en el país, pero únicamente pueden hacerlo a través de Miami, Washington y Nueva York.

El Departamento de Estado ha permitido tan pocos viajes a territorio norteamericano fuera del área designada que ya rara vez los funcionarios cubanos se molestan en pedir alguno, según dijo Wayne Smith, ex jefe de la Sección de Intereses de EEUU en La Habana, quien tiene frecuentes contactos con diplomáticos de la isla.

''Me parece que más o menos se han cansado'', dijo Smith.

<--- Foto de una pel'icula de video tomada por una c'amara de seguridad de la Oficina de Intereses de E.U. en La Habana en 1980 donde integrantes de las hoy llamadas Brigadas de Respuesta R'apida agreden a un grupo de cubanos que se atrevieron a manifestarse pac'ificamente en contra de la dictadura frente a dicha Oficina. Wayne Smith era el Director de dicha Oficina cuando ocurrieron estos sucesos.)
La Sección de Intereses Cubana no respondió las peticiones hechas por The Miami Herald para entrevistar a algunos de sus miembros. La mayor parte de las personas que describieron cómo es la vida de los cubanos en la capital de la nación, como por ejemplo las escuelas de sus hijos y sus apartamentos, pidieron que no se mencionara sus nombres para de este modo evitar que se afecten las relaciones amistosas que tienen con ellos.
Los funcionarios estadounidenses dicen que para los diplomáticos de La Habana ocupar un cargo en Washington no es nada fácil, sobre todo desde que los presupuestos se redujeron luego que la economía cubana se sumió en una crisis cuando se acabaron los subsidios soviéticos a principios de la década del 90. ''Son revolucionarios dedicados'', dijo un ex funcionario norteamericano que no quiso que se revelara su nombre, toda vez que el problema de Cuba a menudo implica asuntos confidenciales.
Miembros de las comunidades diplomáticas y no gubernamentales que están en contacto con los diplomáticos cubanos dicen que es muy extraño que se quejen abiertamente de las limitaciones que Estados Unidos les ha impuesto. De cualquier modo, cuando su sistema de correo electrónico se averió hace unos meses, los cubanos culparon a los norteamericanos y dijeron que se trataba de un hostigamiento, según personas que tienen contactos frecuentes con miembros de la misión. Los cubanos terminaron utilizando cuentas de Yahoo.
El gobierno de Bush niega que les haya obstaculizado sus conexiones de internet. ''Si tienen un problema, lo que tienen que hacer es llamar a la compañía que les brinda el servicio'', expresó un funcionario norteamericano. Sin embargo, ha sido bajo el gobierno del presidente Bush que los diplomáticos cubanos parecen estar más limitados de lo habitual, y hasta han reducido sus actividades sociales. Un periodista encargado de cubrir los asuntos cubanos, recordó que durante la administración de Clinton la Sección de Intereses trató de acercarse a los cubanoamericanos al organizar diferentes eventos, como noches de proyección de películas cubanas.
La misión no ha eliminado por completo sus compromisos sociales. A principios de este año realizó una fiesta muy concurrida para el attaché de prensa Lázaro Herrera, y un año antes, celebró un evento de gala donde se destacó la cultura, la música y la comida cubanas. La fiesta fue organizada por Professionals in the City, un grupo que se ocupa de efectuar eventos para que los jóvenes profesionales se conozcan.
Un grupo de activistas cubanoamericanos trataron de distribuir literatura anticastrista en la cena, pero fueron obligados a la fuerza a abandonar el lugar por miembros de la misión cubana. Los funcionarios de EEUU insisten en afirmar que la vida de los cubanos en Washington es más fácil que la de los diplomáticos norteamericanos en La Habana.
Mientras los cubanos pueden recorrer con entera libertad los salones del Congreso, a los diplomáticos destacados en la isla se les niega sistemáticamente cualquier permiso para reunirse con miembros del gobierno, entre ellos periodistas y funcionarios municipales. Igualmente, deben importar muchas cosas, como automóviles, y en muchas ocasiones deben esperar largo tiempo en la aduana. Los cubanos pueden comprar cualquier cosa que quieran en Washington, dentro de los límites que tienen. La excepción son adquisiciones grandes como autos, ya que casi siempre este tipo de compra tiene que ver con bancos que prefieren aclarar cualquier transacción con el Departamento de Estado.

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