JOSE MARTI ¿ EL VERDADERO SIGNIFICADO DE SU EJEMPLO ?
JOSÉ MARTÍ
¿El Verdadero Significado de su Ejemplo?
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Como todos bien sabemos, Martí era nacido en Cuba, hijo de padres españoles, como muchos otros cubanos. Sin embargo, desde muy joven fue imbuido en la idea de la Libertad é Independencia de su suelo natal, contrario a sus padres y a su herencia. Esos ideales se manifestaron muy pronto, cuando a la corta edad de dieciséis años fue condenado por hacer burla y criticar a otros cubanos nativos, que se habían unido al Cuerpo de Voluntarios del Ejército Español. El Reinado de España no permitía a nadie nacido en sus colonias pertenecer al Ejército Español, aunque fuera de descendencia directa de padres españoles, como era Martí y esos otros cubanos apóstatas.
Su coraje al exponer su culpabilidad, y exonerar a sus amigos, le costó una condena a trabajos forzados en las Canteras de San Lázaro, y luego, deportación a España. Durante este exilio completó su educación, licenciándose en Leyes. A pesar de vivir desterrado en la Madre Patria, esto sólo cimentó su amor por Cuba y su animosidad contra la Monarquía y su dominio sobre la Isla.
Martí, que nació en 1853, era muy joven para participar en la Guerra de los Diez Años, que comenzó en 1868, y además, se encontraba desterrado en España.
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Sin embargo, la derrota sufrida por los independentistas cubanos con la Rendición del Zanjón, enardeció sus sentimientos, y tan pronto como pudo abandonar el destierro, se dedicó a predicar incesantemente por la Libertad de Cuba. Volvió a Cuba, sólo para ser deportado otra vez en el transcurso de un año por sus actividades revolucionarias. Participó en la organización del Partido Revolucionario Cubano, del cual fue su DELEGADO, y se dedicó a organizar la insurrección que culminó con la victoriosa Guerra de Independencia de 1895, y la eventual Libertad de Cuba. Su absoluta devoción y abnegación a la causa y su eventual sacrificio, hizo que fuera considerado el Apóstol de nuestra Libertad y nuestro héroe máximo.
Esto ya lo estudiábamos desde la escuela primaria. ¿Qué más pudiéramos aprender, además de sus cualidades oratorias, literarias y de sus enseñanzas? Me parece que los cubanos no hemos cambiado mucho en más de un Siglo. Las discordias y desacuerdos entre los Revolucionarios durante la Guerra de los Diez Años fue una de las causas del fracaso. Y muy lamentablemente, otros muchos cubanos nativos eran apáticos ó indiferentes a la Revolución, ó apoyaban al Gobierno Español. Como resultado, los Mambises carecieron del soporte logístico y económico necesario, así como de los suficientes soldados para poder llevar a cabo las hostilidades victoriosamente.
Es fácil de imaginar el desaliento de los Patriotas de esta época en vista de este fracaso, después del sacrificio de tantas vidas y fortunas, -aparentemente en vano-, y la apatía, y en muchos casos antagonismo, de muchos cubanos nativos, especialmente ricos hacendados, terratenientes y comerciantes, que continuaban simpatizando con la Corona. Es en éste ambiente en que Martí se lanza a predicar por la libertad de Cuba, a convencer a los incrédulos y descorazonados, y a organizar lo que fue la exitosa Revolución del 1895. Tuvo que literalmente ‘arrear gatos’ pero su fe infatigable é inextinguible le hizo lograr lo ‘imposible’. Casi al final de este largo peregrinaje, un individuo llamado Emilio Collazo puso en duda su integridad. Esto aparentemente le hizo darse cuenta a Martí, que tendría que predicar con el ejemplo si quería mantener la fe de los revolucionarios; Emilio Collazo se convirtió posteriormente en uno de sus admiradores y colaboradores más cercanos.
Prefiero pensar, sin embargo, que quizás este episodio no es verídico, y él de todas maneras ya había decidido que ese era su deber y su destino. Haya sido de una ú otra manera, desembarcó en Cuba, junto con el generalísimo Máximo Gómez, en Playitas, en la provincia de Oriente pocos días después del Grito de Baire. Era ya tal el prestigio y respeto que se había ganado, que desde el primer momento de su llegada, todos lo recibieron y trataron con suma deferencia, que el consideró inmerecida, llamándole ‘Señor Presidente’, lo que le causó gran embarazo, como describió en una de sus últimas cartas y en su diario de campaña. No tardó sin embargo en ofrendar su vida por Cuba, y esta oferta fue aceptada, pasando a la inmortalidad, ‘de cara al sol, sin Patria pero sin amo’, como había sido su deseo expreso.
¿Cuál hubiera sido el destino de Cuba, si Martí hubiese sobrevivido, y hubiera sido el Primer Presidente de la República? A la conclusión de la Guerra, cuando el ejército Mambí entró en la Habana, al mando del Generalísimo Máximo Gómez, la multitudinaria bienvenida le hizo exclamar: ‘¡si solamente la mitad de esta gente se nos hubiera unido en la manigua, habríamos podido derrotar a los españoles a sombrerazos!’
Poco después a Gómez se le ofreció la presidencia, la cual rechazó sabiamente, diciendo: ‘Los hombres de guerra para la guerra, los hombres de paz para la paz’.
¿Hubiese podido Martí llevar a cabo sus ideales y lograr su sueño? ¿Lo hubieran apoyado fiel y verdaderamente todos los cubanos? La historia de Latinoamérica nunca ha sido generosa con esos héroes que sobrevivieron las contiendas libertadoras y luego se incorporaron en la política republicana de sus países, quedando sus reputaciones mancilladas indeleblemente en muchos casos.
Yo creo, que en ese último acto de supremo sacrificio por
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