viernes, junio 30, 2006

SOBRE LA CUMBRE DE VIENA

SOBRE LA CUMBRE DE VIENA



Por Luis Tornés Aguililla *
Columnista
Francia
La Nueva Cuba
Junio 30, 2006


El 24 de junio de 2006 « Granma Internacional digital » publicó un editorial con un rosario de gemidos rabiosos ante la supuesta alianza estratégica de la Unión Europea con Estados Unidos demostrando así que algo le ha picado fuertemente al Comandante, él que va campante por el mundo con sus más de 300 presos políticos.

Fidel simula la ira del caballero andante y con tal rabia que si le diera a Zapatero por apoyar abiertamente lo que diga Bruselas contra la represión en Cuba, ya usted verá que el susodicho se quedará sin sus buenos contactos con los vascos de E.T.A en su intento, después de todo legítimo, de ganar las próximas elecciones sin bombas ni marañas. ¡ Oh, la política es complicadísima !.

La declaración final de la cumbre de Viena dice algunas cosas sobre el debido respeto de los derechos humanos en Cuba pero seguramente, lo más interesante es lo que no está escrito en dicha declaración contra la política represiva con viso fascista del actual gobierno cubano.

El editorial del periódico « Granma » es simulación y camuflaje.
El gobierno isleño quizá busque esconder su capacidad real de mantener un alto nivel de presión sobre Europa la cual hasta hace poco vivía revolcada en un antiamericanismo primario esencialmente por razones económicas aunque la última razón invocada fuera la invasión y ocupación militar de Irak.

Algo no cuadra en el tono de ese editorial castrista y es de notar la contradicción de fondo que hay entre lo que expresa y la realidad de las relaciones entre la Unión Europea y la dictadura militar de la isla ya que, por un lado, la deuda externa de Cuba hacia la Unión Europea ha sido hasta hoy un bozal hábilmente utilizado por el gobierno cubano y, por otra parte, las inversiones masivas de los europeos en Cuba a partir de la década de los años 90 representan un elemento fundamental de la economía cubana. Es decir que los dos protagonistas, Cuba y Europa, son profundamente interdependientes.

Los europeos dieron crédito a una hipotética apertura del sistema castrista en dirección de la normalidad al creer que habían puesto pie en un mercado virgen y libre de la competencia U.S cuando en realidad Fidel los tenía (y los tiene) agarraditos por……. la deuda y ¡ sabe Dios ! si también agarrados los tiene por las informaciones económicas de primera mano que les vende o les troca en la gran refriega económica e industrial entre las dos costas de océano Atlántico.


A la hora descifrar el editorial de « Granma » tengamos en cuenta que los europeos nunca atinaron a vislumbrar el cretinismo de la doctrina económica del gobierno militar de Cuba en su maniobra hacia el descalabro definitivo y total de la sociedad cubana porque en la ceguera ideológica marxistoide que anima en Europa tanto la derecha como la izquierda, la U.E no logró entender a tiempo la dicotomía estructural del castrofascismo cuando muestra al mundo, cada día con menos facilidad, la cara del caballero andante defensor de los oprimidos mientras sume en la tristeza y en la miseria al pueblo de Cuba.

Los europeos creyeron de verdad que el olmo les pariría peras y se embarcaron lamentablemente.

Pero todo tiene su límite.
En efecto, todo tiene su límite y quizá en esa cumbre de Viena se habló « diferente ». Quizá los analistas gubernamentales cubanos han interpretado, lo que se dijo y también lo que no se dijo en esa reunión intercontinental, como un cambio radical y firme de la política europea hacia Cuba a más o menos corto plazo. La violencia verbal del editorial de « Granma » deja ver que los servicios (muy) competentes del régimen cubano (en eso gastan el dinero del pueblo ) podrían haber logrado saber de buena tinta que, en lo adelante, habrá un cambio consecuente y coordinado con EE.UU en la política de La Unión hacia Cuba y ello, muy a pesar de la deuda de Fidel hacia La Unión y a pesar de todos los pesares que hasta el presente habían frenado una posición más clara por parte de La Unión hacia el pueblo cubano.

La violencia del editorial de « Granma » autoriza la idea de que los especialistas de Fidel fuera de Cuba tuvieron noticia de un compromiso fuerte y concreto entre La Unión y EE.UU en torno a la guerra contra el terrorismo internacional y en torno al caso cubano en particular. Cuba, considerada como un elemento importante y nada aleatorio en la guerra global de EE.UU por la defensa de sus intereses vitales.

Las referencias sistemáticas de discurso oficial cubano a lo que ocurre en Irak, las lágrimas del régimen cubano por la muerte de uno de los jefes de la guerrilla terrorista islámica que opera en Irak, las relaciones excepcionalmente estrechas entre Irán y Cuba, los contactos seguidos y fraternales entre Cuba y las guerrillas colombianas que tienen más de tres mil rehenes civiles y militares en la selva son elementos públicos que podrían indicar que esta vez lo acordado entre La Unión y EE.UU va más allá del simple paripé circunstancial.

Si tal fuere el caso, estamos entonces al principio de una situación – como diría Fidel – sui géneris en la que tanto EE.UU como Europa esperan una señal fuerte que salga de Cuba para facilitar ipso facto un cambio fundamental hacia la democracia pero justamente por esa misma razón, el terror de los actos de repudio (actos fascistas) y los centenares de presos políticos en Cuba conforman el intento del régimen para que esa señal fuerte tan esperada no sea vista por nadie fuera de la isla.

Por suerte, no hay mal que dure cien años…

* Luis Tornés Aguililla es un exiliado cubano, Licenciado en Letras de la Universidad de París, residente en Francia desde 1982.