martes, mayo 02, 2006

NUEVO LIBRO ESCOLAR ENCIENDE MAS LA POLEMICA

Nuevo libro escolar enciende más la polémica


KETTY RODRIGUEZ
El Nuevo Herald

ALGUNOS ESPECIALISTAS opinan que Cuban Kids, del fotógrafo mexicoamericano George Ancona, debe retirarse de las escuelas por su contenido propagandístico y falsedades.

Un nuevo libro se ha sumado a la controversia entre el sistema escolar público de Miami-Dade, por una parte, y padres y activistas, por otra, sobre el libro Vamos a Cuba, y la conveniencia de tener en bibliotecas escolares textos como éstos que presentan una realidad ''paradisíaca'' que omite aspectos importantes de la vida en la isla.

Cuban Kids, del fotógrafo mexicoamericano George Ancona, residente en Santa Fe, Nuevo México, viene a encender más la ya caldeada polémica. El autor visitó Cuba en 1957, cuando la revolución castrista etapa en su etapa de rebeldía contra la dictadura de Fulgencio Batista, y volvió 40 años más tarde para realizar el libro, que se encuentra por lo menos en las primarias West Homestead, Wesley Mathews, Joe Hall, Hubert Sibley, Christina Eve, Bob Graham y Dr. Henry Mack/West Little River, confirmó el propio distrito escolar.

Si bien nadie ha pedido formalmente que se retire el libro de esas bibliotecas, expertos señalaron que Cuban Kids ''no es apto'' para estar en las escuelas por su contenido propagandístico y las ''mentiras'' que presenta.

El panorama se complica cuando El Nuevo Herald verificó que los bibliotecarios tienen absoluta discreción al escoger o rechazar un libro. Para adquirirlo, basan su decisión en comentarios de catálogos de las editoras y críticas de revistas especializadas, y no siguen al pie de la letra las reglas establecidas por el sistema escolar para escoger materiales con ''contenido libre de prejuicios''. Es decir, jamás tienen el libro en sus manos antes de comprarlo.

En el caso de Cuban Kids, una nota editorial del boletín School Library Journal indica que el libro es ''un ensayo fotográfico positivo'', pues muestra a ''niños riendo y jugando'' y el texto ``sugiere una vida con pocos problemas''.

También manifiesta que las fotos dan un balance, porque ``muestra algunos de los problemas que la gente de Cuba encara''... y el texto toca ``el impacto del comunismo, Castro y otros nombres importantes como el Che Guevara y José Martí... un fino retrato de la Cuba moderna''.

El portavoz del sistema escolar, Joseph García, explicó que el proceso para comprar libros de texto es diferente a la adquisición de libros para la biblioteca. En el primer caso, la escuela tiene el libro físicamente en sus manos antes de comprarlo.

La revisión de los libros de la bibliotecas ''varía de escuela a escuela y pueden no revisarlo, porque no es un requisito'', afirmó García.

No obstante, la regla aprobada por la Junta Escolar recomienda atender cinco puntos: omisión, estereotipos, distorsiones históricas, lenguaje prejuiciado e inexactitud, para evitar libros

inadecuados.

''Asumo que la regla se sigue'', dijo en forma escueta el supervisor de los servicios bibliotecarios, Alberto Pimienta, quien admitió no haber leído el contenido de Cuban Kids.

Por orden del portavoz, Pimienta se negó a contestar preguntas relacionadas con el contenido de Cuban Kids, y tampoco pudo asegurar si se cumplieron o no los puntos de la regla sobre el contenido.

Esto contrasta con el hecho de que la Junta Escolar --con excepción de Frank Bolaños, Marta Pérez y Perla Tabares Hantman--, decidió cumplir estrictamente la misma regla para determinar si se retiraba o no Vamos a Cuba.

Quienes se oponen a la salida de Vamos a Cuba o cualquier otro, esgrimen el principio de la Primera Enmienda y califican de censura que miembros de la Junta Escolar, padres y activistas quieran retirar el material.

''La Primera Enmienda no se puede usar para diseminar mentiras'', afirmó Osvaldo Soto, abogado y presidente de la Liga Hispana contra la Discriminación (SALAD).

La organización envió recientemente una carta al superintendente, Rudolph Crew, donde le explica que ''proveer información inexacta como la contenida en Vamos a Cuba representa un tratamiento discriminatorio... y es dañino para los niños'', además de que el libro no muestra ''ninguna sensibilidad hacia el millón de cubanoamericanos que viven en el condado'', reza la misiva.

Por otra parte, Cuban Kids presenta inexactitudes históricas y adolece de omisiones importantes, según la psiquiatra infantil Lydia Usategui y el sociólogo Juan Clark, profesor del Miami Dade College.

Algunos ejemplos de dichas inexactitudes y omisiones son las siguientes:

• José Martí se exilió en 1880, cuando la fecha exacta fue 1870.

• En 1895 Martí retornó con un ejército de exiliados; lo cierto es que regresó ``con pocos hombres en un bote''.

• Los rebeldes de Castro eran 50,000, cuando ``fueron apenas unos pocos miles''.

• En Cuba todos los servicios médicos son gratuitos. ``No dice que hay una atención médica especializada para los extranjeros, a la que no tienen acceso los propios cubanos''.

• La caída del comunismo en el mundo... junto con el embargo estadounidense,

crearon la escasez en Cuba. ``La escasez comenzó en Cuba desde 1962 y no fue resultado del embargo. Además esta escasez no la viven los extranjeros, ni los altos funcionarios del gobierno''.

• Después de las escuelas, los estudiantes van a granjas orgánicas para obtener créditos adicionales. ``Los estudiantes son obligados a trabajar en los campos...''.

• La educación universitaria es gratuita. ``Pero omite el hecho de que para ser admitido el estudiante debe estar integrado a la revolución''.

Por otra parte:

• El problema de los médicos es la escasez de medicinas. ``No explica que esta escasez no la sufren los extranjeros, ni la élite gobernante''.

• La foto de unos niños con una piñata y soplando las velas de un cake de cumpleaños ``da la impresión de que Cuba vive una bonanza que no existe... cuando ni siquiera hay caramelos, ni harina para hacer el cake''.